Moondale

LO MEJOR QUE LE HABIA PASADO A LA RAZA VAMPIRICA EN MUCHO TIEMPO

[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Diana Echolls | Cerca del Parque Bellamy

[color=#black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

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Di un par de vueltas sobre mí misma, clavando los tacones de aguja sobre el asfalto como si de la tráquea de Dominic se tratase. Siempre llegaba tarde y lo que es peor, me tocaba esperarle. Me importaba un carajo que se creyera importantísimo, el vampiro más malo de blablablá, porque no era más que un niñato inmortal.
Lo que más nerviosa me ponía era que por aquella maldita calle no pasaba ni un alma, ni viva ni muerta, por lo que mis posibilidades de cazar eran, cuanto menos, reducidas. ¿Y qué hacía una cazadora cuando no tenía nada que cazar? Aburrirse, porque ya me había limado las uñas y había blasfemado en todos los idiomas conocidos.

Estaba empezando a perder la paciencia, porque una cosa era que tuviese el cerebro dentro de los pantalones y otra muy distinta, que tuviese que aguantarle: ¿Qué mal le estaba haciendo yo al mundo para tener que aguantarle? Si lo único que hacía era morder a los guapos. A veces había pensado estacarle, pero luego tendría que quitarme el polvo de la ropa, así que lo desechaba, también estaba el hecho de que me caía mal, pero me resultaba útil, aunque todavía no sabía exactamente para qué.
Me subí el dobladillo de la falda de cuero para que se me viese un poco más el muslo y me recoloqué el escote, ya de por sí generoso. Cada cazador tenía sus armas y yo pensaba aprovechar al máximo las mías.

En esas estaba cuando le vi aparecer entre los matorrales. Llevaba la chupa de cuero un poco descolocada y estaba ligeramente despeinado, así que debía suponer que había conseguido morder a alguna pobre incauta. Ya había que ser gilipollas para pasar por el parque Bellamy en mitad del Apocalipsis en plena noche y ya había que estar necesitada para montárselo con…eso.- [b] [i] [color=#843181]Tarde como siempre, ¿de qué me sorprendo? Si aunque te convirtieran sigues pensando con el cerebro de abajo…[/SIZE] [/i] [/b]- Bufé con desprecio.

– [b] [i] [color=#383A72] ¿Tienes prisa? Porque yo no[/color] [/i] [/b] – Respondió cuando estuvo a mi altura. Me dieron ganas de decirle que una cosa era ser inmortal y otra, tener ganas de perder el tiempo con un subproducto demoníaco como él, pero me mordí la lengua. Un poco.

– [b] [i] [color=#843181]El tiempo que pierdo esperándote, es tiempo desperdiciado[/color] [/i] [/b].- Hice una pausa, mirándole de arriba abajo: Tampoco era para tanto- [b] [i] [color=#843181]Además, no te creas Don Importante porque eres un vampiro de tercera regional, un huelebragas con colmillos[/color] [/i] [/b].

– [b] [i] [color=#383A72] Mira quién fue a hablar, quejándote de mi tardanza como una humana. Y la huelebragas aquí eres tú, todo el mundo lo sabe[/color] [/i] [/b].- Arqueé una ceja al oírle decir eso.

– [b] [i] [color=#843181]No soy yo la que se pasea por los parques para morder a las animadoras[/color] [/i] [/b].- Añadí.- [b] [i] [color=#843181]¿Te recuerdo que te mordió una cutre? La tal Colilla de mono o como se llamase…al menos a mí me escogió Alice. Es un poco sobona, pero hay cosas peores…[/color] [/i] [/b]- Alice en cuanto te descuidabas, te ponía una mano en la teta, pero después de llevarse unos cuantos guantazos, había dejado de hacerlo.

