Daniel Arkkan | Subterraneo tres
Recién liberados del cautiverio por parte de un grupo aparentemente militar, dirigido por un general sin escrúpulos que odia cualquier ser no humano, que experimentaba con nosotros para encontrarnos con una enorme cantidad de seres sobrehumanos entre nosotros y la salida, y evidentemente, no todos eran buenos.
Así estaban las cosas hasta el momento, habíamos avanzado hasta el siguiente bloque de celdas. Nada más llegar, Sarah dio un grito que hizo estallar la cabeza del gentlemen que se encontraba frente a nosotros. Durante ese momento, no pude evitar mirarla con orgullo, había cambiado mucho desde aquella chica que rescaté de un grupo de vampiros, se había hecho más fuerte y más consciente del mundo sobrenatural, y todavía le quedaba mucho camino.
Después eché un vistazo al bloque y vi a un par de demonios, un polgara y un fyarl peleando. Por el rabillo del ojo capté una forma sin definir en la esquina de la celda cercana a ellos. Me moví un poco para verlo mejor y distinguí a un demonio de piel verde con aspecto aterrado. Cuando se lo dije a los demás, surgió el debate acerca de si debíamos salvarlo. Sarah puso las cosas claras, no podíamos fiarnos completamente, pero tampoco podíamos abandonarle así que decidimos encargarnos de los dos demonios y ayudar al verdoso.
Yo me ofrecí para eliminar al polgara, al fin y al cabo había acabado con muchos de su raza anteriormente, y así podría conseguir algo parecido a un arma. Sarah dijo que iría conmigo, así que no discutí, si algo se le metía en la cabeza sería inútil intentar disuadirla. Entonces hablé con Cecil y Dominic para que se encargasen del Fyarl, Cecil parecía bastante hábil con la magia, y Dominic tenía un poder bastante fuerte, además había algo en él que me resultaba extraño, como ligeramente familiar, pero eso era imposible, era una especie de sensación de proximidad que no podía explicarme.
Más tarde vino la decisión de quien iría a socorrer al demonio “bueno”. Por mi parte hubiese preferido que fuesen January y el hombre que la acompañaba, Fenris creo que había dicho que se llamaba, pero la doctora rubia se adelantó. Hacía unos minutos nos había salvado sí, pero no era buena idea fiarse de ella así como así, había experimentado con casi todos nosotros, eso no se olvida tan fácilmente. Después de discutir un rato consiguieron que diese la pistola de dardos a January. Mientras lo observaba todo, pude ver como el que había llegado con Fenris, un tal John Doe, hacía lo mismo. Tenía una expresión ligeramente sonriente y calmada, y se mantenía cruzado de brazos, había algo en esa actitud que me inquietaba, pero por otra parte mi instinto me decía que no era ninguna amenaza, ojalá no fallase.
– [b]Estarán bien, podemos confiar en ellos.[/b] – asentí mirando hacia Cecil. – [b]Será mejor que nos demos prisa.[/b]- di un paso hacia adelante y Sarah me siguió.
Comenzamos a caminar lentamente, pegados al lateral derecho del bloque. Cuando estuvimos lo suficientemente cerca, Cecil y Dominic atrajeron al Fyarl, dejándonos el camino libre para ir contra el polgara.
– [b]Recuerda, ten cuidado con las cuchillas de sus brazos.[/b] – dije girándome hacia Sarah. Prefería empezar a pecar de precavido que volver a caer en una situación como esta.
– [b][i]No te preocupes, estaré bien.[/i][/b]- argumentó con una leve sonrisa.- [b][i]Ten cuidado. [/i][/b]
– [b]Te explico el plan.[/b] – Sarah asintió esperando. – [b]Lo ciego para que podamos acercarnos lo suficiente, una vez cerca atacamos.[/b] – Sarah volvió a asentir, así que me volví hacia el demonio. – [b]Tápate los ojos.[/b] – añadí.
Fui hacia el demonio y empecé a conectar con mi poder, lo notaba fluyendo por mi cuerpo, había echado de menos esa sensación, mi poder, la pelea, pero más aún a Sarah. De mi piel comenzó a emitirse una luminosidad cada vez más potente, el demonio se dirigió hacia mí en cuanto notó mi presencia, esperé hasta que estuviese algo más cerca y entonces emití un destello que lo dejaría cegado durante unos minutos.
– [b][i]¿Ya?[/i][/b] – preguntó Sarah desde más atrás. Cuando me giré a verla estaba mirando a través de los dedos de la mano, igual que aquella vez que le dije que se tapase los ojos para darle un regalo.
Cuando Sarah llegó a mi lado nos colocamos frente al demonio y comenzamos a golpearle, tenía la piel bastante dura, pero con un golpe que le propiné en el pecho y un golpe fuerte que le dio Sarah en el estómago retrocedió y actuó exactamente como quería, sacando las cuchillas de sus brazos.
– [b]Sarah, ahora, las cuchillas.[/b] – exclamé sin poder girar la vista hacia ella.
El demonio parecía haber recobrado parcialmente la visión, y con las cuchillas fuera era bastante más amenazador, pero también nos era más útil. Me dirigí hacia él y lanzó una estocada con la mano izquierda, respondí apartándome hacia un lado, cuando la cuchilla pasó por delante de mí, la sujeté con una mano y di un golpe seco con la otra, haciendo que se partiese. En cuanto la tuve en mis brazos se la clavé en el estómago y la saqué. Me aparté rápidamente hacia atrás cuando daba una estocada con el otro brazo, fue entonces cuando Sarah fue hacia él, sujetó la cuchilla con una mano y el brazo con la otra y la sacó de su sitio con un sonoro grito del demonio. Después se la clavó en el lateral de la cabeza haciendo que el polgara se desplomase hacia adelante.
– [b]Cada vez lo haces mejor.[/b] – dije con orgullo. El polgara había caído y teníamos un par de armas improvisadas.
– [b][i]Gracias, es que tengo muy buenos maestros[/i][/b].- bromeó sacándome la lengua.
Le respondí con una sonrisa para después girarme a ver cómo se las arreglaban Dominic y Cecil con el Fyarl. El demonio estaba en pie aún, parecía ser bastante fuerte y con la comida que nos daban allí dentro no estábamos al cien por cien, necesitarían ayuda.
– [b][i]Será mejor que vayamos a echarle una mano a los guaperas…[/b][/i] – no pude evitar mirarla con el ceño fruncido al escuchar eso último. – [b][i]Pero tú eres más guapo, no seas tonto.[/i][/b]- bromeó dándome un codazo y soltando una leve carcajada. No pude evitar sonreír, era algo que Sarah conseguía incluso en una situación como ésta.
– [b]La guapa eres tú, incluso después de lo que hemos pasado estás preciosa.[/b] – la intención era devolvérsela por la broma y que se sonrojase, y lo conseguí, pero era un arma de doble filo y yo también me sonrojé ligeramente por haber conseguido decírselo.
Después del sonrojado silencio, comenzamos a caminar hacia los demás.
[spoiler]
Sarah ha sido controlada por Stefy, Fenris, Doe y Daniel por mí así como el Polgara. Cecil y Dominic respectivamente por Eitan y Alph
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