Moondale

UN SILENCIO TRIPLE

[align=center][SIZE=3][b]Sarah Echolls | Casa de las Echolls {Con Daniel, McLeod, Diana, Ed, Cecil, Liad y su madre}[/SIZE][/b]

sarah1324

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[align=center][i]»Volvía a ser de noche. En la posada Roca de Guía reinaba el silencio, un silencio triple.
El silencio más obvio era una calma hueca y resonante, constituida por las cosas que faltaban.»
(El nombre del viento, Patrick Rothfuss)[/i][/align]

El viaje de vuelta desde el Bar de Lorne hasta mi casa lo hicimos en completo silencio. Ni siquiera Cecil que solía ser casi tan hablador como Diana decía lo más mínimo. Le pedí a Daniel que me dejase conducir su coche para no pensar, así que él ocupó el asiento del copiloto y Cecil iba en la parte trasera asomando la cabeza de cuando en cuando por el hueco.

En el otro coche iban McLeod, Diana y Silver. Nos repartimos así porque nadie quería quedarse solo. Nos habíamos enfrentado a nuestras peores pesadillas y ahora debíamos enfrentarnos también a las secuelas. Ni siquiera fuimos capaces de separarnos cuando McLeod y Diana tuvieron que desviarse para dejar a Silver en su casa o cuando pasamos por el piso de Cecil para que cogiese el pijama y la ropa para el día siguiente. Por ridículo que pueda parecer, nos daba miedo, aunque nadie tenía el valor de admitirlo.

Cuando estuvieron los coches aparcados en el garaje (tuvimos que mover el mío a la parte empedrada del jardín), sin mediar palabra una vez más, nos dirigimos a la puerta. No tuve tiempo ni de introducir la llave en la cerradura cuando la puerta se abrió y mi madre extendió los brazos para abrazarnos a todos.

– [b][i]¿Estáis bien?[/b][/i] – Nos preguntó.- [b][i]Os he llamado mil veces.[/b][/i]

– [b][color=#BB609C]Vamos a morir asfixiados ahora, pero estamos…bien[/SIZE][/b].- Dije con un hilo de voz. Por mucho que les quisiese a todos, no podía respirar.

– [b][color=#3B7B6E]Así podemos sentirnos cuando nos abrazas emocionada, enana[/color][/b]. – Cecil me guiñó un ojo al decir esto.

-[b][i] Esta noche os quedáis a dormir todos en casa y no hay más que hablar[/b][/i].- Sentenció mi madre mientras nos soltaba- [b][i]Voy a prepararos un chocolate caliente, tenéis mala cara.[/b][/i]
Una vez que todos pasaron y mi madre se fue a la cocina, cerré la puerta y vi que Liad estaba en el sofá, tapado con una manta y tomando un chocolate caliente.

– [b][color=#4F5360]¿Vosotros estáis bien? [/color][/b]- Les preguntó Daniel sabiendo que mi madre estaría escuchando.

– [b][color=#8A3C3C]El susto que se ha llevado ella no es nada comparado con lo ocurrido[/color][/b]. – Contestó él de forma despreocupada.

– [b][i]Mentira[/b][/i].- Mi madre asomó la cabeza por la puerta de la cocina para defenderse.- [b][i]No me asusté[/b][/i].- Bajó la voz fingiendo que Liad no le oía y éste puso los ojos en blanco.- [b][i]No sabe lo que dice, se golpeó la cabeza el pobre…[/b][/i]

– [b][color=#457238]Creo que nos vendrá bien quedarnos[/color][/b]. – Asintió McLeod –[b][color=#457238]No me siento con fuerzas de conducir.[/color][/b]

– [b][color=#843181]Quieres aprovecharte de mí[/color][/b].- Bromeó mi hermana dándole un golpecito en el hombro.

Mientras mi madre preparaba el chocolate, fuimos haciendo turnos en los baños del piso de arriba y de abajo para ducharnos. Repartimos los pijamas y distribuimos “las camas” contando con que Ed, seguramente, vendría.

