Cecil Alexei Anwalt | Subterraneo tres
A veces uno necesita pararse y sentarse a reflexionar en las cosas que estaban ocurriendo, sobre todo cuando iban a una rapidez que pocos podrían asimilar.
Este sería un caso en el que una persona normal se hubiese sentido abrumado por todas las cosas nuevas que sucedían. Pero cualquiera de los que estábamos aquí tenía que olvidarse de eso, olvidarse del “dame un tiempo para asimilarlo” y hacerlo. Sin más vueltas de hoja, sin ningún argumento.
O lo hacías, o te quedabas allí. Vete tú a saber hasta cuándo.
La llegada de Preston, tomando como rehén a esa chica. La rebelión de la doctora o el aesir telekinético salvando la tarde. ¿O era la mañana? Lo que sea.