Rebecca | La Nave
MAÑANA

Estaba tan agotada que Dom tuvo que tirar de mí para que entrara en la ducha, me ayudó a vestirme y me arrastró hasta el coche de Daniel, que nos había prestado para que tuviéramos más libertad de movimientos. Me dolía todo el cuerpo y estaba cubierta de moratones y chupetones. Sentarme en el asiento del copiloto fue toda una odisea, porque las agujetas me impedían moverme y lo peor, era el escozor en mis partes íntimas, que reclamaban unos días de relax después de esos tres días en los que no podíamos parar.
Una vez estuve dentro, apoyé la cabeza y cerré los ojos, intentando dormir un poco más.- [Dom]¿Te encuentras bien?[/Dom]- preguntó interrumpiéndome, mientras giraba la llave del contacto de aquella carraca a la que se referían como «clásico».
– [Rebecca]¿Tengo cara de estar bien?[/Rebecca]- respondí de forma cortante. Después, me arrepentí, porque Dom no tenía la culpa de que un ansia sexual nos hubiera poseído durante tres días. Sonaba ridículo, pero esto era Moondale y aquí podía pasar cualquier cosa. Literalmente.
– [Dom]Pues no, la verdad[/Dom].- dijo sin más, encogiéndose de hombros y metiendo primera para salir.
Durante unos minutos, estuvimos en silencio. Observé su camisa de cuadros negros y verdes, que le hacían parecer un leñador de novela romántica.- [Rebecca]Me duele todo el cuerpo[/Rebecca].- comenté de pasada intentando suavizar mi respuesta anterior.
[Dom]Todo, ¿todo?[/Dom]- preguntó esbozando una sonrisa.
– [Rebecca]No todos somos aesirs[/Rebecca].- farfullé cruzándome de brazos, sin poder evitar sonreír también.
– [Dom]A mí también me duele… el cuerpo[/Dom].- aprovechando que íbamos por una calle poco transitada, puso su mano sobre mi rodilla, que estaba cubierta por las medias de color negro que contrastaban con el pichi morado que llevaba puesto.
[Rebecca]Normal[/Rebecca].- me reí y le aparté la mano, devolviéndola al volante.- [Rebecca]Ahora, seis meses de relax…[/Rebecca]- le guiñé un ojo y él abrió los suyos de forma exagerada.
Estábamos cerca de la nave, así que aparcó el coche y, cuando paró el motor, dejó caer la cabeza sobre el volante, apretando el claxon.- [Dom]Seis…¡Seis meses![/Dom]- exclamó sorprendido sin moverse.
– [Rebecca]Levanta la cabeza, que nos van a multar por exceso de ruido[/Rebecca].- tiré de él hacia atrás.
– [Dom]Me has hundido[/Dom].- me recordó intentando poner cara de pena.
[Rebecca]Mala suerte. Eso te pasa por abusar del tema[/Rebecca].- sonreí jugueteando con su barba.
– [Dom]Tampoco han sido tantos. Si lo piensas fríamente, han sido unos cuantos muy largos[/Dom].- noté cómo empezaba a ponerme colorada.
– [Rebecca]¡Calla![/Rebecca]- le pedí y salimos del coche en dirección a la nave.
Cuando entramos en la sala de reuniones, me alivió comprobar que los que estaban allí (Daniel, Sarah, Christopher, Diana, Lucy, Cara, Ed y Daakka) tenían más o menos la misma cara que nosotros. -[MacLeod]Ya estamos aquí.[/MacLeod] – anunció Christopher pasándose una mano por la cara.
– [Sarah]Ya…[/Sarah]- respondió Sarah totalmente relajada.
– [Daniel]Hace falta que lleguen todos para…el…ehm…anuncio.[/Daniel] – empezó diciendo Daniel, que parecía atontado.
Me sorprendió ver cómo estábamos todos cuando nos fuimos sentando en aquella mesa redonda. Parecía que no hubiera pasado el tiempo y que los días Incluso Lucy, que no sabía de qué iba todo aquello y yo, que no era una Campeona.-[Rebecca]¿Qué colonia os habéis echado hoy?[/Rebecca]- pregunté al notar un olor dulzón que llegó a mi nariz, que últimamente parecía más sensible de lo habitual. Supuse que debía estar incubando una gastroenteritis o algo peor, dos gemelos Williams, aunque eso era poco probable, porque las cuentas no salían.
– [Dom]¿Soy el único con calor?. Hace calor, ¿verdad?[/Dom].- intentó quitarse la cazadora, pero le detuve.