Al terminar, volvimos al salón algo más despejados y nos sentamos en el enorme sofá rinconera para descansar.

-[b][color=#8A3C3C]Mejor que os quedéis todos aquí, sí[/color][/b]. – Liad esbozó una sonrisa de oreja o oreja. – [b][color=#8A3C3C]Así no nos perderemos los unos a los otros.[/color][/b]

– [b][color=#4F5360]Hoy no es un día para quedarnos solos[/color][/b]. – Daniel parecía más pensativo de lo habitual, pero no podía juzgarle.

La frase se quedó en el aire sin que nadie supiera qué responder. Por suerte, el timbre de la puerta nos interrumpió y me levanté para abrirla.

-[b][color=#BB609C]Mi madre sabía que vendrías[/color][/b].- Le sonreí a Ed que llevaba una mochila al hombro porque venía con intenciones de quedarse.- [b][color=#BB609C]Pasa.[/color][/b]

– [b][color=#266EAC]No sabía que también era clarividente[/color][/b].- Me aparté para que pasase y todos le saludaron, menos Liad que se levantó de su asiento para darle un abrazo.

– [b][color=#8A3C3C]En noches como estas, ni se te ocurra desaparecer Eddie.[/color][/b]- Añadió volviendo a su sitio.

Cuando Ed ya estaba sentado, mi madre trajo una bandeja con las tazas de chocolate y después, otra con dulces. Después, se sentó en el sillón.- [b][i] ¿Podéis contarme qué ha pasado?[/b][/i]

– [b][color=#266EAC]Gracias[/color][/b].- Cogió una taza y le dio un sorbo – [b][color=#266EAC]Digamos que… hemos pasado por mucho esta noche.[/color][/b]

– [b][color=#457238]Parece que todo ha sido obra de una especie de …demonio ancestral del miedo[/color][/b]. – Explicó McLeod. –[b][color=#457238] Nos hizo pasar por nuestros peores temores.[/color][/b]

– [b][color=#843181]Supongo que por eso ahora parecemos mudos[/color][/b].- Diana se encogió de hombros y le dio un sorbo a su taza de chocolate.

– [b][color=#3B7B6E]Eso o que… hemos fumado demasiado humillo negro y estamos algo colocados[/color][/b].- Cecil esbozó una sonrisa reconfortante.

– [b][color=#4F5360]Supongo que es normal… [/color][/b]- Concedió Daniel sin soltar el pastelito de chocolate blanco que intentaba comerse. –[b][color=#4F5360] Lo que hemos pasado…lo mejor es no pensar demasiado en ello…[/color][/b]

– [b][color=#3B7B6E]Quizás sea conveniente que hagamos algo, ¿no?[/color][/b] – Propuso Cecil chocando las manos. – [b][color=#3B7B6E]Propondría jugar a las tinieblas, pero mi fuero interno me dice que ni de coña.[/color][/b]

– [b][color=#266EAC]Propongo ver el último especial de Doctor Who/final de temporada de la cuarta temporada.[/color][/b]- Continuó Ed.

-[b][color=#BB609C] No quiero volver a llorar[/color][/b].- Miré el reloj y me di cuenta de que debía salir a patrullar, pero no encontraba por ninguna parte las fuerzas necesarias para hacerlo.-
[b][color=#BB609C]McLeod, ¿sería muy mala cazadora si hoy no saliese a patrullar?[/color][/b]

– [b][color=#457238]Tómate el día libre, o la semana[/color][/b]. – McLeod se pasó la mano por la cara, visiblemente cansado. – [b][color=#457238]Lo de hoy vale por un año de cacerías.[/color][/b]

– [b][color=#266EAC]El mal seguirá ahí mañana, creo que todos nos merecemos un descanso.[/color][/b]

– [b][color=#8A3C3C]Entonces, ¿estaréis más en casa?[/color][/b] – Tras preguntar eso, Liad bajó la cabeza azorado.

– [b][color=#BB609C]No saldremos más de casa después de esto[/color][/b].- Le sonreí cuando volvió a levantar la vista.

