Moondale

NO TODO EL MUNDO GIRABA EN TORNO A MI

[SIZE=2][align=center][b]Ann Sommerville & Silver Wolfe[/b]

silver1

Un bosque. El sonido del silencio, si eso existía. ¿Dónde estaba ahora? ¿Por qué razón?

No llegaba a comprender nada, era como si me hubiesen vuelto a lavar el cerebro, aunque nunca lo hayan hecho, sobra decir. Eso sí, volvía a ser Sylver, con la misma edad de siempre, y con la piel hidratada y no arrugada como la de una anciana ni demasiado estirada como la de una niña pequeña. Simplemente yo, como habría sido antes de comenzar toda esta locura.

Escuché un grito, muy familiar. ¿Diana, Sarah o…Ann? Sí, era Ann. ¿Pero dónde estaba? Me encontraba en un bosque que desconocía, pero sabía que el sonido no provenía de muy lejos. O eso o habia desarrollado oídos de duende. Antes de proseguir mi camino comprobé que seguía teniendo las mismas orejas redondas de siempre.

Caminé al principio un poco desorientada, nada más común al no conocer el lugar. Luego poco a poco me fui guiando. Cerré los ojos y dejé que todo se volviese negro a mi alrededor. Y cada vez la voz se hacía más nítida. Era la misma voz, pero como si hablase sola, como si estuviese discutiendo consigo misma. Me habria parecido lo más normal si la conversación no hubiese estado alcanzando límites insospechados de volumen y agresividad.

Cuando por fin me acerqué las encontré: dos Anns. Las dos completamente iguales, como dos gotas de agua, como dos gemelas. Con la misma ropa, el mismo tono de piel y el mismo peinado. Completamente iguales, hasta en la forma de discutir. Me habria parecido que estaba discutiendo con su reflejo hasta que me acerqué más con una sonrisa que rápidamente se desdibujo al transformarse una de ellas en un lobo feroz.

-[b] [i] [color=#90908E]¿Qué coño…? [/SIZE] [/i] [/b] – grité.

-[b] [i] [color=#454120]¡Estate quieta![/color] [/i] [/b] – dijo la Ann humana al lobo. Éste le respondió con una sonrisa maléfica.

-[b] [i] [color=#90908E]¿Ann? ¿Qué haces aqui?[/color] [/i] [/b]- la miré detenidamente, luego al lobo-[b] [i] [color=#90908E] ¿Y quién es este lobo?[/color] [/i] [/b]- luego las miré a ambas seguidamente, hasta caer en la cuenta- [b] [i] [color=#90908E]¿No serás…?[/color] [/i] [/b]

-[b] [i] [color=#454120]Sí…[/color] [/i] [/b]- dijo antes de limpiarse las lágrimas e interponerse entre los dos -[b] [i] [color=#454120]Ha matado… a…ya da igual. Ponte detrás de mí[/color] [/i] [/b]- pidió, con voz cansada, derrotada.

El lobo se preparó para saltar, mientras gruñía.

-[b] [i] [color=#90908E]¡Ann! Aparta[/color] [/i] [/b]- le grité antes de ponerme frente a ella, protegiendola- [b] [i] [color=#90908E]No voy a permitir que te hagas daño a ti misma.[/color] [/i] [/b]

-[b] [i] [color=#454120]Y yo no puedo permitir que eso…[/color] [/i] [/b]-empezó-[b] [i] [color=#454120]… no puedo permitirme hacerte daño a ti también…[/color] [/i] [/b]-susurró, alargando una mano y tomando la mia.-[b] [i] [color=#454120]Eso… eso ha matado a Francis, y a mi hermana, y a mis padres…[/color] [/i] [/b]- dijo casi con tono histérico-[b] [i] [color=#454120]Y no puedo dejar que te haga daño a ti también.[/color] [/i] [/b]

