Moondale

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  • ECOS DEL PASADO

    IDRIS SOLO-NOVAK

    NOCHE – SUBTERRÁNEO TRES, SEDE DE INFINITY

    Que Coquito estuviera seria no era una buena señal. Intentaba llevar toda la situación de la mejor manera posible, pero ya desde que empezamos a preparar el equipo para entrar, supe que iba a ser doloroso para ella.

    Hacía unos días recuerdo cómo habíamos entrado a su casa y Xander estaba allí sentado, esperando, con papeles desperdigados sobre la mesa de café con anotaciones. Sin Daniel, Sarah y Sasha allí, el lugar parecía algo carente de sensación de hogar y cuanto más presente se hacía la realidad de entrar a Infinity, más frío parecía volverse, incluso para mí.

    – [Idris]Cuántos nervios.[/Idris] – dije tratando de romper el hielo.

    Xander esbozó una sonrisa para conformarnos. – [Xander]Cómo ha ido Ellie?[/Xander] – preguntó.

    – [Elle]Más menos.[/Elle]- suspiró ella, resignada.-[Elle] No somos los Moondies.[/Elle] – añadió. La leyenda de los Moondies caía como una losa sobre ellos. Mi madre era una Moondie y mi padre un Daë, pero en mi caso no había recaído con tanta fuerza el peso de su leyenda. Para ellos resultaba difícil.

    Xander suspiró, hubo muchos suspiros aquella tarde y la siguiente. – [Xander]¿Con quién podemos contar?[/Xander] –  preguntó, montando el tablero del ‘Pandemia’.

    – [Elle]Amy, Noah, Owen, el hijo de Olivia.[/Elle]- enumeró, ayudándole a sacar el contenido de las bolsas. Yo me fui a preparar algo de beber, con ellos los juegos de mesa eran un ritual sagrado. Lo agradecía, nunca había tenido bastante gente para poder jugar en condiciones.-[Elle] Y nosotros.[/Elle] – añadió.

    – [Xander]No somos muchos.[/Xander] – comentó, nervioso. Los dos trataban de disimular, pese a que se les comían los nervios. Se notaba que de cara a lo sobrenatural era su «primera vez». Los dos habían entrenado, pero la realidad era muy diferente.

    – [Elle]Hay dos personas ahí dentro.[/Elle]- dijo Ellie, buscando insuflar energías y esperanza a su hermano. Era como una luz que nunca se apagaba y yo siempre había sido un poco polilla. Que a nadie se le ocurra añadir una l a esa palabra.

    – [Xander]Lo sé, pero quiero que todos salgamos a salvo. Esas dos personas también.[/Xander] – el principal problema estaba en que Xander y Ellie eran extremadamente perfeccionistas y querían controlar cómo iba a salir todo incluso antes de entrar allí. Yo era un poco más caótico y por eso conseguía ser más despreocupado, salvo respecto a lo que sentía por Coquito claro, y aun así lo dejaba caer cada dos segundos. – [Xander]Kaylee nos habría venido bien.[/Xander] – pensó en voz alta.

    Escuché un ruido en el exterior y dejé que mis ojos de elfo vislumbraran a través de la oscuridad que rechazaba la luz de la cocina. No vi nada, pero tenía la sensación de que había alguien cerca.

    – [Elle]Kaylee está pasándolo muy mal.[/Elle]- le recordó Ellie. Sabía que mi medio Chocobon no sería capaz de arrastrar a Kaylee a algo tan peligroso, pero compartía la opinión de Xander.- [Elle]Hace tiempo que no hace magia. Solo quiere estar en Endless para no pensar[/Elle]. – añadió. Ahora que tenía más tiempo libre cuando Elle estaba en clase y no estaba preparando las oposiciones, me había enganchado a algunos mundos, especialmente el de Dragones y Mazmorras, así que sabía que esa tecnología permitía evadirse muy fácilmente de lo que te rodeaba. De hecho, no sé si en el futuro seguirá siendo así, pero está empezando a haber muchos grupos para luchar contra la adicción e intentar sobreponerse a la cultura de los ‘Ended’, que prácticamente viven en Endless.