-[b][color=#4F5360]Voy a por unas mantas[/color][/b]. – Daniel se puso en pie.
–[b][color=#4F5360]Esta noche hace un frío antinatural.[/color][/b]

– [b][color=#3B7B6E]Te acompaño[/color][/b]. – Cecil le siguió. – [b][color=#3B7B6E]Lo único que nos falta es comer alrededor de una hoguera para rematar esta noche.[/color][/b]

– [b][color=#BB609C]¡Y yo![/color][/b].- Di un saltito y les acompañé. Mi madre nos acompañó para darnos las mantas y sábanas limpias para las camas que iban a ocupar Ed y Cecil, además de para el colchón de mi cama que estaría en el salón y para el sofá.

Mientras ellos estaban en eso, aproveché para bajar el colchón de mi cama y colocarlo en el suelo, con ayuda de los demás que habían movido muebles para hacer espacio en el salón.

Cuando volvieron de ayudar a mi madre con las camas, Liad ya se estaba despidiendo.- [b][color=#8A3C3C]Creo que me marcho arriba. Intentad descansar… algo[/color][/b]. – Silbó. – [b][color=#8A3C3C]Vamos, Freya, ¿vienes?[/color][/b]- Freya levantó la cabeza de la cesta al ver que Liad la llamaba y le respondió con un bostezo. De momento, prefería estar en la reunión.

– [b][color=#266EAC]Bueno… voy a ver si consigo dormir algo, buenas noches.[/color][/b]- Ed se levantó del asiento y se despidió con la mano.

– [b][i]Tu habitación es la de Daniel[/b][/i]- Le comentó mi madre desde la cocina.- [b][i]Tienes sábanas limpias y una toalla por si te quieres duchar.[/b][/i]- Ed le respondió con un gracias tímido.- [b][i]Yo también me voy a dormir[/b][/i].- Anunció tras recogerlo todo y poner el lavavajillas.- [b][i]Buenas noches.[/b][/i]

– [b][color=#3B7B6E]Tampoco le deis muchas vueltas al asunto… [/color][/b]- Dijo Cecil mirándonos a todos. – [b][color=#3B7B6E]Supongo que a Liad no le importará que use la cama de al lado, mejor eso antes que volver a probar el suelo.[/color][/b]

– [b][color=#BB609C]Ni se te ocurra dormir en el suelo[/color][/b].- Le amenacé.-[b][color=#BB609C]Buenas noches.[/color][/b]- Nos despedimos Diana y yo a la vez provocando que nos riésemos.

– [b][color=#457238]Buenas noches[/color][/b]. – Dijo McLeod en voz baja y después Daniel, que le daba vueltas a su colgante, se despidió con un leve “hasta mañana”.

– [b][color=#3B7B6E]Con vosotros cerca no se me ocurre. Buenas noches.[/color][/b] – Y los cuatro subieron las escaleras en dirección a sus habitaciones.

Cuando se fueron nos quedamos sin saber qué decir durante varios minutos.

– [b][color=#843181]Debo tener un trauma muy gordo, porque para que yo no hable…[/color][/b]- Diana rompió el hielo pensando en voz alta.- [b][color=#843181]No hace falta que durmamos en el suelo, no seáis puritanos[/color][/b].- Continuó.- [b][color=#843181]Que cada uno se busque una pareja y le arrime la cebolleta.[/color][/b]

– [b][color=#457238]No cabemos todos y como buenos caballeros ingleses no podemos hacer otra cosa[/color][/b]. – Explicó McLeod.

– [b][color=#BB609C]Las chicas también pueden dormir en el suelo[/color][/b].- Arqueé una ceja.

– [b][color=#4F5360]Lo sé, pero esta vez nos toca a nosotros[/color][/b]. – Daniel asintió. –
[b][color=#4F5360]La próxima vez que nos capture un demonio del miedo vosotras dormís en el suelo.[/color][/b]- Las chicas le sacamos la lengua.

– [b][color=#843181]Creo que lo mejor antes de dormir sería que nos quitásemos el trauma que tenemos encima o no cabremos en la casa[/color][/b].- Propuso Diana.

