Moondale

Etiqueta: Los MacLeod

  • ANTILUPUS

    [align=center][b][SIZE=3]Christopher McLeod | Moondale alternativo[/SIZE][/b]

    worriedmcleod

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    – [b] [i] [color=#843181] Christopher, ¿estás bien?[/SIZE] [/i] [/b] – escuché decir a Diana a mi derecha. Todavía no había recuperado por completo la vista y cuando de pronto volvió a mi no supe dónde me encontraba aunque me aliviaba saber que seguíamos juntos, no sabía que estaba equivocado, aunque cuando me giré y vi a Diana con bata imaginé que no era mi Diana.

    – [b] [i] [color=#457238]¿Dónde estoy?[/color] [/i] [/b] – pregunté. Ella se acercó a mí y me miró con el ceño fruncido.

    – [b] [i] [color=#843181] En casa, ¿te ha pasado algo?[/color] [/i] [/b] – preguntó ella llevándome una mano a la frente.

    – [b] [i] [color=#457238]No soy quién crees que soy, aunque me parezca mucho. Vengo de otro lugar.[/color] [/i] [/b] – empecé a explicar. Esta vez me resultaba más difícil estando solo.

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  • OS QUIERO MUCHO A TODOS

    [SIZE=2][align=center][b]Stephanie McLeod |Escocia[/b]

    stephiemcleod

    Stephanie agarró con fuerza la mano de Delly mientras que en la otra sostenía a [i]Patito[/i], unos de sus peluches favoritos. Se había prometido a sí misma no llorar y aunque le estaba costando (el tembleque que tenía en la barbilla no ayudaba), de momento, lo iba consiguiendo. Lo peor fue cuando llegó el momento de los abrazos, de la despedida de verdad. El viaje en coche había sido una prolongación de las dos semanas de vacaciones: Risas, más risas, abrazos,
    besos, ver la casa repleta de gente…pero una vez que se fueran todo volvería a ser como siempre. Y ahora ese [i]como siempre[/i] le formaba un nudo en la garganta que casi no le dejaba tragar.

    Los primeros en despedirse fueron Dominic y Ed. Los le caían muy bien, especialmente Ed porque a veces, la subía en sus hombros, pero Dominic también era simpático.

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  • STEPHANIE LA CAZAVAMPIROS

    [SIZE=2][align=center][b]Suzanne Sommerville | Escocia[/b]

    annsommerville

    Si alguien estuviese interesado en mostrar la definición gráfica de tranquilidad, debería sacarnos una foto en estos días. Por momentos, hasta me cuesta creer que todo lo que ha pasado al entrar en aquel bar sea cierto y no una horrible pesadilla. Aquí, en Escocia, he encontrado (y me consta que no sólo yo) un instante para respirar profundo y olvidarme unos días de la realidad. Gracias al cielo. Es un alivio que aunque no pueda olvidar las pesadillas, sí pueda mantenerlas a raya a la luz del día.

    Nada más entrar en el jardín de los McLeod, veo a la pequeña Stephanie sentada delante de una gran mesa en la que tiene un montón de muñecas. Me recuerda un montón a mi hermana. No porque se parezcan físicamente, ya que, nada más lejos de la realidad. Pero tienen más o menos la misma edad, y yo parece que empiezo a ver a Caroline en todo el mundo. Tal vez sean las ganas que tengo de verla, o que inconscientemente busco sus rasgos en la gente que me rodea. Pero ahora mismo Stephanie, de rodillas sobre una silla y moviendo sus muñecas, es idéntica a una imagen mental que tengo de Carol, en la misma posición al lado de la repisa de la ventana. Siempre juega con sus muñecas al lado de la ventana. Y de vez en cuando se le caen al jardín y era Francis quien tenía que ir a buscárselas… Me pregunto quién se las va a buscar ahora, o si juega siquiera con sus muñecas.

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  • KAYLEE ME LAME LA CARA

    [SIZE=2][align=center][b]Diarios de Destino[/b][/SIZE]

    edfeliz

    Ed abrió la maleta y miró la foto que siempre le acompañaba. Había sido tomada en su último cumpleaños, el último que pasó en su casa, la de verdad. Diana aún no había enfermado, Mason no había acabado con el mundo y desde luego, él no estaba en una realidad distinta a la suya.

