Moondale

SIEMPRE JUNTOS, INCLUSO DESPUES DE LA MUERTE

[align=center][b][font= Book Antiqua][SIZE=4][color=black]Edward MacLay | Cementerio[/SIZE][/color][/font][/b]

tumba

Continúe avanzando sin saber muy bien hacia donde, no sabía de dónde había sacado este repentino valor, o tal vez era locura lo que me empujaba a seguir hacia delante. Me detuve para mirar atrás, solo para alcanzar a ver una fina línea de humo en la oscuridad de la noche, el fuego debía haberse apagado ya o yo había andado demasiado.

Había recorrido ese bosque miles de veces y sabía dónde me encontraba, no muy lejos de ese lugar que no había visitado en mucho tiempo. Me dispuse a continuar por el camino contrario, alejarme de ese lugar, pero si iba a enfrentarme a Mason al menos debería despedirme o que fueran haciéndome un hueco donde quiera que estuviesen.

Avance un par de kilómetros hasta dar con muro que rodee hasta dar con la entrada, una valla metálica destrozada y medio caída. Le di un leve empujón a uno de los lados de la valla la cual rechino un poco y cayó al suelo. [i]Genial, si alguien ha escuchado el ruido tengo poco tiempo.[/i]

Entré en el cementerio y lo primero que me llamo la atención fue el césped seco, bueno, en realidad poco quedaba de césped, a estas alturas casi todo era tierra. En algunas tumbas podía verse un pequeño agujero, del tamaño justo por el que se deslizaría un cuerpo. Las lapidas estaban gastadas y agrietadas, sabía que hacía mucho tiempo que no les visitaba, pero por el aspecto del lugar parecía como si hubiesen pasado décadas.

Me acerque hasta una hilera de tumbas, cada una al lado de otra, parecía extraño pero incluso en eso éramos un equipo, siempre juntos, incluso después de la muerte. Me coloque en el centro y di un par de pasos hacia atrás hasta tener todas las lapidas a la vista.

[b]- Hola chicos… sé que no os he visitado desde hace mucho tiempo… y me disculpo por ello. Es difícil venir cuando todos los días temes por tu vida, aunque… quizás así todo esto hubiese terminado hace mucho tiempo. He tenido un sueño, todos estabais en el… y…-[/b] Mire la lapida de Diana y sonreí o al menos lo intente al imaginar lo que diría. Sin duda soltaría una de las suyas, a mi me parecía que estaba perdiendo la cabeza por momentos [b]-… y todo era mejor. He venido a despedirme… voy a hacer lo que debería haber hecho hace tiempo. Tal vez no nos volvamos a ver en un tiempo. O tal vez sea antes de lo previsto.[/b]

Alce un poco la vista del suelo solo para encontrarme con la lapida de Ann. Nunca tuve el valor suficiente para decirle lo que sentía por ella, ni siquiera en mi sueño fui capaz de hacerlo, un sueño en el que llegamos a estar más cerca que nunca.

Note un repentino dolor de cabeza, intenso, tanto que caí de rodillas al suelo y me sujete la cabeza con ambas manos. Eran como punzadas, escuchaba un susurro que no alcanzaba a entender. Con los ojos cerrados con fuerzas vi como iban pasando recuerdos, recuerdos que se iban rompiendo como hojas de papel en pequeños trozos e iban desapareciendo. Estaba olvidando, olvidando mis recuerdos de ellos.

[b]- No, por favor. Para.-[/b] Rogué. Pero no sabía a quién estaba rogando. Alguien se había propuesto hacerme olvidar mis recuerdos de ellos y no podía pararlo.

[b][i]- Te estoy haciendo un favor.-[/i][/b] Dijo una voz en mi cabeza que reconocí como la mía, pero más oscura y sombría [b][i]- Si les olvidas serás feliz.[/i][/b]

[b]- No quiero ser feliz. No si es a costa de perder mis recuerdos.-[/b] Un último recuerdo de Christopher se rompió en pedazos. Cuando los trozos desaparecieron Christopher McLeod ya solo era un nombre. Un rostro sin cara.

