[align=center][b][font= Book Antiqua][SIZE=5]Daniel Arkkan | Casa de las Echolls [color=maroon]{con Sarah Echolls y Silver}[/SIZE][/color][/font][/b]
Me llevé una vez más la mano a la boca para reprimir un bostezo. No tenía ningún problema en estar al cien por cien pese a haber dormido muy poco, pero me costaba horrores no bostezar en esos momentos. Sarah lo llevaba de una forma diferente, caminaba a mi lado como un zombi sacado del cómic de ‘The Walking Dead’, con los ojos entrecerrados. Era obvio que habíamos dormido muy poco, pero lo que os preguntaréis es la razón.
Lo normal habría sido decir que era porque nos habíamos acostado tarde porque la noche anterior había sido Nochebuena, que habíamos estado bailando hasta las tantas, riendo y haciendo cualquier cosa todos juntos. Y parte de eso era cierto, sólo que llegado un punto trasladamos la ‘fiesta’ a otra parte, concretamente el [URL=http://i960.photobucket.com/albums/ae82/Whedonverso/Moondale/parquebellamy.png]Parque Bellamy[/URL], situado en el centro de Moondale, muy frecuentado por los vampiros que se aprovechaban de los árboles y de la oscuridad que reinaba para atacar a parejas que caminaban por la zona.
[align=center][b]FLASHBACK[/b][/align]
Había escuchado rumores de un vampiro que se había emborrachado y había dicho que se vestiría de Grinch para Nochebuena y desangraría a todo el que pasase por el parque, así que después de un buen rato de charla con los demás, Sarah, McLeod y yo nos preparamos para salir. Diana quiso acompañarnos, así como Cecil, Ed y Jan. Era curioso ir de caza con tantas personas, por una parte tenía miedo por algunos especialmente, que no estaban acostumbrados, pero por otra parte era reconfortante, y como no dejaría que les tocasen ni un pelo, estaba encantado de tenerlos allí, y Sarah más aún. Si alguien nos hubiese visto, caminando por el parque en plena noche cerrada, hablando de cualquier cosa (especialmente series y películas) y más aún cuando apareció el vampiro vestido como el Grinch y en un parpadeo era polvo esparcido por el suelo y un poco por la manga del brazo de Sarah con el que sujetaba la estaca.
Volvimos con los demás a casa, pero Sarah y yo teníamos planeada una última salida, así que cuando los demás fueron a la cama, nos subimos a mi coche y condujimos siguiendo una lucecita azul. Esa luz nos estaba guiando hacia el último regalo de Navidad, que era para Silver. La habíamos visto bastante desanimada últimamente, así que estuvimos hablando con Diana y nos comentó que entre otras cosas, era por haber perdido a su gato ‘Obscure’. Así que después de hablarlo con Sarah decidimos ir en su busca, Diana nos cogió una prenda del animal y utilizamos un conjuro que mi padre utilizaba alguna vez que ‘Heimdall’ se había perdido.
Lo encontramos a unos pocos kilómetros de la Universidad y lo recogimos. Después volvimos a la casa de Sarah y lo colocamos en una pequeña cesta en la habitación de Sarah. Me despedí de Sarah con un beso, le deseé buenas noches y le di un abrazo que no quería que terminase. Después me fui hacia mi habitación, nada más abrir la puerta escuché algunos ronquidos suaves, no sabía si eran de McLeod, de Cecil o de Ed, porque por las posturas todos estaban en lo más profundo del sueño. Me cambié de ropa y me fui a dormir, a las pocas horas me desperté, ilegalmente temprano y fui hasta la habitación de Sarah para despertarla y darle el regalo a Silver.
[align=center][b]FIN DEL FLASHBACK[/b][/align]
Y así estábamos ahora, Sarah con su pijama de muñequitos y yo con un pantalón de pijama y una camiseta blanca, frente a la puerta de la habitación en la que dormían Diana, Silver y Ann. Sujeté a Sarah cuando casi se da con la puerta en la frente (medio en broma medio dormida de verdad). La miré con una sonrisa y piqué un par de veces a la puerta.
Tuvimos suerte y justo fue Silver la que abrió la puerta, todavía peinada como la noche anterior y con un pijama…leve.
-[b][i][font=Cambria] Emm, ¿fuego? [/font][/b][/i] – dijo con los ojos cerrados aún. – -[b][i][font=Cambria]¿el chico de la pizza? ¿quién eres? [/font][/b][/i]-
– [b][i][font=Calibri] Somos los elfos de Santa Claus. [/font][/b][/i] – respondió Sarah que por fin se había despertado.
– [b][i][font=Cambria] Oh, Santa Claus: por fin te acuerdas de mí. [/font][/b][/i] – añadió sonriendo ampliamente.
– [b][font=Calibri] Venimos a traerte un regalo. [/font][/b] – expliqué con una sonrisa. Pocas cosas eran mejores que ver las caras de las personas la mañana de Navidad abriendo los regalos. Recibirlos era maravilloso sí, pero me encantaba elegir los regalos con cariño para cada uno y ver la ilusión al abrirlos.
– [b][i][font=Cambria]¿Un regalo? ¿Es que estamos en Navidad? [/font][/b][/i] – preguntó justo antes de darse cuenta de que así era. – [b][i][font=Cambria] Ah, sí: lo estamos. [/font][/b][/i] – se rió. – [b][i][font=Cambria] Lo siento, cuando duermo me olvido de todo. [/font][/b][/i] – tanto Sarah como yo nos reímos.
