Moondale

Etiqueta: Alexander Arkkan

  • LA CAMISETA DEL MEJOR HERMANO DEL MUNDO

    Ellie – Kvasir

    Mañana

    Lo más difícil de lidiar con la pena, es que no siempre eres capaz de llorar para sentirte mejor. Cuando mi familia nos reunió a mi hermano y a mí para comunicarnos la noticia de que que mi abuela había muerto, noté como si me hubieran arrebatado algo importante. Quise gritar, llorar o expresarlo de alguna forma, pero me quedé bloqueada.

    Observé a Xander, que lloraba a lágrima viva y supe que su reacción era la más sana y natural. Los días pasaban y mis primas y mi hermano iban lidiando con ello cada une como podían y yo continuaba en un estado de apatía constante, con un nudo en la garganta que me impedía actuar con normalidad.

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  • REENCUENTRO EN LA KVASIR PARTE I

    Jane – Kvasir

    Noche

    Cuando los tratos terminaron, Caitriona tuvo el detalle de dejarnos en la puerta de la nave. Fuimos apareciendo con segundos de diferencia y sentí un alivio enorme al ver a la imponente Kvasir frente a mí.

    Nunca habría pensado que un cielo nocturno permanente me produciría semejante sensación de paz, pero así fue.- [Xander]¿Estáis todos bien?[/Xander].- el primero que habló fue Alexander. No sabía si era su genética de Echolls o parte de su personalidad, pero no disimulaba que tenía aspiraciones de líder del grupo. Y había algo en eso que me molestaba. Quizás porque yo también quería lo mismo, aunque en mi cabeza compartía el liderazgo con Ellie.

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  • LOS ROBINSON ESPACIALES

    LOS ROBINSON ESPACIALES

    OWEN WILLIAMS

    LA KVASIR – MAÑANA

     

    El día anterior había sido cuanto menos entretenido, no todos los días se levanta uno en el cuerpo de su crush. Y ahora me encontraba aquí, sentado encima de una roca espacial contemplando el horizonte con un rollo laconico al más puro estilo Leo. Elliot tampoco parecía llevarlo muy bien, estaba tumbado en la hierba de color celeste, cosas espaciales supongo, como solía hacer con Vera, solo que esta vez estaba solo, mirando como las estrellas desaparecian para dar lugar a un nuevo día.

    Me percate de que jugaba con un anillo que tenía en el dedo, nunca había considerado a mi hermano un fan de la bisutería. Lo mismo se había prometido con alguien, aunque no se con quién porque aquí estábamos los dos solos, y su presunta churri en la tierra.

    – [Xander]Owen, ¿aprovechando que ya no eres mi prima?.-[/Xander] A saber cuando tiempo llevaba detrás de mi observándome distraído, aunque Xander no era un pervertido. Por otro lado si hubiese sido Jane seguro que se hubiese quedado embobado sin decir nada.

    – [Owen]No, solo estaba pensando. Creo que haber estado en Amy me ha afectado en ese sentido.-[/Owen] Y ahora estaba pensando en la piel pálida de Amy gracias Xander, como si todo ese cumulo de sensaciones  que sentí siendo ella no fuera bastante.

    – [Xander]Somos del club de cambiarse con su interés romántico.-[/Xander] Añadió sentándose a mi lado. Mentiría si dijera que se me puso una sonrisilla de felicidad en la cara, en parte porque Xander pensara que Amy y yo teníamos algo, también por el chiste.

    – [Owen]¿Estas insinuando que Idris y Elliot…?.-[/Owen] Aunque había combinaciones más raras, como la de Leo con Noah.

    -[Xander] Dios, espero que no. [/Xander]- Xander parecía haber olvidado que Idris estaba pillado por su hermana mucho antes que él por la mía. Que clase de ser superior estaba haciendo estos fics y porque yo era el único sin pareja. -[Xander] Pero podemos invitar a… no sé si hay alguien más.[/Xander]

    – [Owen]Henry no cambio de cuerpo con Laura, pero parece que las cosas no van muy bien. Iba arrastrando un colchón por el pasillo.-[/Owen] Teníamos una nave enorme en la que sobraban habitaciones y de la noche a la mañana, literal porque no se cuanto tiempo pasan entre mundos, tenemos la nave llena de gente nueva. A nuestro colega Lekwaa y Zahra se habían unido ese chaval que se mareaba con la sangre y la chica que venía del mundo de las piruletas, o algo por el estilo. El caso es que Henry tenía que buscarse la vida y dormir en algún sitio porque estaba atravesando problemas matrimoniales con su señora. De nuevo, porque parece que todo el mundo esta ya casado.

    – [Xander]Si, por mucho que le gusten las máquinas es mal momento para dormir solos. Pero nos estamos asegurando de que no se vuelva a colar ningún no invitado.-[/Xander] ¿Hablamos de lo inocente que parece Xander a veces?. Henry no va a dormir solo porque se nos colaran unos polizones, pero dejemos le cree que si.

    – [Owen]Deberíamos tener alguna clave secreta por si acaso. ¿ Nos hacemos tatuajes?.-[/Owen] Tenía que intentarlo. Podíamos hacernos una M, o más bien una NM, porque Moondies solo existen unos, nosotros somos el spin off.

    – [Xander]La clave es buena idea, siempre que no lean el pensamiento. -[/Xander] Y si lo leen no pasa nada, ya tenemos a mi hermana para evitar topos. – [Xander]Como llevas lo de que te lea la mente?[/Xander]

    – [Owen]Siempre he sido un libro abierto.-[/Owen] Soy un burro muy cazurro que toma churros y discurre. Aunque ahora mismo solo me verá pensando en una sola cosa.

    – [Xander]No hemos tenido casi tiempo de hablar. Me alegro de que al final lo halláis arreglado. –[/Xander] Me estremecí un poco, y no porque empezara a refrescar. Xander estaba en modo romántico y a mi cuando me hablan de mi otra mitad, pues me llega a la patata. – [Xander]Parece que está mejor, seguro que volver a hablar contigo ha tenido algo que ver.[/Xander]

    – [Owen]También está más contenta desde que estáis juntos. Porque lo estáis. No engañáis a nadie.-[/Owen] Se lo había notado sobretodo en la repostería, Jane solía refugiarse en hacer postres y los hacia de una forma brutal, era como ver pegar a alguien super adorable a un oso de peluche. Ahora sin embargo estaba más calmada y los hacia con amor.

