Moondale

REGALOS PARA TODOS

[align=center][SIZE=5][font=Bookman Old Style][b]Diarios de destino[/b][/SIZE][/font]

fenristiobueno

La tarde estaba a punto de dejar paso a la noche cuando en casa de las Echolls, la fiesta estaba aún en pleno apogeo. Había llegado el momento de entregar los regalos, y de seguir formando los lazos que crearían el núcleo de una barrera contra el mal que protegería al mundo más veces de las que se atreverían a imaginar.

Fenris estaba hablando con Sarah, cerca del montón de regalos. Sarah asintió y Fenris se dirigió a la parte del salón donde estaba el improvisado escenario y se colocó delante del micrófono con una sonrisa que imborrable.

– [b]Hola. ¿Podéis escucharme un segundo? No tardaré demasiado.[/b] – dijo Fenris. Todos los invitados, que ya se habían reunido cerca de los regalos cuando Sarah los llamó, estaban ahora mirando hacia él. – [b]Me gustaría aclarar una cosa antes de que entreguemos los regalos. [/b] – se aclaró la garganta y habló con voz clara. – [b]Quiero dejar claro, que para mí es un placer dar estos regalos, pero también quiero que todos veáis, que aunque mis regalos puedan sorprender a simple vista, son los regalos de los demás los que merecen más atención.[/b] – hizo una pausa breve y continuó. – [b]Les ha costado más que a mí, y sin duda tienen más valor del que se podría comprar con dinero, así que tened en cuenta los míos como simples detalles. Es por eso que he pensado darlos primero.[/b] – les sonrió a todos y finalizó con un: – [b]Gracias por escucharme.[/b] – después se acercó hacia donde estaba Sarah, cerca del montón de regalos. – [b]Ya podemos empezar ‘[i]kiddo[/i]’[/b]. – le dijo a Sarah, que cogió una bolsa y miró el nombre escrito en la pegatina.

Desde fuera, Fenris siempre había sido considerado un joven playboy millonario que sólo vivía para las fiestas, pero siempre se preocupó primero de cuidar a su familia, y después de que su padre no pudiera seguir adelante con el negocio, fue él quien lo sacó a flote y quien cuidó de su madre.

Fenris era fiestero por naturaleza, en especial en su juventud, pero el dinero nunca había alterado su personalidad, y lo que siempre le había gustado, entre muchas cosas, era regalar a los demás, había algo en las caras de emoción de los demás que lo reconfortaba. Lo único que había cambiado con su dinero es que ahora podía comprar cosas más caras, pero en el fondo, siempre pensó que los regalos tenían un valor muy distinto. No era de extrañar que por todas estas cosas, sus accionistas estuviesen siempre pendientes para tomar el control de la empresa. Por suerte Fenris les tenía tanto aprecio a ellos y a los típicos ricos cómo sus accionistas debían tenerle a él.

– [b]Ann[/b]. – dijo Sarah en voz alta.

Ann salió de entre los demás invitados y se acercó a Fenris, caminando un poco atemorizada y sonrió nerviosa. Sarah le tendió el paquete y Fenris lo recogió, para entregárselo a Ann con una leve sonrisa.

Ann miró el interior de la bolsa y sacó una caja grande de cartón. La abrió y miró lo que había dentro: un casco, una cazadora de cuero, unas botas, todo de motorista y una tarjeta. Se mordió el labio inferior, esbozó una sonrisa de niña pequeña emocionada, soltó un pequeño chillido que venía a decir ¡Gracias! Y abrazó a Fenris con efusividad. – [b][i]No hacía falta…[/b][/i] – dijo atropelladamente, después tomó aire sonrojada. – [b][i]…de verdad.[/b][/i]

– [b]Mi «asesor» me dijo que tienes una moto, y que seguro que te gustaría.[/b] – respondió Fenris. Su asesor no había sido otro que el propio John Doe, que se había convertido en un amigo (gorrón) para él desde que todos salieron de la Iniciativa. Gracias a su poder, no había problema para regalar a nadie, incluso sin conocerlo, además de no olvidarse de llevar regalo para invitados sorpresa. –[b][i] Aunque no me dijo que ponía en la tarjeta.[/b][/i]