– [Rebecca]No te quites nada más. No creo que sea necesario[/Rebecca].- le pedí frunciendo el ceño. Bastante tiempo había pasado desnudo durante los últimos tres días.
– [Daakka]No somos únicos que han estado ardientes últimamente.[/Daakka] – objetó Daakka, que parecía tener más dificultades con el idioma en su forma verde que en la humana.
– [Cara]Cara Elle no ha notado nada raro[/Cara].- comentó Cara volviendo de la cocina, a la que había ido sin que me diera cuenta. Venía con una bandeja con café y chocolate, que supuse que debía haber preparado Christopher antes de que llegáramos.
– [Lucy]¿Ha pasado algo…estos días? ¿Os habéis notado, no sé, más…activos?[/Lucy]- preguntó Lucy con soltura, sirviéndose un poco de chocolate. Vi que Daniel miraba a Sarah intentando que no se le notara que se había quedado sin palabras.
– [MacLeod]Veníamos escuchando la radio y parece que ha sido…generalizado en el pueblo….llevamos tres días…parados…salvo para….[/MacLeod] – se explicó siriviéndose una taza de café con muy poca leche.
– [Cara]Nada raro[/Cara].- Cara se encogió de hombros y volvió a la cocina a por unas galletas de chocolate que no compartió con nadie. Alguien tenía que explicarle que eso no era normal pasados los tres años.
Mientras tomábamos los cafés y los chocolates, la puerta del apartamento de Mara se abrió y de ella, salió Vincent. Por suerte, iba vestido. – [Vincent]Os he…escuchado. Sí, ha pasado algo en el pueblo.[/Vincent] – comentó sin darle importancia y se sirvió una taza de café con una pizca de chocolate.
– [Diana]¿Qué habéis estado haciendo, Vincent?[/Diana]- Diana intervino con la cara manchada de chocolate. Solo esperaba que a mi futuro yo embarazado de mellizos no le apeteciera comer por tres o por cuatro.- [Diana]Y no escatimes en detalles[/Diana].
Noté cómo Vincent empezaba a sudar. – [Vincent]V-v-vine a ver a Mara p-para p-p-pedirle una cita y…desp-p-pués de tomar un café empecé a sentir calor por todas partes…r-rodeé la mesa y me l-lanc…[/Vincent] – supongo que oyó a Mara moverse en la habitación, porque se quedó callado.
– [Ed]Creo que todos nos hacemos una idea de que han estado haciendo, no es necesario que cuenten nada.-[/Ed] arguyó Ed intentando que la conversación no se saliera de tono, pero Diana le lanzó una galleta de las de Cara a la cabeza.
– [Diana]Puedes seguir[/Diana].- le instó y Vincent la miró con pavor.
– [Dom]Te lanzaste y hubo tema[/Dom].- Dom sonrió, echándose hacia atrás en la silla. Debía ser muy cansado para él que su única neurona se pasase todo el día ocupada en lo mismo.
– [Diana]¿Tú también te lanzaste, Ed?[/Diana]- Diana movió las cejas con rapidez.
– [Ed]Bueno… yo… podemos hablar de… otra cosa. Como lo que ha ocasionado esto[/Ed].- propuso y el resto, gritamos a la vez.- [b]¡Easy![/b] – a veces, podíamos ser de lo más ridículos.
– [Rebecca]¿Podéis dejar de masticar con tanta fuerza?[/Rebecca].- me quejé al oír una especie de trituradora, que resultó ser Daakka.
– [Diana]Dom, cómprale a tu parienta un test de embarazo[/Diana].- la pelirroja nos guiñó un ojo que me apeteció sacarle de su respectiva cuenca.
– [MacLeod]Diana sabe de lo que habla. Pero tú tuviste menos problemas de esos.[/MacLeod] – recordó Christopher. Parecía que el primer trimestre del embarazo de Diana había quedado atrás, pero no.
Noté cómo empezaba a faltarme el aire. Obviamente, no estaba embarazada, porque no podía estarlo y punto. Pero me agobiaba la idea de haber visto a mis hijos y que eso hiciera suponer a todo el mundo que debía tenerlos justo en ese momento para no alterar el espacio-tiempo de esta realidad o lo que fuera.-[Rebecca]No puedo estar embarazada, porque ¿dónde vamos a meter a dos niños? Si casi no nos cabe ni la hermana de Dom…[/Rebecca]- expliqué de una forma un tanto ridícula. Éramos muy jóvenes, nos conocíamos poco, vivíamos en un piso diminuto desde hacía un par de meses y lo más importante, Dom podía morir en cualquier momento. Definitivamente, no podíamos ser padres.
