Moondale

Etiqueta: Xander x Jane

  • CUERPO Y PSIQUE

    XANDER ECHOLLS

    LUNA VILTIS, LA KVASIR – NOCHE

    Mi prima hizo girar de nuevo la botella y se detuvo en Jane. Por un momento temí que le tocase con otra persona después del momento tan cercano que habíamos tenido hacía un rato, pero Kay captó mi mirada preocupada y me guiñó un ojo. Como era de esperar la botella giró una segunda vez deteniéndose en mí.

    – [Jane]Xander, ¿cuánto le has pagado a tu prima?[/Jane] – dijo Jane riéndose. Hacia tanto que no la veía reírse y hablar conmigo así que cuanto más nos acercábamos aquella noche más me parecía que eso no podía ser real y alguien estaba jugando con nuestra mente.

    – [Xander]Yo no…[/Xander] – me excusé, notando como me subía la sangre y la cara se me encendía. Esperaba que el resto pensaran que era cosa del calor de estar todos juntos en un espacio reducido.

    – [Jane]Y creo que elijo reto.[/Jane]-  añadió. La miré y ella parecía despreocupada. Después de que nos hiciesen bañarnos desnudos y de haber visto…bueno, su perfecta anatomía trasera, no sabía cómo reaccionar, así que parecía Geralt meditando mientras el resto del mundo pasaba a mi alrededor.

    – [Idris]Se lo voy a ceder a Lexie, Kay o Coquito, porque no quiero que me odies.[/Idris] – escuché decir a Idris. Caí en la cuenta de que yo podía haber pedido el reto y mi turno había pasado al no decir nada. En parte mejor, desde la piscina no dejaban de pasarme todo tipo de pensamientos y no quería que Jane me tomase por un pervertido o coaccionarla de alguna forma a hacer algo que no quería.

    – [Lexie]Os toca comeros la boca.[/Lexie] – dijo Lexie. Mi estómago dio un vuelco y me puse un poco nervioso. Miré a Jane, que no parecía para nada afectada.

    – [Xander]¿U-un beso?[/Xander] – pregunté. Lexie no había dicho beso pero necesitaba clarificar. No os podéis imaginar las veces que había pasado por mi cabeza un beso con Jane. Tantas que para mí verlo convertido en realidad era algo muy importante. El «primero» se había estropeado por haber sido engañado por Omega y no quería que un verdadero beso con Jane se quedase en una prueba de un juego en un noche loca. Además, era mucho asumir que Jane quisiera besarme. Ella misma lo había dicho, que pudiera tocarla no implicaba que tuviera que atraerla.

    – [Lexie]He dicho comeros la boca. Nada de un beso.[/Lexie]- escuché puntualizar a Lexie, que me miraba fijamente. Era extraño que actuase con confianza conmigo cuando esa relación la asociaba a otra cara completamente diferente, pero tenía que educarme y empezar a pensar en ella con ese aspecto. En realidad, le pegaba más, se la veía más suelta, menos contenida, menos como una actriz y me alegraba de que finalmente hubiese podido salir de eso.

    De pronto me asaltó a la mente un pensamiento. No solo sería mi primer beso con Jane, sería su primer beso. ¿Allí, mientras todos observaban? – [Xander]Delante de vosotros no.[/Xander] – avisé, sorprendido al no haberme parado a pensarlo antes de decirlo. No podía hacerlo delante de ellos. No era justo para ella, ni tampoco para mí.

    – [Lexie]Pues Dante se va con vosotros a vigilar.[/Lexie]- sugirió Lexie. Miré a Dante, que negó con la cabeza con total tranquilidad.

    – [Idris]También están las ronchas, desconfiada. Deja intimidad.[/Idris] – añadió Idris, intercediendo a mi favor.