Ann leyó la tarjeta, en la que ponía.”[i]Y aquí está la mejor parte del regalo, mi número de teléfono»[/i] con su número escrito a continuación. Ann se echó a reír, parecía muerta de vergüenza. – [b][i]Este hombre es… es… increíble.[/b][/i] – dijo. Después volvió a darle las gracias a Fenris y se hizo a un lado con su regalo.
Sarah cogió otra bolsa, esta vez de un tamaño más pequeño que la anterior y después de mirar su nombre llamó: – [b]Cecil.[/b]

Cecil puso cara de sorpresa, no parecía creerse que también fuese a recibir regalo son ser su cumpleaños. Cuando se acercó a Fenris, este le tendió la bolsa, Cecil sacó el paquete del interior y lo abrió, quedándose momentáneamente con la mirada fija en el regalo, el [URL=http://ecx.images-amazon.com/images/I/91gbxymKRUL._AA1500_.jpg]pack de las Chicas Gilmore[/URL].

– [b][i]Vale, gracias. [/b][/i]- dijo sonriendo con nerviosismo. – [b][i]Me habéis dejado sin ningún comentario inteligente o divertido que soltar, pero esto no me lo esperaba, ¿ok?[/i][/b]

Liad se acercó a Cecil. – [b][i]No importa, ya lo suelto yo. [/b][/i]- dijo mirando el regalo. – [b][i]¡genial! Tenía ganas de ver la siguiente temporada.[/b][/i]
– [b][i]Claro claro, pero aquí no nos libramos nadie.[/b][/i] – miró a Sarah. – [b][i]Señorita Azafata, te tendrás que hacer un maratón con nosotros y el que se apunte, sí o sí, ¿eh? No os podéis negar.[/b][/i] – Sarah sonrió y asintió y se dieron un breve abrazo. Después Cecil fue hacia el micro. – [b][i]Y ahora, por favor Fenris, ¿quién es la siguiente víctima de esta noche?[/b][/i]

Sarah se giró hacia Fenris– [b]Dominic.[/b] – dijo.

Al escuchar su nombre, Dominic se atragantó con la bebida, pero se recuperó rápido y se acercó raudo y veloz hacia donde estaba Fenris, que le tendió la bolsa. Dominic sacó el paquete, los desenvolvió y abrió la caja de cartón en la que había una cazadora de cuero, algo más cara de las anteriores al no ir acompañada de casco o botas.

– [b][i]Vaya…[/i][/b] – dijo sin saber qué decir. Se quitó la que llevaba puesta, dejando ver sus brazos y se puso la nueva. – [b][i]Gracias.[/b][/i] – añadió con una sonrisa y le dio la mano.

– [b]De nada, me alegra que te guste.[/b] – respondió Fenris mientras le estrechaba la mano con una sonrisa.

– [b]Jamie.[/b] – entonó Sarah después de repetir la misma operación. Jamie se acercó hacia donde estaba Fenris, que le entregó el paquete, dentro había un libro, [URL=http://2.bp.blogspot.com/_NGvi6uqNJM8/Sl5Jv5q2uAI/AAAAAAAAASA/Q-m3dpLZM9Y/s400/pand+p+book.jpg]Orgullo y Prejuicio[/URL]. Jamie se puso roja y sin saber qué hacer musitó un – [b][i]Gracias.[/b][/i] – Y salió de escena.

El reparto continuó y el siguiente nombre fue: – [b]Liad.[/b] Al escuchar su nombre se quedó parado con cara extrañada, Cecil le empujó un poco y fue hasta donde estaba Fenris, que le tendió el regalo. Antes de abrirlo, miró a Fenris algo cohibido y después se puso a abrirlo algo nervioso.

– [b][i]Gracias.[/b][/i] – respondió, primero mirándole serio para después sonreír, después de haber visto el contenido del paquete, una [URL=http://bit.ly/d7IVDl]cámara de fotos digital y un álbum de fotos.[/URL] – [b][i]No me esperaba esto, aunque no hacía falta que te molestases Fenris. [/b][/i] – se quedó quieto sin saber muy bien qué hacer y de pronto le dio un abrazo.