    – [Idris]A veces hacer algo tan peligroso ayuda a centrarse.[/Idris] – comenté. A mi me estaba resultando más difícil tener tiempo libre que cuando pernoctaba enfrentándome a todo tipo de cosas oscuras y espeluznantes. – [Idris]Ver que su magia es útil y eso.[/Idris] – añadí.

    – [Elle]Se lo volveré a preguntar.[/Elle]- respondió, pensativa.

    Xander asintió, de acuerdo. – [Xander]Ellie, una cosa. Si pasa algo. A mí no me esperes. Cuídate tú.[/Xander] – el premio al más agorero era para mi futuro cuñado, eso era indudable.

    – [Elle]No.[/Elle]- replicó Ellie, seria. Cuando Elle ponía esa mirada ya podías echar a correr, por suerte a mí solo me ponía ojitos tiernos y a veces un poco pícaros.

    – [Idris]Madre mía, te digo yo a ti que no.[/Idris] – añadí, mirando fijamente al señor Cenizo.

    – [Xander]Vale.[/Xander] – respondió, para no continuar con la conversación.

    – [Idris]Crea un CDC anda, mártir.[/Idris] – le pedí, sonriendo. En realidad me hacía poca gracia la situación y la gravedad con la que se lo estaban tomando empezaba a ser contagiosa.

    – [Elle]San Xander.[/Elle]- bromeó Coquito, echándose a reír. De pronto el aura ceniza pareció desaparecer y solté una carcajada.

    – [Xander]Qué bien os lo pasáis[/Xander] – dijo, sonriendo de verdad.

    Continuamos con la partida y después de un raro silencio, que era raro porque yo me hubiese quedado callado, Elle murmuró algo.

    – [Elle]Jane lo está pasando muy mal[/Elle]

    Viendo que Xander parecía el monstruo Boo cuando se le calentaba la sesera, me puse en pie y les dejé a solas. – [Idris]Os dejo un segundo, me estoy 42.[/Idris] – dije recogiendo los vasos para llevarlos a la cocina.

    – [Xander]¿Qué quieres que haga Ellie? No nos va muy bien cuando hablamos.[/Xander] – confesó. Vale, a ver, me fui de verdad para no cotillear la conversación, pero tengo oído de elfo sin ni siquiera transformarme, así que me pusiera donde me pusiera, iba a escucharles. Bueno, igual también me interesaba un poco.

    – [Elle]Es que Jane es muy cabezota.[/Elle]- suspiró Ellie. Os lo dije, muchos suspiros esos días.

    – [Xander]¿Sabes si recibió mi regalo?[/Xander] – preguntó, afectado. Ese muro de indiferencia que había intentado construir yéndose a Merelia no funcionaba. Yo no era quién para hablar, pero lo que tenían que haber hecho hacía mucho tiempo Jane y él era darle como monos durante un día entero. Tenían mucho mal humor acumulado.

    – [Elle]Sí.[/Elle]- respondió Coquito.- [Elle]Le gustó mucho.[/Elle]
    añadió. Me imaginé a Xander sonriendo. Igual no era verdad, pero en mi cabeza la gente sonríe más. También se desnuda más, pero eso en otros momentos y Xander no, que era familia. – [Xander]Cuando salgamos…iré a hablar con ella de nuevo.[/Xander] – hablar no les iba bien, mejor se entregaban a otros lenguajes.

    – [Elle]A ver si os casáis de una vez y dejáis el drama.[/Elle]- se rió Coquito, seguramente pensaba lo mismo que yo pero en fino.

    – [Xander]Amy tiene la culpa de que vuelva a ver nuestra reconciliación como algo…posible.[/Xander] – comentó con resignación.

    – [Elle]Habéis nacido para estar juntos, pero sois tan tontos que no lo veis.[/Elle]- casi aplaudo, así que disimulé haciendo como que fregaba el vaso.

    – [Xander]¿Y tú qué, eh? ¿Va a haber Coquitoboda?[/Xander] – le picó. Agudicé al máximo mi oído, fregando el vaso sin agua ni jabón.

    Escuché un ruido y Xander se quejó. Elle debía haberle pateado.

    Me giré y vi que se daban un abrazo y Xander le daba un beso cariñoso en el pelo. – [Xander]Te he echado de menos.[/Xander] – dijo. Pensé en que  yo también había echado de menos a Mike y teníamos que aprovechar para pasar tiempo juntos.

