Moondale

SUTILES DIFERENCIAS Y OTRAS NO TANTO

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Vincent Solo | Departamento de Policia de Moondale

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Vincent trató de despejar la mesa todo lo que pudo para extender los archivos del caso, pero le resultí difícil porque aún estaba llena de objetos personales del que había ocupado su puesto antes que él, un tal Joey Quinn al que habían pillado con un alijo de cocaína sustraído del almacen de pruebas de Narcóticos. Todavía no se acostumbraba a utilizar los «computadores», de hecho el que tenía encima de la mesa aún no lo había encendido, por suerte sus nuevos compañeros creían que era porque era uno de esos «viejos lobos de mar chapados a la antigua», era una suerte que no le preguntasen, porque tendría que decirles la verdad.

Desde el primer momento en que aceptó la propuesta de «los Búhos» para infiltrarle en el departamento de policía del condado de Ripper le pareció que iba a requerir de toda su concentración. Si bien el hecho de no poder mentir le parecía una situación de desventaja frente a cualquier otra persona que hubiese podido infiltrarse, a ellos les parecía perfecto porque según decían, diciendo siempre la verdad, o al menos cierta verdad, conseguiría mantenerse dentro sin levantar sospechas.

Por el momento le había parecido muy difícil, aunque estaba acostumbrado a no decir toda la verdad cuando hablaba con alguien, esto era muy distinto. Por eso era el único que se quedaba hasta tarde por la noche, para aprovechar que no había nadie que pudiese preguntarle por sus extrañas costumbres o su forma de llamar a las cosas mientras estudiaba uno de los casos. El lenguaje también había resultado ser un problema, había aprendido cuanto había podido en sus viajes, pero aún así todavía no era suficiente, por suerte, los estadounidenses no solían ser unos maestros en geografía y achacaba sus problemas con el idioma al hecho de ser extranjero, cuando nombraba su país, para no admitir su ignorancia, la mayoría asentían y se iban a buscarlo en internet, algunos pensaban que era europeo, otros africano…no sería él quien les sacase de su equivocación.

Aunque en realidad no era el único que iba por las noches, más de una vez se había encontrado con el Detective Cordot sentado en su mesa investigando el mismo caso que él estaba investigando ahora. Era un homicidio de un vagabundo, pero en extrañas circunstancias, o al menos extrañas para las personas de esta realidad. Para cualquier otro agente de la ley, excepto Cordot parecía ser, un caso de un vagabundo muerto no era gran cosa, pero no para él.

En Darkonia no había vagabundos, cada persona era valiosa para la lucha contra la tiranía de Aihalia o el mantenimiento del sistema de paz, así que el Gobierno Central cumplía todas nuestras necesidades. Pero en Aihalia las cosas eran distintas, se vanagloriaban de no tener vagabundos, pero la cruel realidad es que cuando los había, no duraban demasiado tiempo en las calles, los agentes se los llevaban y no se les volvía a ver, se rumoreaba que los dejaban morir en los calabozos, les hacían trabajar hasta la muerte e incluso que tenían un portal que los llevaba a otro mundo. En sus viajes se había preguntado a veces, sobretodo caminando por la ciudad de Nueva York, si no sería este el lugar a dónde enviaban los vagabundos.

El vagabundo muerto le recordaba a alguien de la familia real de Aihalia, pero no por eso iba a dejar que no se hiciese justicia. Sacó su teléfono móvil, un aparato al que aún le costaba acostumbrarse aunque los Búhos se lo hubiesen dejado completamente preparado, y pulsó en la pantalla el botón del escáner. Pasó uno por uno los documentos y fotografió las pruebas y los envió al laboratorio de los Búhos, esperaba que al menos ellos pudiesen sacar algo sobre su extraña muerte.

Miró el reloj, era tarde, sin duda no era la mejor hora para salir por las calles del condado de Ripper para una persona normal, pero él no era una persona normal, él era Valentine Chiwetel Solo, un nombre y unos recuerdos que no olvidaría pese a ser ahora Vincent Solo, detective y agente de los Búhos encubierto.

Dejó los archivos en su sitio, se colocó la chaqueta y salió por la puerta. Mientras esperaba al ascensor escuchó el sonido de unos pasos por la escalera. Llevó instintivamente la mano a la funda de la pistola, pero al ver que era el detective Cordot se relajó. Se intercambiaron un saludo y el detective entró, seguramente a seguir estudiando el caso. La pregunta que le rondaba la cabeza era el porque de hacerlo cuando no había nadie, él tenía sus razones, ¿pero cuales serían las del detective? Sin duda era algo que tenía que descubrir.
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[spoiler]Ahí tenéis a Vincent en su nueva vida, nada del otro mundo pero it’s something XD[/spoiler]

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