Fenris le devolvió el abrazo. – [b]De nada hombre, solo es un detalle. [/b]- añadió después con una sonrisa. Liad volvió con el resto con cara de felicidad.

Le tocó el turno al siguiente. – [b]Ed[/b] –entonó Sarah con una sonrisa, para después pasarle la siguiente bolsa a Fenris.

Edward suspiró y se acercó hasta Fenris con timidez. – [b][i]De verdad que no hacía falta que me regalaras nada. Estar aquí ya me parece suficiente como regalo.[/b][/i] – dijo a Fenris por lo bajo.

– [b]No te preocupes, es un placer. [/b]- respondió Fenris entregándole el regalo. Cuando lo abrió, descubrió una [URL=http://www.gizmos.es/files/2010/02/canon-eos-550d-1.jpg]cámara de fotos[/URL] y al lado un sobre con una reserva para un restaurante de lujo para dos personas.– [b]Así podrás guardar siempre recuerdos de estos momentos.[/b] – dijo Fenris con una sonrisa. John Doe le había puesto en situación con algunas cosas, entre ellas la trágica historia de Ed. Cuando supo por lo que había pasado, pensó enseguida qué regalarle. – [b]Y el otro regalo, estoy seguro de que sabrás con quién disfrutarlo. Fue un añadido de John de última hora.[/b] – al decir esto, Ed abrió el sobre y después de ver lo que contenía dirigió una mirada hacia Ann y sonrió a Fenris.

– [b][i]Te lo agradezco, de verdad.[/i][/b] – dijo dándole un buen apretón de manos y después se fue con sus regalos hacia donde estaban los demás.

– [b]Silver.[/b] – llamó Sarah a continuación, para después pasarle un sobre a Fenris. Silver se acercó, lanzó un par de besos al “público” y le guió un ojo a Dominic, que respondió lanzándole un silbido y haciendo que se contonease más.
Cuando la cosa paró un poco, Fenris le entregó el sobre, dentro había un [URL=http://www.lacala.com/media/images/spa/spa-voucher.jpg]par de bonos para un spa[/URL] bastante famoso, y caro, de las afueras de Moondale. – [b]Lo que John no me dijo es porqué tenían que ser dos, pero me estoy empezando a hacer una idea.[/b] – dijo Alexander mientras señalaba hacia Dominic con la cabeza.

– [b][i]Por si quieres venir conmigo.[/b][/i]- respondió ésta guiñándole un ojo.

– [b]Creo que estaré ocupado, pero se agradece la oferta.[/b] – respondió desviando la invitación.

– [b][i]Tú te lo pierdes.[/b][/i]- sonrió y le dio un abrazo.- [b][i]Muchas gracias, hombretón.[/i][/b]- y para sorpresa de Alexander, le tocó el culo y se reunió con los demás contoneándose.

Fenris miró hacia January y levantó las manos en gesto de que no había tocado nada. Mientras tanto, Silver se acerca a Dominic moviendo los bonos para el spa. Dominic tomó uno de ellos y sonrió levemente.

Fenris hizo un gesto a Sarah para que pasase al siguiente y Sarah buscó el nombre en la siguiente bolsa. – [b]Mamá.[/b]

La señora Echolls se puso una mano en el pecho y se acercó. Fenris le tendió la bolsa, la señora Echolls la cogió y dijo. – [b][i]Muchas gracias, pero no hacía falta que te molestases.[/b][/i]- sacó una [URL=http://www.durham21.co.uk/wp-content/uploads/2009/10/tiffany-box.gif]caja[/URL] y se quedó sorprendida, al abrirla, pudo ver que en su interior había una [URL=http://i52.tinypic.com/2mcczus.jpg] gargantilla de platino y diamantes[/URL]. La madre de Sarah se quedó sin palabras. – [b][i]Es…precioso, muchas gracias Alexander.[/b][/i]- suspiró.- [b][i]¡Ay, si yo tuviera uno o dos años menos y tú no mirases con esos ojitos a la amiga de mi hija![/b][/i] – añadió. Después le dio un abrazo y se unió a los “espectadores”.

