[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Interludio | Oficina del Director de Inteligencia Nacional, Washington DC
[color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]
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El solitario pasillo le devolvió el sonido de sus propios pasos acelerados. Era un hombre de color, robusto y con el pelo y la barba cortos salpicados de algunas canas. Iba completamente cubierto por un traje gris claro y en la mano llevaba una gabardina que se había quitado por culpa del calor de la carrera.
Llegó hasta unas puertas dobles de madera y tocó. Después de unos segundos se escuchó un «pase» al otro lado, así que abrió la puerta y pasó. La sala del Director era amplia, decorada por la misma persona que debía haber decorado todos los edificios gubernamentales de ese país. Había estado en otras y podía apreciar que esta estaba igual que el día que terminaron de decorarla, lo único que había añadido el director era un antiguo dibujo enmarcado. En él se veía a una chica joven y verdaderamente guapa, pero nunca había podido mirarlo en detalle porque la mirada del Director parecía estar vigilando incluso aunque no estuviese en la sala. Era algo difícil de explicar, pero podía resumirse en que el Director tenía una presencia imponente y calmada a la vez, como un océano que de un momento a otro pudiese engullirte.