    – [Elle]Yo a ti no.[/Elle]- bromeó ella. – [Elle]Me gustaba ser hija casi única.[/Elle] – sentenció. También fue mala suerte que Xander estuviera todo el día en casa ahora que no estaban ninguno de sus padres ni Dante.

    – [Xander]No soy el único que lo ha hecho.[/Xander] – añadió. Todos sabíamos quién más echaba de menos a Elle.

    – [Elle]Sé por quién lo dices, pero no estamos peleadas y te lo demostraré[/Elle].- replicó. Por lo que sabía de la historia, Coquito y Amy eran inseparables hasta que dejaron de serlo. Amy había pasado unos años muy chungos y se había evadido de todo el mundo, pero parecía que ahora con el empujón de irse a Merelia con Xander, las cosas habían mejorado un poco para ella.

    – [Xander]Pones el listón muy alto, Lilie.[/Xander] – le replicó. Recuerdo que cuando eran pequeños siempre la llamaba así. Claro, como soy el viejo del grupo.

    – [Elle]Anda ya[/Elle].-comentó ella, restándole importancia.

    – [Xander]Lo digo en serio.[/Xander] – añadió él. Me sentí orgulloso de que Coquito tuviese un hermano que la tratase bien, ella se lo merecía todo.

    Aquél día seguimos jugando hasta tarde, buscando el momento en el que nos librásemos de los nervios para poder irnos a dormir tranquilos. Xander fue el primero en irse, Elle y yo nos quedamos dormidos en el sofá, castos y puros, por desgracia.

    Los días pasaron volando y allí estábamos, en el sótano de los horrores

    – [Idris]Bueno, Coquito, ¿se te ocurre qué hacer solos en este gran sótano vacío con dormitorios a ambos lados?[/Idris] – sonreí, intentando paliar la gravedad de la situación.

    – [Elle]Puedo mirar a ver si tengo datos y vemos un capítulo. [/Elle]- sonrió. Vi a través de su sonrisa, estaba preocupada. Acababa de descubrir que tenía una hermana más y ahora ella, su hermano y un montón de gente a la que quería estaban en peligro inmediato, incluidos nosotros.

    – [Idris]¿InfiniTV and chill?[/Idris] – me reí mientras caminábamos. En realidad en parte iba en serio porque cuando me ponía nervioso me entraban ganas de fiesta. Como diría mi versión de Bruce Banner, mi secreto es que siempre estoy nervioso.

    – [Elle]Solo era una idea.[/Elle] – replicó ella. Estaba muy preocupada.

    – [Idris]Lo sé.[/Idris] – añadí. Ella pareció sentirse mal por estar seria, así que lo atajé. – [Idris]Es que este sitio apaga el sentido del humor.[/Idris] – dije mirándola. Nos sonreímos y nos detuvimos allí.

    – [Elle]Vamos a salir de aquí.[/Elle] – me dijo y se acercó para abrazarme. – [Elle]Vivos y bien. [/Elle]- puntualizó. Sí, no me apetecía salir de allí con menos Idris del que entró, especialmente sin el Señor Coco.

    – [Idris]No me abraces mucho que ahí veo una cama y no respondo.[/Idris] – bromeé, señálando una de las asépticas celdas dignas de una fantasía voyeur, con su pared frontal de cristal.

    – [Elle]En tus sueños, majo.[/Elle] – replicó alzando una ceja. Entre la ceja, la sonrisa y los nervios estaba a punto de darme mal.

    – [Idris]Vale, entonces me echaré a dormir.[/Idris] – respondí, alzando una ceja en respuesta, pero no tenía su habilidad. Ella se echó a reír, pero nuestro instante de felicidad duró muy poco, lo que tardó mi vista en fijarse en algo que se movía en una celda más allá.

    – [Elle]¿Qué pasa?[/Elle] – preguntó ella al ver mi cara.

    – [Idris]Esto no está vacío, Coquito.[/Idris] – le dije, señálando la celda. La miré y caminamos para acercarnos, con cautela.

    Dentro de la celda había una mujer aparentemente joven, vestida con una ropa que parecía cómoda, completamente blanca.

    – [Alice]No me digas que llevo veinte años en esta maldita celda y que sois los Nuevos Moondies.[/Alice]- espetó con mal humor, mirándonos fijamente.

