Moondale

NO CONSIGUES NADA LAMENTÁNDOTE POR ALGO QUE NO TIENES

[align=center][SIZE=3][b]Cecil Anwalt | Escocia[/b][/SIZE]

cecilanwalt

[SIZE=2]Alguien acababa de salir por la puerta. Dándose la vuelta para cerrarla con cuidado, con una mochila oscura colgada en los hombros, Liad se colocaba de forma simple, aunque con cierto cuidado, una bufanda azul y blanca, para después acercarse con lentitud. Levanté el cuello del abrigo un poco más, abrigándome ante aquella brisa de aire frío que podía erizar el bello a cualquiera. Moviéndome en el sitio un poco, procurando no dejar que el frío continuase con su tarea, aguardé hasta que se acercó, estando yo bastante más tranquilo de lo que podía estar él.

Le conocía, al menos lo suficiente para saber que por la noche había dormido poco. No, no eran por pesadillas, esa no era de las opciones de las últimas noches. Simplemente, como le podía pasar a cualquiera, se encontraba nervioso, impaciente, emocionado por la excursión que teníamos programada para hoy. Tal era el grado en el que se podía encontrar que ya había tenido que regresar dos veces a casa de Charisma para recoger alguna cosa que había olvidado, aunque en teoría todo lo preparó en la tarde anterior.

Desde luego, el clima de Escocia no se podía comparar con el de otros lugares. Hacía tiempo que no había venido por aquí, bastante de hecho, pero en cierto modo estas cosas no se olvidan, ¿verdad? Aunque hacía frío, no me resultaba enteramente desagradable, más bien estaba algo acostumbrado, por lo que no era un problema muy grave abrigarme más o no.

– [b] [i] [color=#3B7B6E]¿Llevas todo? ¿Guantes? ¿Cámara? [/SIZE][/i][/b] – al acercarse lo suficiente, pude verle mejor y me reí. – [b] [i] [color=#3B7B6E]¿Sabes? Deberías de dejar de ver tantos dibujos, o al menos esos en concreto.[/color][/i][/b] – Aunque quizás al principio no había comenzado como más de uno hubiera querido, las cosas, por regla general, no suelen salir como lo tiene planeado uno, al menos no normalmente, pero eso no quiere decir que la imagen de Liad sentado en un lado del sillón, junto a un Stephanie que no se encontraba especialmente lejos de él, veían algún que otro dibujo que retrasmitían por aquella hora, sobretodo uno que sabía que le encantaba. Aunque por supuesto, todo esto viene a raíz de que la pequeña le dijo, en un momento, que le recordaba a uno de los personajes, que de hecho, era su favorito.

– [b] [i] [color=#8A3C3C] Bueno.[/color][/i][/b] – contestó Liad, intentando no darle mucha importancia a mis palabras. –[b] [i] [color=#8A3C3C] Shawn Frost es increíble, y quizás algún día me pase como a él y despierten mis superpoderes, como él los tiene claro.[/color][/i][/b] – comentó, con cierta ensoñación en las palabras. –[b] [i] [color=#8A3C3C] Una lástima que no pueda hacer la Ventisca Eterna o el Paisaje Helado, pero bueno, nunca se sabe.[/color][/i][/b] – terminó de decir, encogiéndose de hombros.

– [b] [i] [color=#3B7B6E]Anda.[/color][/i][/b] – dije, poniéndole una mano en el hombro mientras avanzábamos un poco más. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Deja de pensar tanto en eso, que no se necesitan poderes de ningún tipo para poder hacer algo o estar con nosotros.[/color][/i][/b]

[i]Porque no consigues nada lamentándote por algo que no tienes, ¿verdad?[/i]

Alejándonos un poco, sin terminar muy lejos de la casa o de los coches, procuré charlar, sacar cualquier tema que pudiera incitarle a que él hiciera lo mismo. Aunque pronto, algo llamó nuestra atención. Andando con tranquilidad, abrigada en el mismo estilo que nosotros, la vecina de los Mcleod, Rebecca, acababa de salir con un libro entre las manos, prácticamente sin pararse a mirar el suelo o el camino que tenía delante.