– [b] [i] [color=#383A72] No todas son animadoras, la de esta noche parecía inteligente. Al parecer me conocía, pero la verdad es que no la recuerdo[/color] [/i] [/b].- Se sacó del bolsillo del pantalón un paquete de tabaco y se encendió un cigarrillo. [b] [i] [color=#383A72] Deja de recordarme que era una cutre, ¿por qué te crees que acabe con ella?[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#843181]Si era inteligente, seguro que no te conocía[/color] [/i] [/b].- Me reí echándome hacia atrás para que no oler a tabaco. Una cazadora debía oler bien.- [b] [i] [color=#843181]Deja tú de hacer referencias a que me acuesto con tías[/color] [/i] [/b].- Señalé a cierta parte de mi cuerpo.- [b] [i] [color=#843181]Este horno no está para bollos[/color] [/i] [/b].

– [b] [i] [color=#383A72] Ni para bollos, ni para nada, eres una aburrida[/color] [/i] [/b].- Comentó después de echar un vistazo a mis piernas, que eran estupendas, claro.
Al escucharle, me eché a reír.- [b] [i] [color=#843181]¿Te molesta que no quiera nada contigo?[/color] [/i] [/b]- Seguí carcajeándome un rato.

– [b] [i] [color=#383A72] Por supuesto, lo de ir todas las noches en busca de una es para olvidarme de ti [/color] [/i] [/b].- Se burló dando una calada.

– [b] [i] [color=#843181]Lo sé, no hace falta que me lo digas.[/color] [/i] [/b].- Sonreí y dejé escapar un suspiro de aburrimiento.- [b] [i] [color=#843181]El chucho éste tampoco ha aparecido, ¿es que nadie se da cuenta de que no me da la gana esperarles toda la eternidad?[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#383A72] Eso te pasa por aceptar que nos acompañe[/color] [/i] [/b].- En parte tenía razón, pero no pensaba decírselo.- [b] [i] [color=#383A72]Podemos tenerlo como mascota…[/color] [/i] [/b] – Imitó mi voz con bastante poco acierto.

– [b] [i] [color=#843181]Ya tengo una mascota: Es alto, moreno y se cree que está muy bueno, pero en realidad es cabezón y bocazas[/color] [/i] [/b].- Le robé el cigarrillo y di una calada. No me gustaba el olor, pero como ex fumadora, siempre recaía. Culpa suya, como todo.

– [b] [i] [color=#383A72] Ya sabes que puedes azotarme cuando quieras[/color] [/i] [/b] .- Se acercó hasta mí, rebasando los límites del espacio personal. En otro no me habría importado, porque le habría mordido, pero en él me incomodaba un poco, no sabía exactamente por qué. Seguramente porque era como un dolor de ovarios permanente.
– [b] [i] [color=#843181]Me lo pensaré[/color] [/i] [/b].- Le di otra calada al cigarrillo y se lo devolví. Nos quedamos un par de segundos así y me dieron ganas de abofetearle: ¿Quién era él para acercarse tanto a mí? Pero al final, huyó con el rabo entre las piernas (literalmente) hasta el banco más cercano.

– [b] [i] [color=#843181]Cagueta…[/color] [/i] [/b]- Espeté mirándole de reojo.

– [b] [i] [color=#383A72]Estirada…[/color] [/i] [/b]- Me la devolvió tirando el cigarrillo por ahí sin apagarlo: ¿Quién se iba a preocupar en pleno Apocalipsis de un incendio intencionado?

– [b] [i] [color=#843181]No soy yo la que huye[/color] [/i] [/b].- Repliqué con mordacidad.

– [b] [i] [color=#383A72] ¿Quién ha huido? Ven a hacerme compañía aquí[/color] [/i] [/b] – Dio un par de golpes en el banco, indicando que me acercase, pero no lo hice.

– [b] [i] [color=#843181]No voy a ir yo a ti, te recuerdo que soy La Señora de la Caza y tú el viola jovencitas [/color] [/i] [/b].- Le respondí sin mirarle.

– [b] [i] [color=#383A72] La señora de la casa es lo que eres[/color] [/i] [/b]. – Intentaba picarme.