    – [Xander]¿Tu crees? no creo que ella piense igual.[/Xander] – Se le dibujo una sonrisa tontorrona en la cara, estaba hasta las trancas por mi hermana.

    – [Owen]Te he metido la idea en la cabeza. Ahora te leerá el pensamiento y tendréis LA conversación.-[/Owen] De nada hermana, porque a este paso de no somos nada lo mismo se nos casa antes Elliot y su novia por correspondencia.

    – [Xander]¿Y Amy y tú qué eh?[/Xander] – ¿Amy y yo que?. No puedo beber más los vientos por ella. Que poético me ha quedado esto, soy el Baz Lurmann de mi generación, solo espero que esto no acabe en tragedia como en su película Romeo + Julieta.  – [Xander]Ya te he preguntado así que ahora lo verá en sus visiones.[/Xander]

    – [Owen]Amy solo me quiere cuando estoy muerto, dudo que vea algo en lo que me declare a ella.[/Owen] Bueno querer es una palabra fuerte, por ahora solo ha demostrado que me quiere lejos de su vista, de su vida, de sus desayunos, de sus momentos de escritura…

    – [Xander]Bueno, es de eso de lo que habla pero puede que vea mucho más. -[/Xander] Xander tiene razón, lo mismo nos ha visto antes de eso en una relación y se esta negando a ello por mi fatal desenlace.

    – [Owen] Maldita sea Alexander Edward Gael Arkkan Echolls de todos Los Santos…-[/Owen] Xander era el bien quedado de la familia y tenía todos los nombres más alguno más que le añadía cuando intenta meterse en mi cabeza.

    – [Xander]Eh Owen Dominic. Siempre puedo hablarle mal de ti. -[/Xander] Ten mejores amigos para que no sepan ni tu apellido, muy mal Xander, quedas fuera de los contactos de emergencia.

    – [Owen] No tienes trapos sucios contra mi, soy un santo. -[/Owen] O al menos ahora.

    – [Xander]Estamos empatados peero… Yo no me bese con Dante. -[/Xander] Ya esta la hetera, madre mía si le dijera que incluso Jane a tenido algún sueño subido de tono con Elle le explota la cabeza.

    – [Owen]Éramos dos corazones solitarios y miramos ahora, a mí no me hacen caso y el se ha colado por una chica que ni siquiera existe todavía. Por cierto, tu te lo pierdes.-[/Owen] Por otro lado, cuando se ha convertido Dante en el lincantropo de Crepusculo, ya sabéis, ese momento perturbador en el que el pavo que hasta hace cinco segundos estaba colado por ti ahora lo esta de tu hija recién nacida.

    – [Xander]No me atrevo a preguntárselo a tu hermana por si acaso, ¿Que tal tu padre y tú madre?.-[/Xander] Copulando como conejos. Perdón, esto ha sido el típico espasmo muscular en el que he escrito sin pensar, aunque cuando escribo pensando.

    – [Owen]Bueno, por ahora están llevando nuestra ausencia viviendo juntos, mal momento para estar solos. Lo mismo cuando volvamos tenemos dos hermanos más…- [/Owen] Hijos, que bien que estáis sanos y salvos. Estos son vuestros nuevos hermanitos, James Arthur y Renee.

    – [Xander]Si te enteras de algo de eso avísame, convenceré a tu hermana de que no podemos volver. -[/Xander] Era broma pero en el fondo sabía que de ser por él no le importaría quedarse en esa nave por el resto de sus días con ella. Xander seria capaz incluso de rechazar su sueño de ser un héroe por Jane.

    – [Owen]¿Intentas separar a mi padre de la niña de sus ojos?. No hay suficientes planetas en los que ocultaros.-[/Owen] Estamos hablando del hombre que se colo en una instalación gubernamental para salvar al amor de su vida, vale lo hizo con ayuda. Pero créeme Xander que tratándose de mi hermana no necesita ayuda de nadie.

    – [Xander]Bueno, aquí hay unos cuantos. -[/Xander] De nuevo, no tienes donde huir amigo. – [Xander]Me da más miedo Jane que tú padre a estás alturas.[/Xander]

    – [Owen]Eso dices ahora…- [/Owen] Le hice el gesto de unas tijeritas y se le borro la sonrisa de la cara. Lo que le faltaba a Jane, ver en la cabeza de Xander a nuestro padre castrandolo.

    – [Xander]Estás trayendo de vuelta miedos presdolescentes. [/Xander]- Lo típico de la infancia en el que tienes miedo del padre de tu no novia. En mi caso estoy salvado, el mío solo podía matarme de aburrimiento leyendo libros. Es broma suegro, te quiero. – [Xander]¿Comemos con el resto? Estará bien usar nuestras propias manos.[/Xander]

    Llame a Elliot para que se uniera a nosotros, el chaval necesitaba un corte de pelo urgente, parecía que estaba pasando por una cuarentena. Juntos nos encaminamos hacia la nave, la cual rebosaba de vida con todo el jaleo que tenía el resto dentro, parecíamos una pequeña familia disfuncional, como los Robinson pero en el espacio.

  • ATRAPADO DE NUEVO

    HENRY L. CROWE

    TARDE – ESCUELA LEGADO

    Me había pasado toda mi vida atrapado en una isla y ahora volvía a estarlo por culpa de Infinity, nunca traicionéis a una gran corporación con aires de grandeza que coquetea con lo sobrenatural. Me habían acusado de robar tecnología e información de la compañía para venderlo a la competencia. Habían puesto mi foto en todos los noticieros locales e internacionales junto a unas grabaciones, claramente trucadas, en las que se veía a alguien accediendo a los servidores de Infinity.

    Me habían convertido en un prófugo por lo que me tocaba ocultarme de nuevo. Regresar a la isla era poner a todos sus habitantes en peligro, así que Sarah y Daniel me dejaron quedarme en la escuela Legado junto a Nate. De vez en cuando me marchaba unos días a la otra punta del mundo para dejarme ver en público y centrar las miradas de todo el mundo que me buscara en otro lugar alejado de Moondale.

