Moondale

MAL LIBERADO

[align=center][SIZE=3][b]Diana Echolls | Universidad de Moondale[/b]

[color=black][b]Noche[/b][/SIZE]

saddiana

[SIZE=3]

Lo bueno de que fuera de noche, es que no tuvimos muchos problemas a la hora de aparcar y pudimos salir de él antes de que nos viese alguien, porque no era plan de que empezasen las preguntas incómodas del tipo: ¿Qué hacen un profesor y una orientadora de la Universidad en mitad de la noche saliendo de un coche con un puñado de estudiantes? a) Van de camino a una orgía en el despacho de Mercy. b ) Van de camino a una orgía en el despacho de Mercy en el que les proporcionarán a los jóvenes e inexpertos las respuestas a todos los exámenes. c) Vienen de una orgía.

Mientras avanzábamos de camino a la biblioteca, íbamos en un silencio casi sepulcral, sobre todo porque si nos encontrábamos con Mercy y nos escuchaba hablando de algo que no procedía, le daría una patada a mi desteñido culo y acabaría en la cola del paro o en ‘The hole’, el club de las afueras de Moondale. Y sí, por club quiero decir bar de striptease. Y por striptease me refiero a puticlub en de los típicos en los que las bailarinas tienen celulitis, se sirven desayunos continentales y los clientes no están nada buenos. No lo digo porque haya estado, que conste. Una cosa es tener una etapa pseudo-lésbica y otra, frecuentar garitos de mala muerte. Nunca he estado tan salida (creo).

Al doblar una esquina, tan enfrascada iba en mis pensamientos, que casi me comí (no literalmente, claro) a un chico oriental que si hubiera estado soltera habría dicho que estaba bastante bueno, pero como no lo estaba, ni lo miré más de un minuto seguido. – [b] [i] [color=#843181]Perdona, no te había visto. Es que esto está más oscuro que la vagina de alguna de las de ‘The Hole’. Eh…olvida eso[/SIZE] [/i] [/b].- Dije a modo de despedida, obviando el hecho de que me había presentado a un desconocido con las palabras “vagina” y “agujero”. Necesitaba un psiquiatra urgentemente.

-[b] No pasa nada, yo era el que iba distraído.-[/b] Me respondió él con más sentido común que el que yo demostraría jamás. Poco después, llegamos a la puerta de la biblioteca, donde estaba Dom esperándonos.

– [b] [i] [color=#457238]Perdona por hacerte esperar.[/color] [/i] [/b] – McLeod se sacó la llave del bolsillo y abrió la puerta. – [b] [i] [color=#457238]Alguien ha tardado más de la cuenta.[/color] [/i] [/b] – Me señaló con la cabeza.

-[b] [i] [color=#383A72] Tranquilo, acabo de llegar.-[/color] [/i] [/b] Comentó abotonándose bien la camisa, que estaba como de habérsela puesto a toda prisa después de haber luchado contra un jaguar.

– [b] [i] [color=#843181]¿Pero cómo es posible que cada vez nos encontremos acabes de mojar? ¿A alguien le parece normal esto? Se te va a caer la picha y el día que se te caiga: Llorarás[/color] [/i] [/b].- Asentí consternada.

-[b] [i] [color=#383A72] Estaba durmiendo…-[/color] [/i] [/b] Me respondió sin mucho convencimiento a la par que McLeod nos dejaba vía libre para entrar.

– [b] [i] [color=#BB609C]¡Sacadme el cerebro! No quiero imaginarme nada[/color] [/i] [/b].- Mi hermana se tapó la cara con las manos para seguir la broma, provocando que Daniel se riese y yo desvié la vista hacia donde debería haber estado McLeod, pero en ese momento, salía de su despacho después de haber dejado algo que no recordaba muy bien porque fijarme no era lo mío.

-[b] [i] [color=#266EAC] Bueno, dejando a un lado la de veces que hemos encontrado a Dom tras mantener relaciones, ¿por donde empezamos?.-[/color] [/i] [/b] Ed dio una palmada para demostrar que estaba listo para la acción.

– [b] [i] [color=#4F5360]Falta Illya, es raro no suele llegar tarde.[/color] [/i] [/b] – Apuntó Daniel, recordando que Illya no había querido venir con nosotros más que por una cuestión de espacio (que también), por el hecho de compartir con un montón de gente de corazones desbocados un lugar tan pequeño.

