Sarah | Subconsciente de Mara
INDETERMINADO
Caminé junto a Beatrix intentando entender su historia y qué podía hacer para ayudarle, pero no estaba segura de haber llegado a ninguna conclusión decente, porque en mi cabeza se repetía la imagen de Mara muriendo en la camilla de los O.W.L.S. por mi culpa. Tenía que tomar una decisión y debía ser rápida, pero nunca había sido muy buena tomando decisiones, porque pensaba demasiado y a la larga, todas las opciones parecían un error, especialmente la elegida.
– [Beatrix]Estás muy silenciosa[/Beatrix].- admitió finalmente mientras atravesábamos aquel bosque oscuro y tétrico que parecía no acabarse nunca. Esperaba que no fuese posible perderse en un subconsciente o peor aún, que nos perdiéramos y que Mara muriese con nosotros dentro.
– [Sarah]Lo siento[/Sarah].- me disculpé sin saber realmente por qué lo estaba haciendo. «Siento no poder ayudarte, pero mi amiga se muere y tú llevas trescientos años muerta, así que estoy intentando priorizar.»
– [Beatrix]Lo he oído[/Beatrix].- esbozó una sonrisa tranquila. A pesar de estar en el subconsciente Mara, ella estaba atrapada en el mío y se enteraba de todo. Así era imposible tener secretos. En ese instante, me pareció ver a una loba negra pasar corriendo entre la maleza, pero era imposible saber si estaba empezando a delirar.
– [Sarah]No te enfades. Es que…[/Sarah]- no terminé la frase, porque Beatrix negó con la cabeza para que dejara de hablar. Supongo que llevaba tanto tiempo en mi cabeza que sabía lo que le iba a decir. Y sí, estaba deseando que saliera.
Decidimos aminorar la marcha y parar en lo que parecía un claro del bosque.- [Beatrix]No es por eso[/Beatrix].- una vez más, sabía lo que estaba pensando.- [Beatrix]Escucha[/Beatrix].- agudizamos el oído y pudimos escuchar unos pasos cada vez más cercanos. Dos personas se acercaban corriendo, la primera de ellas tenía un ritmo más constante, pero la segunda parecía caminar dando saltos.
– [Cara]Diana parece una pelota botando[/Cara].- escuché decir a Cara entre risas.
– [Diana]Uno: correr…es de cobardes, dos: empecé a fumar…demasiado joven, tres: estoy…embarazada, coño[/Diana].- aclaró y la vi doblarse sobre sí misma para tomar aire.- [Diana]¿Dónde se ha ido la peluda?[/Diana]
Avancé hasta ellas sonriendo.- [Sarah]¿Cómo nos habéis encontrado?[/Sarah]- pregunté acercándome a Diana para acariciarle la barriga y le sonreí a Cara.
– [Cara]Cara y Diana no han encontrado a nadie. Sarah y la rubia de la nariz rara han aparecido solas[/Cara].- me pasé una mano por la frente. Algún día tendríamos que explicarle a Cara que en la vida real no podías hablar de esa forma.
Volvimos a escuchar pasos y Daniel y Ed aparecieron por el otro lado. Era como si el subconsciente de Mara nos estuviera obligando a juntarnos. Quizás la propia Mara iba necesitando que tomásemos la decisión.- [Daniel]¿Estás bien?[/Daniel] – Daniel pasó un brazo por encima de mi hombro y me rodeó para besarme en la frente. Olía tan bien que no pude evitar abrir la nariz para inhalar su olor.- [Sarah]Hola, Ed[/Sarah].- saludé con la mano y él asintió con la cabeza con su sosez habitual.
– [Sarah]Sí, todo bien[/Sarah].- cuando Daniel se separó de mí, miré al resto y pregunté, mientras él iba a saludar a su hermana y a la mía.- [Sarah]¿Alguna pista de cuál puede ser la solución?[/Sarah]
– [Diana]Retomando lo anterior: ¿Quién es esa? La que parece Lola Bunny[/Diana]- se refería a Beatrix.- [Diana]Y Sarah, ya va siendo hora que te empieces a controlar con las rubias[/Diana].- sonrió.
– [Beatrix]Soy Beatrix. Encantada[/Beatrix].- hizo una especie de reverencia y sentí un poco de vergüenza ajena.
– [Ed]Edward[/Ed].- Ed le devolvió la reverencia y creo que abrí la boca.
– [Diana]Otro con problemas para controlarse cuando ve una rubia[/Diana].- apuntó.- [Diana]Y no deberías ser tan amable. Te tiró del tren[/Diana].- nos recordó. Daba gracias porque Diana se hubiera alejado de la carrera por el lado oscuro, porque como Darth Vader habría sido peligrosa con esa memoria.
– [Ed]Bueno, si esta aquí…supongo que es porque está todo arreglado[/Ed].- terció él. Me pregunté si Ed en su vida anterior había sido un perrito, porque era lealtad era difícil de encontrar entre los seres humanos.
– [Beatrix]Lo…siento de veras. Estaba…y estoy muy confusa[/Beatrix].- explicó como pudo. Ed le restó importancia con un gesto de la mano.
– [Cara]Mara se va a morir si seguís hablando de gente que no está viva y de trenes de los subconscientes[/Cara].- nos recordó con su tacto habitual.
– [Daniel]¿Qué estamos buscando?[/Daniel] – esa era una buena pregunta. – [Daniel]Ed y yo la hemos visto con Vincent. No parece que quiera volver a la vida nocturna.[/Daniel] – sabía que Mara no quería volver a ser un vampiro, pero no estaba segura de que la licantropía fuera una mejor opción. Solo había que ver a Christopher.