    Avise a Russell para comunicarle todo y que informara a la isla. También para que recogiera a April y la llevara con él. Hubiese pagado por ver la cara de Siegfried cuando la viera llegar. Algo así como la que puso Xander cuando me vio aparecer por la puerta de la escuela Legado.

    – [Henry]Xander. ¿Va todo bien?.-[/Henry] Note un nudo en la garganta y un sudor frio por la espalda. Si le había pasado algo a Bowie mientras me escaqueaba para relajarme un poco no me lo perdonaría nunca. La vista se me nublo un poco cuando Laura me dijo que había quedado con alguien y no pensé detenidamente las consecuencias.

    – [Xander]Tranquilo, Bowie está bien. Quería hablar contigo de otra cosa.[/Xander] – Su cara aun reflejaba un tono de preocupación así que supuse que solo podía tratarse de una cosa.

    – [Henry]Si es porque he salido no te preocupes. Nadie me ha visto o seguido.-[/Henry] Las noticias seguían informando de mi presencia en Europa central, en una cafetería de Berlín. Y con Laura llevaba una sudadera gris con el gorro echado por encima y unas gafas de sol. Parecía un famoso intentando pasar desapercibido.

    Xander negó con la cabeza. – [Xander]Necesitas salir, como todos. Bastantes problemas tienes ya por habernos ayudado.[/Xander] – En realidad eran ellos los que me habían ayudado. – [Xander]Tiene que ver con Omega.[/Xander]

    – [Henry]Ya veo. Dime.-[/Henry] Tomamos asiento para no quedarnos de pie en el umbral de la puerta.

    – [Xander]Hay una forma, peligrosa, no del todo fiable, de librarnos de ella sin matarla.[/Xander] – Me gustaba ver cómo matarla no era siquiera una opción. No me veía siendo capaz de arrebatarle la vida a nadie.

    – [Henry]Te escucho.-[/Henry] No era un hombre de acción así que si podía ayudar en algo con lo que tenía en mente lo haría.

    – [Xander]En menos de 53 horas va a haber una luna de sangre. El plan es usar los discos de los Daë para abrir un portal al centro de toda la realidad para desterrarla al vacío.[/Xander] – Resumió un poco por encima a lo que me dejo perplejo. – [Xander]Nos falta gente. Cuando los Moondies lo hicieron, eran 14. Tampoco tenemos todos los discos pero estoy en ello.[/Xander]

    – [Henry]Vaya, cuando cogí esto no pensé que fuera a llegar a resultar útil.-[/Henry] Añadí enseñándole el disco que llevaba siempre encima desde que escapamos de Infinity. Había demasiadas cosas en ese almacén que hubiesen venido bien que desaparecieran, pero no me gustaba la investigación que estaban llevando entorno a este disco.

    Xander movió un par de veces la cabeza sorprendido con los ojos como platos. – [Xander]Es el que no teníamos localizado. El del padre de Dante y Cole.[/Xander] – Según me explico lo tiro en cuanto volvieron a la realidad. – [Xander]Si nos ayudas, necesitaremos que lo lleves y si no, que nos lo prestes. Pero necesitamos gente. Sé que es mucho pedir.[/Xander]

    – [Henry]Te ayudare.-[/Henry] En parte me sentía responsable. Conocía de la existencia de Omega por los informes de Infinity, pero no pensé que podría estar tan cerca, sobretodo de ellos. [Henry]Puedo dárselo a Dante o Cole si lo quieren.[/Henry]

    – [Xander]Ya tienen un disco que llevar. No creo que quieran el de su padre. Mejor quédatelo tú.[/Xander] – Asentí y volví a guardarlo en el bolsillo.

    – [Henry]Esta bien. ¿Algo más que necesite saber de la… mision?.-[/Henry] Me resultaba raro llamarlo así, en mi vida había hecho alguna y en un corto periodo de mi vida estaba involucrado en dos.

    – [Xander]¿Sabes algo de los Daë?[/Xander] – Pregunto. Me sonaría a chino de no ser por el disco.

    – [Henry]He visto algo de ellos por el disco.-[/Henry] No sé explicar cómo ya que no poseo ningún vinculo con ese tal Logan. El caso es que una noche puede ver ciertas partes de las pruebas, un ser alado envuelto por sombras y una criatura de dos cabezas oculta por la niebla. Apenas conseguí conciliar el sueño tras aquello.

    Xander asintió y me hizo un gesto para que le siguiera. Llegamos hasta una pared en la que no había nada. Xander poso su mano como si hubiese una especie de pomo y giro. La puerta se abrió y entramos en una sala repleta de libros, tras buscar unos segundos dio con el libro que buscaba. – [Xander]Ten. No se lo enseñes a nadie más. Es un secreto bien guardado de nuestras familias.[/Xander] – Me pidió. Era un libro de cuero con un árbol de varias ramas tallado en su portada. Lo ojee un poco por encima, había ilustraciones digitales de los llamados Daë extremadamente realistas firmadas por un tal Duke que no conocía. También tenía esbozos de dibujos de Edward y anotaciones con todo lujo de detalles de MacLeod.

    – [Henry]Entendido.-[/Henry] Estaba nervioso. Me volvía a sentir como si estuviera a punto de hacer un examen de geografía de Tide.

    – [Xander]Gracias. No tendrías por qué hacer nada de esto.[/Xander] – Dijo mientras saliamos de la biblioteca secreta de los Moondies y la puerta volvía a desaparecer. Por mi mente paso que se tratara de alguna clase de aparato para distorsionar la pared, pero en realidad sería cosa de algún hechizo.

    – [Henry]En realidad sí. Vosotros me ayustasteis con Bowie y Ezra. Que menos que ayudaros ahora.-[/Henry] Siegfried lo había puesto todo muy fácil diciéndome que pidiera ayuda a los moondies. Con lo que no conto es que no estarían y serian sus hijos quienes cargarían con la responsabilidad de ayudarme.

    – [Xander]Considérate de la familia.[/Xander] – Añadió sonriendo mientras se alejaba. Por su lado paso Nate, el cual venia a paso ligero hasta donde me encontraba. Sonreí nervioso saludándole mientras me desvanecía para evitar una reprimenda colosal por escaparme.