-[b] [i] [color=#383A72] Estara cazando.-[/color] [/i] [/b]Continuó Dom que ya se había abotonado la camisa.

Como si la hubiesen invocado, la puerta se abrió sonando igual que la de la casa de Los Monster.- [b] [i] [color=#EE5159] Estaba evitando que me cazasen…[/color] [/i] [/b].- Se excusó.

-[b] [i] [color=#266EAC] ¿Todo bien?.-[/color] [/i] [/b] Le preguntó Ed acercándose un poco.

– [b] [i] [color=#843181]Se lo voy a decir a Kaylee…[/color] [/i] [/b]- Canturreé mirando a Ed.

– [b] [i] [color=#EE5159] Sí, gracias…[/color] [/i] [/b]- Bajó la vista avergonzada y se giró sobre sí misma para cerrar la puerta que se había quedado entreabierta. Al verla, McLeod le tiró las llaves para que cerrase del todo e Ills hizo lo propio: Cerrarla y guardarse las llaves. Si hubiésemos sido una panda de paranoicos, nos habríamos preocupado por el hecho de estar encerrados con un vampiro. Pero era Ills y como siempre decía Sarah: Ills es como Angel, no le haría daño ni a una mosca. En esas ocasiones me habría gustado apuntar que Angel tenía un lado malo (pero bastante buenorro, porque para eso eran el mismo) llamado Angelus, pero no valía la pena disgustar a mi hermana pequeña con tecnicismos.

– [b] [i] [color=#457238]Bueno, ahora que no va a haber visitas inesperadas, tengo aquí una lista…[/color] [/i] [/b] – Sonrió dejando que unas pequeñas arrugas se formasen alrededor de sus ojos. – [b] [i] [color=#457238]Y si miráis hacia allí.[/color] [/i] [/b] – Señaló a una montaña de cajas que debían contener todos los libros que se habían perdido en la destrucción de la biblioteca de Alejandría- [b] [i] [color=#457238]Os he distribuido por parejas y por géneros…literarios.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#843181]¿Eso es un chiste?[/color] [/i] [/b]- Arqueé las cejas para tocarle las narices.

-[b] [i] [color=#383A72] Seguro que Diana tiene los eróticos.-[/color] [/i] [/b]Añadió Dominic con cierto pesar.

– [b] [i] [color=#843181]No los necesito[/color] [/i] [/b].- Moví las cejas con rapidez y eché un vistazo a mi alrededor para ver si había una sección infantil o algo que no pareciese un aburrimiento mortal, pero no lo encontré. Lo que sí vi fue que Ills ya se había ido a colocar libros.

– [b] [i] [color=#BB609C]Ha llegado el momento de que me vaya a colocar libros…[/color] [/i] [/b]- Sarah empezó a caminar de espaldas como si se hubiese asustado y Daniel la siguió caminando como una persona normal.

-[b] [i] [color=#266EAC] Voy ayudando a Ills.-[/color] [/i] [/b]Al escucharle decir eso, negué con la cabeza sonriendo.

De pronto, alguien tocó a la puerta y algunos nos sobresaltamos. Ills, sin mediar palabra, dejó los libros, se sacó la llave del bolsillo y abrió: Era Rebecca.- [b] [color=#CC858A] Pasaba por aquí, Dominic me había dicho algo de unos libros…eh….¿necesitáis ayuda?[/color] [/b]- Preguntó con nerviosismo bien disimulado.

-[b] [i] [color=#383A72] Cuantos más seamos, antes terminamos.-[/color] [/i] [/b] Dom se acercó a ella, la cogió de la mano y le dio un beso. Después, se la llevó a una zona detrás de las estanterías donde yo juraría que había pocos libros que colocar.

Tras la interrupción, Ills se guardó la llave y volvió a colocar libros. Los demás, también retomamos (o empezamos en mi caso) nuestras obligaciones, que fueron amenizadas con Sarah y conmigo cantando a pleno pulmón, provocando que más de uno se riese. Incluso McLeod que parecía más taciturno que de costumbre y ya debía llevar seis tazas de café en el cuerpo.

