Moondale

SIN ARGUMENTOS

Cecil Alexei Anwalt | Subterraneo tres

cecil

A veces uno necesita pararse y sentarse a reflexionar en las cosas que estaban ocurriendo, sobre todo cuando iban a una rapidez que pocos podrían asimilar.

Este sería un caso en el que una persona normal se hubiese sentido abrumado por todas las cosas nuevas que sucedían. Pero cualquiera de los que estábamos aquí tenía que olvidarse de eso, olvidarse del “dame un tiempo para asimilarlo” y hacerlo. Sin más vueltas de hoja, sin ningún argumento.

O lo hacías, o te quedabas allí. Vete tú a saber hasta cuándo.

La llegada de Preston, tomando como rehén a esa chica. La rebelión de la doctora o el aesir telekinético salvando la tarde. ¿O era la mañana? Lo que sea.

– [b]Será mejor tener a este controlado.[/b] – comenté en voz alta y clara. Preston era una de las cosas más peligrosas que había aquí abajo. Tenerle suelto, con la posibilidad de que nos persiguiese no era algo que nos beneficiase mucho. – [b]¿Sarah?[/b]

– [b]No creo que sea buena idea que use mi poder, ni siquiera sé cómo funciona.[/b]- Se encogió de hombros, quizás un poco avergonzada ante aquella situación, ante un poder que no sabía controlar. O supongo que, sería impotencia, ¿no? Ante esta situación no poder aprovechar una habilidad recién descubierta.

– [b]Mmm…[/b] – la miré durante unos segundos, sonriendo levemente. No te preocupes Sarah, si puedo ayudarte con eso en algo, lo trabajaremos. Me giré hacia su [i]caballero de brillante armadura[/i] durante un instante.– Daniel, ¿me ayudas a cogerlo? Quiero subirle a la camilla y dejarle bien atadito.

– [b]Sí, claro. [/b]– Parecía un poco ausente, quizás estaba pensando en todos los regalitos que tendríamos fuera esperándonos. O lo más seguro, como sacar a Sarah sana y salva. Pero no te olvides de ti mismo, ¿eh?

– [b]¿Puedes?[/b] – le pregunté al aesir telekinético con cierta duda. No quería que se agotase más de lo que podía estarlo, mejor que ahora que podía, guardase algo de fuerzas. Al menos, eran ellos los que tenían más fuerza que yo. Eran ellos los que más iban a repartir.

– [b]No hay problema, tres son mejor que dos. [/b]

Asentí con la cabeza, aunque todavía tenía ciertas dudas al respecto. Tanto él como Daniel agarraron a Preston por la parte de arriba, mientras que yo me ocupaba de los pies. Todavía tenía los hechizos activos y realmente, al tocarle le estaba dañando. Pero no se merecía que nadie se preocupase por él, no después de todo esto. Podía parecer frío o cruel, pero Preston era una de esas personas que no se merecía seguir viviendo, era una de esas personas que haría, al no estar viva, un mundo más seguro, desde luego.

Una vez que le dejamos en la camilla, le pusimos las correas y demás cosas. en general lo inmovilizamos lo más rápido que pudimos. Después, con un leve toque y con la menor cantidad de energía, las reforcé algo con magia. No es que consiguiera mantenerle ahí atado durante toda la eternidad, pero no me fiaba que cualquiera de esos intentase liberarle. No quería ver a un tío loco con una pistola persiguiéndonos por los pasillos. Desde luego que no.

– [b]Creo que deberíamos de marcharnos ya, ¿no? El infierno se desata ahí fuera y el aire fresco nos llama.[/b] – Miré un momento al que se suponía que estaba al mando, ahora dormido. – [b]Dulces sueños pequeñín, espero que muchos algos con dientes y garras te despierten.[/b]

[spoiler]Cada pj con su respectivos dueños lol[/spoiler]

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