[align=center][SIZE=3][b]Rebecca Lee | Cafeteria de la Universidad[/b]
[b]Noche[/b][/SIZE]
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Cuando Rebecca Lee se ofreció a ir a la cafetería de la Universidad. En realidad, no sabía lo que estaba haciendo. Fue una de esas veces en las que un cerebro (en este caso el de ella, pero podría ser el de cualquiera) actúa por voluntad propia sacándote un valor que haría enorgullecerse a Godric Gryffindor. El problema, era que en la vida real, la valentía no era tan práctica como en la ficción, si no que normalmente acababa con la chica (es decir, Rebecca) con la aorta desgarrada, igual que le había pasado a Edward Maclay.
Pero ya estaba hecho y no había vuelta atrás. No podía decir que le quedaban no sé cuántos textos que analizar fonéticamente, ni que tenía una montaña de libros de Jane Austen que leer para el mes siguiente, ni tampoco, que tenía más miedo que vergüenza y eso en ella, eran palabras mayores.