    – [Elle]No eres humana.[/Elle] – dijo Elle, observándola. – [Elle]Ni buena.[/Elle] – Coquito había heredado bastantes cosas de su madre, pero no estaba claro cuánto porque no era muy habitual todo lo relacionado con su concepción. Por lo que parecía, era capaz de percibir a los sobrenaturales, quizá esa magia que corría con fuerza por sus venas le permitía ver las auras.

    Me fijé en que había una especie de bolsas en la esquina que contenían restos de un líquido rojo. Era una vampiresa.

    Antes de poder contestarle, miré la celda de al lado, en la que había ruidos. Un licántropo, transformado, arañaba y se golpeaba contra el cristal al vernos, pero no conseguía hacer ni una mella.

    – [Idris]¿Te ha capturado Infinity?[/Idris] – le pregunté, parecía poco amigable, pero el licántropo no iba a hablar mucho.

    – [Alice]Llevo mucho tiempo aquí.[/Alice] – comentó, acercándose más al cristal. No tenía mal aspecto pero sus ojos parecían más ávidos al habernos visto, como si solo viese un manojo de venas por las que corría sangre. Se fijaba demasiado en Elle. – [Alice]Otra rubia diminuta y maciza destinada a salvar el mundo. [/Alice] – puso los ojos en blanco, pero su lenguaje verbal dejaba claro que estaba deseando hincarle el diente. Los vampiros se alimentaban de los vivos, pero había algunas razas por las que tenían predilección. La que más, la de Elle y su madre.

    Vi un destello en la pared frontal y como aún no había superado la fase de niño curioso, le di a un símbolo ‘+’ que había aparecido. Eso desplegó una ficha de información y debajo un diario de investigaciones. Me leí el resumen por encima.

    – [Idris]Es una vampiresa. Alice.[/Idris] – leí. No llevaba veinte años allí, pero sí casi cinco. Eso significaba que Infinity llevaba ya un tiempo siendo el revival de la Iniciativa. En cinco años les podía haber dado tiempo a mucho.

    – [Elle]Me suena. [/Elle]- respondió Coquito, estaba muy guapa cuando fruncía el ceño pensativa.- [Elle]Trabajaba para Siegfried según me dijo mi padre.[/Elle] – recordó finalmente. Me daba grima escuchar hablar de Z, pero traté de ocultarlo.

    – [Alice]Tenéis que sacarme de aquí. [/Alice] – nos pidió. – [Alice]Si me llevan, no volveré.[/Alice] – rogó, con cara de pena. Sinceramente, parecía un papelón, pero lo hacía tan bien que te dejaba con dudas.

    – [Idris]Si los sacamos nos descubrirán enseguida.[/Idris] – comenté, buscando la respuesta de Elle, que seguramente sabría qué hacer, ella era la blanca, si por mí fuera no sé qué habría hecho.

    – [Elle]¿Y qué hacemos, los dejamos aquí?[/Elle] – preguntó ella, nerviosa. Vi que se mordía los labios y se había hecho una herida.

    – [Idris]Sinceramente, no lo sé.[/Idris] – confesé.

    Era una vampiresa, su único propósito en la vida era el de alimentarse de otros, sin importarle si vivían o morían, pero por otro lado, sabía perfectamente lo que era vivir con el arquetipo y los prejuicios que ponen en ti solo por tu apariencia.

    Recordé una tarde, tiempo antes de empezar a formar un grupo para ir de caza, antes incluso de empezar a ir yo mismo. Había salido con unos amigos al cine, para ver una película. Nos encontramos con los clásicos matones de clase, que estaban metiéndose con un chaval tímido que también iba con nosotros al instituto. Me puse delante de él y les reté. Uno de ellos fue a pegarme y le paré la mano, no me esperaba que jugaran tan sucio y otro de ellos consiguió golpearme. Perdí el equilibrio y caí al suelo con el labio partido. En un suspiro, alguien había llamado a la policía y ya estaban allí. ¿Sabéis lo primero que hicieron? Pista: no fue preguntarme si estaba bien. Me alzaron y me pidieron que pusiera las manos a la espalda y me colocase contra el escaparate de una tienda, igual que al resto de los que me acompañaban. Los matones de clase mintieron y conseguí salir de esa gracias a mi padre, pero nunca se me olvidaría la impotencia y la indefensión que sentí.

