IDRIS MOREAU | BOSQUE DE LOS SUSURROS
MAÑANA
El día no había empezado bien, nada bien. No dejaba de pensar que si hubiésemos tardado solo un minuto menos, habríamos llegado a salvo al Refugio y podríamos estar planteando una estrategia para el plan de esos muchachos, esa extraña máquina que podía cambiarlo todo.
Suspiré, resignado. No merecía la pena soñar y preocuparse en cómo podrían o debían haber sido las cosas, porque puestos a cambiar, en nuestro mundo había que remontarse muy atrás. Lo que teníamos que hacer ahora era escapar de los gemelos psicópatas que teníamos delante. Un pirómano y una asesina devoradora de poderes que ya tenía unos cuantos a sus espaldas.
Seguro que ahora entendéis lo de que no había empezado bien, porque comparado con enfrentarnos a esos dos, todo lo demás había sido un camino de rosas.
– [Veronica]¿Habéis rezado vuestras oraciones?[/Veronica]- preguntó ella mientras se acercaba, aún con su piel recubierta de metal. El Escuadrón V era el más peligroso y ella la más peligrosa dentro de él. No quería ni pensar cuántos poderes tenía, cuántas almas llevaba a sus espaldas.
– [Idris]Sí, y creo que me han entendido mal, no pedí que lloviesen perras.[/Idris] – respondí dando un paso al frente. Éramos muchos y eso podía ser bueno o malo. Teniendo en cuenta que no podríamos hacer mucho contra ella, me decantaba por malo, porque significaba que sí, podíamos tratar de huir, pero alguno caería en sus manos y siendo tantos era difícil saber quién.
– [Owen]Veo que te has traído unos cuantos amiguitos, bien.-[/Owen] habló el chalado de las llamas, dirigiéndose a Xander.
El rostro del chico se tensó. – [Xander]Tenéis que correr.[/Xander] – dijo en voz baja girándose hacia nosotros. Pude ver claramente su cicatriz en forma de omega, marcado como un perro por esos dos, destinado a una vida de esclavo. Pensé en mi propia cicatriz. No pensaba dejar que me marcasen así que yo mismo me la hice con una M de Moreau. Nunca me convertirían en un número.
– [Noah]La máquina. Es nuestra única opción.[/Noah] – comentó en voz baja Noah. Nos había hablado rápidamente de esa máquina por el camino, por si nos separábamos. Al parecer el Departamento de Control Metahumano se dedicaba también a convertir a gente con poderes en máquinas que permitiesen usar sus poderes, y había una en concreto que permitía viajar atrás en el tiempo, cambiarlo todo. Nuestra mejor oportunidad. No es que estuviese deseando desaparecer, pero seguro que a mi otro yo le iba mejor.
– [Veronica]¿Os recuerdo que he venido a acabar con vosotros? Lo digo por la charla[/Veronica].- sentenció Veronica cruzándose de brazos. Observé su mirada, estaba deseando hacerse con nuestras habilidades y dejar nuestros cuerpos inertes en el suelo. Antes acabaría con mi propia vida.
– [Ezra]Yo no tengo ningún poder… pero voy a separar tu cabeza de tus hombros.-[/Ezra] le espetó agarrando sus muñecas cubiertas por la ropa y presionando con fuerza. En su boca asomaban unos dientes mayores y más afilados, así que debía estar clavándole las garras, pero ella pareció no inmutarse.
– [Veronica]¿Quieres bailar?[/Veronica] – le replicó apenas una décima de segundo antes de soltarle. No llegó a tocar el suelo porque utilizó uno de sus poderes para mantenerle en el aire con solo su pensamiento y empezó a darle vueltas. Podía parecer que había sido más tiempo, pero todo pasó tan rápido que apenas tuvimos tiempo a reaccionar. – [Veronica]Owen, a por la pelirroja. Sé que te encanta[/Veronica].- le dijo su hermana antes de dejar caer a Ezra el suelo.
