Diana | Casa de las Echolls, Moondale
MAÑANA
Me sentía como un puñetero globo terráqueo y estaba completamente convencida de que si lanzaban una pelota a mi alrededor, empezaría a orbitar como en el chiste de ‘Padre de Familia’. Me acercaba peligrosamente al tercer trimestre y todo iba bien, pero estaba en una especie de ataque de pánico permanente que consistía en «sal de ahí de una maldita vez y deja que me ponga mis vaqueros apretados» y «que no llegue nunca el momento del parto, por favor».
La teoría era fácil, «parir es como cagar un melón de tres kilos» en palabras textuales de mi madre. Sí, estupendo, cualquier persona aleatoria que pasase por la calle podría cagar un melón de tres kilos que lleva acarreando nueve meses, de hecho, incluso te daría las gracias, porque como decían las que ya habían tenido hijos/as: «salir tiene que salir». Pero luego estaban las palabras «epistonomía», «cesárea», «desgarros» y hay que ser muy valiente para que no te entren sudores fríos. Vamos, que cuando llegaba la hora de cagar el melón no estabas segura de querer hacerlo. De todas formas, si había cargado con él (ella) nueve meses, tampoco pasaba nada porque se quedase ahí de por vida. Ventajas de estar embarazada permanentemente: tetazas. Desventajas: pis incontrolado, no poder dormir bocabajo, pocas opciones sexuales.
Aquella mañana me desperté tarde, porque era sábado y no tenía que madrugar (¡Yuju!), además de que después de haberme despertado ochenta veces para ir a hacer pis, quería DORMIR. Christopher ya no estaba a mi lado, por lo que supuse que estaría en el salón leyendo – o releyendo- algún libro, así que me tomé con calma lo de levantarme de la cama, en parte porque no había otra forma de mover semejante barrigón.
-[Diana]Buenos días, viejo verde[/Diana].- le saludé bajando las escaleras una vez estuve duchada, vestida y medio adecentada (con un peto de pana con pantalón corto y medias, claro).- [Diana]¿Te apetece que desayunemos en casa de mi madre? Así podemos hacer el vago[/Diana]. – él asintió y una hora después estábamos sentados en los taburetes de la cocina de mi madre engullendo como Hobbits.
La casa estaba que parecía un puticlub en día de descuento, porque por allí estaban Daniel a lo James Stewart en «La ventana indiscreta», 101 perros, Mia Tetings, Jaime, mi propia madre y Lucy que de vez en cuando pasaba por allí. Vamos, que no cabía un alfiler y encima, se día teníamos Moondie reunión, si es que Dom conseguía sacar la chorra del interior de Rebecca.
– [MacLeod]Deberías estar en la cama.[/MacLeod] – masculló Christopher cuando vio a Daniel aparecer con una camiseta de Superman que me hacía plantearme si había elegido bien a mi marido. Empezaba a entender todas las fantasías eróticas con highlanders y que estaba bastante salida por la revolución hormonal.
– [Daniel]Esto es más importante.[/Daniel] – comentó saludándome con un movimiento de cabeza.
No tuvimos tiempo de reaccionar, porque tocaron a la puerta y apareció Mara ataviada con unos vaqueros de cintura baja y un jersey de rayas de lo más soso, como si no fuera consciente de lo buena que estaba (¿por qué toda la gente que me rodeaba estaba tan buena?). Los perros (perras, en realidad) armaron la de San Quintín y Mara los esquivó como pudo, porque ella sólo era cariñosa con Vincent y a mí no me engañaba.- [Mara]Daniel…me alegro de verte[/Mara].- le saludó desde la distancia y vi que las nubes empezaban a dar paso a un sol radiante.- [Mara]Hola[/Mara].- nos dijo a los demás.
-[Diana]Mara es la más cariñosa de todos[/Diana].- la estrujé con un brazo y le planté un beso en la mejilla.