    – [Lexie]Lo siento, Dante. No ha colado.[/Lexie]- respondió Lexie sonriendo. Entonces se levantó y vino hacia mí. No sé cómo lo hizo tan rápido pero de pronto tenía un pintalabios y me estaba pintando los míos. – [Lexie] Para que no haya dudas.[/Lexie] – añadió.

    Cuando terminó, vi que Jane me esperaba de pie, así que fui hasta ella y empezamos a caminar sin una dirección clara, pero lejos del resto.

    – [Xander]Es un juego. Sé que sería tu primer beso así que…yo hablaré con Kay.[/Xander] – estaba siendo un imbécil, ocultando mis sentimientos y lo que de verdad me apetecía hacer, solo por el hecho de que tenía miedo al rechazo o quizá peor, a la indiferencia.

    – [Jane]¿Dónde quieres…?[/Jane] – preguntó ella con timidez, como si no me hubiese escuchado. Se apartó un mechón de pelo de la frente y no pude dejar de fijarme en lo bonita que era su melena, tan oscura y tan brillante, aún húmeda después del baño.

    – [Xander]No te preocupes. Yo me llevo las culpas[/Xander] – dije aparentando seguridad. Ya veis, no era precisamente un ejemplo de asertividad. Sabía perfectamente que lo lógico habría sido decirle que me gustaba, que quería besarla y preguntarle si a ella le apetecía, pero en lugar de eso, me puse el último de la lista. Con esa mentira me había engañado muchos años, pensando que Jane estaba mejor sin saber de mí, que no quería mis explicaciones.

    – [Jane]Oye, yo quiero mi beso.[/Jane] – dijo ella, rompiendo el hechizo que llevaba años maldiciéndome. En aquél momento todo a lo que alguna vez me había resignado se tambaleó. Era la segunda vez que pasaba, después de volver a hablarnos en Senatus. Jane me rompía todos los esquemas.

    – [Xander]¿S-si?[/Xander] – fue lo único que conseguí decir. Era aún joven, acababa de ver semidesnuda a una chica con la que llevaba media vida soñando y ahora íbamos a besarnos, así que mi cabeza no regaba excesivamente bien.

    – [Jane]Hay que seguir las reglas del juego siempre y nos ha tocado besarnos, así que quiero mi beso.[/Jane] – dijo ella. Parecía un razonamiento muy lógico pero no conseguía saber si de verdad le apetecía.

    Al final, llegamos hasta la enorme cabina de la nave, desde la que se veía en toda su inmensidad el valle en el que nos encontrábamos y el cielo, en ese momento oscuro y repleto de estrellas gracias a aquél mundo sin contaminación lumínica.

    Me acerqué a Jane y apoyé una temblorosa mano en su cintura. Y hasta ahí llegué porque las dudas volvieron a atormentarme. ¿Y si no salía bien? ¿Y si solo lo hacía por la presión del juego?

    – [Jane]Ven aquí.[/Jane] – tercera vez que Jane ponía mi mundo patas arriba. Me cogió de la camiseta y nuestros labios chocaron. Eran suaves y buscaban los míos. Al principio nuestro beso fue torpe, atropellado. Yo parecía un maniquí de nuevo y ella hacía lo que podía. Entonces mi mente se conectó y me dejé llevar, entregándome a un beso que nada tenía que ver con el de Omega. En aquél había intensidad, rabia. Este era intenso pero en un sentido completamente diferente, apasionado pero contenido, melodioso, tierno. Un beso en el que los dos estábamos verdaderamente conectados.

    – [Jane]Bueno, pues listo.[/Jane]- dijo, separándose. El carmín estaba por toda su boca y probablemente también por toda la mía. Cada momento se estaba grabando a fuego en mi memoria, seguramente para revisitarlo más tarde y analizar cada uno de mis errores justo antes de dormir.-[Jane] Vamos.[/Jane] – añadió. Observé cada uno de sus movimientos cuando se puso en pie y por mi mente se cruzaron algunos pensamientos que me hicieron caer en la cuenta de que tenía un problema allí mismo.

