Kaylee | Galería subterránea
NOCHE – MAÑANA
Sé que le habíamos prometido a Ezzy que nos iríamos para que él se encargase de todo, pero nos quedamos parados observando por la diminuta rendija en la que sólo estaba el cuerpo sin vida de mi hermana como si no fuéramos capaces de nada más.- [Noah]Quizá deberíamos entrar nosotros.[/Noah] – comentó Noah a mi espalda, mientras me esforzaba por mirar fijamente a la pared contraria.
– [Kaylee]¿Por vosotros te refieres a los que tenéis pene? Gracias, pero no necesito condescendencia masculina[/Kaylee].- giré la vista hacia él y puse los ojos en blanco.
– [Ezra]No vamos a separarnos por nada, ¿entendido?[/Ezra]- terció el sujetavelas jodiendo el momento. Gracias por el don de la oportunidad, primo.
Suspiré revolviéndome el pelo. Mierda, ¿por qué hacía eso? Volví a peinarlo con los dedos.- [Kaylee]Uno de los dos que sea el primero[/Kaylee].- apunté finalmente. Mi hermana estaba muerta, ya no respiraba, ya le daba igual dónde estuviera, pero no se merecía quedarse eternamente en aquella galería apestosa. Ni si quiera sabía por qué no se lo merecía si habíamos discutido tantas veces que había perdido la cuenta, pero era lo que tenía que hacer.
Ezra comenzó a andar con la cabeza gacha y le seguimos. Estaba tan absorto en sus pensamientos, que ni se molestaba en discutir que hacía diez minutos había dicho que nos fuéramos y nos lo habíamos pasado por el forro de la ropa interior.
Tenía pocos recuerdos del tío Ed, pero mi madre siempre decía que Ezzy era una versión mejorada de su padre, porque era más simpático y más guapo. La tía Lucy solía rebatir eso y aunque adoraba a su hijo, defendía a su marido diciendo que «tenía su encanto» y mi madre le respondía «¿Por encanto quieres decir que tiene una p…personalidad del tamaño de esta casa? ¡Pero no me lo digas que no quiero saberlo! Bueno sí, a ver» y entonces, sacaba un cepillo de dientes, una canica y un calabacín.
El hombro de Noah rozó el mío y sonreí de forma automática. No era el mejor momento para hacerlo, pero era imposible no sonreír cuando Noah estaba cerca, diría incluso que mis partes íntimas sonreían cuando él estaba por ahí o a lo mejor lloraban de alegría.
Ezra giró a la derecha en la esquina y apuramos el paso. Cuando entramos en aquella abertura húmeda y repugnante de la cloaca, mi primo ya estaba arrodillado al lado del cuerpo sin vida de Amy. Fue como si el mundo dejase de girar durante un segundo, que aproveché para colarme dentro de una burbuja en la que mi hermana no estaba muerta, sino que todo le estaba pasando a otra Kaylee, quizás a una Kaylee alternativa que era la Reina del Baile junto con el gemelo psicópata, por ejemplo.- [Ezra]Pagarán por esto[/Ezra].- susurró acariciándole el pelo, se incorporó y la cogió entre sus brazos para sacarla de allí.
No pasaba nada. Amy estaba viva y ese reguero de sangre reseca que había en el suelo no era más que atrezzo. Ezra pasó a mi lado con el cuerpo entre sus brazos y nuestras miradas se cruzaron: él tenía los ojos enrojecidos y la mandíbula apretada, pero yo estaba bien. Mi burbuja me protegía de lo que fuera que le hiciese llorar.
Noah me puso una mano en la cintura. – [Noah]Será mejor que sigamos…[/Noah] – parecía tenso, como si hubiera escuchado un ruido que señalaba que alguien nos perseguía.
Salimos de la sala y caminamos por la cloaca. Yo iba al final. La mano de Noah seguía en mi cintura. El cuerpo estaba sobre los brazos de mi primo. Ezra iba tan adelantado que ya no tenía sentido que apurásemos el paso.
***
Faltaba poco para que amaneciera y tenía los pies entumecidos. Caía una llovizna débil que me estaba calando hasta los huesos y me dolían los brazos de ayudar a cavar a Noah y a Ezzy. Por lo visto, cavar no es tan sencillo como lo ponen en las películas.
