Categoría: Cirth
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BANDERA BLANCA
“Reúnete conmigo en mi despacho. Gracias. Z“Después de leerlo, me quedé unos cuantos minutos mirando a la pantalla sin decir nada. Estaba tan enfadada que temía empezar a levitar de un momento a otro. Mia, que me miraba sin entender nada, se acercó a mí y me pasó una mano por el pelo.- [Wing]Si te llamo yo, volverá a vibrar[/Wing].- asintió con la cabeza dos veces seguidas para darle énfasis y solté una carcajada.– [Sarah]No estoy enfadada por eso[/Sarah].- susurré y me despedí con la mano de Russell, que salió de la habitación caminando más despacio de lo normal para enterarse de todo.- [Sarah]Russ, vete de una vez o esta tarde meriendas cojín[/Sarah].- le amenacé. Rebecca fue hasta la puerta y cerré, para luego volver a abrirla y asegurarse de que se había ido. -
EL ROLLO A LO MARTIN LUTHER KING
Sarah | Palacio de Z
TARDE
– ¿Sabes que eso le pasa mucho a las embarazadas?– explicó Mia con su inconfundible vocecita y le lancé un cojín a la cabeza, que ella esquivó con un movimiento grácil y acabó estampado contra la montaña de vestidos.
– [Sarah]¿Y se puede saber cómo voy a quedarme embarazada?[/Sarah]- enarqué una ceja y me incorporé en la cama apoyándome con los codos. Todavía sentía una ligera sensación de irrealidad, pero se iría pasando. Russell, Rebecca, Vine y ella me dejaron espacio para que me fuese acostumbrando a estar alejada de esos recuerdos sobre el pasado de mi amiga, sobre los que procuraba pensar lo menos posible.
– [Wing]Bueno, todo el mundo sabe que Rogue y tú…[/Wing]- metió y sacó un dedo del círculo que había formado con sus manos. Si había un contexto en el que eso fuera correcto, era éste, pero eso no quitaba que tuviera que pasarme la mano por la cara un par de veces para aguantarme la risa. Miré a Rebecca, cuyas mejillas se habían teñido de rojo por la rabia y a Russell, que ahora parecía especialmente interesado en la conversación.
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UNA TARDE CON RUSSELL
Russell «Carbon Copy» Haynes |
PALACIO KVINNEBY
TARDE
Era en momentos como este cuando Russell agradecía no tener un gran poder y pertenecer a la alta sociedad de los grupos. Por suerte no era más que el peón blanco, y los peones no tenían porque reinarse, eran los Reyes y Reinas a los que Z había, digamos casi obligado, ha reunirse entre ellos para crear cierta sensación de unidad entre todos. La realidad era otra, a pesar de que todos anhelaban lo mismo los dardos envenenados volaban entre ellos y si las palabras mataran más de uno estaría ya en el otro barrio.
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MANTENER EL EQUILIBRIO
Daniel Arkkan | Bosque cerca del palacio, Cirth
TARDE
Pese al miedo inicial a encontrarme con cualquiera de ellos, a su rechazo, el encuentro con Dominic resultó más bien un alivio, o al menos en parte, como suelen decir, «Dios no da con las dos manos».
Por una parte había podido aliviar mis preocupaciones respecto a lo que planeaban hacerle a Sarah, porque sabía que Dom se lo contaría a los demás y harían todo lo posible por evitarlo, podrían avisarla incluso a ella.
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NUESTROS RECUERDOS, NUESTROS MAYORES MIEDOS
Dominic Williams| Cirth
MEDIODÍA
Tras la marcha de Rebecca procuraba mantenerme ocupado e intentaba estar lo menos posible en un apartamento vacío, por lo que únicamente pasaba por allí para dormir, o intentarlo. Pasaba largas horas tumbado en la cama a oscuras preocupado, hasta que el cansancio me dejaba descansar un par de horas. Pero aquella mañana fue diferente, no fue la luz del sol molestándome en la cara lo que me despertó, fue el traqueteo de la ventana y la densa bruma púrpura que entró por las rendijas hasta entrar en mi cuerpo.