– [b] [i] [color=#8A3C3C] Hola.[/color][/i][/b] – Liad alzó la voz procurando que ella nos escuchase. – [b] [i] [color=#8A3C3C] ¿Qué tal Rebecca?[/color][/i][/b]

– [b] [i] [color=#3B7B6E]Hola.[/color][/i][/b] – saludé también, moviendo la mano y sonriendo.

– [b] [i] [color=#8A3C3C] Por curiosidad, ¿qué libro lees? [/color][/i][/b] – preguntó Liad, una vez que llegamos a su lado.

– [b] [i] [color=#3B7B6E]No te lo tomes a mal.[/color][/i][/b] – la sonreí, interviniendo para procurar que ese momento fuera lo más agradable posible. Y por supuesto, que ella no se sintiese avasallada o algo así con nuestro acercamiento y la impaciencia de Liad. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Ve un libro delante y tiene la necesidad de saber cuál es y si está bien. Aunque con lo concentrada que ibas, es lógico que sí deba de ser bueno. [/color][/i][/b] – terminé de añadir.

– [b][color=#CC858A]Jane Eyre.[/color][/b]- respondió, levantando la vista un segundo. Con sus ojos claros nos miró a ambos, como si estuviera extrañada por lo que acababa de ver. – [b][color=#CC858A]Hola.[/color][/b]

– [b] [i] [color=#8A3C3C] ¿Crees que es muy difícil de leer? Sí, no lo he tocado y tampoco lo he visto, pero oye, mejor preguntar antes de lanzarse a leerlo sin más, ¿no? [/color][/i][/b] – continuó preguntando, presa de su curiosidad. La miré, alzando las cejas en una breve mueca. Este Liad…
– [b][color=#CC858A]Es de 1847, así que eso le añade algo de dificultad, pero no estamos hablando de Shakespeare por lo que puedes intentarlo. [/color][/b]- al terminar de decir eso sonrió, o al menos, lo intentó. Quizás era tímida, sobre todo ante personas que no habría visto ni una vez hasta ahora. Por otro lado, algo me decía que esa respuesta se podía quedar corta, aunque por supuesto, yo no era un maestro del lenguaje de signos y por el momento, poco podría averiguar. – [b][color=#CC858A]Aunque te aviso que se supone que es «de chicas». [/color][/b]

– [b] [i] [color=#8A3C3C] Es un libro, al fin y al cabo. [/color][/i][/b] – dijo Liad.

– [b] [i] [color=#3B7B6E]No tendrá problemas con eso, créeme. [/color][/i][/b] – la miré, sonriendo ampliamente. – [b] [i] [color=#3B7B6E]¿Qué tal?[/color][/i][/b] – intenté cambiar algo de tema.-[b] [i] [color=#3B7B6E]Perdona si te hemos interrumpido, quizás ibas a salir a hacer algo o no sé, simplemente tomar un poco el aire fresco. [/color][/i][/b] – aunque tienes tanta pinta de excursionista como nosotros, la verdad.

– [b][color=#CC858A]No pasa nada[/color][/b].- respondió, quedándose en silencio, sin saber seguramente qué decir.- [b][color=#CC858A]¿Vosotros también sois amigos de Ann y…? [/color][/b] – se quedó pensativa momentáneamente.- [b][color=#CC858A]¿De esas dos chicas y de Dominic? [/color][/b]

– [b] [i] [color=#3B7B6E]Con Dominic hemos tenido bastante más trato que con ellas dos. [/color][/i][/b] – contesté, mirando al rubiales, procurando que no soltase alguno de sus comentarios.

– [b] [i] [color=#8A3C3C] Supongo que sería mejor expresar que somos compañeros con ellas dos, compañeros de viaje, de ciudad o lo que sea. [/color][/i][/b] – afirmó Liad, ayudándose también de la cabeza para remarcar sus palabras.