– [b][color=#457238]Creo que es buena idea[/color][/b].- Comentó McLeod. – [b][color=#457238]Si alguien tiene algo que quiera decir.[/color][/b]

Teníamos muchas cosas que decir, pero nadie quería hablar de ellas. Hablarlas significaba que volviesen a ser reales, mientras que si no pensábamos en ellas era como si no existiesen, pero seguían ahí, formando una bola de nieve, así que decidí empezar.-[b][color=#BB609C]Ni siquiera tengo palabras para explicarlo[/color][/b].- Me quedé en silencio buscando las palabras adecuadas.- [b][color=#BB609C]He pasado tanto miedo…[/color][/b]- Suspiré.-[b][color=#BB609C] Miedo real. Ser consciente de que te mueres, de que vas a perder a tus amigos…[/color][/b]

– [b][color=#4F5360]Ahora ya está todo bien, no nos vas a perder[/color][/b]. – Daniel me pasó un brazo por encima de los hombros.

– [b][color=#843181]Mis ansias de poder os mataron a todos[/color][/b].- Diana continuó para quitarle hierro al asunto.- [b][color=#843181]Superad eso.[/color][/b]

– [b][color=#457238]No eras tú realmente, si no el miedo a lo que crees que podrías ser[/color][/b]. – McLeod intentaba hacer que se sintiera mejor. – [b][color=#457238]Yo os fallé a todos y me refugié en el alcohol. Ni siquiera recordaba la muerte de…de Sarah[/color][/b].

-[b][color=#843181] Si hubieses sido adicto al sexo te lo habrías pasado mejor[/color][/b].- Diana le dio un beso en la mejilla y él sonrió, pero Daniel parecía no estar dispuesto a contar su historia, así que ella volvió a la carga.- [b][color=#843181]Daniel, o cuentas qué te ha pasado o te hacemos cosquillas.[/color][/b]

– [b][color=#4F5360]»Desperté» en un manicomio. Sarah estaba…bueno ya sabéis, y más tarde descubrí que el resto también[/color][/b]. – Se quedó callado. – [b][color=#4F5360]Después me hicieron creer que todo esto no era real, que era una alucinación de mi propia mente, que en realidad estaba en un manicomio en un mundo muy distinto.[/color][/b]

– [b][color=#843181]Somos reales[/color][/b].- Sentenció Diana.- [b][color=#843181]Tócales las tetas a Sarah y verás lo real que es la torta que te da y el dolor de huevos que tienes después.[/color][/b]- Respondió entre risas haciendo que todos nos riésemos con ella.

– [b][color=#BB609C]Estás obsesionada con el sexo.[/color][/b]- Le piqué.

– [b][color=#843181]Claro que estoy obsesionada[/color][/b].- Afirmó- [b][color=#843181]PASO HAMBRE.[/color][/b]

– [b][color=#457238]Será mejor que intentemos dormir un poco[/color][/b]. – Intervino McLeod. –[b][color=#457238] O al menos descansar.[/color][/b]

Diana le ayudó a colocar las sábanas en el colchón y después, se tiró encima dejando claro dónde dormiría, mientras que Daniel y yo las colocamos en el sofá.

– [b][color=#843181]¿Qué? Sólo voy a hablar[/color][/b].- Se defendió haciéndome reír.
Cuando estuvimos tumbados, Daniel me rodeó con los brazos desde atrás.

– [b][color=#843181]Dolor de huevoooos…[/color][/b]- Canturreó Diana guiñándonos un ojo.
-[b][color=#457238] Dianaaa[/color][/b]. – Le regañó McLeod.

Los dos sonreímos y la dejamos por imposible.

– [b][color=#4F5360]¿Estás mejor?[/color][/b] – Preguntó Daniel.