  • BIEN JODIDA

    Kaylee – Casa

    Mañana

    Me encontraba mal y tenía que disimularlo como si fuera una actriz de método, porque en casa de un ex alcohólico, tener resaca no estaba muy bien visto. Así que en cuanto Ellie se fue, después de pasarse la noche durmiendo a mi lado, bajé a la cocina a desayunar con todo el sigilo del mundo, pero me tomé el camino a la cocina con calma y fui revisando todas las fotos que mi madre tenía colocadas a lo largo de la casa. Ver a mis padres tan jóvenes, a mí misma antes de creerme la reina del instituto y a mis hermanas tan sonrientes, me hizo recordar todo lo que estaba mal en mí.

    ***

    FLASHBACK – LA NOCHE ANTERIOR

    Había fiesta en casa de Tina y eso significaba ir en bañador y beber hasta que «La cárcel de plata» me pareciese un temazo y me diese por llorar, pero como tenía -3000 ganas de ponerme en bikini porque tenía la regla, me planté un vestido de lentejuelas que me tapaba el culo de milagro y con el que era imposible llevar sujetador. Además, Owen pasó a recogerme caminando, porque se ve que estábamos en 2006 y no me había dado cuenta.

    La cuestión es que la fiesta no era tan deprimente como había imaginado en mi cabeza, porque Tina tenía una casa enorme, dos padres que nunca estaban y había un montón de gente guapa, pero tenía el día torcido y me apetecía irme a mi casa a ver ‘Dirty Dancing’ y llorar porque nadie ponía a Baby en una esquina, así que cuando Owen se fue a desplegar sus armas de ligue masivo, cogí un vaso de cerveza peleona de la que le gustaba comprar a la anfitriona y me fui a darle la turra a Dante, que tenía la gracia de una hemorroide y estaba al lado de la mesa de las bebidas.- [Dante]Hola, Kay.[/Dante] – él también estaba bebiendo cerveza en un vaso rojo de plástico. Supongo que a todo el mundo le gusta fingir de vez en cuando que está en la fiesta de una serie, porque estos vasos eran el doble de caros.

    – [Kaylee]Hola[/Kaylee].- le sonreí con coquetería, porque no voy a mentir ahora y a decir que Dante no está bueno, porque sí lo está. Además, corría el rumor de que se había enrollado con Mike Solo-Novak y quién no ha fantaseado con la idea de tener un novio con el que hablar de tíos.

    – [Dante]¿Empezando el curso con fuerzas?[/Dante] – comentó moviendo la cabeza con disimulo al ritmo de la música. Estaba sonando una balada del año de la polca que se llamaba ‘The man who can’t be moved’ y era algo así como la peor canción de la historia para poner en una fiesta.

    – [Kaylee]No se pueden perder las buenas costumbres[/Kaylee].- di un sorbo y él sonrió. Observé sus vaqueros desgastados y su camiseta negra «made in Dante». Hecho esto, me quedé esperando a que dijera algo más, pero es tan soso que tuve que irme a increparle a friki que hacía de DJ, porque si seguía poniendo esa mierda nos íbamos a cortar las venas.

    No sé qué cable se me cruzó, que cuando vi a mi primo Alexander, cerca de la mesa del tío de la música, me dio por hablarle. A lo mejor la cerveza se me había subido a la cabeza.- [Kaylee]Eh, ¿qué haces aquí?[/Kaylee]

    – [Xander]Hola, Kaylee.[/Xander] – llevaba una camisa de cuadros y un pantalón chino, que le daban la pinta esa que sabes que le gustaría a tu madre. Bueno, a mi madre no, porque es mi primo y déjate de endogamias raras.- [Xander]Dante me ha arrastrado. Supongo que me iré en un rato.[/Xander]

    Si me paro a pensarlo, supongo que fue porque era obvio que le caía mal y necesitaba sentirme bien, pero en realidad, estaría excusando mi comportamiento.- [Kaylee]Así me gusta[/Kaylee].- dije y le aguanté la mirada.

    Sé que me miró decepcionado, porque nos conocíamos demasiado bien. – [Xander]No sé si nos ha pasado por encima la adolescencia o un tractor.[/Xander] – soltó un suspiro y vi que miraba a Tina, que en teoría era su novia, pero a la que no le estaba haciendo ni caso.

    – [Kaylee]¿Por qué hablas en plural cuando eres tú el que no se habla con su mejor amiga?[/Kaylee]- inquirí de malos modos.

    – [Xander]Kaylee, ¿de verdad te tengo que decir lo evidente?[/Xander] – me preguntó, sin perder un ápice de la bendita paciencia que le caracterizaba. – [Xander]Puedes atacarme lo que quieras, me va a dar igual.[/Xander]- la fiesta estaba en pleno apogeo: la gente bailaba, bebía y se tiraba a la piscina como si mañana no fuera a existir, pero nosotros estábamos revolcándonos en nuestra miseria.

    – [Kaylee]¿Y qué es lo evidente según tú?[/Kaylee]- al escucharme, negó con la cabeza. – [Xander]Te sientes querida por tus aduladores pero no les importa como eres en realidad, tienes que fingir, tienes que ser cruel con los que no te iban a juzgar.[/Xander]

    – [Kaylee]Deja el psicoanálisis para quien quiera escucharte[/Kaylee].- farfullé. Eso había dolido.

    – [Xander]Como quieras. Te lo digo porque te conozco y te quiero. Pero no todo el mundo tiene la misma paciencia[/Xander].- supuse que hablaba de la nueva.

    – [Kaylee]¿Me quieres tanto como quieres a Jane? La dejaste sola cuando su vida saltaba por los aires[/Kaylee]. – que Owen fuese mi mejor amigo me daba mucha ventaja para atacar a Alexander con el tema de Jane.- [Kaylee]Dale consejos a los demás cuando seas un ejemplo, pero no antes[/Kaylee].

    – [Xander]No te falta razón, Kaylee. Precisamente por eso te lo digo. Sé lo que hice mal con Jane y ya no tengo opción a arreglarlo. Hazlo mejor que yo.[/Xander] – lo dijo tan de verdad, que noté cómo sus palabras golpeaban la pared de falsa seguridad que tenía a mi alrededor.