    – [Alice]No estáis a la altura de los Moondies. [/Alice] – espetó la vampiresa, trayéndome de vuelta del vagón de los recuerdos. – [Alice]Sois unos críos.[/Alice] – replicó volviendo a internarse en las sombras.

    – [Idris]Qué cabrona.[/Idris] – solté.

    – [Elle]Sabe dónde dar.[/Elle] – aseguró, siguiéndola con la mirada.

    – [Idris]Ya, y ahora nos deja en la Isla del Doctor Moreau con un debate filosófico que nos perseguirá durante varios capítulos.[/Idris] – comenté. Ya estaba siendo complicado sacarnos a nosotros mismos de allí, aún más intentar sacar a toda la gente que pudiesen tener cautiva. Pero si no lo hacíamos, nos perseguiría nuestra conciencia.

    – [Alice]Os estoy oyendo, inútiles.[/Alice] – gritó desde su esquina.

    – [Idris]Les pienso decir que te den de comer morcilla.[/Idris] – le repliqué. La jodía se acercó lo suficiente como para hacerme un corte de mangas. Mira, por ella no iba a tener debate filosófico. – [Idris]En fin, será mejor que miremos al resto de gente.[/Idris] – dije, fijándome en lo largo que era el pasillo. Largo como el camino a casa cuando tienes prisa o como el tiempo que tardaba en responder Coquito cuando hacíamos amago de sexting.

    Cuánto más avanzábamos menos duda quedaba de que Infinity estaba utilizando las instalaciones para su propósito original. Varias veces tragué saliva al ver las caras de pánico y tristeza en las caras de algunos sobrenaturales que había allí. Algunos debían ser humanos potenciados o demonios cruzados, porque no se les distinguía. Aquello era horrible, como caminar por un campo de concentración. Todo en mi cuerpo gritaba por salir de allí, incluso por dejar mi cuerpo a su suerte y observar desde la distancia cómo salía todo.

    – [Elle]Este sitio da miedo.[/Elle] – afirmó. Le temblaba un poco la barbilla.

    – [Idris]Te doy la mano si quieres.[/Idris] – dije con una sonrisa, tratando de quitarle importancia.

    – [Elle]Si yo tengo más fuerza que tú… [/Elle]- me dio un golpe en el brazo y lo corroboré, y eso que no había sido con fuerza.

    – [Idris]¿Por qué crees que te lo estoy pidiendo? Como vea otro demonio triste más me voy a cagar.[/Idris] – respondí con sinceridad.

    – [Elle]Tranquilo.[/Elle] – dijo con voz calmada, agarrando mi mano. – [Elle]Vamos a acabar con Infinity juntos.[/Elle] – afirmó con convicción. Quise creerla, pero tenía miedo a que aquello fuese demasiado.

    – [Idris]¿Con erótico resultado?[/Idris] – pregunté, ocultando cómo me sentía. Ya habría tiempo de lidiar con lo que le pasaba a aquellas personas, cuando estuviésemos a salvo. De nada servía intentar ayudarles y quedarnos por el camino.

    – [Elle]Ya veremos.[/Elle] – respondió. Con eso tuve suficiente para sacar fuerzas renovadas. Le sonreí y seguimos caminando, viendo quién más estaba allí dentro, porque éramos así de sacrificados y masoquistas y queríamos grabarnos en la retina las caras de la gente que teníamos que salvar.

  • LA MAYOR DERROTA QUE SE PUEDE SUFRIR

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Drizz | Futuro del Soberano

    [color=orange]Tarde[/SIZE][/color][/b][/font]

    drizzfut

    [SIZE=3]
    Mientras Elle guiaba nuestros pasos por el interminable laberinto que constituía el Palacio reflexioné sobre lo que Doe me había contado en los últimos años, no sin poder evitar llevar la mano hacia la daga de mi cinto y aferrar la empuñadura con fuerza.

    Desde el primer momento dejó claro que no sería una misión fácil y que supondría la muerte para muchos, si no todos, en eso no había mentido, y estaba dispuesto a afrontarlo con tal de ser la chispa que encendiese el cambio. No quería que me recordasen como un héroe o un mártir, solo cambiar las cosas para mejor, evitar que otros pasaran por lo que yo, y muchos otros, tuvimos que pasar.