– [b][color=#BB609C]No sé…[/color][/b]

– [b][color=#4F5360]Si necesitas hablar estoy aquí[/color][/b]. – Me agarró la mano. – [b][color=#4F5360]Tenemos toda la noche por delante.[/color][/b]

– [b][color=#BB609C]Pensé que me moría de verdad. Y lo peor de todo es que sé que algún día pasará.
[/color][/b]- Tragué saliva. Los miedos de los demás eran terribles, pero si se esforzaban jamás se cumplirían. En cambio el mío, siempre estaría ahí. Pasase lo que pasase moriría. Con treinta o con cien años, pero moriría.

– [b][color=#4F5360]A todos nos pasará dentro de mucho[/color][/b]. – “Pero nos pasará” quise decirle. – [b][color=#4F5360]¿Qué fue exactamente lo que pasó?[/color][/b]

– [b][color=#BB609C]Tuve que aceptar mi propia muerte para que los demás dejaseis de morir…a manos de Jan.-[/color][/b]

– [b][color=#4F5360]Eso dice mucho de ti. Fuiste valiente y buena, y estuviste dispuesta a dar tu vida por los demás. – añade. – Ya te has enfrentado a lo peor de la muerte. Ya la aceptaste una vez.[/color][/b]

– [b][color=#BB609C]Pero en realidad estaba muy asustada. No quería morir. Ni siquiera por vosotros, aunque os quiera más que a nada.[/color][/b]

– [b][color=#4F5360] Eso es lo que piensas ahora, pero sé que no fue así.[/color][/b] – Me acarició el pelo.-[b][color=#4F5360]Estuviste dispuesta a dar tu vida y eso te ha hecho libre.[/color][/b] – continua daniel. – [b][color=#4F5360]Es normal que ahora sigas teniendo miedo, pero piensa que en ese momento, con todo lo que no habías vivido, ibas a dar tu vida.[/color][/b] – Hizo una pausa. – [b][color=#4F5360]Para cuando llegue el momento, ya tendremos todos nuestros cabos más que atados.[/color][/b]

– [b][color=#BB609C] Las Cazadoras no viven tanto…[/color][/b]- Protesté.

– [b][color=#4F5360] Tú si. [/color][/b] – Sentenció. – [b][color=#4F5360] Recuerda a la niña. [/color][/b]
– [b][color=#BB609C] La niña no es real. [/color][/b] – Sonreí con tristeza.- [b][color=#BB609C] Es una niña que el demonio te creó. [/color][/b]

– [b][color=#4F5360] No la creó el demonio, si no los Poderes. [/color][/b] – Asentí. La niña brillaba, así que era obra de Los Grandes Poderes. – [b][color=#4F5360]¿Recuerdas que dijeron que se habían basado en lo que esas personas dirían? [/color][/b] – Explicó. – [b][color=#4F5360] Puede que no vaya a ser igual, pero esa niña será real algún día. [/color][/b]

Me quedé en silencio sin saber qué decir. ¿Qué podía añadir a eso? Quería que la niña fuese real, ya no sólo por el hecho de tener hijos, si no porque significaba que viviría lo suficiente para verlos crecer. Jamás se me ocurriría aceptar esa responsabilidad sabiendo que puedo morir al día siguiente de que mi hijo nazca.- [b][color=#BB609C] Ni se te ocurra pensar que estás loco. [/color][/b]

– [b][color=#4F5360] Ya sabes es que a veces me cuesta creer que esté contigo. [/color][/b] – Noté cómo me ruborizaba y murmuré algo que ni yo misma entendía.

– [b][color=#BB609C] Gracias…¡Pero no era eso a lo que me refería! [/color][/b]- Me quejé.

– [b][color=#4F5360] Sé que esto es real, pero tú tienes que confiar en mí cuando te digo que esa niña lo será. [/color][/b]

– [b][color=#843181]Para hacer a la niña antes tenéis que estrenaros.[/color][/b]- Comentó Diana en voz alta, porque evidentemente, nos había estado escuchando.

– [b][color=#457238]Diana, no seas cotilla.[/color][/b] – Le regañó McLeod.

– [b][color=#843181]Encima de que me preocupo por el bien de esta familia…[/color][/b]- Protestó y yo le saqué la lengua.