[b][i]- Si les olvidas no tendrás que enfrentarte a Mason, y si no te enfrentas a Mason podemos seguir vivos.-[/i][/b] Dijo la voz sonriendo de manera burlona.

[b]- ¿Podemos?. No sé de dónde has salido, pero tú no eres yo. Sal de mi cabeza antes de que entre en ella y te patee el culo.[/b] Aun incluso con el dolor de cabeza me sorprendió la frase tan de Diana que me había salido, pero la voz solo se reía a carcajadas.

[b][i]- Eres patético Edward. ¿Por qué te aferras a ellos? Ellos te odiaban. En realidad no eran tus amigos.-[/i][/b] Un último recuerdo de Daniel y Sarah se rompió en pedazos dejando solo sus nombres. [b][i]- Ups, hay van otros dos.-[/i][/b]

[b]- Me enfrentare a Mason aunque no les recuerde, y puedes dar por seguro que no estaré a la altura. De todos modos acabare muriendo, y tu conmigo.-[/b] A la voz no pareció preocuparle. Notaba como iba dando saltitos en mi cabeza, cada punzada de dolor era una pisada suya yendo de un lado para otro buscando recuerdos.

[b][i]- Sin la motivación de recordarlos no te enfrentaras a él, solo andarás de un lado para otro como una marioneta. Mi marioneta.-[/b][/i] La risa retumbaba en mi cabeza. Los recuerdos de Dominic, January y Sylver ya habían desaparecido, y el último de Diana se rompía en miles de pequeños trozos. [b][i]- Solo queda una. Mírala, ¿A que es preciosa? Eres un cobarde al no decirle lo que sentías.[/i][/b]

[b]- No quiero olvidar. No a ella.-[/b] Note como comenzaba a llorar de impotencia, pero no me iba a rendir. No iba a olvidar a Ann e iba a recuperar el resto de mis recuerdos. Abrí los ojos haciendo caso omiso al dolor, a los últimos recuerdos que me quedaban que se iban rompiendo. Abrí la mochila y rebusque en ella. Vi una pulsera, una pulsera que pertenecía a alguien. La había ello yo. Con cariño. Para una persona. Diana.

[b][i]No… no es posible.-[/i][/b] Balbuceo asustada lo vocecilla. Las punzadas de dolor iban disminuyendo, la voz se había parado aterrada al ver que los recuerdos de Diana habían vuelto. Seguí rebuscando en la mochila hasta dar con una foto, una foto en la que yo salía con más gente y en ella estaban Diana y Ann. Fui pasando un dedo por sus caras intentando ponerlos nombres, los nombres que solo había conseguido recordar. Por cada nombre que le ponía a una cara, mas asustada se encontraba la voz, las tornas se habían cambiado y ahora era ella la asustada. Cerré los ojos viendo nítidamente como mis recuerdos iban volviendo y como una sombra con apariencia humana con mi voz daba vueltas sobre sí misma rodeada de pequeños trozos que se iban uniendo de nuevo. Cuando el último recuerdo había regresado me acerque hasta ella.

[b]- Te dije que te patearía el culo.-[/b] La sombra balbuceo sin poder decir nada. Asustada fue desvaneciéndose poco a poco.

Volví a abrir los ojos y suspire aliviado. No sabía que era esa cosa. Magia. O tal vez era yo mismo volviéndome loco. Lo que si era seguro es que el primer asalto lo había ganado yo. Escuche una pisada cerca y me quede parado completamente rígido. Vi el hacha delante de mí, la recogí y me incorpore. Una, dos, tres, fuese quien fuese se estaba acercando. Mire de reojo sin girar la cabeza, una gota de sudor caía por un lado de mi cara y resople intentando evitar que siguiera cayendo. Permanece quieto haciendo como que no escuchaba los pasos, pero fuera quien fuera, ya notaba su presencia detrás de mí.

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