– [b] [i] [color=#843181]Pero no de la tuya[/color] [/i] [/b].- Maticé.- [b] [i] [color=#843181]Y para ser una señora, bien buena que estoy[/color] [/i] [/b].
Estuvo a punto de decirme algo, pero Daniel, el chucho en cuestión, apareció por fin.-[b] [i] [color=#4F5360]¿Ya no cabéis en un banco?[/color] [/i] [/b] – Fue su saludo.

– [b] [i] [color=#843181]No me gusta acercarme a él porque se emociona con poco[/color] [/i] [/b].- Le miré de reojo, se había tumbado en el banco.

– [b] [i] [color=#383A72] Sí, me vuelve loco. No espera, lo mismo ya lo estoy [/color] [/i] [/b].- Objetó al escucharme.

– [b] [i] [color=#4F5360]En fin, ya estoy aquí, ¿dónde es la reunión?[/color] [/i] [/b] – Se refería a la reunión esa a la que íbamos uno de cada raza y hacíamos como que hablábamos de algo.

– [b] [i] [color=#843181]En lo que queda del Satan’s, pero tal y como estás, no sé si llegarás. Parece que te vas a descomponer[/color] [/i] [/b].- Le eché un vistazo y la verdad, es que no estaba mal, pero parecía que se iba a caer en pedazos de un momento a otro.

– [b] [i] [color=#4F5360]Tranquila, por el momento permaneceré entero y la silla de los licántropos ocupada.[/color] [/i] [/b] – Me aseguró.

– [b] [i] [color=#843181]Una pena[/color] [/i] [/b].- Sonreí ampliamente.- [b] [i] [color=#843181]¿Vamos? Los huelebragas y los descompuestos que pasen primero[/color] [/i] [/b].- Esperé a que el inestable de “mi colega” vampírico se pusiera en pie.

– [b] [i] [color=#383A72] Si te lo estás preguntando, tú eres el huelebragas.[/color] [/i] [/b]- Le susurró a Daniel, pero le oí. La antena parabólica me funcionaba incluso en la no vida.

– [b] [i] [color=#843181]Ya decía yo que olías mal[/color] [/i] [/b].- Dije sin mirarle.

– [b] [i] [color=#383A72] Estoy muerto, ¿cómo quieres que huela? Tú tampoco es que huelas a rosas[/color] [/i] [/b].- Me recordó sin razón. Yo olía estupendamente, todo el mundo lo sabía. Otra cosa era que él no supiera apreciarlo.

– [b] [i] [color=#4F5360]Vosotros primero, prefiero que nadie vigile mi espalda.[/color] [/i] [/b] – Por un momento, pensé que lo había ladrado, pero recordé que no era un perro, sino un humano.

– [b] [i] [color=#843181]Una pena, pensaba mirarte el culo todo el camino[/color] [/i] [/b].- Hablaba completamente en serio, pero como no me quedó más remedio, pasé delante con Dominic casi a mi lado, mientras que él iba a unos pasos de distancia.

– [b] [i] [color=#4F5360]No quiero pasar mis últimos días como un perrito faldero.[/color] [/i] [/b] – Me explicó desde atrás. – [b] [i] [color=#4F5360]¿Vendrán también el demonio, la humana y el brujo?[/color] [/i] [/b] – Parecía interesado en saberlo.

– [b] [i] [color=#843181]¿Tú qué crees? A lo mejor todo esto es una trampa…[/color] [/i] [/b]- Me di la vuelta y le enseñé los colmillos.

– [b] [i] [color=#4F5360]Ni en tus sueños, pelirroja.[/color] [/i] [/b] – Él también me enseñó los suyos, le faltaba mearnos encima para ser un perro al 100%. – [b] [i] [color=#4F5360]Sé que apoyasteis mi puesto porque pensasteis que duraría poco, pero aquí estoy.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#843181]Roar. No me digas pelirroja que soy facilona[/color] [/i] [/b].- Ronroneé.

– [b] [i] [color=#4F5360]Será mejor que sigamos y terminemos con esto.[/color] [/i] [/b] – Protestó.