    – [Xander]Ve… Ve delante.[/Xander]- le pedí. Ella se giró y me miró, sorprendida. – [Xander]Ahora voy.[/Xander]- no había manera en la que pudiera hablarle de eso en ese momento.

    – [Jane]¿Qué te pasa?[/Jane] – preguntó, preocupada.

    – [Xander]Nada, necesito unos minutos para… estirarme[/Xander] – disimulé, aunque no sabía si a esas alturas ya colaría entre la piscina y aquél beso.

    Jane enarcó una ceja y pensé que ese gesto la hacía terriblemente sexy. Piensa en cosas no eróticas, piensa en cosas no eróticas….Merelia, la playa de Merelia….Jane en bikini en la playa de Merelia…mierda. – [Jane]Tengo dos hermanos.[/Jane] – sentenció. Me había pillado, pero aquello era como cuando te caes y te levantas como si no pasara nada. Ya había intentado fingir así que tocaba seguir hasta el final.

    – [Xander]¿Y?[/Xander] – me hice el tonto, y no, no era buen actor, no quedó muy convincente.

    – [Jane]Nada, nada.[/Jane]- soltó una risilla y caminó de vuelta al círculo dejándome allí, mirando las estrellas y pensando en que la que más brillaba se estaba alejando en ese momento. Me giré para mirarla y terminé hipnotizado por el movimiento de su trasero. Mi cuerpo y mi psique estaban totalmente a su merced.

     

  • DIVIDIDOS EN LA BOCA DEL LOBO

    IDRIS SOLO-NOVAK

    TARDE NOCHE – SEDE DE INFINITY EN MOONDALE

    Bueno esto es un poco spoiler pero conseguimos salir vivos de aquellos guardias que nos apuntaban, si no, no estaría escribiéndolo ahora, desde el futuro. Eso sí, la cosa se puso bastante negra.

    – [b]Al suelo, de rodillas.[/b] – indicaron. Llevaban unas armas que parecían sacadas del Mass Effect y tenían casi todo el cuerpo cubierto, seguramente con protección. Eché un vistazo a nuestro alrededor para ver cómo podíamos librarnos de ellos y salir de allí echando leches.

    – [Henry]Tranquilos, no pasa nada. Son… sujetos de prueba.-[/Henry] el muchacho que nos había llevado allí, Henry, se colocó delante de nosotros alzando las manos mientras sostenía su acreditación en una de ellas. No digo que el chaval no mintiera bien, pero con Xander armado, Amy convertida en una loba, su primo del futuro alternativo en pelotas y la hermana clon de Coquito con mi sudadera, teníamos poca credibilidad. Intercambié una mirada con Amy, que negó con la cabeza.

    – [b]Central, tenemos sujetos no autorizados en el almacén 24-601. Solicitamos refuerzos.[/b] – comunicó uno de ellos, antes de cargar su arma. Cinco segundos después se activó una molesta alarma. El sitio no iba a tardar en llenarse de minions armados hasta las cejas. Por cierto, en ese momento, con las cejas enarcadas, Coquito estaba muy guapa. Si salíamos vivos de esa, tenía que pedirle salir conmigo en serio, estar a punto de morir disipa muchas dudas. – [b]No os mováis.[/b] – dijo el que parecía ser el jefe. Miré a Noah, pero se encogió de hombros, no se atrevía a usar su poder por si no era lo suficientemente rápido. Esos guardias no dudarían en disparar.

    – [Elle]Owen, prueba a usar tu poder pero no mates a nadie.[/Elle] – escuché susurrar a Coquito con mis oídos de elfo. Un par de segundos después se escucharon explosiones y nos pusimos a cubierto cuando los guardias cayeron al suelo, inconscientes. Miré a Owen, pero él alzó las manos.