Fenris estaba ya levemente rojo después de que dos de las tres mujeres a las que había regalado le habían tirado los tejos. Sarah siguió mirando el nombre de otra bolsa y llamó: – [b]McLeod[/b]

La señora Echolls le guiñó un ojo a McLeod mientras pasaba a su lado, cosa que hizo que no supiera a dónde mirar mientras llegaba a la zona de los regalos.
Fenris le tendió a McLeod con cuidado una bolsa de tela. Justo cuando McLeod la estaba cogiendo, Diana apareció.

– [b][i]Tu regalo soy yo.[/b][/i]- dijo con la respiración entrecortada por lo rápido que había cruzado la sala mientras se ponía un lacito que había en el suelo encima de la cabeza.

Christopher no pudo evitar sonreír ampliamente. – [b][i]En este sí que has acertado.[/b][/i] – dijo a Fenris, que también sonreía.

– [b][i]Pues venga, sal del escenario y ven a disfrutarlo.[/i][/b]- replicó Diana arrastrando a McLeod de la mano. – [b][i]Gracias, Alexander.[/b][/i]- le dijo sonriendo.

Apenas se pudo escuchar a Fenris pensar en voz alta: – [b]Con razón me dijo que estuviese atento cuando le diese el regalo.[/b]

– [b][i]Espera, espera, el regalo. [/b][/i]- interrumpió McLeod mientras Diana lo llevaba de la mano. Ambos se pararon para abrirlo, cuando se disponía a sacarlo de la bolsa y desenvolverlo, dirigió una mirada a Diana, que lo miraba con cierto brillo en los ojos, como preguntando ‘¿Puedo abrirlo?’ pero sin pedírselo. McLeod le hizo una seña y la dejó abrirlo.

Diana sacó el paquete y lo desenvolvió, dejando al descubierto un [URL=http://bit.ly/9sHXRF]libro antiguo[/URL]. – [b][i]Y es…un libro raro de esos que sólo le gustan a McLeod: ¡Un aplauso![/i][/b] – dijo acercándose al micro.

McLeod al ver el regalo se quedó rígido y se acercó rápido a mirarlo. – [b][i]No puede ser…. [/b][/i]– tomó el libro y le dio todas las vueltas posibles, inspeccionándolo. Después se acercó a Fenris. – [b][i]Es único…no sé como agradecértelo, es demasiado.[/i][/b] – le tendió la mano y Fenris la estrechó. Mientras tanto, Diana lo miraba con una ceja arqueada.

– [b]Me ayudaron a encontrarlo, el resto no fue demasiado problema. Es un regalo, así ya es tuyo.[/b] – respondió para después asentir con una sonrisa. Acto seguido, se reunió con Diana y fueron dónde los demás.

Fenris miró hacia donde estaba Sarah y le dijo: – [b]Tu regalo está pastando en el jardín trasero, así que pasamos a los tricumpleañeros.[/b] – el caballo de Sarah había encontrado su sitio en el jardín de atrás, junto con la moto de Diana y el coche de January, y no había tiempo para llevar a Sarah a ver los establos y los cuidadores que estaban pagados de por vida para el ,
Sarah lanzó un gritito de emoción y volvió a abrazar a Fenris. Daniel sonrió al ver a Sarah ilusionada.

– [b]Muchas gracias, Alexander.[/b]- dijo al separarse. Se le notaba que las distintas emociones del día se le estaban agolpando en los ojos.

– [b][i]De nada ‘kiddo’, alguna recompensa tenías que tener por organizar esta fiesta y reunirnos a todos.[/b][/i] – le sonrió como si se tratase de su hermana pequeña y añadió. – [b][i]Pasemos ahora a tu Romeo.[/b][/i] –Sarah le hizo una seña a Daniel y se fue al montón y buscó entre los paquetes restantes de Fenris.
Daniel se acercó caminando sin saber a dónde mirar para no ponerse rojo como un tomate. Miró hacia Sarah mientras rebuscaba en el montón y sonrió. – [b][i]No hacía falta que me comprases nada, de verdad.[/i][/b] – dijo a Fenris.