-[b] [i] [color=#90908E]¡¿Qué?![/color] [/i] [/b]- miré al lobo- [b] [i] [color=#90908E]Maldita cosa rara, y no me mires así[/color] [/i] [/b]- dije a la criatura antes de mirar a Ann-[b] [i] [color=#90908E] Lo siento, también estoy insultando una parte de ti[/color] [/i] [/b] -luego estrujé su mano con la mia- [b] [i] [color=#90908E]Ahora estoy aqui y no voy a dejar que te pase nada más.[/color] [/i] [/b]

-[b] [i] [color=#454120]Sí… eso es… es yo [/color] [/i] [/b]-cerró los ojos- [b] [i] [color=#454120]Es la parte más malvada y oscura de mí misma… y por eso… no podría soportar haceros daño a ti o a Diana…[/color] [/i] [/b]- dijo mientras me acariciaba la mano con el dedo pulgar- [b] [i] [color=#454120]Gracias por venir al rescate…[/color] [/i] [/b]-añadió, con un amago de sonrisa.

-[b] [i] [color=#90908E]Para eso están las amigas, para salir de marcha, no quitarnos los novios y pelear juntas contra nuestra parte más malvada y oscura[/color] [/i] [/b]- dije en un intento fortuito de animar la situación- [b] [i] [color=#90908E]Tú me has ayudado mucho cuando lo necesité, ahora es mi momento para estar a tu lado y agarrarte de la mano[/color] [/i] [/b]

Después de mis palabras, Ann asintió, y sin soltar mi mano se acercó al lobo para colocarse a su altura. Por un momento casi suelto un grito, porque nunca me han dado confianza los perros. Quizás porque siempre me he criado con Obscure, que no es para nada el prototipo siniestro y desconfiado que tienen los gatos normales, o quizás por puro capricho, pero entre más lejos me encontraba de un canino, mejor. Pero aquello no lo podia notar el lobo, y mucho menos Ann. Yo estaba alli por ella, de eso estaba segura, y no iba a flaquear ni mostrar ni una pizca de debilidad. Debía ser fuerte por las dos, o casi por las tres: por Ann, por el lobo y por mi.

Habia aprendido que no todo el mundo giraba en torno a mí, a mí y a mí. Que no todos los hombres sueñan conmigo, ni todas las mujeres desean tener los últimos tacones que me he comprado. Que todo aquello no era más que la imagen que intentaba dar, que yo pocas veces era así en realidad. No quiero decir que fuese una falsa ni mucho menos, o quizás no lo era las veinticuatro horas del dia. Era simplemente Sylver, la niña repelente del instituto, la que llevaba montañas y montañas de libros en las manos, con las gafas redondas como la profesora de Adivinación de Harry Potter, Sybill Trelawney. Que era la chica que no invitaban a bailar en el baile de fin de curso porque dias antes habia corrido el bulo de que tenía un virus de estómago contagioso. La que le pidió a la profesora expresamente si podia sentarse sola al final del aula porque necesitaba concentrarse, cuando en realidad no queria mantener conversación con ninguna de las alumnas de aquel colegio, ni del otro, ni del siguiente al que fue, ni de ninguno de ellos. Que era la chica que llevaba minifaldas para que todos los chicos la mirasen pero no dejaba que ninguno de ellos la tocase. Pero sin embargo la primera de las de su clase en perder la virginidad. Aquella chica extraña que sonreía un dia y desaparecía el otro. “La niña bipolar”, me llamaban.

Pero aquella niña habia sido enterrada, metafóricamente hablando claro. Habia crecido dándome cuenta que tenía que romper aquel estado. Me habia fortalecido con el paso de los años, habia creado una barrera entre Sylver y el mundo, sí, pero una con mi propio consentimiento y mis reglas. Por ello no entendía bien cuándo era el momento de romperla o engrandecerla. En aquel preciso instante me di cuenta de que era el idóneo para debilitarlo, dejar ver a la Sylver sensible y comprensiva, pero fuerte y segura de sí misma a la vez.

No, Ann no podía saber nada de mi miedo, ni podía saber que me habia pegado una paja mental sobre el transcurso de mi vida mientras ella se agachaba para tener los ojos del lobo al mismo nivel de los suyos.