    Ni siquiera me molesté en contestarle. Lo dejé solo con su halo de salvador y todas sus basuras de psicólogo de medio pelo, porque me había hecho daño.

    Así pues, estuve un rato sola, bailando y bebiendo, hasta que vi que Owen estaba en el jacuzzi rodeado de un grupo de chicas y me jorobó la idea de perder a mi cheerleader personal. Esto dicho así suena fatal, pero es otro comportamiento de mierda de mi lista interminable de comportamientos de mierda.- [Kaylee]Quita, bicho[/Kaylee].- le solté a Blue Stevens para que se fuera y se llevara a su séquito. – [Kaylee]A ver, la bacanal la dejáis para luego. Ahora, que corra el aire[/Kaylee].- hice un gesto con las manos y se largaron.

    Owen me devolvió su sonrisa especial de «ya llevo cuatro cervezas más de las que debería», porque él decía que su genética de aesir le hacía ser inmune al alcohol, pero yo no lo tenía tan claro.- [Owen]¿Por que no te metes?[/Owen]- me preguntó cuando me senté en el borde, pero a su lado, mientras me miraba las piernas.

    – [Kaylee]No, que nos conocemos y eres capaz de hacer pis[/Kaylee].- la cerveza ya estaba caliente, así que la dejé a un lado. Me notaba un poco borracha y bastante triste y eso, con Owen cerca, siempre era una mala combinación. Pero que conste en acta que jamás me había puesto una mano encima sin mi consentimiento y con él creo que tampoco.

    – [Owen]Eso solo pasó una vez cuando era pequeño. Y todo el mundo se mea en las piscinas, por eso es mejor el jacuzzi[/Owen].- le dio un sorbo a una piña colada que tenía por ahí y deduje por qué estaba un poco chuzo: las mezclas no le vienen bien a nadie.

    – [Kaylee]El jacuzzi es una piscina pequeña[/Kaylee].- le miré y puse los ojos en blanco.- [Kaylee]¿Qué hace aquí tu amigo?[/Kaylee]- sí, hablaba de mi primo.

    – [Owen]Sacarlo a pasear, que le dé el aire, que se divierta.[/Owen]- lo buscó con la mirada y se encontró con que estaba enrollándose con Tina. Ya veis, el mártir que tanto quería a Jane.- [Owen]Además, Tina está con él[/Owen].

    – [Kaylee]Suerte con eso[/Kaylee].- no pude disimular el desdén en mi forma de hablar.- [Kaylee]Le gusta tu hermana desde que nació, más o menos[/Kaylee].

    – [Owen]Suerte con eso. A mi hermana no le gusta nadie.[/Owen]- intentó aparentar que le daba igual, pero el tema de su hermana le dolía y mucho. Al final, mi mejor amigo no dejaba de ser un osito de peluche con esteroides al que le gustaban demasiado el alcohol y las personas moderadamente atractivas.

    – [Kaylee]No sé cómo podéis compartir genes[/Kaylee].- él fue a decir algo, pero cambió de tema.- [Owen]Por cierto, ¿y tu que tal estas?.-[/Owen]- salió del jacuzzi dejándome un plano fantástico de sus abdominales y se sentó a mi lado.- [Owen]He oído lo que ha ocurrido[Owen].- me pasó un dedo por la mejilla  y me dejé querer. Algún día debería plantearme no jugar con él, pero no había llegado aún.

    – [Kaylee]Sobreviviré[/Kaylee].- le resté importancia. Lexie no me supondría un problema a la larga o eso quería creer.- [Kaylee]Esa novata piensa que todos hemos salido del gueto[/Kaylee].- le sonreí y a él le brillaron los ojos.

    – [Owen]Está celosa de tu belleza[/Owen].- noté cómo la vergüenza ajena se apoderaba de mí y me ruboricé como una quinceañera de una novela cualquiera.- [Kaylee]Owen[/Kaylee].- le reñí.

    – [Owen]Si no estuviese ya medio desnudo, lo estarías haciendo con la mirada[/Owen].- como he dicho, pese a que tenía buen cuerpo, no era mi tipo, pero no quería herir sus sentimientos.

    Chasqueé la lengua.- [Kaylee]No te iba a decir eso[/Kaylee].- suspiré.- [Kaylee]Estoy un poco triste y bastante borracha, así que necesito que me acompañes a casa[/Kaylee].

    Él asintió.- [Owen]Me seco y nos vamos.[/Owen].- como todo el mundo pasaba de nosotros, se secó con su poder y se puso la camiseta.[Owen]¿Lista?[/Owen]

    Me tendió la mano y le di un beso en la mejilla al incorporarme.- [Kaylee]Gracias[/Kaylee].

    – [Owen]Lo que sea por mi reina[/Owen].- y deseé que lo dijera porque iba a ser mi pareja para el baile y no porque estaba enamorado de mí.

     

    ***

    Un carraspeo de mi padre me devolvió a la realidad. Estaba sentado en la mesa de la cocina leyendo al lado de la ventana un periódico electrónico, mientras se tomaba un café solo. Me parecía una costumbre súper antigua (sin el rollo guay que tenía lo vintage), pero no me atreví a decírselo, porque sabía que me estaba esperando. Que Amy, Vera y mi madre no estuvieran por allí era una señal inequívoca de que me la iba a cargar, porque era un día entre semana y todavía quedaba un buen rato para que empezasen las clases.

    Musité una especie de «buenos días» con la esperanza de darle pena y fui hasta la cafetera para poner una cápsula. -[MacLeod]Winnie, tenemos que hablar.[/MacLeod] – en su voz se notaba el cansancio y la culpa de que estuviera así la tenía yo. No era la hija que esperaba y no le juzgaba por sentirse así, porque yo tampoco era la Kaylee que me gustaría.

    – [Kaylee]Papi, ahora no[/Kaylee].- susurré echándome la leche después de calentarla. Tenía la garganta dolorida y los ojos hinchados de tanto llorar. Ellie había convencido a Owen para acompañarme a casa y me había abrazado hasta que no me quedaron fuerzas para llorar y nos quedamos dormidas.

    – [MacLeod]Cariño, lo hemos evitado mucho tiempo.[/MacLeod] –  comentó haciéndome una seña para que me sentase frente a él y eso hice.