En esas estábamos cuando la biblioteca comenzó a temblar.- [b] [i] [color=#843181]No he sido yo, esta vez estaba cantando Sarah[/color] [/i] [/b].- Bromeé en voz alta, pero al poco me di cuenta de que no era ninguna broma. La biblioteca temblaba y del suelo, envuelta en humo, emergió una figura trajeada que no necesitaba presentación alguna.- [b] [color=#110D8B]Y el glorioso antagonista hace su aparición para animar la noche. [/color] [/i] [/b] – Se paseó mirándonos. – [b] [color=#110D8B]¿Qué les tendrá preparado a nuestros valientes héroes?[/color] [/i] [/b]- Abrió mucho los ojos y clavó la vista en todos y cada uno.

Dom, que había salido de su refugio entre las estanterías más despeinado de lo habitual, le hizo una seña a Rebecca para que se escondiese.

– [b] [i] [color=#BB609C]Vete[/color] [/i] [/b].- Le advirtió Sarah dando un paso al frente.

– [b] [color=#110D8B]Ya era hora, pensé que se os había comido la lengua el…lobo.[/color] [/b] – Sonrió. – [b] [color=#110D8B]Creo que no era así…bueno, algo con colmillos, luego entenderéis el chiste.[/color] [/b] – Apoyó el codo en una de las mesas. – [b] [color=#110D8B]Es hora de levantar el telón y mostrar lo que se oculta tras él.[/color] [/b] – Miró a McLeod.

Al ver que intentaba amenazar a mi bibliotecario, levanté la mano y me dispuse a conjurar una bola de fuego, pero Sarah me detuvo porque no iba a servir de nada. Ya lo habíamos experimentado. Dom miraba alternativamente al Doctor y a Sarah, posiblemente preguntándole si debía atacar, pero mi hermana negó con la cabeza.

– [b] [color=#110D8B]Sabia decisión de la líder. Yo tampoco te lo aconsejaría.[/color] [/b] – Obtuvo Dominic por respuesta – [b] [color=#110D8B]¿Cómo va el dolor profesor?[/color] [/b] – Le preguntó a McLeod que parecía estar debatiéndose consigo mismo.

– [b] [i] [color=#4F5360]Déjale tranquilo.[/color] [/i] [/b] – Bramó Daniel.

– [b] [i] [color=#843181]¿Estás bien? ¿Qué-qué te pasa?[/color] [/i] [/b]- Titubeé mirando a McLeod. Él se llevó una mano al estómago y se la sujetó entrecerrando un ojo: El Doctor le estaba haciendo algo y ninguno sabíamos como pararlo. – [b] [i] [color=#457238]Eras tú…no te preocupes Diana, estaré bien…sólo necesito que pare.[/color] [/i] [/b] – Dejó escapar un grito de dolor que me puso el vello de punta.

-[b] [i] [color=#266EAC] Déjalo ya y márchate.-[/color] [/i] [/b] Le dijo Ed.

– [b] [color=#110D8B]Ahora mismo me voy, pero antes tengo una última cosa que decir.[/color] [/b] – Sonrió ampliamente. – [b] [color=#110D8B]¡погано випустили![/color] [/b] – Ninguno entendíamos lo que quería decir, pero como si tuviésemos un traductor instantáneo, vimos en nuestra cabeza su significado: Mal liberado. Se formó un remolino de…magia a su alrededor, se esfumó y un grito de dolor, esta vez de Ills, nos impidió que siguiéramos mirando al agujero que debería haber en el suelo.

Sintiéndolo por Illya, intenté acercarme a McLeod.- [b] [i] [color=#457238]No te acerques…abrid la puerta, encerradme aquí y corred.[/color] [/i] [/b]- Nos previno sin que yo entendiese.

– [b] [i] [color=#EE5159] ¿Abrir la puerta para qué, si la diversión está aquí dentro?[/color] [/i] [/b]- Me giré sabiendo que algo no iba bien. La voz de Ills, normalmente era como un murmullo monocorde y esta vez, parecía que se había comido un altavoz y a la propia Illya. Le miré a la cara y admiré con horror su ceño vampírico.

-[b] [i] [color=#266EAC] ¿Ills…?.-[/color] [/i] [/b]- Preguntó Ed sabiendo de antemano la respuesta.

– [b] [i] [color=#EE5159] Ills no está en casa, ha salido a jugar, pero si quieres dejarle un mensaje: Acércate[/color] [/i] [/b].- Sonrió con malicia.