– [b]Me encanta regalar, además, fue divertido ir en busca de éste. [/b]

Sarah al fin encontró el regalo. Cogió una gran bolsa del montón y se a tendió a Fenris, que al cogerla perdió momentáneamente el equilibro por el peso. Inmediatamente se lo tendió a Daniel, que lo cogió con normalidad. En cosas como esa, se notaba cuando te relacionabas con seres sobrenaturales con fuerza superior a la humana.

Sarah murmuró.- [b]Blandengue.[/b]- y sonrió.

Daniel sacó de la bolsa una caja grande de madera alargada, parecida a un estuche. Al abrirlo, pudo ver una [URL=http://www.elvish.org/gwaith/movie/anduril.jpg]espada[/URL] con un filo brillante. – [b]No supieron determinar cómo de antigua es, pero parece ser que mucho, nunca ha sido afilada y nunca ha perdido el filo.[/b]

Sarah se quedó con la boca abierta. Y Daniel estuvo un rato sin saber que decir. Cuando volvió en sí, cerró el maletín y sonrió. – [b][i]No…no sé qué decir, salvo muchas gracias.[/b][/i]

– [b]Con que te guste me vale.[/b] – responde con una sonrisa.

– [b][i]Ya lo creo.[/b][/i] – añadió Daniel. Después fue a dejar el maletín y cuando volvió se colocó al lado de Sarah, que ya estaba buscando el siguiente regalo, el de Diana.

Cuando lo encontró dijo: – [b]Diana.[/b] – y le entregó la bolsa. Diana salió de entre la multitud saludando como si fuera una estrella de cine y llegó hasta donde estaba Fenris, que le tendió la bolsa con una sonrisa.

– [b][i]Muchas gracias.[/b][/i]- dijo con la boca ligeramente abierta al descubrir lo que había en el interior, un casco blanco con flores rojas. – [b][i]Es…vaya…no me lo esperaba.[/b][/i]- hizo una pausa para añadir.- [b][i]El problema es que en esta realidad no tengo moto, es decir, puedo ponérmelo como gorro si es lo que se lleva por estos lares, peeeero corro el riesgo de parecer la Hormiga Atómica.[/b][/i] – dijo probándose el casco. Lo que Diana no sabía, es que el casco iba a juego con la [URL=http://i52.tinypic.com/f1jpqe.jpg]moto[/URL] que estaba aparcada en la parte de atrás, y cuyas llaves estaban escondidas dentro del casco.

– [b]Si no me hablas de realidades alternativas te doy una pista. [/b] – respondió Fenris. Luego añadió. – [b]Que si en una soy actor, que si voy a hacer de Linterna Verde, que si en otra soy bibliotecario…[/b] – hizo un gesto señalando que la cosa seguía y después miró a Diana con la misma sonrisa que llevaba toda la noche esbozando. – [b]¿Trato hecho?[/b] – preguntó.

-[b][i]Un momento, ¿has dicho bibliotecario?[/b][/i] – movió las cejas rápidamente en un gesto cómico y si tenías en cuenta que todavía llevaba puesto el casco, parecía sacada de una sitcom.- [b][i]¿Y eres un bibliotecario tan sexy como el nuestro? Porque créeme, cuando no parece un alma en pena ojerosa es bastante…GRRR.[/b][/i]- añadió imitando un gruñido que hizo que nuestro querido bibliotecario ojeroso no pudiese evitar esbozar una sonrisa.