– [b][color=#CC858A]Yo tampoco las conozco mucho. [/color][/b]- admitió, mirándonos a ambos.- [b][color=#CC858A]¿Me habéis dicho vuestro nombre? Es que intento recordarlo pero no lo consigo, lo siento. [/color][/b]

– [b] [i] [color=#3B7B6E]No, perdona. [/color][/i][/b] – me disculpé, dejando escapar una pequeña risita ante aquel detalle. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Yo soy Cecil, y este curioso es Liad. [/color][/i][/b]

– [b] [i] [color=#8A3C3C] Encantado.[/color][/i][/b] – añadió él, quitándose mi mano de la cabeza en un intento por dejar su pelo en la misma posición que antes. Sí, es divertido revolvérselo y más cuando le gusta tan poco que le hagan eso.

– [b][color=#CC858A]Rebecca. [/color][/b]- dijo ela con algo que, aunque a mí me pareció una forma un tanto solemne, quizás no lo fuera, aunque consiguió que no dijese mucho ante aquel saludo tan formal.- [b][color=#CC858A]Aunque ya lo sabéis. [/color][/b]

– [b] [i] [color=#8A3C3C] Claro. [/color][/i][/b] – dijo Liad.

– [b] [i] [color=#3B7B6E]Las noticias vuelan rápido. [/color][/i][/b] – dije, dándole la mano, todavía algo sorprendido. – [b] [i] [color=#3B7B6E]¿Ibas a dar una vuelta por aquí? [/color][/i][/b]

– [b][color=#CC858A]Me invitaron al lago…creo. [/color][/b]- dudó al decir eso.

Liad me miró con su mirada de [i]extrañado[/i], en la que seguramente estaría pensando algo respecto ante lo último que había dicho ella, o mejor dicho, la forma de hacerlo. Comentarlo dudando, sonriendo levemente y agachando la mirada e libro… No me consideraba el alma de las fiestas y tampoco me había pasado el año acudiendo a todas las de la universidad, pero quizás, sólo quizás, ella no era una chica cualquiera, no sería la típica fiestera que sólo piensa en estar buena, en pasárselo bien y poco más, sino algo que uno, si tenía los ojos delante, sabría valorar.

– [b] [i] [color=#3B7B6E]Bueno, eso nosotros no lo sabemos. [/color][/i][/b] – dije, ya que seguramente, no me habría enterado de esto, aunque tampoco era un problema de ningún tipo. Después de que la familia de los Mcleod nos dejase estar aquí con ellos, el simple hecho que el vecino ofreciese su ayuda porque no tenían espacio suficiente para todos, pues no era mal detalle invitarles a su tío y a ella. Por otro lado, su presencia podría aportar algo más a este variopinto grupo, ¿no? – [b] [i] [color=#3B7B6E]De todas formas, serías bienvenida. Con todos los que somos uno más no supondría ningún problema. [/color][/i][/b]
– [b][color=#CC858A]Gracias. [/color][/b]- me miró, sonriendo.

– [b] [i] [color=#3B7B6E]Bueno, ya que tú también te vienes, supongo que nos veremos en el lago y hablaremos un poco más allí. [/color][/i][/b] – añadí, al escuchar a Sarah canturrear junto a los demás. Le devolví la sonrisa una vez que volteé la cabeza para mirarla.

– [b][i][color=#BB609C]¿Nos vamos?[/color][/i][/b] – Sarah me golpeó en la espalda para después, entrar rápidamente en el coche.
Al parecer, durante estos pocos minutos en que habíamos estado charlando, el resto ya se habían puesto en movimiento, entrando cada uno en los coches previamente asignados.
Más adelante, de una forma quizás un tanto alarmante, me vi mirando por la ventana de un coche en el que, Sarah conducía, teniendo como copiloto a Daniel, el cual a ratos, como solía hacer, hablaba con Liad y Ed. Parecía que hoy me había convertido en un Arkkan versión Cecil y era yo, al menos de momento, el que estaba callado. Cuando me sentaba en un sitio cerca de la ventanilla solía pasarme esto, quedarme callado y mirando el paisaje por el que estábamos pasando. No es que tuviera alguna preocupación, ya procuraba tomarme las cosas de otro modo, pero simplemente, yo también tenía momentos en que no hablaba, aunque a más de uno le pudiera sorprender eso.

– [b] [i] [color=#266EAC] Espero que podamos ver a Ness.[/color][/i][/b]- comentó Ed, mirando a Liad, como si fuéramos realmente a visitar a una persona de carne y hueso.

