[b][Jamie Smith || Residencia Hexe][/b]
Había sido una tarde demasiado larga y estresante. No sé qué me había hecho pensar en ir a una licorería, comprar una botella de vodka y luego al mercado a comprar dos kilos de Ben&Jerrys, de crema con oreos. La mezcla podía ser mortal, pero tenía una necesidad terrible de zamparme esas dos cosas a gusto y llorar en solitario, básicamente porque la vida era muy puta. Por la ventana se veía que el sol se ocultaba, dejando entrever retazos de la noche que se avecinaba.
Llamar a Nana fue lo más difícil del mundo. Creo que he llamado y cortado más de diez veces, hasta que Nana me llamó a mí y me preguntó qué coños me pasaba. Sí, lo había dicho exactamente así. La conversación fue dura, como si en vez de quitarme la tirita, me quitasen la piel, pedazo por pedazo.