    Detrás de los guardias, entre el humo, apareció una figura encapuchada, riendo como un demente. – [Andrzej]Tomad firobolas.[/Andrzej] – replicó, plantando en el suelo un báculo de metal con un orbe rojiza en la punta. Me fijé en que su túnica llevaba un nombre bordado ‘Lordling’, en ese momento se le abrió y dejó ver una camiseta de ‘Alabad al todopoderoso superadmin’. – [Andrzej]Corred, insensatos.[/Andrzej] – indicó, haciéndose a un lado. La capucha se le descubrió y dejó ver el rostro de un hombre de mediana edad, con una melena rala de color castaño claro atada en una coleta a la espalda. Parecía el típico ‘Dungeon Master‘.

    Amy fue la primera en moverse. Avanzó su transformación y me quedé pensando por qué no hacían una película de la ‘Mujer Lobo’, mucho menos manido y las transformaciones tendrían erótico resultado. – [Andrzej]¡Hostia, una Garou![/Andrzej] – exclamó nuestro salvador.

    Las alarmas no paraban de sonar y me daban ganas de arrancarme las orejas. No llegué a transformarme porque mis sentidos se habrían agudizado más y habría sido insoportable. – [Xander]Tienes que sacarnos de aquí cuanto antes.[/Xander] – indicó Xander. Henry levantó un dedo para hacernos esperar y se acercó corriendo a la mesa en la que tenían nuestra información, abrió un cajón y metió un objeto en su bolsa de mensajero cogiéndolo con un guante que volvió a quitarse. Nos reunimos a su alrededor sin hacer preguntas y esperamos, pero después de un rato concentrándose, negó con la cabeza.

    – [Henry]Algo va mal. No puedo teletransportarnos.-[/Henry] respondió, frustrado. Le había debido salir mal la tirada de dados. Edito desde el futuro: o el máster era un poco cabroncete. Sí, te hablo a ti Dagrawn, por eso Esharthi es mi favorita. No te ofendas, Diarmud. O sí, sé que odiais a Noah, pero ¿qué os hemos hecho los demás? ¿eh?

    – [JJ]¿Va a salir todo mal?[/JJ] – se quejó Jane, agobiada. No dejaba de mirar a los guardias caídos y a la nevera con sus muestras.

    – [Andrzej]Esperad.[/Andrzej] – el tipo que nos había rescatado se sacó un Inphone último modelo del bolsillo y empezó a teclear. Yo solo vi una pantalla negra con letras blancas. – [Andrzej]Hay una alarma activa y según esto, desactiva el «teletransporte».[/Andrzej] – explicó, acercándose más a la pantalla. Quise decirle que igual necesitaba gafas, pero quizá no era el momento.

    – [Xander]Estupendo, eso significa que vamos a tener que abrirnos paso.[/Xander] – aclaró Xander, que venía preparado, pero no venía preparado. Suspiré, sabía por experiencia propia que Infinity podía actuar de dos formas: una era intentando acabar con nosotros y otra, denunciándonos por allanar una propiedad privada y herir a sus guardias.

    – [Elle]¿No se puede desactivar la alarma como en las pelis?[/Elle] – preguntó Coquito. Estaría bien que su mojo informático nos pudiera sacar de esto, pero el tipo alzó una ceja.

    – [Andrzej]Si ya dices «como en las pelis» vamos mal.[/Andrzej] – se quejó. – [Andrzej]Llevaría tiempo y los de los fuscos son más rápidos. Los niveles de más abajo suelen estar vacíos, yo voy a los baños de allí.[/Andrzej] – aclaró, echando una calada a su InVape. – [Andrzej]Y sé que hay un camino que da a la superficie por el que salen los guardias a fumar.[/Andrzej] – añadió con voz grave por el humo. Olía a ron añejo y a roble.

    – [Noah]Hay que darse prisa.[/Noah] – intervino Noah, inquieto. Me fijé en que le temblaba una mano, con el tiempo me daría cuenta de que había que preocuparse cuando Noah estaba en modo dildo.