El agujero en la tierra que albergaría el cuerpo sin vida de mi hermana ya estaba hecho. Sólo faltaba dejarla dentro y taparlo. Así acababa todo. El pequeño jardín de la cabaña del tío Daniel se había convertido en el cementerio familiar.
Ezra clavó la pala en el montón de tierra que había a la derecha y se secó el sudor de la frente. Vi que miraba de soslayo el cuerpo de Amy, que estaba cubierto ahora por una sábana raída.
La cabeza empezó a dolerme sin previo aviso. Tanto, que tuve miedo de que explotara y los pedacitos de mis sesos se esparciesen por todos lo. El dolor aumentaba sin cesar y me doblé sobre mí misma, llevándome las manos a la cabeza, viendo cómo cientos de imágenes pasaban a toda velocidad, hasta que la visión cesó.- [Noah]Kay, ¿estás bien? Kay…[/Noah] – me vi en los brazos de Noah, arrodillada en el suelo. Debía haberme caído. – [Noah]Una visión.[/Noah] – anunció a Ezra.
– [Ezra]¿Te encuentras bien? ¿Qué has visto?[/Ezra]- Noah me ayudó a incoporarme y empecé a organizar las imágenes que acababan de mostrarme. La mitad, ni las recordaba.
– [Kaylee]Nos he visto en una sala de máquinas rodeados de gente que no conozco, pero también estaba Xander. Tenía una marca fea en la cara[/Kaylee].- empecé diciendo y repasé mentalmente las escenas. Eran demasiadas y no abarcaba tanto.- [Kaylee]Había una cápsula de escape y otra ya se había ido[/Kaylee].- concluí.
– [Noah]¿La máquina de la otra vez?[/Noah] – Noah abrió mucho los ojos. Se refería a la máquina de la última visión.
– [Kaylee]No es que entienda mucho de máquinas, pero eso parecía[/Kaylee].- no había tenido tiempo de fijarme mucho, así que el recuerdo vago tendría que servir.
– [Ezra]¿No había nadie más?[Ezra]- negué con la cabeza al escucharle decir eso.
– [Kaylee]No lo he visto[/Kaylee].- me mordí el labio con preocupación- [Kaylee]La cuestión es que si Noah tiene razón y esa máquina sirve para volver atrás…[/Kaylee]- empecé diciendo.
– [Noah]Podremos enviar a alguien, impedir que todo esto ocurra.[/Noah] – aseguró señalando a su alrededor. Los más afortunados, estaban enterrados aquí y los menos, eran sólo un montón de tierra y una piedra tallada por nosotros, porque sus cadáveres nunca habían aparecido. – [Noah]Dices que solo quedaba una, la otra vez viste dos…quizás alguien ha usado la otra.[/Noah] – comentó pensativo.
– [Ezra]Tal vez Xander podría…[/Ezra]- empezó diciendo, pero le corté.
– [Kaylee]Pero eso significa, que cuando esa persona se marche, los demás dejaremos de existir. Será como si…[/Kaylee]- miré la sábana que recubriría el cuerpo de mi hermana y la burbuja empezó a quebrarse.
– [Ezra]Nada de esto hubiese ocurrido[/Ezra].- me recordó colocándome una mano en el hombro.
– [Kaylee]Desapareceremos, salvo para esa persona. Seremos otros[/Kaylee].- espeté con furia. Ni siquiera sabía si estaba enfadada ante la posibilidad de no existir o directamente era por el mundo, porque me habían arrebatado a todos los que me importaban y alguien más tendría que irse para hacerse el héroe…o la heroína.
Ezra me dejó por imposible y recogió el cuerpo de Amy. Con calma, bajó hasta la fosa y lo dejó con cuidado. Después, subió y empezó a cubrirlo de tierra.- [Noah]He estado pensando en todo eso de desaparecer…[/Noah] – empezó suspirando con dificultad. La lluvia fina me calaba hasta los huesos. – [Noah]Si tuviese que ser el que viaja, vendré una vez al año y recordaré a todos…[/Noah] – nos miramos y asentí. Noah no quería irse.
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