– [b]Se me olvidó preguntarle eso, ya decía yo…[/b] – dijo simulando estar pensativo. – [b]Y volviendo al regalo…[/b] – dijo para retomar el tema y que Diana no volviese a desviarse. – [b]…digamos que tiene secreto. Busca en el casco y lo encontrarás.[/b]

– [b][i]¿Te…te refieres al casco que llevo puesto?[/b][/i]- señaló hacia su cabeza y Fenris asintió.- [b][i]Está bien.[/b][/i]- al quitárselo, miró en su interior y vio un pequeño paquetito pegado en la parte de arriba que abrió con emoción. Cuando vio lo que había dentro empezó a gesticular para acompañar cada palabra que decía.- [b][i]¡NO ME DIGAS QUE ESTO ES LO QUE CREO QUE ES![/b][/i]

– [b]Si crees que es una moto a juego con tu casco: Sí.[/b] – asintió con la cabeza al decir el sí. – [b]Si piensas que es la llave de una habitación de hotel en la que te espera McLeod con una bata a juego con el casco…No, pero habría estado bien.[/b] – admitió con una risa.

-[b][i]Muchísimas gracias.[/b][/i]- le dio un abrazo y al separarse volvió a ponerse el casco.- [b][i]¿Me adoptas? ¿Quieres ser mi padre? Te diría que fueras mi novio, pero ¿qué hago con mi bibliotecario ojeroso? …[/b][/i] – por suerte para January, que era la que faltaba por recibir su regalo de Fenris, McLeod apareció en escena.

– [b][i]Tu bibliotecario ojeroso aparcó la moto antes sintiéndose un poco…raro.[/b][/i] – admitió McLeod. La verdad es que había resultado bastante gracioso verle subido en la floreada motocicleta. – [b][i]Vamos a dejar que termine y luego te llevo a verla.[/b][/i] – añadió dirigiéndole una sonrisa y tomándola de la mano para unirse a la multitud.

-[b][i] Alexander, si no nos ves durante el resto de la fiesta es que estamos en mi habitación…hablando del…tiempo.[/b][/i]- dejó escapar una sonrisa y aún con el casco en la cabeza le dijo adiós con una mano, mientras que la otra permanecía agarrada a McLeod.- [b][i]Muchas gracias.[/i][/b] – dijo a modo de despedida. Y ambos se unieron a los demás.

Ya sólo quedaba January, Sarah la llamó y se puso a buscar el regalo. Fenris miró a Sarah que estaba inmersa en la búsqueda. Al cabo de un rato le hizo un gesto que indicaba que no lo encontraba por ninguna parte.

January parecía no saber si tenía que venir o no, le dirigió una mirada insegura y al final se decidió a ir.

– [b]Sabía que se me olvidaba algo.[/b] – exclamó Fenris llevándose una mano a la cabeza. Pasaron varios segundos en los que parecía que nadie sabía qué hacer, y al final Fenris sonrió y sacó unas llaves del bolsillo.

Jan miró las llaves, después miró a Fenris, volvió a mirar las llaves y abrió la boca sorprendida.

– [b]Está fuera. Luego vamos a verlo.[/b] – añadió Fenris, de nuevo con una sonrisa.

Jan sonrió abiertamente y con un grito de emoción saltó encima de Fenris, que sonrió y la sujeto para que no se cayese. – [b][i]Kiddo[/i], lo mío ya está todo listo.[/b] – dijo a Sarah, que sonrió, y se unió al abrazo durante un instante. Después fue hacia el micro.

– [b]Emmm…¿Funciona?[/b]- se escucharon los típicos ecos y pitidos.- [b]Vale, creo que sí.[/b]- suspiró.- [b]Espero que lo estéis pasando bien.[/b]- se vio a todo el mundo asentir. McLeod bromeó y asintió con tanta ímpetu que parecía que estaba en un concierto de Heavy Metal y la cabeza se le iba a caer, lo que provocó una risa en Daniel, Diana, Sarah y alguno más. – [b]Cuando queréis podéis pasar por aquí para darle los regalos a los cumpleañeros.[/b]- al terminar se echó a un lado sonrojada. Daniel aplaudió y cogió a Sarah para que permaneciese con los tres.

Y así, Fenris aún con su eterna sonrisa en éste día, se sumó a los demás.

[spoiler]LARGO de narices, pero creemos que vale la pena leerlo.
Cada personaje ha sido movido por su dueño.[/spoiler]

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