    Suspiró y cogió el cuadro entre sus manos. Pasó el dedo por encima de la imagen de todos los que una vez, fueron los mejores amigos que un chico puede desear y recordó el momento exacto en el que se tomó la fotografía. Cerró los ojos y volvió a estar allí. Como si lo que estaba viviendo no fuese más que un mal sueño.[/color]

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  • TENDRIAMOS NUESTROS PROBLEMAS

    [align=center][color=black][b][SIZE=3]Cecil Anwalt | Escocia[/SIZE][/b][/color]

    cecilanwalt

    [SIZE=2]Normalmente, el día de mi cumpleaños no era de esos favoritos, que deseas con ansias para comer la tarta y recibir regalos. No eran malos, para qué negarlo, pero no tenían lo que a veces, uno puede necesitar.

    En cambio, desde el momento en que me levanté, hasta que nos sentamos todos a la mesa, cierto entusiasmo me inundaba por dentro. Había pasado la mañana fuera con Matt, haciendo cualquier otra que no estar en la casa. ¿Por qué? Pues me conocían lo suficiente como para saber que, aunque fuese un día como [i]este[/i], no me cruzaría de brazos, viendo como todos los demás trabajan, por lo que, de una forma sutil, me echaron de la casa hasta la hora de comer. De tal manera que aprovechamos ambos para hablar, para contarnos cosas que no habíamos podido trasmitir, y llamé a casa. Después de todo, y de ver a la madre de Christopher abrazarle, tanto a él como a Daniel con fuerza, no podía dejar pasar algo como esto. No era padre, y todavía me quedarían unos cuantos años, pero de todos modos, la forma en que habíamos pasado los últimos meses todos nosotros, la forma en que la madre de Sarah y Diana afrontaba todo esto, aun sabiendo el peligro que podían correr, me hacía darme cuenta de una cosa. Puede que yo no haya tenido las cosas muy fáciles, pero mis padres tampoco. Y en cierto modo, al escucharles a ambos, supuse (o al menos, esperaba) que las cosas comenzasen a ir algo mejor.

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  • BIENVENIDA KAYLEE

    Sarah Echolls | Glasgow, Escocia

    sarah1324

    Quizás no había sido buena idea pedirle al tío Lewis la vieja furgoneta que usaba para transportar los rótulos que fabricaba en su negocio, pero éramos demasiados y nos gustaba ir apretujados como si fuéramos sardinas en lata. No nos había dado tiempo a lavarla, ni a tapar el agujero que había en la parte de atrás, que según Diana funcionaba como freno de emergencia al estilo del de Los Picapiedra y según Dominic, podíamos usarlo para jugar al ‘Veo-veo’.

    Por supuesto, en la parte de atrás no había asientos y Dominic, Rebecca, Cecil, Liad y Ed iban sentados en unas cuantas cajas de tomates estratégicamente repartidas para que nadie pudiese morir cayéndose por el agujero mientras que yo conducía y Daniel iba a mi lado.

    El viaje, por suerte, transcurrió sin incidentes y llegamos sanos y salvos al aeropuerto de Glasgow, el lugar en el que recogeríamos a Kaylee.

    Aparcamos la furgoneta y comenzamos a bajar de ella. Ed parecía un poco mareado (lógico) y Liad continuaba resfriado, pero no teníamos daños físicos, así que se podía decir que el viaje había sido un éxito.

    -[b] [i] [color=#454120]Cómo mola ir el coche con Sarah[/SIZE] [/i] [/b].- Comentó Ann de forma jovial agarrando del brazo a Silver que apareció de la nada, seguida de todos los demás.

    – [b] [i] [color=#843181]Es como montarse en una atracción de la feria pero sin gastar dinero.[/color] [/i] [/b]- Apuntó una recién llegada Diana que iba de la mano de McLeod, mientras le dedicaba a Ed una sonrisa de medio lado al verle cargar con una pancarta que había hecho él mismo para darle la bienvenida a Kaylee.

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