– [b][i][color=#BB609C]Los amigos la llaman Nessy. [/color][/i][/b]- comentó Sarah entre risas.

– [b] [i] [color=#8A3C3C] Si tan amigos sois del monstruito, no os preocupéis, en cuanto os descuidéis, os tiraré al lago. Así os daréis un chapuzón para hacerle una visita, ¿vale? [/color][/i][/b] – dijo Liad, seguramente sonriéndoles a ambos.

– [b] [i] [color=#266EAC] ¿No crees en Nessy?[/color][/i][/b]- preguntó Ed bastante sorprendido. Como respuesta, al menos inicial, tuvo una mirada medianamente seria de Liad.
– [b] [i] [color=#8A3C3C] ¿Crees en las hadas?[/color][/i][/b] – preguntó, comparándolo con lo que teníamos “delante”. – [b] [i] [color=#8A3C3C] Porque si quieres, te lanzo un poco de polvo y probamos a ver si puedes volar sin magia Eddie.[/color][/i][/b]

– [b] [i] [color=#266EAC] Si, creo en las hadas, al igual que sé que existen vampiros y demonios. No veo tan raro que Nessy pueda existir en realidad. [/color][/i][/b] – dijo Ed, consiguiendo que asintiera también.

Comprendía, de alguna manera, la posición que podía tener el pequeñajo. De hecho, aunque era algo que no solíamos hablar ni comentar, pocas personas se adaptan con tanta rapidez como él a tantos cambios de forma sucesiva. Habían pasado pocos meses y desde luego, no podía compararse este Liad con el que una vez fue, el mismo que había salido de aquel horrible lugar. De todas formas, era perfectamente lógico que le costase a veces asimilar estas cosas, ¿no?

– [b][i][color=#BB609C]Te apoyo, Ed.[/color][/i][/b] – asintió Sarah, sin apartar la vista de la carretera.

– [b][i][color=#4F5360]Seguro que Stephanie se une encantada si vamos a buscar a Nessy. [/color][/i][/b]- dijo Daniel.

– [b] [i] [color=#3B7B6E]Siempre podemos intentar meternos en el lago para comprobarlo con nuestros propios ojos, ¿no? [/color][/i][/b] – añadí con cierto tono de burla en la voz. Qué, ¿os hace un bañito fresquito en el Lago Ness?

– [b][i][color=#4F5360]Desde luego McLeod no se sumergirá para ayudarnos. [/color][/i][/b]- comentó Daniel.

– [b] [i] [color=#8A3C3C] Os despediré en plan película antigua mientras os adentráis, que yo me quedo con Chris en tierra firme. [/color][/i][/b] – arqueó una ceja para luego poner los ojos en blanco. Sí, somos consciente de la gran amistad que tienes con el agua.

– [b][i][color=#4F5360]Yo tampoco soy demasiado fan desde que casi me ahogo de pequeño.[/color][/i][/b] – admitió Daniel. Entre él, Mcleod y Liad, habíamos reunido a un trío que desde luego, tenían pocas intenciones de abandonar tierra firme para parar en el agua, ¿no?

– [b][i][color=#BB609C]McLeod debería haber dejado conducir a Diana. [/color][/i][/b]- comentó Sarah en voz alta- [b][i][color=#BB609C]Parece una abuelita.[/color][/i][/b]- tocó el claxon varias veces mientras le adelantaba con gran facilidad.- [b][i][color=#BB609C]¡ABUELITA, VAYA USTED MÁS RÁPIDO![/color][/i][/b] – elevó la voz, en broma por supuesto, aunque consiguiendo que la mirásemos todos con cierta exclamación en el rostro.
– [b] [i] [color=#3B7B6E]Dios Sarah, no me hubiera esperado que le pegases ese grito a Chris en pleno trayecto. Aunque claro, me hubieras sorprendido si llegas a decir algo más fuerte todavía.[/color][/i][/b] – dije, riéndome un poco. Después, añadí algo más bajo, aunque sabía que seguramente todos me escucharían. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Desde luego, nuestra pequeña hormiga atómica ha comido hoy sus cereales.[/color][/i][/b] – ante esto, Liad asintió, riéndose y Ed sonrió.