Suspiré y vi que me miraba, pero aparté la vista, porque no sabía cómo explicar nada sin herir sus sentimientos.- [Sarah]Quizás no deberíamos adelantar acontecimientos[/Sarah].- propuso Sarah al verme la cara y quise escribir un «gracias» en el cielo.
– [Daniel]De hecho con todo este…ajetreo, hemos atrasado algunos asuntos.[/Daniel] – intervino Daniel para apoyarme.
– [Sarah]La agencia de detectives va a ser una escuela para potenciados[/Sarah].- resumió la Cazadora con una amplia sonrisa.
A Christopher se le contagió. – [MacLeod]Una escuela para potenciados…vaya.[/MacLeod] – asintió. – [MacLeod]Buena idea.[/MacLeod]
– [Diana]¿Eso lo habéis pensado entre «ay, Daniel ahí…ahí»?[/Diana]- comentó Diana entre risas.
– [Daniel]En realidad, han sido Sarah y mi hermana.[/Daniel] – la aclaración de Daniel no fue muy acertada.
– [Diana]Podíais haberme llamado[/Diana].- la pelirroja fingió que estaba ofendida.- [Diana]Pero no me queréis porque parezco un planeta[/Diana].
– [Dom]Eso hubiese sido raro porque Sarah y tú… ah, la charla, si claro[/Dom].- volvió en sí antes de que tuviera que tirarle un vaso de agua por encima de la cabeza.
– [Daniel]Yo también pensaba…[/Daniel] – admitió.
Mara entró en la habitación con el pelo mojado y unas ojeras evidentes, iguales que las del resto.- [Mara]Vaya…hay…mucha gente[/Mara].- observó.
– [Vincent]Resulta que no solo nosotros hemos estado teniendo sexo sin parar…[/Vincent] – al darse cuenta de lo que había dicho, dio un sorbo de su café con chocolate y se atragantó. Mara, avergonzada, se llevó la mano a la frente.
– [Vincent]Y…el negocio va a ser una escuela para gente con poderes…Qué buena noticia…[/Vincent] -ni siquiera se molestó en intentar disimular el cambio de tema, que quedó ensombrecido porque Cara había puesto la tele y estaban dando un aviso de última hora.- [i]…informan que la pareja, que se había mudado recientemente, eran afables. Parece extraño encontrarse un asesinato tan brutal en un pueblo tan tranquilo como Skye y por eso las autoridades se han volcado en la investigación. [/i] – explicó una periodista de cabello castaño, que me parecía que se llamaba Anne Sheperd. – [i]Mientras tanto, el bebé de la pareja permanece desaparecido.[/i]
– [Diana]Apaga eso, porque si sigo viéndolo me voy a unir al bando negro de Zetalandia[/Diana].- espetó Diana visiblemente molesta.
Ni siquiera hizo falta que alguien dijera nada más, porque Daniel vio la expresión de Sarah y habló.- [Daniel]Iré contigo si quieres.[/Daniel].- la respuesta de ella fue asentir.
– [Dom] Quizas deberíamos ir todos. Te recuerdo que la última vez te partieron la cara. No serán tan duros con todos allí, lo último que querría Z es que echáramos abajo su palacete en una refriega[/Dom].- me hubiera gustado que Dom me preguntase qué me parecía que se embarcase en otra misión suicida, pero había perdido la esperanza de que se diera cuenta de que para mí también era importante.
– [Sarah]Gracias[/Sarah].- dijo Sarah simplemente.
– [Diana]Bueno Vincent, ¿por dónde íbamos? Dices que te lanzaste y…[/Diana]- Diana cambió de tema, pero Mara se llevó al propio Vincent a rastras.
La conversación siguió derivando por derroteros similares, así que me levanté y me quedé junto a la ventana con otra taza de chocolate.
Fuera, estaban colocando las luces de Navidad. Todavía no había decidido si me odiaba u amaba esas fiestas, pero ya estaban ahí y tenía que lidiar con ellas.
– [Dom]¿Qué le vas a pedir a los Reyes?[/Dom]- me preguntó Dom abrazándome por la espalda.
– [Rebecca]Paciencia…[/Rebecca]- respondí suspirando, pero sin disimular una sonrisa.- [Rebecca]¿Y tú?[/Rebecca]
– [Dom]No necesito nada más[/Dom].- su nariz se hundió en mi pelo mientras terminaban de adornan el último árbol de aquella calle.
¡FELICES REYES! 😀
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