– [Daniel]Yo también.[/Daniel] – mi cuñado esbozó una sonrisa tímida y decidimos ir hasta el salón, en el que nos esperaba Mia con sus enormes tetas y el par de alas plegado en la espalda (alguien tenía que dejar de hacer el chiste de las alas de una vez por todas).
– [Wing]Es como una base secreta de superhéroes[/Wing].- comentó dando saltitos. Sí cariño, sigue saltando, que ese vestido rosa deja poco a la imaginación.- [Wing]He hecho sándwiches de Nutella[/Wing].- comentó orgullosa mostrando la bandeja que había colocado sobre la mesa del salón. Mis tripas rugieron, porque la meona comía como una bestia.
Daniel aceptó uno con una sonrisa.- [MacLeod]Gracias, Mia.[/MacLeod] – Christopher cogió dos, uno para él y otro para mí. – [MacLeod]Creo que todos sabéis por qué estamos reunidos aquí.[/MacLeod] – empezó diciendo, porque aunque faltaba Dom, todos sabíamos que eventualmente llegaría con la bragueta a medio subir, así que nos fuimos sentando en los sofás. – [MacLeod]Tal y como nos han informado Rebecca y Mia, Sarah va a entrar a la Iniciativa.[/MacLeod] – al escucharlo, noté un escalofrío por la espalda. Una cosa era saberlo y otra, oírlo de viva voz. – [MacLeod]Al principio parecía más difícil de creer, pero teniendo en cuenta que ha visto lo mismo que nosotros…es inminente.[/MacLeod] – recordé el futuro con mi pequeña meona muerta y con Kaylee sola, igual que el resto de mis sobrinos y sobrinas. Estuve a punto de echarme a llorar, pero me aguanté las ganas imaginándomelos a todos desnudos.
– [Diana]Como sabéis, hay que entrar en la Iniciativa una vez por temporada. Eso y quedarnos inconscientes[/Diana].- sonreí comiendo con voracidad y buscando algo que beber.
– [Dom]¿Podemos acabar de una vez por toda con ellos?[/Dom]- fue el saludo de Dom, que se dejó caer sobre el sofá como un cuerpo muerto, con la camiseta negra apretada para que no quedara duda de que se mataba en el gimnasio.
– [Diana]¿Quieres hielo para refrescarte el pajarito?[/Diana]- sonreí ampliamente con la boca llena de Nutella.
– [Dom]No es necesario, mis partes están perfectamente[/Dom].- me guiñó un ojo y me llevé un dedo a la boca, como si estuviera a punto de vomitar.
– [Diana]No tenían tanta actividad desde que tenías quince años y las acompañaba tu mano derecha[/Diana].- me giré para hablar con los demás.- [Diana]Bueno, ¿qué vamos a hacer?[/Diana]
– [Cara]Entrar en la Iniciativa, matar a Preston y salvar a Ed, Duke y Sarah. Es fácil[/Cara].- intervino Cara, que venía del piso de arriba todavía con un pijama verde demasiado corto para esa época del año.
– [Dom]Me gusta ese plan[/Dom].- di gracias porque Dom tuviera pareja y no pudiera observar a Cara sentándose en el reposabrazos del sofá que había a su lado.
– [Cara]Porque te gustaría ser el novio de Cara Elle, pero ya tengo dos, lo siento[/Cara].- dejó escapar una risa de loca.
– [MacLeod]Por mucho que pueda estar de acuerdo con vosotros, no podemos hacerlo.[/MacLeod] – intervino MacLeod. [MacLeod]Hablamos del Gobierno, tanto una como la otra facción.[/MacLeod] – aseguró. – [MacLeod]No es la primera vez que entramos pero esta vez hay más en juego, lo hemos visto y por eso hay que tener más cuidado.[/MacLeod] – estaba visiblemente preocupado.
– [Daniel]No tenemos tiempo para reunir a mucha más gente.[/Daniel] – replicó Daniel.