– [b] [i] [color=#266EAC] Vale Sarah, ahora levanta el pie del acelerador.[/color][/i][/b] – dijo Ed.

– [b][i][color=#BB609C]Aburrido.[/color][/i][/b] – le dijo Sarah, mirando por el retrovisor.

– [b] [i] [color=#8A3C3C] Aburrido no. ¡Queremos vivir![/color][/i][/b] – añadió Liad, continuando un poco con la broma. –[b] [i] [color=#8A3C3C] No llegar antes que cualquiera al lago y ser comida de Nessy. [/color][/i][/b] – terminó de decir, mirando a Ed.

Sonreí, tranquilo por estar así, con todos ellos. Estos momentos podían llegar a tener mucha más importancia que cualquier cosa, e incluso me atrevería a decir que este viaje. Podían ser “fugaces”, cortos, de esos que pasan en un momento y si al rato el típico marginado intenta meterse para no verse apartado, pues no consigue ningún efecto destacable. Pero al fin y al cabo, las cosas pequeñas son con las que más se pueden apreciar la amistad, ¿verdad?

Cuando el móvil comenzó a sonar y a vibrar con fuerza, me sobresalté, regresando al mundo real para ver quién me llamaba. Siendo más rápido que yo, Liad se agachó para recogerlo del suelo, dándole a una tecla rápidamente.

– [b] [i] [color=#8A3C3C] ¿Diga?[/color][/i][/b] – preguntó muy serio, con las cejas fruncidas. – [b] [i] [color=#8A3C3C] ¿Quién es?[/color][/i][/b] – pausa. – [b] [i] [color=#8A3C3C] ¿Matt? ¿El primo de Cecil? [/color][/i][/b] – toqueteó la pantalla, seguramente para poner el altavoz. ¿En serio era Matt? – [b] [i] [color=#8A3C3C] Decidle algo a Matt, ¡venga![/color][/i][/b] – movió el aparato momentáneamente, aunque realmente no le hacía falta para que cualquiera pudiese aportar algo.

– [b][i][color=#4F5360]Wazaaaaaaap.[/color][/i][/b] – saludó Daniel de forma animada, siendo acompañado por Ed segundos más tarde, consiguiendo que Sarah, durante unos breves segundos, les mirase a los dos seria, como si no estuviera creyéndose lo que tenía delante. ¡Pues porque no nos has visto a los tres juntos! ¿eh?

– [b][i][color=#BB609C]Hola Matt. [/color][/i][/b]- saludo Sarah, finalmente riéndose también.

– [b] [i] [color=#3B7B6E]No te asustes. [/color][/i][/b] – le dije yo al recuperar el teléfono. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Estoy aquí, aunque un pelín apretado en el coche y con gente más charlatana de lo que parece. [/color][/i][/b]

– [b][color=#4F4184]Ya me doy cuenta ya.[/color][/b] – comentó con tranquilidad. – [b][color=#4F4184]¿Os pillo ocupados chicos? Y chica.[/color][/b]- se rió, seguramente sonrió, aunque me costaba recuperar esa imagen mental. Demasiado tiempo habíamos estado los dos en extremos opuestos, demasiado… Pero aun así, tenía muchas ganas de verle otra vez.

– [b] [i] [color=#3B7B6E]No te preocupes, únicamente nos vamos de excursión, aunque en vez de tener una conversación de uno a uno, tendrás al resto de los Scoobies de fondo.[/color][/i][/b] – les miré, lanzándoles mi mirada de “no lo neguéis, que os veo venir.”. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Que os conozco y me lo veo venir, que lo sepáis. [/color][/i][/b]

– [b][color=#4F4184]Bueno, ¿todo bien entonces por Escocia? Sí, tu madre me lo comentó.[/color][/b] – señal de reproche. Desde luego, estaba mejor enterado de lo que me imaginaba. – [b][color=#4F4184]¿No se te ocurrió llamar a tu primo favorito para que te hiciera una visita mientras estabas en territorio europeo? [/color][/b]

