Ellie – Casa de los Echolls
Mañana
Colgué la videollamada con Idris y bajé a desayunar. El día había amanecido gris y horroroso, uno de esos días en los que parecen las siete de la tarde desde primera hora. Últimamente, lo primero que hacía nada más despertarme, era darle los buenos días y también le daba las buenas noches a altas horas de la madrugada, para qué os voy a mentir. Eso había provocado que JJ me mirase alzando una ceja, pero tampoco le dejaba que emocionase en exceso, porque puestas a abrir el cajón de mierda, el suyo estaba a rebosar.
Llegué a la cocina acompañada de Xena, que iba moviendo el rabo como si estuviese segura de que ella también iba a desayunar los churros con chocolate que habría traído la tía Sasha después de una noche de caza.- [Sasha]Buenos días, bichito[/Sasha].- me saludó al verme y yo le di un abrazo rápido.- [Elle]Buenos días[/Elle].- Me fijé en que no parecía cansada, pese a que no había pegado ojo. Todavía llevaba la ropa de currar (una especie de traje de cuero blanco ceñido, que le seguía quedando bien) y yo estaba en pijama, uno de Dumbo que a Idris le hacía mucha gracia.
Los demás, es decir, mi padre, mi madre y mis hermanos, Dante y Xander, llegaron al poco (todos en pijama), provocando que Xena saltase de alegría.- [Elle]¿Qué tal la caza, tía Sasha?[/Elle]- pregunté de forma despreocupada, pero recalcando el «tía», lo que hizo que todos me mirasen, mientras Sasha servía el chocolate en las tazas de porcelana blanca.
Xander, que estaba abriendo el paquete de churros que estaba colocado sobre la mesa, clavó los ojos en mi nuca, pero lo ignoré y nos sentamos en la mesa, aunque a nadie le pasó desapercibido que mi madre le había dado un pellizco en el culo a Sasha antes de que se sentase.- [Elle]Estoy viendo una serie que se llama ‘You, me and her'[/Elle].- comenté mojando mi churro en el espeso chocolate de «La isla», la mejor churrería de Moondale.- [Elle]Va de un trío[/Elle].- Xander volvió a mirarme y vi que Dante se aguantaba una risilla.
– [Sasha]¿Un trío?[/Sasha]- me preguntó Sasha con la boca llena. Así era ella, todo elegancia.- [Sasha]Normalmente, los que escriben sobre eso no han participado en uno en su vida[/Sasha].- mi madre le dio un codazo.
– [Xander]¿Sabéis mucho del tema?[/Xander] – Xena tenía la cabeza sobre la pierna de mi hermano, porque sabía que era el más blando.
– [Sasha]Algo[/Sasha].- arguyó Sasha y se ganó las miradas de toda la mesa.
– [Sarah]No tanto[/Sarah].- parecía que el hechizo del colega de Idris estaba resultando, porque mi madre se había delatado.
– [Elle]La tía Sasha dice que sabe algo: ¿qué tienes tú que ver ahí?[/Elle]- esbocé una sonrisa maligna y marqué el número de Idris, que ya estaba avisado de que tenía que estar callado como un muerto. Coloqué el móvil sobre la mesa, bocabajo.
– [Sarah]Después de veinte años, algo sabré[/Sarah].- mi madre me miró muy seria y se dio cuenta de que la había cagado, pero ya era tarde.
– [Daniel]Menos mal, ya no aguantaba más.[/Daniel] – soltó mi padre y todos, incluido Idris, estallamos en una carcajada generalizada cuando enseñé la pantalla del móvil en la que se le veía enseñando el meme «Wig flew to Asia».
– [Xander]¿Y por qué lo habéis ocultado hasta ahora?[/Xander] – Xander intervino, pero lo decía sin acritud, aunque sonase a acusación.
– [Sarah]No lo hemos ocultado[/Sarah].- mi madre dio un sorbo a su chocolate.- [Sarah]¿Dónde pasa Sasha la mayor parte del tiempo?[/Sarah]
– [Xander]Touché.[/Xander] – reconoció – [Xander]Pero habéis tenido que disimular cuando no pasa nada.[/Xander] – y le dio un trozo de churro a Xena, que a este paso iba a acabar con tres kilos más. Era inmortal, pero eso no hacía que se librase del sobrepeso.
– [Sarah]La vida es bastante más complicada de lo que parece cuanto tienes veinte años[/Sarah].- le intentó explicar con paciencia. Por mucho que nos creyéramos el culmen de la modernidad, todavía no estaba bien visto el poliamor .
– [Dante]Ya somos mayores de edad todos, si vosotros sois felices, que le den por el culo al resto.[/Dante] – soltó Dante con su habitual buen humor.
