Moondale

ORGULLOSO DE MÍ

Laura – La isla

Tarde

Cuando terminé de hablar con Henry, todavía me latía el corazón a toda velocidad. No recordaba el momento exacto en el que había empezado a verlo de esa forma y desde luego, no era algo que hubiera ocurrido de la noche a la mañana. Siempre había sido mi mejor amigo, aunque yo fuese dos años mayor que él y durante los primeros años de mi vida me pareciera un grano pegado a mi fantástico culo.

Todo comenzó a encajar como un puzle cuando pasamos a la adolescencia. Me imagino que el hecho de que siempre estuviera por allí, influyó para no reparara en él. En la isla no había fiestas en casas con un montón de adolescentes, ni opciones a meterte mano con alguien detrás de las gradas. Todo era mucho más sencillo y a la vez más difícil: menos gente y más control.

Al principio, fue un «pues Henry no estaría mal si no fuese…Henry», seguido de un «pero es pequeño». Luego fueron las bromas de los adultos, que decían que hacíamos muy buena pareja. Nosotros nos reíamos. Qué pesados los mayores que siempre dan por hecho la heterosexualidad ajena.

La idea fue anidando en mi cabeza. Cada vez pasábamos más tiempo juntos. Después, me ofreció que viajara con él y el resto ya lo conocéis.

En esas estaba cuando me armé de valor y busqué en Infinity el número de la Escuela Legado. A los tres tonos, alguien descolgó en modo llamada sin vídeo y me adelanté.- [Laura]Hola. ¿Estoy llamando a la Escuela Legado?[/Laura]

– [Daniel]Sí, soy Daniel, ¿quién es?[/Daniel]- dijo una voz al otro lado.

– [Laura]Soy Laura Petrov. Quería hablar con Christopher Macleod[/Laura].- carraspeé.

– [Daniel]¿Eres la hija de Petra?[/Daniel] – preguntó y me recosté en la cama.- [Daniel]Viajaste con nuestros hijos, ¿no?[/Daniel]

Noté cómo me ponía tensa. Había llegado el momento de afrontar las consecuencias de mis acciones.- [Laura]Sí, pero he vuelto a la Tierra[/Laura].

Al otro lado de la línea se hizo el silencio. Daniel me estaba juzgando y no le faltaba razón.- [Daniel]Christopher viene de camino. No cuelgues[/Daniel].- me pidió.- [Daniel]Necesitamos saber todo lo posible de lo que ha pasado[/Daniel].

– [Laura]Gracias[/Laura].- me habría gustado explicarme, pero hay acciones que no tienen redención.

Nos quedamos en silencio unos segundos.- [Daniel]¿Estás bien? ¿Cómo has vuelto?[/Daniel]

– [Laura]Sí, gracias. Estoy en casa[/Laura].- admití con un hilo de voz. De nuevo, la disculpa pasó por mi mente.

– [Daniel]Me alegro. Te paso con Christopher[/Daniel].- y sin más, le dio el teléfono a la persona que debía estar a su lado.

– [Laura]Hola, Christopher[/Laura].- saludé sucintamente.

– [MacLeod]Laura, cuéntame, ¿hay algo que podamos hacer para que vuelvan?[/MacLeod]- me sorprendió lo práctico que era y eso me alivió. Nada de preguntas incómodas que no tenían una respuesta satisfactoria.

– [Laura]Creo que puedo comunicarme con todo el grupo y también con vosotros. Los portales de los mundos de Nexus están cerrados y si no me equivoco, están en parejas[/Laura].- resumí lo poco que sabía.

Christopher suspiró. Me lo imaginé pasándose una mano por la cara.- [Christopher]Vale, voy a necesitar que me detalle todo lo que sabes y que te vayas comunicando con ellos[/Christopher].

– [Laura]Lo haré. Voy a ir comunicándome con el resto y te informo con lo que tenga[/Laura].- miré mis manos enguantadas.- [Laura]Solo quiero ayudar, porque he cometido un error[/Laura].- noté cómo un nudo se me formaba en la garganta y me impedía hablar.

– [MacLeod]¿Por eso has vuelto tú sola?[/MacLeod]

La pregunta hizo que el nudo se desatara y no pude evitar llorar.

– [MacLeod]¿Laura?[/MacLeod] – preguntó al escucharme.- [MacLeod]No te culpes por no querer una vida de sacrificio. Has hecho lo que creías mejor y ahora estás aquí para ayudarnos y ayudarles[/MacLeod].

– [Laura]Lo he hecho mal, Christopher[/Laura].- sollocé.- [Laura]Me hirieron. Vera…Vera tiene el dolor de mis manos y yo…yo los abandoné[/Laura].

Él tomó aire.- [MacLeod]No puedes culparte por una decisión en un mal momento[/MacLeod]. – entendía por qué había sido el mentor de su generación.- [MacLeod]Mi hija decidió ayudarte. Eso dice algo muy bueno de ella, no malo de ti[/MacLeod].

Me limpié las lágrimas con el dorso de la mano.- [Laura]No tenía que haberme ido. Ahora lo sé[/Laura].

– [MacLeod]Si no te hubieras ido ahora no tendríamos forma de contactar con ellos[/MacLeod]. – no pude más que sonreír. Este hombre tenía la capacidad de que te sintieras bien al momento.- [MacLeod]Necesitamos saber qué pasa, hace varios días que no podemos hablar con ninguno[/MacLeod].

– [Laura]Gracias[/Laura].- admití con alivio.- [Laura]Seguiremos en contacto[/Laura].

– [MacLeod]Voy a reunir a los Moondies. Diana puede transportarte a la escuela si lo necesitas[/MacLeod].- me propuso.

– [Laura]Eso estaría bien[/Laura].- sonreí.- [Laura]Nos vemos pronto[/Laura].- y colgué.

Una de las fotos de Henry me miraba sonriendo. Seguro que desde el Oeste estaría orgulloso de mí.

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