    – [Kaylee]Es que ya sé lo que me vas a decir[/Kaylee].- suspiré arrastrando los pies y sentándome frente a él con el café en la mano.

    – [MacLeod]Si lo sabes, ¿por qué sigues fingiendo ser alguien que no eres?[/MacLeod]- mi padre me miró directamente a los ojos y sentí todo el peso de su juicio sobre mis hombros. Mi padre había sido mi ídolo durante toda mi infancia, pero cuando me cansé de demostrarle al mundo que era más inteligente que la mayoría, me alejé de él y a estas alturas éramos poco más que dos desconocidos con un apellido en común.

    – [Kaylee]Porque no me iba muy bien cuando era yo misma[/Kaylee].- cada frase que articulaba, me taladraba el cerebro.

    – [MacLeod]Ahora tampoco.[/MacLeod] – espetó con seriedad y di un sorbo del café que me supo a culpa.

    – [Kaylee]Tengo amigos[/Kaylee].- me defendí con debilidad, porque sabía que tenía razón.

    – [MacLeod]¿Quién te trajo anoche y se quedó contigo?[/MacLeod]- sabía que Ellie había estado en casa y quizás me hubieran oído llorar, por lo que no tenía sentido mentir, pero lo intenté igualmente.- [Kaylee]¿Owen?[Kaylee]

    – [MacLeod]No ibas tan mal como para no acordarte.[/MacLeod] – me recordó y supe que le parecía mal que hubiese bebido tanto. – [MacLeod]No encontrarás a tus verdaderos amigos fingiendo ser otra persona.[/MacLeod]- se refería a los Moondies. Los famosos Moondies que eran tan amigos que se consideraban familia, pero eso había pasado hacía veinte años y el mundo había cambiado muchos. Nosotros no éramos los Moondies, ni lo seriamos jamás.

    Pensar en eso, hizo que empezase a llorar sin darme cuenta y él se puso de pie, se sentó a mi lado y me abrazó. La cocina, de muebles rústicos de madera y azulejo blanco, me pareció un sitio un poco más bonito. Incluso el mantel de cuadros verde parecía diferente si papá me abrazaba.- [MacLeod]No es tarde, cariño. Cuanto antes vuelvas a ser tú misma, mejor.[/MacLeod]

    – [Kaylee]Le he hecho daño a todo el mundo[/Kaylee].- solo me aguantaban Elle y Owen. Ella porque era tan buena que debía tener un pase de acceso directo al Cielo y él porque quería meterse en mis bragas (y en las del resto de la humanidad).

    – [MacLeod]Todos tenemos que pedir perdón alguna vez.[/MacLeod] – me dio un beso en el pelo. – [MacLeod]Rectificar es de sabios.[/MacLeod]

    Lloré un poco más en sus brazos y me incorporé.- [Kaylee]¿Y no pueden fingir que no ha pasado nada?[/Kaylee]- estaba negociando conmigo misma, no con él.

    – [MacLeod]No sé si eso te va a funcionar con todo el mundo.[/MacLeod] – me explicó con paciencia. – [MacLeod]No va a ser fácil, cariño, pero será mejor a la larga. [/MacLeod] – y me besó en la frente.

    – [Kaylee]Mucha gente me dejará de hablar[/Kaylee].- me quejé secándome las lágrimas y descubrí que no me había desmaquillado la noche anterior, por lo que debía parecer un panda borracho. – [Kaylee]Volveré a ser la Kayleepedia[/Kaylee].

    – [MacLeod]Y quien no se marche, quien te defienda, lo hará por quién eres.[/MacLeod]- apretó mi mano con cariño.

    – [Kaylee]Al final solo me hablará Owen, porque se quiere casar conmigo desde que teníamos tres años[/Kaylee].- solté una carcajada. Pobre Owen, eran buen chico, pero me atraía tanto como una caracol.

    – [MacLeod]Owen no es mal niño, pero tampoco le venía mal dejar de fingir. [/MacLeod] – asentí dándole la razón – [MacLeod]Y nada de casarse.[/MacLeod] – él también sonrió y se le formaron unas arrugas muy graciosas alrededor de los ojos.

    – [Kaylee]Tranquilo, no es mi tipo[/Kaylee].- admití.

     – [MacLeod]Sal con quien tú quieras, cariño, pero hazme un favor y sé siempre tú misma. Que nadie te haga cambiar así.[/MacLeod]- le di un abrazo fuerte y me senté sobre sus rodillas, como si volviera a tener cinco años.- [Kaylee]Papi, necesito un vestido que vi ayer en una web y lo necesito urgentemente[/Kaylee].- era de tipo camisero y de rayas. El vestido perfecto para enseñar piernas y escotazo.

     – [MacLeod]Cuando hables con tu madre, así os compráis uno cada una.[/MacLeod]- por todos era sabido que mi madre y yo éramos adictas a las compras, pero lo llevábamos sin ninguna dignidad y sucumbíamos a ellas en cuanto teníamos oportunidad.

    – [Kaylee]Eres el mejor papi y el más guapo de todos[/Kaylee].- me puse en pie y terminé de beberme el café, justo cuando Vera y mi madre volvían con unas bolsas del InfiniBucks en la que traerían un desayuno carísimo para toda la familia.

    – [Diana]¿Ya se ha acabado la Macguerra mundial?[/Vera]- preguntó mi madre al vernos sonreír.

    – [Kaylee]Estoy intentando volver a ser normal[/Kaylee].- no es que en ese momento lo pareciera mucho, porque llevaba el pelo todavía peinado de la noche anterior y restos de maquillaje, atuendo que remataba con un pijama de Winnie The Pooh.

    – [Diana]¿Pero has sido normal alguna vez?[/Diana].- bromeó mi madre y la pequeña Vera, que ya no era tan pequeña, esbozó una sonrisa sabihonda y fue colocando el desayuno en la mesa.

    Me lo pensé, pero al final me senté junto a ellos y vi mi reflejo en la ventana: llevaba las gafas, tenía los ojos hinchados y no quedaba rastro de mi coraza. Volvía a ser Kaylee MacLeod, la Kayleepedia. Como si Willow Rosenberg, en lugar de juguetear con la magia, se hubiese dedicado a alimentarse del daño ajeno. Pero iba a cambiar, porque se lo había prometido a mi padre, a Ellie y a mí misma.