– [b][color=#457238]A dormir. [/color][/b]- Continuó McLeod.

– [b][color=#843181] Acabo de descubrir que te quiero por tu físico.[/color][/b]

– [b][color=#457238]Qué mal gusto.[/color][/b]

.- [b][color=#BB609C] Algún día descubrían que hacen buena pareja. [/color][/b] – Le murmuré a Daniel después de dedicarle una sonrisa a los dos.

– [b][color=#4F5360] No cambies de tema. [/color][/b] – Hizo una pausa. – [b][color=#4F5360] Se nota que sois hermanas. [/color][/b]

– [b][color=#BB609C]¿En qué? [/color][/b]

– [b][color=#4F5360] En que las dos esquiváis las conversaciones que no os interesan, como ahora otra vez. [/color][/b]

Tuve que ceder y responderle, aunque me costase.- [b][color=#BB609C] Confío en ti, pero no en lo que me pueda pasar. [/color][/b]

– [b][color=#4F5360] Confía en mí y en que no dejaré que te pase nada. [/color][/b] – Volvió a acariciarme el pelo haciendo que poco a poco me fuese quedando dormida en sus brazos. – [b][color=#4F5360] Si algo te pasa, haré lo que iba a hacer cuando creí que te había perdido, recorrer el mundo entero para buscar una forma de traerte de vuelta. [/color][/b]

– [b][color=#BB609C] La verdad, es que la niña es muy mona. [/color][/b] – Comenté justo antes de cerrar los ojos.
[/color]

[align=center][SIZE=3][b]Diana Echolls | Casa de las Echolls [color=purple]{Con McLeod. En la cama. Sin hacer nada}[/SIZE][/b][/color]

[IMG]http://i960.photobucket.com/albums/ae82/Whedonverso/Moondale/dianapicara.png[/IMG] [/align]

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Era raro estar tumbada en el mismo colchón que McLeod mirándonos el uno al otro sin saber qué decir. Pero era más raro aún si teníamos en cuenta que nuestra relación se resumía (hasta nueva orden) a mirarnos el uno al otro sin saber qué hacer y mucho menos, qué decir. No éramos novios, pero tampoco éramos todo lo contrario. Dos contradicciones con piernas. A veces, nos besábamos en la cara y otras en los labios.

Lo normal hubiese sido que mi preocupación por lo que nos había pasado esa noche superase a mis ganas de decirle a todo el mundo que empezaría una nueva carrera (otra vez) que sería la definitiva y que además, trabajaría en la facultad. Pero la normalidad en un mundo en la que un demonio te deja inconsciente y transforma tu vida, obra y milagros en una película de miedo, es algo que no existe.
Me di cuenta de que llevaba unos minutos mirando ensimismada cómo Sarah dormía en brazos de Daniel y dejé de hacerlo antes de que me acusasen de acosadora.

– [b][color=#843181]¿Cuándo me duerma me abrazarás como Daniel a Sarah? [/SIZE][/b] – Pensé en voz alta.

– [b][color=#457238]¿Tienes miedo? [/color][/b] – Me preguntó McLeod haciendo que me girase.

– [b][color=#843181] Las tías duras no podemos admitir esas cosas. [/color][/b] – Bromeé. Sí, tenía miedo de acabar convertida en la Bruja Mala de Moondale, pero también ganas de hacerme la blanda para que me abrazase.

– [b][color=#457238] Diana, creo que a estas alturas puedes contármelo. [/color][/b] – Me miró a los ojos y sonreí de forma ridícula.

Le mira a los ojos y se tira un rato para decirle.- [b][color=#843181] Sí, tuve miedo. [/color][/b] – Pausa.- [b][color=#843181]¿Y tú? [/color][/b]

– [b][color=#457238] Mucho. [/color][/b]

– [b][color=#843181]¿Qué..fue lo que más miedo te dio?[/color][/b]-Aquí tengo que confesar algo que no debería, pero de todas formas ya he debido perder la poca dignidad que me quedaba, así que sí. Se lo pregunté porque deseaba con todas mis fuerzas que dijese “lo que más miedo me dio fue perderte” y que después nos diéramos un beso de esos no recomendados para menores de dieciocho años, pero estoy condenada a que todo me salga al revés.