Volvimos a quedarnos en silencio, por lo que había llegado el momento de admitir lo que habíamos hecho.- [Elle]Idris y yo hemos pensado que ya era hora de que os liberaseis de la carga y por eso lo habéis dicho[/Elle].- no era la forma más legal de conseguir algo, pero había funcionado.
– [Xander]Tenéis derecho a ser felices.[/Xander]- terció Alexander, que me defendería de cualquier cosa.
– [Sarah]Entiendo tus razones, pero liberar un hechizo que obliga a decir la verdad no es la mejor forma[/Sarah].- agaché la cabeza un poco apenada y colgué la llamada, porque no quería que Dris se sintiera culpable.
– [Elle]Lo siento[/Elle].- dije de corazón y mi madre se puso en pie para abrazarme.- [Sarah]No pasa nada, cariño[/Sarah].- me susurró al oído antes de separarse.- [Sarah]Tus intenciones eran buenas[/Sarah].
Terminamos de comer los churros sin tocar el tema, pero como siempre tengo que ir un poco más lejos, volví a la carga.-[Elle]¿Puedo decirte mami Sasha?[/Elle]- puse una vocecita dulce.
– [Daniel]Si a ellas les parece bien, a mí perfecto. Se lo merece.[/Daniel]- mi padre me miró con orgullo. No sé si alguna vez habéis escuchado eso que dicen de que los pelirrojos no son guapos. En serio, teníais que ver a mi padre, que era como el tío de la serie del escocés y la enfermera, pero en versión mejorada.
– [Sasha]Cursiladas las justas, Echolls[/Sasha].- nos amenazó Sasha con una sonrisa de medio lado.
– [Elle]Vaaale, mami Sasha[/Elle].- la toreé un poco y entre todos, recogimos la mesa y metimos los platos en el lavavajillas.
– [Xander]¿Por qué o te vienes aquí a vivir? El sótano no se usa y tiene entrada por si llegas tarde de caza.[/Xander] – sugirió Alexander cuando Dante ya había vuelto a su mazmorra y estaba todo recogido.
– [Sasha]Ya veremos[/Sasha].- vi que mis padres miraban a Sasha y ella esquivaba el contacto visual.- [Sasha]Por cierto Elle, ¿cuándo le vas a decir a I…?[/Sasha]- le tapé la boca y me fui a mi habitación, antes de que el tema empezase a girar en torno a mí.
Cuando estuve dentro, cerré la puerta y volví a llamar a Idris.- [Idris]¿Qué Coquito, ha salido bien?[/Idris] – preguntó sonriendo ampliamente a la cámara y yo le devolví la sonrisa. El corazón me estaba latiendo tan rápido que empecé a temer que lo escuchara.
– [Elle]¿Bien? Ha salido genial[/Elle].- respondí eufórica y él se rió.- [Idris]Vas a tener que darme las gracias por tener tres padres, bueno, madres más bien, son mayoría.[/Idris]
– [Elle]Se lo debo a tu amigo, en realidad[/Elle].- le piqué tumbándome en la cama.
– [Idris]Ya lo cobro yo. Soy el genio detrás de todo.[/Idris] – hizo tres corazones de hielo con sus manos y me partí de risa.
– [Elle]No tengas morro[/Elle].- puse morritos.
– [Idris]El morro me tiene a mí.[/Idris] – me guiñó un ojo. – [Idris]No me des las gracias, con verte sonreír así tengo de sobra.[/Idris]
– [Elle]Te dejo, que voy a ver si llamo a tu colega y quedamos para salir[/Elle].- bromeé.
– [Idris]Ya no tiene teléfono.[/Idris] – y él siguió con la broma. – [Idris]Se ha ido. Vas a tener que quedar conmigo.[/Idris]- hice como que perdíamos la cobertura y le colgué. Tenía clase en poco más de media hora, pero me apetecía quedarme en la cama. Me tapé con el nórdico hasta la nariz y el móvil vibró. Al desbloquearlo, encontré un mensaje de Dris:
Idris:
«La tensión sexual se puede cortar con un cuchillo…de mantequilla».
Ellie:
«Jaja.»
«Hay una forma de liberar tensión ;)».
Idris:
«¿Ah sí? Pues apúntame».
Me hice una foto sin la parte de arriba del pijama que no le llegué a mandar. Me despedí y fui a vestirme para ir a clase. Me apetecía mucho, pero no le seguí el rollo porque éramos amigos y no quería estropearlo. Aún así, como bien había dicho, la tensión podía cortarse…con un cuchillo de mantequilla, pero se me daba mejor arreglar la vida amorosa de mis padres que la mía.
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