Moondale

EL ENCANTADOR ED

 [b]Diana Echolls| Cafeteria de la Universidad [color=purple]{Con Ann y Edward}[/b]

dianapensativa

Hacía unos minutos que lo que me decía Ann se había convertido en un murmullo lejano. No es que no quisiera escucharla, es que simplemente, no podía. Miraba a la gente que entraba y salía de la cafetería esperando encontrarme con alguien aunque no sabía muy bien con quién. De pronto, Edward cruzó la puerta en dirección a la barra y yo lo seguí con la mirada.

– [i] No me digas que acaba de entrar Lucas Scott en la cafetería y no me he dado cuenta-[/i] – Apostilló Ann al verme mirar casi sin parpadear a Edward.

– [b]¿Has dicho algo? No me he dado cuenta, lo siento.[/b] – Me excusé como pude. En realidad, ni siquiera lo estaba viendo, sólo tenía mis ojos puestos en él pero mi cabeza estaba en otra parte y no conseguía encontrarla.

– [i]Nah…sólo he dicho que joder cómo está el tío[/i].- Continuó picoteando de su ensalada y yo volví a dar señales de vida tras su comentario.

– [b] Yo lo vi primero[/b] – Le hice un gesto con los dedos para dejarle claro que la vigilaba y después me eché a reír- [b]Espera, voy hasta allí y te lo presento. Es algo así como un amigo. [/b]

Me levanté sin darle tiempo a responder y fui hasta la barra donde Edward estaba tomando un café completamente distraído. Sin hacer ruido me acerqué por detrás y le di dos toquecitos en el hombro derecho a modo de saludo. Supuse que se asustó porque se atragantó con el café y después se giró levantando la mano a modo de saludo.- [b][i]Hola Diana. ¿qué tal?[/b][/i]

– [b]Impresiono, ¿verdad?[/b] – Puse las manos en las caderas y exageré una pose.

– [b][i] Sigo sin acostumbrarme a tu nueva apariencia, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi[/b][/i].- Se quedó pensativo y luego añadió.-[b][i] Ahora soy yo el que impresiona ¿verdad?[/b][/i]

– [b] Puede ser. [/b] – Dije golpeándole con suavidad en el hombro.- [b] Alguien quiere conocerte. [/b] – Me giré en dirección a Ann y le pregunté.- [b]¿Me acompañas a la mesa? [/b]

– [b][i] Esa es…. ¿Ann? [/b][/i] – Le dio un sorbo a su café mientras que la aludida permanecía ajena a todo garabateando en una servilleta de papel – [b][i] Claro, mi pedido tardara aun en salir. [/b][/i]

– [b]¡No me digas que en la otra realidad era tu novia! [/b] – Me eché a reír- [b] Porque si es así, en ésta lo tendrás más fácil. [/b] – Tras decir eso empecé a andar en dirección a la mesa.

– [b][i] En realidad no. Nunca pasamos de la primera cita. [/b][/i] – Añadió con toda la naturalidad del mundo y yo no pude evitar sonreír.

– [b] En esta realidad creo que es más inteligente… [/b] – Murmuré intentando pensar cómo alguien no pasaría de la primera cita con alguien tan encantador como Ed.

– [b][i] Hola, soy Ed, encantado de…conocerte. [/b][/i] – Le tendió la mano a Ann y se saludaron con formalidad. Después, esperó a que yo pasase y él tomó asiento.

Me eché ligeramente hacia atrás en el asiento y sonreí con satisfacción. Si mi vida amorosa no tenía arreglo, al menos podía dedicarme a ayudar a los demás.

-[i] El gusto es mío[/i] – Esbozó una sonrisa -[i]… soy Ann. [/i] – Explicó mirándome como si quisiera matarme y yo le saqué la lengua. -[i] Supongo que, como todos los que andamos por aquí[/i] -Continuó.- [i] estarás estudiando, la pregunta es ¿qué estudias? [/i]

– [b][i] Estudiaba historia del arte, bueno… sigo estudiando, solo que ahora me volverán a enseñar todo lo que ya sé. [/b][/i] – La naturalidad con la que decía esas cosas me preocupaba porque en cualquier momento podría buscarse un problema.

– [i] Entiendo… [/i] – Jugueteó con su bolígrafo – [i] Oye… y perdona si mi pregunta te parece rara, pero… ¿nos hemos visto antes? [/i]

– [b][i] Si, hace una semana, estábamos en la Iniciativ…. el edificio ese raro donde nos tenían capturados. [/b][/i] – Respondió Edward moderándose algo más. Al parecer a la Iniciativa sí le tenía miedo.