– [b][color=#457238] Lo que perdí. [/color][/b] – Instintivamente llevé mi mano a su mejilla y la acaricié.
– [b][color=#457238] Sobre todo porque fue por mi culpa, por no decidirme en su momento, [/color][/b]

– [b][color=#843181] El típico sentimiento de «no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes», ¿verdad? [/color][/b]

– [b][color=#457238] Sí. [/color][/b] – Asintió. – [b][color=#457238]¿Necesitas que te abrace? [/color][/b]

– [b][color=#843181]¿Y tú que yo te abrace a ti? [/color][/b]

– [b][color=#457238] Creo que puedo arreglármelas. [/color][/b] – Sonreí al escucharle y me di la vuelta para que me abrazase.

– [b][color=#843181] Todavía no me has dicho qué fue lo que perdiste. [/color][/b]- Volví a la carga pidiéndole a quien fuera que me dijese eso que esperaba.

– [b][color=#457238] Algo muy importante. [/color][/b] – Arqueé una ceja y me sentí mal. Era tan egoísta que sólo deseaba que me echase de menos. – [b][color=#457238] Pronto lo sabrás. [/color][/b] – Añadió provocando que el corazón me diera un vuelco que no duró más de tres segundos que fue lo que tardó en alargar (innecesariamente) la frase. – [b][color=#457238] Y también a Sarah, a Daniel… [/color][/b]

– [b][color=#843181] Qué críptico te veo[/color][/b].- Solté con fastidio.

– [b][color=#457238] Es sólo que tengo que pensar algunas cosas, enmendar algunas decisiones, o la falta de algunas. [/color][/b]

– [b][color=#843181] Lo mejor para eso es que nos vayamos ahora mismo a Las Vegas. [/color][/b] – Bromeé intentando animarle.- [b][color=#843181] No hay nada mejor que despertarte a la mañana siguiente casado con alguna pilingui para que se te olviden las demás preocupaciones. [/color][/b]

– [b][color=#457238] Nada de bodas. [/color][/b] – Negó con la cabeza. – [b][color=#457238] Pero sí que necesitamos un descanso[/color][/b].- Se detuvo unos segundos para continuar.-[b][color=#457238] He estado pensando y la Universidad no estará lista hasta primeros de marzo, creo que las clases empiezan el uno. [/color][/b] – Continuó. – [b][color=#457238] Todavía tenemos el regalo de Fenris, creo que sería buen momento para usarlo. [/color][/b]-El regalo de Fenris era un billete de avión con destino abierto para todos los del grupo.

– [b][color=#843181]¿Se te ocurre algún sitio al que podamos ir que sea lo suficientemente barato?
[/color][/b] – Había muchos lugares a los que podíamos ir, pero desde luego, necesitábamos uno en el que el alojamiento fuese gratis a ser posible.- [b][color=#843181] Piensa que mi pobre madre tiene un sueldo de maestra y ahora mismo cuida a unos…[/color][/b] – Conté con los dedos para no dejarme a nadie.- [b][color=#843181] seis hijos, ocho si es un día festivo. [/color][/b]

– [b][color=#457238] Había pensado que quizá podíamos ir a Escocia. [/color][/b] – Me abrazó un poco más fuerte. – [b][color=#457238] La mayoría podrían alojarse en la casa de mis padres, y el vecino nos prestará algunas camas extra si necesitamos. [/color][/b]

– [b][color=#843181]¿A tus padres no les importará? [/color][/b]

– [b][color=#457238] Estarán encantados, siempre que les avise de que yogures os gustan. [/color][/b] – Se rió haciéndome sonreír.

– [b][color=#843181] Por mí perfecto, mañana lo comentamos con los demás a ver qué piensan. [/color][/b] – Al notar que estaba más cerca percibí su olor a colonia.- [b][color=#843181] Hueles bien. [/color][/b]

Se quedó en silencio sin saber qué decir hasta que unos segundos después, habló con nerviosismo- [b][color=#457238] Es Eau de McLeod. Huele de miedo. [/color][/b]

– [b][color=#843181] Tendré que decirle a mi novio que se la compre…[/color][/b] –Le piqué.

