Moondale

CAMBIOS DE CUERPO

Diana Echolls| Iniciativa Awaken

mcleodinaydiana

– [b][i]La próxima vez me encargo yo del conjuro[/b][/i].- Murmuró McLeod, que ahora tenía el aspecto de una chica de unos treinta y tantos años, con el pelo largo y negro.

– [b]No te quejes, al menos estamos buenas[/b].- Dije entre dientes mientras esbozaba una sonrisa. Era una experta en los cambios de cuerpo y aunque éste no lo era exactamente, a los ojos de los demás sí y había salido mejor parada que él. Al menos, en mi culo no se podía aparcar una bicicleta.- [b]En realidad, yo estoy buena. Tú eres la simpática.[/b]

– [b][i]Si ya…espero no acostumbrarme a tener tetas[/b][/i]. – Repitió también en voz baja. No podíamos hablar demasiado alto si queríamos pasar desapercibidos (¿desapercibidas?). Estábamos saliendo del cuarto de experimentación y a nuestro alrededor había celdas que en vez de barrotes tenían un cristal que nos permitía ver a los que estaban dentro.

Todavía me sentía culpable por lo que acababa de pasarle a Daniel. Nuestra “misión de rescate” estaba resultando mucho más dura de lo que en un principio llegamos a pensar. Tuve que reprimir en más de una ocasión las ganas de darle dos sopapos a alguno de los que estaban allí, especialmente al General Preston.

Que era el hombre más cruel que había visto en mi vida. Procuré no pensar en eso para que la culpa me impidiese seguir adelante. No era el momento de echarse atrás, no cuando Sarah estaba todavía en una de esas celdas esperando a que le hiciesen lo mismo o algo peor que a Daniel.

– [b]¿Sarah?[/b] – Se me escapó al mirar a uno de los cuartuchos. Estaba sentada en el suelo y estoy segura de que ella también me vio, pero no me reconoció. Sin pensármelo dos veces me paré en seco e intenté ir hacia ella, pero McLeod me detuvo.

– [b][i]Espera, no podemos ayudarlos ahora. Sólo conseguiríamos sacrificarnos en vano[/b][/i]. – Hizo una pausa y bajó aún más el tono de voz. – [b][i]Tratemos de librarnos de la vigilancia[/b][/i]. –Señaló a los guardias –. [b][i]Volveremos, al menos ya sabemos que están vivos.[/b][/i]

Asentí con la cabeza y permanecí en silencio los pocos metros que nos separaban del ascensor en el que entramos. Tras eso, uno de los guardias apretó el botón que nos conducía al subterráneo uno. Las piernas me temblaban, dejando bastante claro que la acción no era lo mío. Yo era más de las que se quedan en la retaguardia, haciendo comentarios sarcásticos sobre el resto. Al verme así, Christopher apretó mi mano derecha con fuerza y yo le sonreí.

– [b][i]¡Vaya! No sabías que las improntas pudiesen ser de la otra acera…[/b][/i]- Dijo uno de los guardas, el mismo que había apretado el botón, en tono burlón.

Ni siquiera me dio tiempo a mirarle mal, cuando el otro cogió el táser y lo puso contra su cuerpo provocándole múltiples descargas que acabaron por dejarlo inconsciente.

– [b][i]Nadie se mete con nosotras[/b][/i].- Sentenció McLeod con una sonrisita de suficiencia. Después intentó darle una patada, pero no salió como esperaba.- [b][i]Todavía no me acostumbro, este cuerpo: Tiene las piernas muy cortas. Y mucha carga en la parte de atrás.[/b][/i] – Añadió mirándose el trasero.

Me eché a reír tras ese comentario y entonces miré al guardia que todavía permanecía de pie, mirándonos y dije.- [b]Gracias, Bill.[/b]

– [b][i]No hay de qué, Diana. ¿Y ahora?[/b][/i]- Preguntó y me dio la sensación de que estaba impaciente por saber qué pasaría después.

– [b][i]Ahora tenemos que buscar una forma de sacarlos a todos de aquí[/b][/i]. – Respondió McLeod mientras se tocaba la barbilla. – [b][i]El problema es que hay demasiados guardias.[/b][/i]

Una voz femenina nos avisó de que ya estábamos en el Subterráneo Uno. Las puertas se abrieron y dos guardias que permanecían de espaldas se giraron para echar un vistazo al interior del ascensor. Durante el trayecto no nos habíamos dado cuenta de que el cuerpo del guardia inconsciente seguía en el suelo, pero ellos sí y en pocos segundos los teníamos justo enfrente de nosotros con las armas apuntándonos directamente.

– [b]Ahora quizás sea buena idea que intentes seducir a estos dos[/b].- Le dije a Christopher entre dientes mientras alzaba las manos para que viesen que iba desarmada y rezaba –o eso creía yo- mentalmente para que nos librásemos de eso.

[spoiler]
Las acciones y reacciones de [s]Callie Torres[/s] Christopher McLeod y Bill han sido redactadas por sus respectivos “dueños”[/spoiler]

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