– [b][font=Calibri] Voy a buscarlo, un segundo. [/font][/b] – me di media vuelta y fui hasta la habitación de Sarah. Tardé varios minutos en saber cómo hacer para entrar, porque Jan todavía estaba dentro. Al final me tapé los ojos, abrí la puerta y busqué al gato a tientas hasta que di con él. Cerré la puerta y volví.
Mientras tanto, Sarah y Silver habían continuado hablando, en ese momento está claro que no lo sabía de qué, pero después Sarah me lo contó. Fue algo así.
[QUOTE]
– [b][i][font=Cambria]¿Sarah? ¿Qué es todo esto? [/font][/b][/i] – se miró de arriba abajo. – [b][i][font=Cambria]¿He hecho algo malo? [/font][/b][/i]
– [b][i][font=Calibri]¿Perdón? [/font][/b][/i] – preguntó, porque se había quedado distraída mirándome…algo que no llegó a contarme porque se puso roja como un tomate. Me gustaría hacer especial énfasis en esta parte, me gusta mucho. – [b][i][font=Calibri] No, no…tranquila[/font][/b][/i].- añadió con una sonrisa.
– [b][i][font=Cambria]¿Tengo que maquillarme o algo? [/font][/b][/i] – preguntó tocándose el pelo.
– [b][i][font=Calibri] No creo que sea necesario. [/font][/b][/i] – se le escapó una carcajada. Después se hizo el silencio mientras miraba al techo durante varios minutos.- [b][i][font=Calibri]¿Has dormido bien? [/font][/b][/i]
– [b][i][font=Cambria] Oh, sí. [/font][/b][/i] – exclamó mientras se balanceaba mirándose los pies. – [b][i][font=Cambria] En la casa Echolls tenéis unas camas envidiables, ojalá la mía fuese así: si hasta cabemos tres chicas. [/font][/b][/i]
– [b][i][font=Calibri]¿Habéis dormido las tres en la misma? [/font][/b][/i] – Sarah la miró sorprendida.- [b][i][font=Calibri] N-no teníais por qué. [/font][/b][/i]
– [b][i][font=Cambria] Bueno, Diana se empeñó en dormir en un colchón sola, en el suelo, pero Ann y yo la convencimos, aunque yo diría obligamos, a dormir con nosotras: ya sabes, para no pasar frío. [/font][/b][/i] – explicó. Sarah se quedó sin saber que responder y estuvieron en silencio unos pocos minutos. Hasta que yo llegué.
[/QUOTE]
Aparecí sujetando al gato con un brazo y ocultándolo a mis espaldas.
– [b][i][font=Calibri] Silver, gírate. [/font][/b][/i] – pidió Sarah.
-[b][i][font=Cambria]¡Que miedo! [/font][/b][/i] – exclamó, pero le hizo caso y Sarah, de puntillas, le tapó los ojos con las manos.
– [b][i][font=Calibri] Ya puedes mirar. [/font][/b][/i] – le susurró cuando me coloqué frente a ella y sujeté a ‘Obscure’ en los brazos frente a ella. Sarah le había puesto un lazo rojo en el cuello.
No sabría como describir la reacción de Silver, excepto…llamativa. Se puso a gritar y a correr por el pasillo, a saltar, tirarse por el suelo. Lo que provocó que Diana y Ann abriesen los ojos desorientadas y probablemente incluso los vecinos. Estaba claro que le había gustado, o eso o tenía una alergia atroz.
Al final, se acercó a nosotros.
– [b][i][font=Cambria] Oh, oh, oh.[/font][/b][/i] – parecía no saber qué hacer con las manos. Cogió a ‘Obscure’ y añadió: – [b][i][font=Cambria] Chicos…chicos… [/font][/b][/i] – juraría que estaba a punto de llorar.
– [b][i][font=Calibri] Te queremos mucho, Silver. [/font][/b][/i] – Sarah asientió mientras la abrazaba. Yo me mantuve cerca y sonreí. – [b][i][font=Calibri] Y pensamos que esto te haría ilusión. [/font][/b][/i]. – En ese momento, primero Diana y después Ann asomaron la cabeza por la puerta de la habitación.
– [i][font=Times New Roman] Una sesión de abrazos y no nos han invitado. [/font][/i] – dijo Ann a Diana.
– [b][i][font=Gautami] Entonces tendremos que pasar a mayores nosotras. [/font][/b][/i] – respondió Diana sonriendo pero aún medio dormida, genes Echolls supuse.
– [b][i][font=Cambria] Chicas: mirad. [/font][/b][/i]- Silver les enseñó a ‘Obscure’ en sus brazos. – [b][i][font=Cambria] Ann, sé que no te gustan los gatos, pero éste es distinto. [/font][/b][/i] – excusó.
– [b][i][font=Calibri] Es como el gato de Sabrina. [/font][/b][/i] – dijo Sarah acercándose a mí. Le pase un brazo por los hombros y observamos cómo tanto Ann como Diana abrazaban a Silver. Después Diana vino hacia dónde estábamos nosotros y se colocó en el medio de puntillas pasándonos los brazos por los hombros mientras observábamos a Ann y Silver.
Dar una alegría así, no tenía precio. Ahí radicaba gran parte de la magia de la Navidad para mí, la ilusión de las personas ante un regalo cuyo único interés no era recibir otro a cambio, sino hacer feliz a la otra persona, eso no tenía precio.
[spoiler]
Cada personaje ha sido controlado por su dueño ^^
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