– [b] [i] [color=#BB609C]Tenemos que quitarle la llave cuanto antes, pero no podemos hacerle daño. Ahí dentro sigue estando Ills[/color] [/i] [/b].- Repuso mi hermana con rapidez, pero la que estaba en el cuerpo de Illya se tragó la llave y se chupó todos los dedos burlándose de nosotros.

– [b] [i] [color=#457238]¡NOOOOOOO![/color] [/i] [/b]- Gritó McLeod con un sonido gutural que poco se parecía a su voz.

Me giré de nuevo y fui a darle la mano. A lo mejor, le ayudaba a calmarse. Pero Sarah me dio un manotazo.- [b] [i] [color=#BB609C]Ni se te ocurra[/color] [/i] [/b].

-[b] [i] [color=#383A72] Sarah, trae a Diana aquí.-[/color] [/i] [/b] Propuso Dominic, pero no me pude mover. McLeod me miró a los ojos y pude ver cómo cambiaban de color. La cara se le empezó a desfigurar para dar paso a más pelo y a un hocico alargado. Antes de que pudiese decirle algo, trastabilló un poco, cogió carrerilla y echó a correr derribando la puerta.

Me apoyé en la estantería intentando pensar en lo que había visto: McLeod era un licántropo y lo que era peor, McLeod había sido siempre un licántropo y nunca había confiado lo suficiente en mí como para contármelo. Él, que sabía de mí hasta los detalles más absurdos de mi personalidad y que conocía todo lo escabroso (que no era mucho) que escondía mi pasado de bruja chunga, no me había dicho lo que era realmente. Aquella noticia me cayó como un jarro de agua fría: ¿Cuántos de ellos lo sabían y no me lo habían contado? Me dejé caer contra el suelo de la biblioteca, intentando no llorar. Lo peor no es que tu novio sea un licántropo, lo peor es que confíe tan poco en ti que no sea capaz de contártelo.

-[b] [i] [color=#266EAC] ¿Estas bien?.-[/color] [/i] [/b] Ed se acercó hasta mí y me tendió la mano, pero no fui capaz ni de levantar la vista. Sabía que era él por sus zapatillas, pero el resto, no quería verlo.

– [b] [i] [color=#EE5159] Tú no lo vas a estar[/color] [/i] [/b].- Alcé la vista justo a tiempo para ver cómo Illya lo sujetaba por detrás y lo hacía su prisionero. Sabía que debía levantarme a ayudarle, pero mis piernas no me respondían. Sólo podía observar cómo estaban a punto de matar a mi mejor amigo.

Lo siguiente, no lo recuerdo bien. Recuerdo haber visto a Sarah coger la estaca y amenazar a Ills- [b] [i] [color=#BB609C]Suelta a Ed: Ahora[/color] [/i] [/b].

Tenía el cerebro tan embotado que no tenía valor ni para conjurar una bola de fuego que redujese a Illya a cenizas. Porque era eso lo que se esperaba de mí, ¿verdad? – [b] [i] [color=#EE5159] No quiero[/color] [/i] [/b].- Le giró el cuello para un lado dejando la aorta al descubierto, le pasó la lengua por encima saboreándolo y le mordió dejando escapar un gemido de placer. Era la primera vez que Illya probaba la sangre humana y no podía asegurar que fuese la última.

Ed, al notar los colmillos de Illya en su cuello, intentó zafarse, pero lo único que consiguió fue desgarrarse el cuello y que el mordisco se convirtiese en una herida que podía costarle la vida, pero Illya no parecía inmutarse. Siguió bebiendo hasta que se consideró saciada y cuando terminó, sonrió a su público que parecía estupefacto (excepto Sarah que se debatía entre clavarle la estaca o no) con la boca manchada de sangre y dejó caer a Ed al suelo que hizo un ruido sordo. “El ruido que hacen los cadáveres al caer” pensé sin poder moverme.

Después, Illya se perdió en la negrura de los pasillos de la Universidad.

Y como entre sombras, vi cómo todos se acercaban a Ed, que estaba en el suelo, con un gran charco de sangre formándose alrededor de su cuello. Pero no podía moverme. Si hubiese podido gritar, lo habría hecho, pero algo dentro de mí se estaba desangrando a la misma velocidad que Ed. Algo dentro de mí se había roto y no sabía cómo arreglarlo.

[spoiler]Éste es para Alph por dejarme desangrar a Ed :heart:[/spoiler]

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