– [Diana]Cara y yo hemos visto a una loba[/Diana].- explicó Diana. Mara estaba barajando la posibilidad de transformarse.
– [Cara]A una loba y las tetas de Mara[/Cara].- Cara se echó a reír.
– [Ed]Entonces creo que esta decidido ¿no?[/Ed].- cuando Ed dijo eso, suspiré.
– [Daniel]No te basta.[/Daniel] – Daniel me miró a los ojos y no hizo falta que le dijera nada más, porque me comprendía.
– [MacLeod]Puedo seguirla si os sirve de ayuda.[/MacLeod] – Christopher apareció entre los arbustos y alzó la cabeza, como si estuviera intentando seguir el rastro de Mara.
– [Diana]Escuchar conversaciones ajenas es muy de la tercera edad[/Diana].- Diana fue hasta él y le dio un pellizco en el culo.
– [Sarah]Gracias[/Sarah].- le dije de corazón y dejamos a los demás atrás, obviando las protestas de Diana, que se quejaba por no poder ver a Christopher desnudándose, cosa que yo no vi, porque me giré de espaldas mientras se transformaba entre gruñidos de dolor. No estaba segura, pero quizás influía que, aunque estábamos en el subconsciente, para él era siempre algo doloroso.
Cuando la voz humana dejó de emitir gruñidos, empecé a escuchar un jadeo que ya no parecía tan humano. Me giré y me encontré con el imponente Lupus Exterus de pelaje castaño claro. Coloqué mi mano frente a su hocico, sin mirarle directamente a los ojos e intentando controlar lo mucho que me impresionaba.
El licántropo, que me sacaba fácilmente dos cabezas, olisqueó mi mano y, al cabo de lo que pareció una eternidad, la empujó con el hocico, indicando que podía acariciarle con cuidado. Decidí rascarle las orejas, como si fuera Freya o Éowyn y, finalmente, se tranquilizó. Vi que agachaba las patas delanteras y las traseras.- [Sarah]¿Qui…quieres que me suba?[/Sarah]- estaba bastante cohibida, porque no dejaba de ser una forma más de mi vigilante y del padre de mis sobrinas, además de una de las personas más importantes de mi vida.
El Lupus giró la cabeza hacia un lado indicándome que me comprendía, pero tampoco podíamos mantener una conversación fluida, así que hice lo que me pedía y acaricié el pelaje de su lomo. Me sorprendió su aspereza, pero aún así, tenía un tacto agradable. Una vez pareció más calmado, subí sobre él y me agarré al pelo de su cuello.- [Sarah]No se lo cuentes a Diana[/Sarah].- le pedí roja de vergüenza.
No tardó en emprender la marcha y no precisamente despacio, porque el bosque empezó a pasar a toda velocidad ante nuestros ojos. Me gustó la sensación de sentir el viento en la cara y tener que sujetarme con fuerza a su pelo. Así estuvimos unos minutos hasta que por fin, llegamos a la altura de una loba negra que estaba bebiendo agua en un arroyo de agua cristalina.
El Lupus se colocó de forma que pudiera bajarme y se fue dejándonos solas. Supuse que si intentaba contactar con él, volvería, pero no estaba segura. Miré el arroyo, escuché los pájaros cantas y la luz del sol bañándolo todo. Supe que Mara estaba en paz así.- [Sarah]¿Mara?[/Sarah]- la loba dejó de beber agua y clavó sus ojos, uno azul y uno ambarino, sobre mí.
Decidí rodear el arroyo e ir hasta donde estaba, porque parecía tranquila, pero no tuve tiempo, porque la loba pasó a forma humana con una rapidez sorprendente.- [Mara]Todavía…no te has decidido[/Mara].- parecía mi amiga, pero era más fuerte y el cabello le caía en bucles sobre los hombros, dándole un aspecto más salvaje. Decidí no mirar de cuello para abajo, porque obviamente estaría desnuda e iba a ser violento.
– [Sarah]No, porque necesito saber si eres feliz…si serás feliz así[/Sarah].- le expliqué sintiéndome un poco ridícula por no ser capaz de tomar decisiones a la ligera.
– [Mara]Ninguna vida…es perfecta, pero así puedo tener una, de otra forma…no era más que un cascarón vacío[/Mara].- puso su mano sobre mi hombro y miré hacia abajo. Por suerte, los subsconscientes no siguen ninguna lógica y estaba vestida.
– [Sarah]¿Estás segura?[/Sarah]- le pregunté una vez más.
– [Mara]No, pero…¿alguien lo está alguna vez?[/Mara]- al terminar de decir esa frase, noté cómo alguien tiraba de mí y me arrancaba de aquel bosque, de la compañía de Mara y del intento de ayuda de Beatrix.
Cuando volví a abrir los ojos estaba en la sala del principio, me dolía la cabeza y me sentía débil, pero logré decirle a Vincent.- [Sarah]Mara ha decidido: quiere ser una loba[/Mara].
Wolf mother, where you been?
You look so worn, so thin
You’re a taker, devils-maker
Let me hear you singWolf-father, at the door
You don’t smile anymore
You’re a drifter, shape-shifter
Let me see you runHoly light over the night
Oh, keep the spirit strong
Watch it grow, child of war
Oh, keep holdin’ onWhen I run through the deep dark forest long
After this begun
Where the sun would set
The trees were dead
And the rivers were none
And I hope for a trace
To lead me back home from this place
But there was no sound there was only me, and my disgrace<
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.