Diarios de Destino | Subterraneo tres, Bloque Epsilon

Todo empezó con un grito.

Después de que los guardias abandonasen la sala escoltando al sujeto de experimentos de la celda Epsilon-3 la sala parecía haberse quedado en calma, hasta que de pronto la sujeto de experimentos de la celda Epsilon-12 emitió un grito que helaría la sangre y empezó a revolverse en la mesa frenéticamente.

– [b][i]Me quema, me quema por dentro… [/b][/i]– se la escuchó decir entre gritos de dolor.

– [b]Richardson, vigila las constantes. Bailey prepara un sedante.[/b] – ordenó Saunders para después acercarse a la camilla mientras la doctora Bailey preparaba el sedante. Preston por su parte permaneció de pie observando la escena sin el mínimo atisbo de piedad en sus ojos.

– [b][i]Doctora, las constantes están bajando demasiado rápido.[/b][/i] – dijo el doctor Richardson.

– [b]Bailey, el sedante. ¡Ya![/b] – tronó Saunders. La doctora Bailey terminó de preparar la dosis y se la tendió a la doctora Saunders. Las constantes de la sujeto de experimentación se desplomaban.
La doctora Saunders inyectó el sedante y pocos segundos después el frenético movimiento se transformó en uno más relajado. Por desgracia el pulso siguió cayendo hasta que se escuchó el inconfundible y alarmante pitido.

– [b][i]Doctora, ha entrado en parada.[/b][/i] – dijo Richardson. La doctora Saunders fue hasta el carro de paradas y lo aplicó sobre la chica varias veces, pero el pulso no remontó. Después de varios minutos intentándolo tuvo que desistir.

– [b]Ha muerto.[/b] – dijo la doctora. – [b]Descartad esta cepa del inhibidor H. Llevaos el cuerpo y estudiad por qué ha pasado. Después dadle un buen entierro.[/b] – el equipo se fue llevándose el cuerpo de la chica en una camilla mientras Saunders, Preston y algunos guardias se quedaron en la zona. Saunders con el rostro serio se disponía a salir cuando Preston le cortó el paso.

– [b]Creo que sería buena idea planear los experimentos de mañana.[/b] – en la cara de Preston parecía no haber pesar alguno por lo que acababa de ocurrir.

– [b]Una chica acaba de morir por nuestra culpa, no creo que sea el mejor momento para…[/b] – Saunders no pudo terminar la frase porque Preston la interrumpió.

– [b]Lo que acaba de pasar ha sido simple justicia divina, sólo ha muerto una aberración, deberíamos estar alegres.[/b] – si las miradas matasen, Preston estaría destripado después de la gélida mirada de la doctora Saunders. Parecía que iba a replicar pero Preston volvió a hablar. – [b]No es necesario que vuelva a nuestra conversación de antes, ¿verdad?[/b] – repuso Preston de forma amenazadora. Saunders calló y el general volvió a hablar. – [b]Bien entonces, déjeme ver los que quedan en este bloque.[/b] – dijo mientras se acercaba a echar un vistazo a la libreta de Saunders, pero ésta evitó que leyese.

– [b]Será mejor que yo se lo diga.[/b] – volvió la vista a la libreta y comenzó a leer. – [b]Epsilon-2, es una Cazadora, la única que tenemos. La capturamos junto al Epsilon-1[/b] – Preston dirigió la mirada hacia las celdas de Daniel Arkkan y Sarah Echolls y después asintió. – [b] Epsilon-4. Capturada hace poco. Humana potenciada.[/b] – Preston hizo un gesto con la mano para que continuase. – [b]Epsilon-5. Humano potenciado. Éste lleva más que el resto y por alguna razón no hemos investigado con él.[/b] – de nuevo Preston la instó a continuar. – [b]Epsilon-6. Vampiresa.[/b] – hizo una pausa y continuó. – [b]Epsilon-7. Humana potenciada. La capturamos junto al Epsilon-8.[/b] – miró a Preston, que tenía el rostro serio y continuó. – [b]Epsilon-9. Licántropa. La capturamos junto al fugado.[/b] – de nuevo hizo una breve pausa y añadió. – [b]Y Epsilon-11. Bruja.[/b] – después levantó la mirada de la libreta hacia Preston.

– [b]Prepare al equipo para una experimentación doble para mañana. Los sujetos serán…[/b] – señaló dos puntos de la libreta. – [b] Ya puede retirarse.[/b] – la doctora puso mala cara, anotó algo en su libreta y se fue en dirección al ascensor. – [b]Una última pregunta. Dígame los nombres de los sujetos de experimentos de mañana.[/b]. Saunders buscó en su libreta, se los dio y se fue. Preston por su parte se acercó a un aparato de la sala de experimentación, pulsó un botón y los altavoces se activaron con el habitual chirrido. – [b]Parece que he hoy he conseguido que aberraciones como vosotros sirváis de utilidad aunque sea mínimamente para la humanidad.[/b] – hizo una pausa escrutando las celdas y continuó. – [b]Mañana será otro día para que vuestras indignas vidas tengan algún propósito. Esta vez el turno será para…[/b] – hizo una teatral pausa estudiando a los sujetos de las celdas. – [b]Sarah Echolls y January Allard.[/b] – en la cara de Preston se pudo apreciar una lóbrega sonrisa. – [b]Pasad buena noche. Hasta mañana.[/b] – dicho esto apagó los altavoces y se fue.

Anochece en Moondale…

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Aquí os dejamos la situación de las celdas después de lo ocurrido.

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