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TRES REYES SIN REINO
AARON ‘EL REY BLANCO’ | PALACIO KVINNEBY
TARDE
‘El Rey Blanco‘ de Gambit, había sido conocido desde tiempos inmemoriables como ‘Aaron’ que se traducía directamente como ‘Exaltado‘, ‘Gran montaña’ o ‘Iluminado‘, y quienes así lo nombraron, consideraron que cada uno de sus significados aplicaba al pequeño niño ‘fellah‘ que era capaz de estrangular una serpiente que le habría matado.
Había nacido cerca de Egipto, en el reinado de Jufu, o, como se le conocía ahora, Keops, en una época de indigencia absoluta anterior a la gloria por la que se le conocía. No era de extrañar por aquél entonces que sus padres le viesen como un dios reencarnado, y así lo transmitiesen al máximo representante de los dioses en la tierra, el faraón.
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UNA FINA LÍNEA
Inola Tarasi, Reina Gris| Palacio de Kvinneby
MAÑANA – MEDIODÍA
En orden de aparición: Inola Tarasi ‘Reina Gris’, Lydia Prast ‘Briar’, Amaya Navas ‘Reina Blanca’ y Aislinn Gallagher ‘Reina Negra’.
Cuando Inola abrió los ojos con los primeros rayos del sol, Briar estaba cubierta de zarzas. Dormir con ella no era lo más cómodo del mundo, especialmente porque no controlaba su habilidad (Citokinesis) y acababa convertida en un personaje de cuento, pero además roncaba y ocupaba la mayor parte de la cama. A plena luz del día, lo que había parecido una ventaja bajo el manto de la luna (siempre que no fuera llena), se convertía en un «en realidad, no era para tanto», aunque no pensaba decírselo a Lydia, que todavía era demasiado joven, demasiado volátil y demasiado buena, por mucho que se empeñara en defender su posición como gris con algunos actos, que a todas luces eran cuestionables y ponían en peligro la estabilidad de una utopía que todavía estaba por verse si podría funcionar, porque no todos los del bando gris tenían la misma proporción de blanco y negro para hacer lo que debía hacerse sin decantarse por ningún lado. Las fichas blancas y negras eran otro cantar, pero no le preocupaban, porque cuando descubrieran que tanto si salvas a todo el mundo, como si dejas que dicho mundo se consuma, eres igualmente un idiota, cambiarían de parecer.
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TERROR
Daniel Arkkan | Cirth
MEDIODÍA
Se suele decir que no conoces el verdadero miedo hasta que tienes algo que perder, y había estado de acuerdo con esa afirmación desde el mismo momento en el que me di cuenta de lo que sentía por Sarah. Pero existía un miedo más profundo, un terror que podía recorrer todo tu cuerpo y dejarte incapaz de hacer nada, como un pequeño niño asustado ante la oscuridad. Ese terror no se conoce hasta que no has estado a punto de perder algo que amabas, o incluso llegando perderlo, y vuelves a amar.
Había tenido miedo por mis padres la noche en la que murieron, porque eran el único mundo que había para mí entonces salvo unas pocas excepciones, y continué teniendo miedo casi toda mi vida. El miedo se convirtió en un compañero, en un oscuro consejero que dirigía mis acciones como si fuese poco más que una simple marioneta, un esclavo.
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GELIDO DESPERTAR
Daniel Arkkan | Fundicion abandonada, Cirth
MEDIODÍA
Llevaba, lo que se dice, un día revolcado. La noche anterior había estado de caza en las inmediaciones de la casa de las Echolls, asegurándome de que los demás estaban a salvo mientras Sarah no estuviese. Pasear por el Parque Bellamy sin Sarah era extraño, como caminar por una pesadilla, un recuerdo constante de lo que tuve una vez y había perdido. Con cada sonido, me daba la vuelta con el corazón en un puño, con una mezcla de miedo y vana esperanza de encontrarme a cualquiera de ellos patrullando la zona. Pero no eran más que ruidos de la noche, que parecía estar burlándose de mí.
Desde la linde del parque, oculto como podía entre los árboles observé la preciosa casa de arquitectura victoriana de las Echolls, como Sarah me había dicho una vez. Había algunas luces encendidas en la planta superior y la de la sala de estar de la planta inferior. Me pregunté quién estaría en qué sala y qué estarían haciendo, y me distraje tanto que no escuché a un vampiro acercarse por detrás y sujetarme.