– [b][color=#457238] Entonces será mejor que me aparte, no creo que le gustase vernos así. [/color][/b] – Respondió apartándose y provocando así que yo gruñese.

– [b][color=#843181] Apártate un milímetro más y temerás mi furia divina. [/color][/b]

– [b][color=#457238] Lo siento, un caballero no puede hacerle eso a otro[/color][/b]. – Dijo conteniendo la risa.
– [b][color=#843181] Sabes que no tengo OTRO novio… [/color][/b] –Recalcé la palabra “otro”.

– [b][color=#457238] Ah bueno entonces sí. [/color][/b] – Volvió a acercarse a mí.

– [b][color=#843181]¿Cuándo me vas a decir qué fue eso que perdiste? [/color][/b]- Reprimí un
bostezo. Estaba más cansada de lo que pensaba.

– [b][color=#457238] Creo que en Escocia es un buen lugar. [/color][/b]

– [b][color=#843181] Pero queda tanto…[/color][/b] – Protesté.- [b][color=#843181] Me moriré de curiosidad. [/color][/b] – Medité unos segundos la forma de que me lo dijese y volví a ello.-
[b][color=#843181] Además, el avión se puede estrellar. [/color][/b]

– [b][color=#457238] Me aseguraré de que no se estrelle. [/color][/b] – Hizo una pausa. – [b][color=#457238] Creo que podemos ir a primeros. [/color][/b]

– [b][color=#843181] No hablaba de eso precisamente. [/color][/b] – Dije entre dientes.

– [b][color=#457238] Lo sé. Las clases empiezan el veintidós de febrero, no queda mucho pero los billetes ya están, y necesitamos el descanso cuanto antes. [/color][/b]

– [b][color=#843181] También podemos irnos ahora mismo, todo sea porque me cuentes YA eso[/color][/b]

– [b][color=#457238] Ten un poco de paciencia, merecerá la pena. [/color][/b] – Después, cambió de tema.- [b][color=#457238] Por cierto, los Oráculos tenían razón, yo también estoy orgulloso de ti. [/color][/b]

– [b][color=#843181] Porque soy decente, si no te habría dado un morreo. [/color][/b] – Suspiré.- [b][color=#843181] Gracias. Yo también estoy muy orgullosa de ti. [/color][/b]

– [b][color=#457238] Gracias. Y ahora a intentar dormir, Chispita. [/color][/b]

– [b][color=#843181] No puedo, sigues sin apagarme el fuego. [/color][/b]

– [b][color=#457238] Déjame que recupere las fuerzas e iré a buscarte un vaso de agua. [/color][/b] – Esquivó.

– [b][color=#843181] No me refería a eso. [/color][/b] – Dije de nuevo entre dientes.

– [b][color=#457238] Lo sé. [/color][/b] – dice Mc. – [b][color=#457238] Venga, a dormir. [/color][/b]
– [b][color=#843181] Sí, mamá…[/color][/b]

Dejó escapar una carcajada. – [b][color=#457238] Buenas noches, Fénix. [/color][/b]

– [b][color=#843181] Ardo por ti, nena. [/color][/b] – Él me respondió con una sonrisa. – [b][color=#843181] Es en seriooo. [/color][/b] – Cerré los ojos y seguí oliendo su colonia, pero antes de dormirme volví a abrirlos y vi que Sarah me miraba también despierta desde el sofá con una sonrisa.

Levanté la mano como pude haciéndole la señal de la victoria y ella reprimió una carcajada.

Lo último que recuerdo es la sonrisa de Sarah y el calor que me transmitía McLeod.

Así es difícil tenerle miedo a algo.

[/color]

[spoiler]Es largo como un día sin pan. Perdonadme, había mucho que contar.
Cada personaje controlado por su dueño.[/spoiler]

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