– [b] [i] [color=#3B7B6E]Tienes el teléfono de adorno, como alguien que yo me sé. [/color][/i][/b]-añadí, mirando a Liad de reojo. Sí, por supuesto que sí hablaba por teléfono, pero cuando se olvidaba que lo tenía, literalmente, por mucho que sonase, no lo escuchaba. ¡Se ponía a hacer sus cosas y es que ni se daba cuenta! – [b] [i] [color=#3B7B6E]Cuando te da por hablar no veas, pero en cuanto te olvidas… [/color][/i][/b]

– [b][color=#4F4184]Bueno bueno, no será para menos. [/color][/b] – intentó quitarle importancia al asunto. – [b][color=#4F4184]Estáis vivitos y coleando, así que más tranquilo me quedo. Y para no molestaros más… ¿alguno de todos los presentes (menos mi primo, claro) podría darle un buen tirón de orejas? Pero de esos que no se olviden, ¿eh? [/color][/b]

– [b] [i] [color=#3B7B6E]¡Au![/color][/i][/b] – exclamé, al ver cómo Ed, con su sonrisa de pillo de “no he sido yo”, dejaba de pasar el brazo por encima de Liad y liberaba mi pobre oreja. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Pero ahora no, que todavía me quedan días para poder librarme. [/color][/i][/b]

– [b][i][color=#BB609C]¡Eh! Yo también quería. [/color][/i][/b]- Sarah se quejó. ¡Ni que fuera un dulce!

– [b][color=#4F4184]Me temo que eso ya no corre por cuenta tuya primo.[/color][/b] – dijo Matt mientras se reía.

– [b] [i] [color=#3B7B6E]Gracias, ahora estarán todo el santo día con la coña de tirar las orejas. [/color][/i][/b]

– [b][color=#4F4184]No, no me des las gracias, ¡que no hice nada![/color][/b] – exclamó.- [b][color=#4F4184]De todas maneras, ya hablaremos en estos días, no te libraras. Ni vosotros tampoco, que ya que veo que tienes amigos decentaros, no me voy a perder más de cuatro cosas de ahora en adelante, ¿entendido?[/color][/b]

Negando levemente la cabeza, no pude evitar sentirme sonreír e incluso reírme ante aquel momento que podía calificar como extraño. Me alegraba enormemente saber que él también se encontraba bien en el sitio en el que se encontrase. Pero igualmente, después de lo vivido, de todo lo ocurrido, tenía ganas de volver a tenerle cerca, como había ocurrido antes, cuando ambos íbamos al colegio o correteábamos siendo niños por las casas. Sería distinto, por supuesto, porque ambos ya habíamos crecido bastante y dejado atrás muchas niñerías. Pero se supone que todos cambiamos y evolucionamos, ¿no?

– [b] [i] [color=#8A3C3C] Es bastante agradable. Matt quiero decir. [/color][/i][/b] – dijo Liad una vez que terminó la llamada. Después, me miró con las cejas fruncidas, en plan preguntón. – [b] [i] [color=#8A3C3C] ¿Por qué nunca le hemos visto? [/color][/i][/b]

– [b] [i] [color=#3B7B6E]Suele estar gran parte del tiempo fuera, en la universidad o a saber dónde. [/color][/i][/b] – comenté sin darle excesiva importancia. – [b] [i] [color=#3B7B6E]Ni se os ocurra hacerle caso, ¿eh? A veces desvaría y dice más tonterías de las que puedo decir yo.[/color][/i][/b] – añadí, medio en serio medio en broma.

– [b] [i] [color=#266EAC] Parecía simpático. [/color][/i][/b]- dijo Ed, para ver cómo Daniel miraba hacia atrás y asentía.

– [b][i][color=#BB609C]Se nota que sois familia. [/color][/i][/b]- admitió Sarah.- [b][i][color=#BB609C]Seguro que os parecéis un montón. [/color][/i][/b]

– [b] [i] [color=#3B7B6E]Ya te enseñé alguna foto Sarah, ¿no me digas que no te acuerdas ni un poquito? [/color][/i][/b]

– [b][i][color=#BB609C]Ah sí. [/color][/i][/b]- dijo, pensativa.- [b][i][color=#BB609C]Ahora lo recuerdo.[/color][/i][/b]- asintió.- [b][i][color=#BB609C]La verdad es que era guapo.[/color][/i][/b] – Daniel la miró con las cejas fruncidas, en plan enfurruñado.- [b][i][color=#BB609C]Pero no es más guapo que tú. [/color][/i][/b]- añadió ella, sonriendo ampliamente para chincharle.