Me sentía incómoda en medio de aquella conversación en la que no estaba participando. No estaba acostumbrada a ser la «sujetavelas» de nadie y no creo que me fuese a gustar jamás, pero lo de McLeod me había dejado más dolida de lo que me hubiese gustado reconocer y no tenía fuerzas ni para hablar.

– [i] Ah… vale, entonces tú también estabas. [/i] – Ann se llevó la mano a la frente y se la masajeó como intentando aclarar sus ideas.- [i] Pues qué bien… [/i] – Bufó por lo bajo.- [i] A Diana supuestamente también la conocí allí, aunque yo no lo recuerdo. [/i] – Se le escapó una risita – [i] Esto casi parece Lost, o algo por el estilo… [/i]

– [b] Da gracias a Dios porque esto no sea Lost porque están todos muertos… [/b] – Al parecer la palabra Lost había activado algo en mi mente que me hizo ver la escena final de la serie que sería el 23 de Mayo de 2010. A veces, la precognición actuaba por libre y me avisaba de cosas sin sentido. – [b] Perdonad el spoiler, mi poder es así de gracioso. [/b]

– [i]¿Po…der? [/i] – Se me había escapado y Ann se había dado cuenta.

– [b][i]¿Qué es Lost? [/b][/i] – Preguntó Ed extrañado.

– [b] Yo le llamo poder, otros le dicen Internet… [/b] – Era una excusa muy mala, pero tenía que intentarlo.- [b] Lost es una serie, Ed.[/b] – Dije dirigiéndome a él.

– [i] Lost es una serie de televisión que ha tenido mucho éxito últimamente, aunque creo que está totalmente sobrevalorada. [/i] -Apostilló ella y después volvió a mirarme – [i]¿Poder? Yo prefiero llamarlo ADSL de banda ancha. [/i]

– [b] El poder que tengo de meter la pata, ese es, sí. [/b] – Murmuré por lo bajo tamborileando con los dedos en la mesa con nerviosismo.

– [b][i] No la conozco, soy más de esa obra maestra llamada Battlestar Galactica. [/b][/i] – Respondió Edward con naturalidad.

– [b] Yo me quedo con Doctor Who… [/b] – Giré la vista hasta la ventana. Seguía completamente distraída.

– [b][i]¿Te encuentras bien Diana? [/b][/i] – Edward parecía ligeramente preocupado.

– [i]¿Te ha sentado mal la ensalada? [/i] – Murmuró Ann- [i] Si ya sabía yo que tanta mayonesa… [/i]

– [b] Sí, sí estoy perfectamente. [/b] – Me esforcé por sonreír y por no decir que Christopher me había dejado después de tres horas de relación- [b] Creo que debería irme ya, ¿nos vemos otro día? [/b] – Me levanté y cogí mis cosas.

– [i] Bueno, vale… [/i] – Ann me miró preocupada.- [i] Si necesitas… algo… ibuprofeno, chocolate, tequila… llámame[/i] – Garabateó su número en un trocito de servilleta y me lo dio.

– [b] Necesito que mi vida sea un poco menos complicada, pero gracias… [/b] – Le dedica una sonrisa algo cansada.- [b] Lo he pasado muy bien contigo. [/b]

– [i] Lo mismo digo[/i] – Sonrió.

Edward se levantó y me dejó pasar para después decirme en un tono de voz más bajo – [b][i] Si quieres hablar, después estaré en la biblioteca esperando a Christopher. [/b][/i] – Continuó – [b][i] Y si necesitas ayuda con Jamie, avísame. [/b][/i]

– [b] Creo que por ahora prefiero mantenerme a más de cincuenta metros de McLeod por el bien de mi salud mental…pero gracias. [/b] – Ni siquiera sé por qué, pero le di un abrazo y opté por no soltarlo hasta que me encontrase mejor.

– [b][i] Está bien. [/b][/i] – Dijo él dándome una palmadita en el brazo y después nos soltamos mientras Ann miraba por la ventana algo incómoda.

– [b] Te puedo abrazar a ti también. [/b] – Bromeé cuando ya estaba a una distancia prudencial de Edward.

– [i] Será…será mejor que no. [/i] – Susurró algo azorada.

– [b]Hasta otra, tortolitos. [/b]- Les dije adiós con la mano y Edward se despidió de mí de la misma forma.

Pensé en fumarme un cigarrillo, pero me contuve y salí de la cafetería sin saber muy bien a qué lugar me dirigía.

[spoiler]Ann y Edward han sido controlados por sus respectivos dueños.[/spoiler]

Comentarios

Deja una respuesta