Miró hacia nosotros y levantó una mano. Vi un destello detrás de nosotros y alguien tocó el aire, sólido en esa parte, nos había colocado un muro para no poder escapar. Eso era un problema, pero había otros dos más preocupantes, Ezra y Kaylee. Me acerqué a ella y observé al tipo de las llamas. Hubiera deseado tener mi poder para enfríarle los humos, pero el maldito Obelisco seguía activo.
– [Owen]No van a ir a ningún lado ¿verdad?-[/Owen] le respondió su hermana. Si pensaba que el miedo iba a funcionar, estaba equivocado, no éramos vacas en un matadero.
– [Xander]Corred y no miréis atrás.[/Xander] – dijo esta vez en voz alta. Le miré durante un instante y vi cómo asentía. Echó a correr hacia Verónica, que estaba acercándose a Ezra, seguramente para absorberle, y la placó, cayendo los dos al suelo.
En el caos que se liberó a continuación, pedí a Kaylee que se alejase lo máximo posible, ella era la que menos posibilidades tenía de luchar, y no quería ni imaginarme a esa loca con el poder de ver el futuro. Cuando me giré, Xandra ya se dirigía hacia el chalado del fuego y SHE la seguía de cerca.
– [Owen]Tú no eres importante para ella ¿verdad? -[/Owen] le preguntó refiriéndose a su hermana. – [Owen]Vamos a divertirnos un rato.[/Owen] – sentenció. Dejé que mi forma de elfo oscuro saliese a flote y casi sentí los surcos recorrer mi piel formando el intrincado dibujo que cada elfo oscuro tenía al nacer y le diferenciaba de los demás.
– [Xandra]No soy nadie[/Xandra].- replicó ella antes de escupirle en la cara.- [Xandra]Igual que tú[/Xandra].- mientras él se limpiaba, aprovechó para golpearle. Recibió el golpe con una sonrisa y la miró.
– [Owen]Me gusta ese fuego interior.-[/Owen] dijo antes de lanzarle una llamarada que por suerte esquivó con agilidad. Corrí hacia ellos, pero SHE llegó primero y de un golpe le lanzó por los aires. – [Owen]¿De coño has salido tú?-[/Owen] replicó mientras se levantaba. Eché un vistazo a Xander, que trataba de contener como podía a la loca de los poderes, pero por mucho que se esforzaba, ella solo parecía divertirse.
– [Henry]Tenemos que irnos.-[/Henry] intervino Henry cogiendo a SHE del brazo para que fuese con él. Le miré y asentí, eran demasiado importantes como para perderlos aquí.
– [Xandra]Tostadora, vete[/Xandra].- añadió Xandra mientras seguía esquivando las llamaradas. Jugaba a cansarlo, pero después de pasar por la mesa del Departamento, a saber qué les habían hecho a esos gemelos, además de trastearles la cabeza.- [Xandra]Hoy no hace falta que seas La Mesías[/Xandra]. – continuó diciendo. Me moví cerca de Xandra, tratando de no entorpecerla pero buscando una posición para ir a por Victor, aunque las llamas no me dejaban. Si tuviese mi poder…
Entonces Ezra se lanzó contra Victor y salieron rodando por el suelo. – [Henry]Se que quieres dar lo mejor de ti misma, ayúdame a salvar a ellos dos y lo estarás haciendo.-[/Henry] escuché decir a Henry. Una asesina capaz de predecir el futuro y viajar a la velocidad del rayo, sería mejor que no.
Recibí un golpe en el pecho que vino de la nada y me lanzó contra la pared invisible del fondo. Otra vez la telekinesis. Apenas tuve tiempo a levantarme cuando vi las llamas precipitarse con Xandra y envolverla completamente. Después empezaron los gritos. Quise arrancarme los oídos para dejar de escucharlos, Xandra se moría y no podíamos hacer nada, las llamas no cedían y Ezra y Xander estaban inconscientes en el suelo.