-[b] [i] [color=#454120]Tú y yo somos una… y no puedo consentir que hagamos daño a Sylver. Recuerda que la queremos y la necesitamos para que los bailes sexys salgan bien…[/color] [/i] [/b]-dijo apretando con más fuerza mi mano- [b] [i] [color=#454120]No vamos a hacerle daño, ¿vale?[/color] [/i] [/b]- dijo colocando su mano libre en el hocico.

-[b] [i] [color=#90908E]Hola Ann modo loba[/color] [/i] [/b]- dije sorprendida de mí misma- [b] [i] [color=#90908E]Soy tu amiga, solo quiero ayudarte. Las dos queremos por igual a nuestra Ann querida, asi que te prometo que no te haré daño.[/color] [/i] [/b]

Ann sonrió, junto al lobo al escuchar aquellas palabras. Aquello debía ser una buena señal.

-[b] [i] [color=#454120]Vamos a tener que aprender a aguantarnos mutuamente, entendernos… pero no vamos a hacer daño a Sylver. Somos las dos mitades de un todo… lo sabes tan bien como yo[/color] [/i] [/b]- añadió Ann con calma.

El lobo nos dirigió una ultima mirada a las dos antes de bajar la cabeza. Entonces Ann se soltó de mi mano, y supe que no debía requerirla durante un instante. Momento en el que una luz cegadora apareció entre las dos, fusionandose con sus cuerpos y almas, y convirtiéndose en una sola Ann: con su parte buena y alocada, y su parte malvada y siniestra.

Saqué las palabras de no sé dónde. La verdad es que hoy era un dia de asombros, debería intentar hacer un mortal, con el dia que llevaba quizás me saldría y todo.

-[b] [i] [color=#90908E]Eso ha sido muy bonito Ann [/color] [/i] [/b]-dije volviendo a agarrarla del brazo- [b] [i] [color=#90908E]Aceptar lo que eres, con tus defectos y virtudes, y con tu gran secreto.[/color] [/i] [/b]

-[b] [i] [color=#454120]No lo habría logrado si no hubiese sido por ti[/color] [/i] [/b] -dijo antes de levantarse y abrazarme- [b] [i] [color=#454120]Pero el miedo a que una parte de mí te hiciese daño… no puedo permitirme perder a más gente por tener esa parte oscura[/color] [/i] [/b] -dijo con una sonrisa triste- [b] [i] [color=#454120]Gracias, Sylver, gracias por estar ahí.[/color] [/i] [/b]

-[b] [i] [color=#90908E]No tienes por qué darlas, porque al igual que tú has aprendido algo sobre tu ser, yo también[/color] [/i] [/b]- dijo con una sonrisa vitoriosa, aunque sonase algo egoísta- [b] [i] [color=#90908E]Ayudarte me ha hecho darme cuenta de cómo he cambiado, de lo necesarias que sois Diana y tú en mi vida, además de los demás. No sé, quizás sea el momento de afrontar mi nueva realidad, y de estar ahi cuando me necesiten, y no correr y esconderme como siempre he hecho.[/color] [/i] [/b]

-[b] [i] [color=#454120]Has sido muy valiente, Sylver. Mucho. No todo el mundo sería capaz de quedarse a ayudar a alguien teniendo un lobo rabioso a punto de atacar[/color] [/i] [/b]-sonrió con dulzura-[b] [i] [color=#454120]Nosotras también te necesitamos, y aunque no tenga ni idea de donde está Diana, sabes que hablo por las dos cuando digo que siempre que nos necesites, vamos a estar ahí[/color] [/i] [/b]-dijo pasándome una mano por el hombro-[b] [i] [color=#454120]Acuérdate que somos las Supernenas de Moondale[/color] [/i] [/b]-añadió con una sonrisa.

-[b] [i] [color=#90908E]¡Supernenas al poder![/color] [/i] [/b]- grité alzando el puño.

Seguimos caminando rumbo a la nada. Riéndonos e imitando a Burbuja, Pétalo y Cáctus, aunque nos faltase Diana para completar el trio.
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