    Ahora, solo me quedaba esperar que me recibieran como la hija pródiga o iba a estar bien jodida.

    Ese cristalito roto

    yo sentí cómo crujía 

    antes de caerse al suelo

    ya sabía que se rompía.

    (Malamente, Rosalía Vila).

     

  • QUÍMICA CON LEO

    Owen Williams – De Farra

    INSTITUTO HEDY LAMARR

    Cuando no me quedo en la residencia suelo ser el último en llegar a casa todas las noches, ya sea por haber salido de fiesta o por echar horas en el pub sirviendo copas para conseguirme algo de dinero. Cuando llego a casa a horas intempestivas, (menudo palabro, Kaylee estaría orgullosa), siempre suelo encontrar a mi madre dormida en el sofá con uno de los libros que está estudiando encima de ella. Ha renunciado a mucho a lo largo de su vida y la carrera Filología Inglesa es una de esas cosas, ahora tiene un trabajo de mierda por las mañanas y hace lo que puede con sus estudios por la tarde.

    Tras llevar a mi madre a su habitación pase por el cuarto de Elliot. Siempre encendía una luz por las noches que inundaba su cuarto de estrellas. No era por miedo a la oscuridad, Elliot le temía a pocas cosas en la vida, simplemente le relajaban a la hora de dormir. En una esquina tras su batería tenía colgado de la pared varios posters de grupos, entre ellos uno de una banda local que dio bastante que hablar hace años, Red Riding Wolf.

     

    Hace menos años que la vez anterior…

     

    Seguro que estáis pensando que en mi etapa estudiantil era el típico cachas popular sin cerebro que se dedicaba a acosar a los demás, bueno no vais mal desencaminados. La pubertad me había bendecido con un buen cuerpo que utilice para el futbol americano de donde nació mi popularidad, pero no era un acosador, no mangoneaba ni pegaba a los empollones de la clase, eso implicaría ser un capullo como los que acosaban a Elliot y me negaba a ser así.

    Tampoco era el mejor estudiante del mundo, de hecho de no ser por la beca deportiva y el copiarme descaradamente de Xander no hubiese ido a la universidad. Química era una de esas asignaturas que no aguantaba, la tabla periódica presidia la clase escoltada por un puñado de fotos de tíos barbudos con nombres raros. También tenía el típico esqueleto el cual a día de hoy sigo sin comprender que pintaba en una clase de química.

    Aquel día el profesor de química decidió mandar trabajos por parejas, lo que vendría a ser Xander haciendo el trabajo mientras yo le animaba con la tarea. Pero todo se fue al traste cuando el profesor decidió montar el mismo las parejas. Jane se separo todo lo que pudo de Xander cuando se sentó con ella, era como si tuviera la peste.

    Mientras que a mí me toco con Leo, con el cual nunca había tenido mucho trato. Ni de pequeños, ni por aquel entonces, ni en la actualidad. Pero por alguna extraña razón aquella clase sirvió para cambiar la percepción que teníamos de ambos.

    – [Owen]Espero que la química se te de tan bien como a tu hermano.-[/Owen] No era ningún secreto que Noah había heredado el cerebro en esa familia. Leo era el apuesto de ellos, tenía un rollete melancólico que hacia suspirar a las chicas, y chicos. Y mientras el resto teníamos una pelusilla de mierda por la cara él tenía lo que venía a ser los primeros brotes de una barba perfecta.

    – [Leo]Algo.[/Leo] – Se le notaba en la mirada que estaba tan emocionado como yo de trabajar juntos, es decir nada.

    – [Owen]Pues estamos apañados.-[/Owen] Tras un rato mirando la roña acumulada en las ventanas, y tamborilear con dos bolígrafos que seguramente estarían haciendo sangrar los oídos de Leo recordé que era un apasionado de la música. – [Owen]Por cierto os he escuchado tocar, sois bastante buenos.[/Owen]

    Creo que rompí a Leo porque soltó el bolígrafo y se me quedo mirándome unos segundos. – [Leo]¿Qué canción escuchaste?[/Leo] – Había conseguido sacarle más de dos palabras a Leo. Recordad que habéis leído esto aquí primero.

    – [Owen]Esa de una chica de cabellos rojos y una cárcel de plata.-[/Owen] La recuerdo muy bien porque la tocaron en acústico, Leo solo a la guitarra y poniendo los coros mientras Amy cantaba. Quién iba a decir también que Amy ocultara semejante voz. La gente del local saco los mecheros y se movían balanceándose, parecían una banda profesional.

    – [Leo]’La herida invisible’.[/Leo] – Se incorporo en su asiento y parecía que se le hinchaba el pecho de orgullo. Había despertado a la bestia. – [Leo]Es una de mis favoritas.[/Leo]

    – [Owen]Se nota, no he visto tanta pasión en un escenario desde que la profesora de música nos hiciera tocar Titanic con la flauta al principio de curso.-[/Owen] Fue lamentable, había más pitidos de flautas que otra cosa. Por suerte después salió un amigo de Noah que tocaba el violín para arreglar el estropicio que hicimos. Leo hizo una mueca con la boca, parecía el atisbo de una sonrisa.

    – [Leo]Quizá saquemos algunas nuevas ahora que empiezan a contratarnos.[/Leo] – Me alegre por él, Leo era un tío con las ideas claras que sabía lo que quería en la vida.

    – [Owen]Pues con estos dos lo mismo se te ocurre alguna.-[/Owen] Con las confianzas le di un codazo, el cabrón estaba fuerte, y le señale con la cabeza a Xander intentando dialogar con Jane – [Owen]Acuérdate de mí cuando seáis famosos, por si necesitáis un guardaespaldas, porque para científico desde luego no voy.[/Owen]

    Leo se quedo mirando a Xander y Jane cuando esta ultima se levanto marchandose. Xander salió pocos segundos después tras ella.  – [Leo]¿Has intentado hablar con ella?[/Leo] – La pregunta del millón, en alguna ocasión lo había intentando pero era como hablar con una pared, Leo estaba resultaba más accesible que mi propia hermana.