– [b] [i] [color=#843181]Los perros sois taaaan aburridos, siempre ROAR GRRUUU ARRGHH[/color] [/i] [/b].- Me giré para hacer los gestos.- [b] [i] [color=#843181]Seguro que no mojáis[/color] [/i] [/b].

– [b] [i] [color=#4F5360]Seguimos vivos, es más de lo que un vampiro puede decir.[/color] [/i] [/b] – Contestó con enfado.

– [b] [i] [color=#843181]Si a eso le llamas tú estar vivo…[/color] [/i] [/b]- Me encantaba ser cruel.

– [b] [i] [color=#4F5360]Puedo decir lo mismo.[/color] [/i] [/b] – Al girarme y vi que estaba mirándome fijamente. – [b] [i] [color=#4F5360]Estoy aquí por mantener la tregua, nada más.[/color] [/i] [/b]

– [b] [i] [color=#383A72] Recuérdame por qué nos está acompañando y no puedo matarle[/color] [/i] [/b].- Me siseó Dominic al oírle.

– [b] [i] [color=#843181]Hay una tregua que mantener si no queremos quedarnos sin BigMacs andantes…[/color] [/i] [/b]- Le recordé.

[b] [i] [color=#383A72] Ellos no se alimentan de humanos, los convierten. Si no tenemos cuidado pronto esto estará infectado de perros.[/color] [/i] [/b]- En parte tenía razón, pero cualquiera se la daba.

– [b] [i] [color=#843181]Y tú no conviertes chicas, ni te alimentas de ellas con cuidado, sólo las desangras y luego las tiras al suelo. A lo mejor tenemos que acabar contigo antes[/color] [/i] [/b].- Le miré fijamente.

– [b] [i] [color=#383A72] Ya te he dicho que puedes comerte mis sobras. No tengo la culpa de todas no sepan igual.[/color] [/i] [/b]- Apuntó.

Hice un gesto con la mano indicando que se callase.- [b] [i] [color=#843181]Sólo me faltaba comerte tus sobras…[/color] [/i] [/b]- Me ofendía que pensase que alguna vez iba a comerme sus sobras.

Continuamos caminando en silencio un poco más, un silencio sólo roto por los gruñidos de Daniel cuando Dominic se quedaba mirando a alguna chica.

– [b] [i] [color=#843181]En el fondo disfrutas de mi compañía, pero engáñate como quieras[/color] [/i] [/b].- Le dije a Daniel en voz alta cuando el Satan’s ya se perfilaba en el horizonte.

– [b] [i] [color=#4F5360]En el fondo también estoy muerto desde hace mucho.[/color] [/i] [/b]- Era un emo de cuidado.

– [b] [i] [color=#843181]Te resucito encantada…[/color] [/i] [/b].- Puse mi lengua en uno de los colmillos.

– [b] [i] [color=#4F5360]Algo me dice que mi sangre no te sentaría muy bien.[/color] [/i] [/b]- No hacía falta nada más que verle para saberlo.

Entramos en el Satan’s que, como siempre, estaba hasta arriba de gente comestible y no. – [b] [i] [color=#843181]Cuando la pruebe, te cuento[/color] [/i] [/b].- Miré a mi alrededor, en la mesa del fondo nos estaba esperando el Consejo o como fuera que se llamasen, me importaba una mierda.- [b] [i] [color=#843181]Ya están aquí el demonio, la humana y el brujo…parece un chiste[/color] [/i] [/b].

– [b] [i] [color=#4F5360]Un gobierno de chiste, como todos los gobiernos.[/color] [/i] [/b]- Era emo y jode chistes.

– [b] [i] [color=#843181]Yo me pido ser el chiste verde[/color] [/i] [/b].- Le miré y quitándome la cazadora, añadí.- [b] [i] [color=#843181]He llegado: Que empiece la fiesta[/color] [/i] [/b].

Un par de vampiros salidorros alzaron la copa, entre ellos, Alice. No era para menos, no todos los días podían disfrutar de mi presencia.

Lo mejor que le había pasado a la raza vampírica en mucho tiempo…

Y también estaba Dominic.

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