– [b][i][color=#4F5360]Que no te llevo a la tienda ¿eh?[/color][/i][/b] – Daniel le amenazó mientras sonreía. ¡Oh dios, se le ha escapado!- [b][i][color=#4F5360]¿Tienda? Estoo… [/color][/i][/b] – dijo. – [b][i][color=#4F5360]Nada, nada.[/color][/i][/b]

– [b] [i] [color=#8A3C3C] ¿Qué tienda? [/color][/i][/b] – preguntó Liad.
– [b][i][color=#BB609C]Eso digo yo. [/color][/i][/b]- miró a Daniel.- [b][i][color=#BB609C]¿Qué tienda? [/color][/i][/b]

– [b] [i] [color=#3B7B6E]Creo que será mejor que les cuentes algo. Me los imagino a los dos acosándote hasta averiguarlo, de verdad. [/color][/i][/b] – le recomendé, ya que si no, tendría a dos rubitos persiguiéndole hasta que contase de qué estaba hablando concretamente.

– [b][i][color=#BB609C]Ed, soy tu segunda mejor amiga, cuéntamelo. [/color][/i][/b]- le pidió al brujito.

– [b] [i] [color=#266EAC] La tienda del centro, donde compramos la carne para la barbacoa. [/color][/i][/b]- Ed sacando de apuros a Daniel, ¡muy buena!

– [b][i][color=#BB609C]Eso es lo que significa para ti nuestra amistad…me mientes. [/color][/i][/b]- dijo con voz exagerada, en plan culebrón mexicano, mientras miraba por el espejo retrovisor.

– [b][i][color=#4F5360]No lo chantajees o no te llevo a…un sitio.[/color][/i][/b] – dijo Daniel, siendo él en este caso quien la chinchaba.

– [b] [i] [color=#8A3C3C] A la carnicería lo dudo mucho. [/color][/i][/b] – Liad se incorporó, aún con el cinturón de seguridad puesto, para acercarse un poco a la posición de Daniel, mirarle muy serio y decirle. – [b] [i] [color=#8A3C3C] ¿Qué tienda? Vengaaaaaaaaa Daniel, dímelo.[/color][/i][/b] – este negó con la cabeza. – [b] [i] [color=#8A3C3C] ¿Te voy a tener que hacer la pelota para poder averiguarlo?[/color][/i][/b] – al parar el coche, se quitó el cinturón para poder mirarle mejor.

– [b] [i] [color=#266EAC] Daniel me pidió que fuera con él para que le ayudara con la carne de la barbacoa. Fin de la discusión.[/color][/i][/b]- dijo Ed, dejando bien claritas las cosas para que no continuasen con la misma tecla y averiguasen la visita a la tienda del Doctah. Después, para darle más fuerza al asunto, salió del coche rápidamente, huyendo de que esto continuase otra vez.

Aunque por supuesto, no estaba seguro de si contaba con que cierto rubito le siguiese, decidido a averiguar de qué se trataba todo este asunto… O al menos, incordiarle un poco. De todas formas, al fin habíamos llegado. Todas las personas que eran importantes para mí, o al menos casi, se encontraban aquí. Respirar el aire puro de la naturaleza y de aquel lago era una totalmente una gozada.

Habíamos tenido que madrugar, igual que otros días en que habíamos hecho lo mismo, o como en otros en que estábamos toda la noche despierto, pero ahora y sólo ahora teníamos una tarea importante que hacer. Pasarlo bien juntos y marcar este viaje no como algo común, sino como algo que recordaríamos
.
Y eso era porque de ahora en adelante, en todos los sentidos, las cosas no serían igual.
[/color]

[spoiler]Sarah y Rebecca por Stefy, Daniel por Dracon xD, Eddie por Alph y el resto por mí. Espero que os guste, que no veáis lo que me ha costado escribirlo x_D[/spoiler]

Comentarios

Deja una respuesta