– [Cara]Si MacLeod tiene miedo, no entra. Entran Dom y Cara y matan a Preston[/Cara].- comentó Cara mordisqueando un sándwich.
– [Dom]Dejemos lo de matar a Preston como algo secundario y centremonos en quién podría entrar con nosotros[/Dom].- medió Dominic.
– [Mara]Debería ser cosa del grupo…original[/Mara].- terció Mara, que no era muy amiga de las novedades.
– [MacLeod]Una gran parte está allí dentro.[/MacLeod] – la miró ajustándose las gafas. – [MacLeod]Los O.W.L.S podrían ayudarnos a entrar pero creo que poco más.[/MacLeod] – arguyó. – [MacLeod]Y la mayoría de los Satellites no están listos.[/MacLeod]
– [Mara]Karen, Vincent y Bill podrían…ayudar[/Mara].- propuso la morena.- [Mara]Pero…no debería ir nadie que no esté preparado o cuya lealtad no haya sido probada[/Mara].
– [Dom]Logan e Hiroshi deberían de estar al llegar[/Dom].- fruncí el ceño al escuchar eso.
[Daniel]¿Logan?[/Daniel] – a Daniel también se le notó lo mal que le caía.
– [Diana]El puto Locan, lo que nos faltaba. ¿Alguien más que quiera ayudar, el Doctor, Mason…?[/Diana]- exploté. Logan había demostrado que no se le daba bien jugar en equipo, además del hecho de que era un gilipollas.
– [MacLeod]Situaciones desesperadas…[/MacLeod] – lo dijo mirándome. – [MacLeod]No sabemos de cuanto tiempo disponemos, pero necesitamos todo el que podamos para que lleguen todos y prepararnos.[/MacLeod] – inquirió. – [MacLeod]No todos podemos entrar.[/MacLeod] -se pasó una mano por la nuca.
– [Diana]Quieres decir que la preñada no puede entrar. Eso habrá que verlo, porque estamos hablando de mi hermana, de mi mejor amigo y de Daakka, que resulta que también es amigo mío[/Diana].- puntualicé dando golpes con los dedos de mi mano derecha en mi mano izquierda.
– [Daniel]Hazlo por Amy.[/Daniel] – tomé aire al escuchar hablar a Daniel. – [Daniel]Estaremos más preocupados cuidando de ti aunque puedas defenderte perfectamente.[/Daniel]- le hice una seña para que se callaran. Si pensaban que por estar embarazada iba a dejar de luchar, estaban muy equivocados.
– [Mara]Que…levanten la mano los que vayan a entrar en la Iniciativa[/Mara].- enarqué una ceja al oírla hablar.- [Mara]O…las que vayan[/Mara]
Las manos empezaron a alzarse.- [Wing]Oh, es como en el cole[/Wing].- Wing levantó la suya dando palmas.
– [Dom]Tú también deberias de quedarte aqui. A no ser que tengas armada la silla de ruedas hasta los dientes[/Dom].- dibujé un corazón en el aire mirándoles.
– [Daniel]No pienso quedarme aquí.[/Daniel] – se negó en rotundo.
Una vez estuvieron todas las manos levantadas, hice lo propio con la mía.- [MacLeod]Diana, tenemos que hablar de eso…[/MacLeod] – susurró.
– [Diana]Me importa un carajo lo que me digáis: voy a entrar y como se os ocurra dejarme inconsciente como aquella vez que lo hicisteis con Sarah y el Turok Han, os corto los huevos[/Diana].- les amenacé y Christopher suspiró derrotado.
La estancia quedó en silencio, un silencio que sólo rompían los incesantes ladridos de Sky, que estaba en modo llamar la atención de Freya y Éowyn.- [Daniel]Esos Satellites…he mirado sus fichas. Podrían ayudarnos. Sin mentiras, contándoles los riesgos y lo que hay en juego.[/Daniel] – empezó diciendo. – [Daniel]Con Ted, Diana y Amy estarían a salvo.[/Daniel]
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