Me puse en pie pero una mano invisible me aferró el cuello. Traté de zafarme pero no podía hacer nada, solo observar como moría Xandra, escuchar sus gritos hasta el final.
Entonces le vi, Nick atravesando el mar de llamas y perdiéndose en ellas. Ya no se escuchaba a Xandra. Pronto empezaría a escuchar a Nick. Esperé, deseando que fuera rápido, pero no le escuché, en lugar de eso vi como una figura emergía de las llamas con la ropa hecha jirones pero intacto. Era Nick, sosteniendo el cuerpo carbonizado de Xandra. Al verla juré no darme descanso hasta acabar con ellos. Que Nick hubiera sobrevivido solo podía significar una cosa.
– [Idris]Henry, el Obelisco ha fallado. Llévatelos.[/Idris] – le pedí. Estaba cerca de SHE, Noah y Kaylee, tenía que saltar, no había tiempo..
– [She]No he dado lo mejor de mí misma[/She].- replicó lamentándose. Iban a ser tiempos duros para ella, pero Henry se encargaría, lo haría bien.- [She]Vámonos[/She]. – añadió.
– [Henry]Has dado más de lo que crees. Lo siento, pero tenemos que marcharnos.-[/Henry] respondió Henry a toda prisa. Hizo un gesto y Noah y Kaylee se cogieron a él. De un momento a otro, habían desaparecido.
– [Veronica]Inútil[/Veronica].- escuché maldecir a Verónica. Me empujó contra la pared del fondo y sentí como se desvanecía detrás de mí. Ya no temía que escapásemos, solo éramos dos, Nick y yo, uno para cada uno.
Cuando me soltó me puse en pie y observé cómo estaban las cosas. Victor se dirigía hacia mí con las manos envueltas en llamas y ella arrastraba a Xander por el suelo en dirección a Nick, que estaba poseído por su ira.
– [Owen]Mira quien fue a hablar.-[/Owen] replicó a su hermana mientras se acercaba a mí.
– [Veronica]Tienes un poder muy útil. No juegues con fuego[/Veronica].- recubrió su brazo de metal y golpeó a Ezra, que intentaba levantarse, cuando pasó por su lado.
– [Owen]Al menos te he conseguido a uno, y otro de ellos sigue aqui. No te conviertas en metal si no quieres que te funda.-[/Owen] si hubiese tenido más tiempo habría podido intentar aprovechar su relación en su contra, pero tomaría buena nota de ella.
– [Veronica]Cállate, gilipollas[/Veronica].- le soltó llevándose también a Ezra, como si Nick no le preocupase en absoluto.
Él me miró, cubierto en llamas y le devolví la sonrisa para que viese que no le temía. Dejé que un escalofrío recorriese mi cuerpo y el hielo empezó a concentrarse alrededor de mis manos.
Lanzó una llamarada sin avisar y la detuve con un escudo de hielo frente a mí. Con la mano libre creé una estaca de hielo y se la lancé, pero la derritió con un chorro de llamas.
– [Owen]¿Eso es todo?[/Owen] – se pavoneó.
– [Idris]Te voy a convertir en un polo que nadie se querrá comer, llamita.[/Idris] – repliqué mientras concentraba mi poder hacia el espacio que nos separaba, disminuyendo la temperatura y lanzando una columna de hielo hacia él. A medio camino chocó contra un chorro de fuego en un estallido de vapor.
Los dos seguimos presionando, hielo contra fuego, equilibrados, la cuestión era ver quién aguantaba más y yo no pensaba moverme. Si moría y me lo llevaba por delante, sería una victoria.
Pero como ya había dicho, el día no había empezado bien y no iba a terminar bien. Noté un golpe fuerte y salí disparado hacia un lado. Verónica otra vez, había podido con Nick también.
Con el segundo golpe caí y ya solo vi negrura absoluta. Pero eso no sería lo peor. Sería despertar.
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