Moondale

¿HOLA? ¿NO?

Cecil Alexei Anwalt | Subterraneo 3 (Con todos)

cecil

Sorbí con fuerza, pasé la mano por la nariz, haciendo desaparecer los rastros de sangre.

Arrugue el rostro, oliendo el resultado del trabajito que acabamos de terminar. El tener poderes, independientemente del tipo que fuesen, como los que tenían Daniel, Dominic o Sarah, no nos hacía diferentes al resto. No podíamos considerarnos dioses o que bueno, simplemente pudiésemos matar por placer.

De hecho, creo que la muerte no debería de ser celebrada. O bueno, al menos, en la mayoría de casos.

El Fyarl era un demonio peligroso, el cual nos hubiese reventado, convertido en pedazos y a saber qué más, pero, al igual que nosotros, seguía sus instintos, ¿no? Nosotros luchábamos o matábamos para sobrevivir, pues él hacía lo mismo, ¿no? Pero sí, es cierto que criaturas como él, quizás no excesivamente más inteligentes, disfrutaban con eso. Disfrutaban con la sangre, el dolor, el quitar vidas ajenas… Estas palabras lo hacían sonar como si fuera algo tremendamente complejo. Quizás fuese así, o quizás no.

– [i]Ya sólo nos queda el demonio bueno.[/i] – Sarah miró a Zoe. – [i]Espero que no nos hayamos equivocado.[/i]

– [b]No lo creo.[/b] – respondí, arqueando una ceja y resoplando.

Después de todo… ¿qué perdíamos? Si nos equivocábamos, éramos bastantes contra un mini Hulk versión blandengue y no nos daría muchos problemas. Si no nos equivocábamos… alguien más que se unía al grupo. La familia crece, vamos. Moví los ojos, mirando a nuestro alrededor, para hacer una “comprobación” de cómo iban las cosas, y no es que fuesen muy bien. Dominic con al menos, una costilla rota; Sarah y Daniel, al igual que el resto, se veían sudorosos, magullados y cansados, pero todavía estaban de pie; y yo… la verdad, no sabía el aspecto que debía de tener, pero me sentía como si llevase semanas de dormir.

Dominic se había apoyado en la pared, cerca de la celda del bicho verde, con las manos en el costado. Daniel, en cambio, no decía nada, sino que simplemente observaba en silencio. Se nos plantó delante, mirando concretamente a Sarah, sosteniendo su mirada durante unos cuantos segundos para luego, sin mirar a los demás, caminar hasta donde estaba el bicho verde y sacarlo.

– [i]Gracias.[/i] – musitó Sarah mirándola de malos modos. Uhhh, ¡pelea de gatas! Aunque la ganadora está clara, por supuesto.

– [i]Gracias a vosotros guapetones, ya estaba cansado de tanto groar y oh que macho soy estás en mi territorio.[/i]

Parpadeé, sin saber qué decir. Al parecer, al resto les ocurría lo mismo, ya que no nos esperábamos una reacción de ese modo. ¿Hola? ¿Dónde nos hemos metido? ¿En un bar de ambiente? Espera, que al final la pelea del fyarl y el polgara era para ver quien se quedaba con el regalito verde.

Dominic se rió, aunque después se llevó la mano al costado. La chica que había estado en la sala de experimentación con Sarah simplemente sonrió. No pude ver lo que hacían los demás. Sarah me dio un codazo e instintivamente me agarré a su brazo. Ahora mismo me sentía como algo frágil, como una de esas piezas de dominó. Mueve algo, por pequeño que sea, y me caeré al suelo.

– [i]No, va a ser que miedo no da… [/i] – me dijo entre dientes.

– [b]No, si miedo no da, pero agárrame si no quieres que me caiga rendido.[/b] – musité, sin despegar los ojos de la cosa verde.

– [i]¿De amor tal vez?[/i] – se le escapó una leve risita.