    – [Owen]Es difícil hablar con alguien que no quiere escuchar.-[/Owen] Intente centrarme en el trabajo porque era algo de lo que no quería hablar.

    – [Leo]No sé, a veces vemos a las personas de una forma que no es.[/Leo] – Note como me observaba Leo, parecía que podía ver a través mi alma, pero era perturbador también porque el tío no pestañeaba.

    – [Owen]¿Tengo algo en la cara?.-[/Owen] Me frote la cara por si me había manchando con el bolígrafo o con alguna de las mierdas que estábamos estudiando.

    – [Leo]Un moco.[/Leo] – Mi infancia de sacamocos me perseguiría para siempre, en mi defensa diré que no era el único crio que lo hacía, no daré nombres. – [Leo]Disimula.[/Leo] – Leo toco uno de los materiales y la punta, de su dedo no pensemos mal, se convirtió en lo mismo que el material. Era un poder que molaba, imaginaos a este tío cubierto de oro, Dios dorado.

    – [Owen]Leo haciendo una broma, el infierno se acaba de congelar.-[/Owen] Deje de reir cuando observe que me miraba fijamente serio.

    – [Leo]Apunta.[/Leo] – Hice caso y fui anotando todas las palabras que me iba diciendo que sonaban a chino.

    – [Owen]Dime, utilizar nuestras habilidades se consideraría hacer trampas o utilizar todos nuestros recursos para aprobar la materia.-[/Owen] Intentaba ir de guay calentando una de las probetas para que viera que mi poder también era la caña y casi la hago reventar.

    – [Leo]No creo que haya nada de malo en aprovechar algo con lo que nacimos.[/Leo] – El profesor solía dejar salir de clase a los que terminaban los trabajos antes de tiempo así que entre eso y la habilidad de Leo fue motivación más que suficiente para tomarme en serio la materia, al menos por aquel día. Fue maravilloso ver la cara del profesor, evidentemente saque a relucir mi mejor sonrisilla de suficiencia mientras le dejaba nuestro trabajo, Leo simplemente hizo una inclinación de cabeza y salió de clase.

    – [Owen]Bueno, creo que esto ha sido gratificante para ambas partes. Te he dado algo con lo que trabajar en tu próxima canción y tú me has ayudado con este sopor de clase. Ha sido… satisfactorio.[/Owen]- Leo asintió ligeramente, le había vuelto a comer la lengua el lobo.

    – [Leo]Hasta otra entonces.[/Leo] – Lo cierto es que no volvería a saber de él hasta un tiempo después. – [Leo]Por cierto, probablemente escriba: ‘Hermanos separados’.[/Leo]

    – [Owen]Otro éxito seguro. Recuerda, quien fue otra de tus musas para cuando el éxito llame a tu puerta.-[/Owen] Le di un manotazo en el hombro, seguía pareciendo de mármol, y me marche. Cerca de la salida Jane volvió a entrar con los ojos llorosos, no se percato de mi presencia y entro en el baño de chicas. Sabéis eso que dicen de la conexión que tienen los mellizos, pues bueno, era bastante doloroso ver a mi hermana sufrir sin poder hacer nada por ella más allá que dejarla que se desahogara todo lo que quisiera conmigo ignorándome.

  • RESPUESTAS

    RESPUESTAS

    Christopher MacLeod | Aleion, Subconsciente de Sarah

    desconocido

    macleodvaquera

    Las copas de los árboles se mecían en el viento con una tranquilidad asombrosa, casi irreal habría pensado, de no haber sabido que era muy real, o al menos lo había sido. El silencio comenzó a romperse poco a poco, presa de unos pies calzados en botas pesadas que aguantaban el peso de cuerpos cargados de armas.

    Los cazadores atravesaron todo el bosque hasta llegar al claro donde descansaba el clan de demonios Gygax. Todo pasó muy deprisa, pero la barbarie nunca se me olvidaría, como espero que no se le olvide a cualquiera que lea este diario.

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  • RECUERDOS DIFUSOS

    [b]Suzanne Sommerville | Calles & Campus {Con Diana Echolls }[/b]

    mpost

    Me había quedado dormida, pues cuando me desperté —porque el sol me estaba dando directamente en los ojos— el reloj de mi mesilla marcaba las 12.30, así que me metí en la ducha a toda prisa y me arreglé lo más rápido que pude. Tenía una cita con mi trabajo de Parménides para entregar antes de las siete, y, como siempre, iba a llegar tarde.

    Corro por la calle, intentando llegar al campus sin partirme una pierna por el camino. Lo que menos necesito es un cero. Resulta curioso, incluso gracioso, que aún pueda llegar a preocuparme por cosas tan mundanas como un trabajo para la facultad después de todo lo que ha pasado. Ya nada me ata al mundo de la lógica, todo parece una especie de serie de televisión de estas que veía con [b]Francis[/b] después de terminar los deberes.

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  • INSOMNIO

     [b]Sarah Echolls|Casa de las Echolls {Con Daniel Arkkan}[/b]

    sarahcompungida

    Llegaba más tarde de lo habitual a casa y lo sabía. Me había entretenido con un último vampiro especialmente escurridizo que se me había escapado. Desde que habíamos salido de la Iniciativa mi rutina nocturna era muy diferente a la del resto: Me iba a dormir a las nueve de la noche y a las doce me despertaba para patrullar. Eso hacía que me olvidase de cómo me había sentido allí dentro y entrenaba para que nunca más me pasase algo así.

    Subí con rapidez las escaleras de casa y evité la puerta delantera para no encontrarme con sorpresas desagradables. Después, agradecí mis habilidades de Cazadora que me ayudaron una vez más, a trepar el árbol más cercano a mi dormitorio cuya ventana estaba entreabierta.

    De un salto me posé sobre la alfombra y fui quitándome la ropa con rapidez dando gracias a quien fuera porque Kaylee llevase ya unos días en Barcelona continuando sus estudios. Me di la vuelta en ropa interior, buscando desesperadamente mi pijama y cuando giré la vista a la puerta vi a Daniel esbozando una media sonrisa mientras portaba una bandeja con un apetitoso desayuno en una mano y mi pijama en la otra. Ahogué un grito e intenté taparme con lo primero que encontré que fue un ridículo cojín en forma de corazón rosa.

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