    – [JJ]¿No nos puedes sacar tú?[/JJ] – le preguntó Jane. No me imaginaba a cuestas de Noah, la verdad, hasta el momento con la Brújula Planar de mi padre había tenido de sobra como para no requerir sus servicios. Prefería verle marchar, el tío tenía buen culo de tanto correr. No, es broma, eso ya no lo hacía, solo había espacio para un par de Coquitos en mi corazón.

    – [Noah]No puedo con más de dos cada vez.[/Noah] – replicó. Noah no quería dejar a ninguno atrás por miedo a llegar a tiempo. Para ser un tipo tan rápido era bastante indeciso y vivía con miedo a no correr lo bastante.

    – [JJ]Pues empieza.[/JJ] – mandó Jane, a su estilo habitual. Noah asintió y nos indicó que nos dividiéramos en grupos: yo me fui con Coquito, obviamente; Xander se fue con Jane a recuperar tiempos perdidos; Amy se llevó a Ezra, por aquello de que era su primo y se le había ido un poco la pinza antes con Jane; a Henry le confiaron a Rainbow, aunque Xander y Ellie sufrieron por tener que separarse de ella, pero si en algún momento Andrzej reactivaba la teletransportación, sería la mejor forma de salir; y Owen se quedó esperando el último, como pareja de Noah.

     

    Se llevó primero a JJ y Xander y volvió al cabo de un rato, tenía gotas de sudor en la frente y parecía preocupado – [Noah]He tenido que dejarles en uno de los sótanos. Está todo lleno de guardias, así que tienen que esperar allí a que esté despejado para salir.[/Noah] – explicó, preocupado. – [Noah]Voy a tener que hacer así con todos.[/Noah] – nos explicó. Teniendo en cuenta que la mayoría de los guardias irían en masa a ver si estábamos en el almacén, cualquier sitio era mejor que allí.

    Siguió llevándose gente. Nosotros fuimos de los últimos en irnos, quisimos esperar para no dejar a Owen solo. Cuando nos recogió, todo fue demasiado rápido. Olí la sangre y vi que Noah tenía una herida en un costado, pero al ver que me había fijado, no me dejó preguntarle y nos llevó a toda velocidad a uno de los sótanos, aprovechando el desconcierto de movernos tan rápido para volver a irse.

    Miré el sitio en el que nos encontrábamos. Encajaba con el lugar en el que se decía que habían encerrado a los Moondies. Un pasillo enorme y ancho, con salas de paredes transparentes en el medio y celdas a ambos lados, también con una pared transparente para ver su interior. Estaba preocupado por todos, así que hice lo que siempre hago. – [Idris]Bueno, Coquito, ¿se te ocurre qué hacer solos en este gran sótano vacío con dormitorios a ambos lados?[/Idris] – sonreí, intentando paliar la gravedad de la situación.

     

  • ALGUIEN QUE NO ERA

    Kaylee – Casa de los Echolls

    Mañana

    Sentía como si mi cerebro, que tantas alegrías me había dado en el terreno académico durante el colegio y el instituto, me hubiera abandonado. Vamos, que los apuntes de Genética no me iban a entrar en la cabeza salvo que me la abriera en canal y los hiciera una bola. Desde que había entrado en la Universidad, no daba pie con bola. A lo mejor me había creído que era una Noah Arkkan de la vida y lo de intentar terminar la carrera en dos años era venirse MUY arriba, pero claro, la Orientadora del Heidi Lamarr me había dicho algo parecido a: «por supuesto Kaylee, eres la Einstein pelirroja, ¿qué puede salir mal?». Os lo digo en un resumen breve: TODO. Y no os creáis que esto se debía a mi vida de fiestas y desenfreno, porque desde que me había vuelto buena no me llamaban ni las pulgas. Salvo Owen, que me había perdonado hasta que echase a correr del hotel en el que nos lo íbamos a montar después del baile de graduación (mi vida era como un cliché de película adolescente en la que todo sale al revés del guion).

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