– [b]Mmm… ¿de cansancio quizás? No todos los días frío a un demonio fyarl.[/b] – contesté, arqueando una ceja y poniendo los ojos en blanco. Después la sonreí. – [b]Además, no me gusta montármelo con demonios verdes. De hecho, con ningún demonio ni nada que termine en “o” u “os”.[/b]

– [i]Creo que será mejor que continuemos…[/i] – nos había estado escuchando y antes de decir eso, se había llevado la mano a la cara.

– [b]Sí por favor, vámonos de aquí.[/b]

Durante ese breve “lapsus” en el que nuestras mini conversación había ido a otros temas que ni tenían que ver con la iniciativa ni salir a buscar luz y aire fresco, más de uno había comenzado a moverse, concretamente Dominic. Después de que Daniel hablase, en general, los que aún estábamos allí, comenzamos a movernos también. Debíamos aprovechar todo el tiempo que tuviésemos, a saber cuánto duraría Preston viendo estrellitas.

Y creo que eso, el hecho de continuar andando, sin detenernos muchísimo, servía para algo.
El camino podía considerarse más o menos despejado. Era obvio que no nos parábamos para ver todo, ya que ni nos encontrábamos con las mejores condiciones ni queríamos hacerlo. Desperfectos, cuerpos sin vida, guardias en malas condiciones… La lista continuaba, aunque llegado a un punto de nuestro camino, nos paramos a contemplar algo que nos impactó, o al menos, a mí. Un cuerpo, o bueno, lo había sido antes, aunque parecía que había sido el plato fuerte de la comida.

– [i]Canibalismo.[/i] – dijo uno de los hombres [b][John Doe][/b] con gesto de desagrado.

– [i]¿Qué?[/i] – Sarah preguntó en voz alta, poniendo cara de no poder creérselo.

– [b]Guay, lo que faltaba.[/b] – comenté con cierto nerviosismo.

– [i]Pronto lo veréis.[/i] – contestó el mismo. Pues ojalá que no.

– [b]Tío, como digas que van a aparecer zombies con ganas de comernos, me cagaré en todo lo cagable. Que no estamos en Resident Evil joder. [/b]

Dadme una pistola… O mejor, una escopeta. Sí, eso. O fríelos, siempre quise probar a preparar zombies a la barbacoa.

– [i]Le han destrozado la cara…[/i] – Dominic se quedó mirando durante un poco el cadáver.

– [b]Precioso, ¿verdad?[/b] – pregunté con cierto sarcasmo. – [b]No me digáis quien ha sido su cirujano, debió de imprimirse el título por internet.[/b]

– [i]Me voy a la otra punta del mundo y acabo con otro grupo de locos.[/i] – el regalito verde habla y todo…

– [b]Tranquilo.[/b] – le miré bastante serio. –[b]Formaremos un grupo de rock, nos llamaremos “Los Locos” y les daremos caña a los demonios.[/b]- arqueé una ceja, mirándole.- [b]No te ofendas.[/b]

– [i]Pero a que somos mejor que el otro grupo.[/i] – dijo Dominic.

– [b]Eso no lo dudes. Tenemos escrito en escarlata la palabra de ganadores… ¿O es sangre?[/b] – Sarah nos miraba expectante. – [b]Sí, creo que es sangre.[/b]

– [i]Será mejor que sigamos, no queremos que nos coja lo mismo que a este pobre. [/i] – Ni queremos ver su cara o su intento de cara, no señor, no.

– [i]Yo también creo que es lo mejor.[/i] – Sarah miró a Daniel con un “gracias” dibujado en el rostro.

Después de eso comenzó a andar. Y uno a uno se unió a la continuación de la “excursión” que había comenzado con un inesperado plan de fuga. La verdad… ignoraba como acabaríamos, si conseguiríamos escapar, no, si alguien caería…

Pero el camino, hasta cierto punto, estaba siendo demasiado sencillo. Algo estaba esperando en algún punto, más adelante. Y era algo peligroso.

Pero cuanto no estaba seguro, al menos todavía.

[spoiler]Cada pj con su respectivo dueño ~~[/spoiler]

Comentarios

Deja una respuesta