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  • EN BUSCA DE LA LIBERTAD

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=5]Elle| El Palacio

    [color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

    princesselle1

    [SIZE=3]

    La Armadura chivata le había dicho al Rey de los Locos que teníamos visita en el castillo y claro, se había puesto histérico perdido y hasta mi habitación se estaba moviendo con la puñetera manía de cambiar las estancias del castillo en función de su estado de humor. Así no había quién se concentrase y me iba a quedar sin saber si realmente si Katniss era una perra del Infierno o solo le gustaba que Peeta le pagase las Fantas.

    Cerré el libro con toda la mala leche del mundo y recolocándome la corona que parecía sacada del Burger King ése que ya no existía, me agarré el vestido y me asomé a la puerta.- [b] [i] [color=#974246]¡EH! ¡Aquí hay gente que intenta leer, ya que por lo visto hoy no se cena![/SIZE] [/i] [/b]- Pero nadie me escuchó, claro, porque estaba liándose en la planta de abajo, hasta el punto de que habían soltado al Perro con esteroides y a los zombies, porque por muy lujoso que pareciera el palacio, debía tener paredes de papel y se oía todo.

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  • YA NO QUIERO ESE MUNDO

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Henry L. Dunham | Moondale en ruinas

    [color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

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    [SIZE=2]
    Dicen que cuando estas apunto de morir ves pasar toda tu vida por delante de ti en cuestión de segundos. No era mi caso, era incapaz de ver nada más allá del Complejo, y me negaba a creer que eso era lo único en lo que se había resumido mi vida.

    Así que intente centrarme en esa enorme criatura, había escuchado hablar de los licántropos, pero era la primera vez que estaba ante uno, y su aspecto era desde luego imponente. De un mordisco partió por la mitad mi lanza, como si de un mondadientes se tratara, lo que me dejo expuesto durante un momento, un momento que no hubiese contando de no ser por los demás.

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  • ESTOY EN CASA

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=5]Amy | Moondale en ruinas

    [color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

    amyfuturo

    [SIZE=3]
    Lo mejor de mi vida eran los sueños de lobo. Esos sueños en los que era una loba de pelaje castaño rojizo, que corría junto a su manada por los frondosos bosques de lo que en el pasado debía haber sido Turee, esos bosques que ya sólo existían en la imaginación

    Me gustaba la sensación de libertad, el viento acariciándome el pelaje, aullar a la luna, mordisquearme las patas traseras y saber que no estaba sola, que me acompañaban el enorme lobo de pelo castaño y la loba pelirroja, que me protegían y de vez en cuando, también me gruñían, pero era por mi bien.

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  • SECUELAS DE UN MUNDO QUE NUNCA DEBERÍA HABER EXISTIDO

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Drizz | Futuro del Soberano

    [color=orange]Tarde[/SIZE][/color][/b][/font]

    drizzfut

    [SIZE=3]
    El interior del castillo era caótico, un fiel reflejo de cómo estaba el mundo en el exterior y de cómo estaba la mente del que lo «regía». Cada vez que por mi mente pasaban las palabras «Soberano», sentía una ira que no cedía, pero hoy había mejorado, no había nada como saber que ese bastardo iba a desaparecer como para alegrarle a uno el día.

    Los chicos a los que acompañaba, algunos de ellos hijos de los legendarios Campeones, reflejaban en sus caras y sus acciones las dudas que tenían sobre esta «misión». No podía culparles, si hubiese estado en su lugar probablemente me habría reído de un tipo que decía saberlo todo y me habría negado a hacer lo que me dijese, pero la vida tiene giros inesperados que te hacen creer en cosas impensables, aunque en un mundo en el que el tiempo cambia según el estado de ánimo de un loco que lo gobierna las mentes están más abiertas.

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  • EN EL PALACIO DEL SOBERANO

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Edward | Futuro del Soberano

    [color=#5AA6BB]MaÑana[/SIZE][/color][/b][/font]

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    [SIZE=3]

    [i]Mis padres están vivos.[/i] – pensé una vez más. El mismo pensamiento me había estado rondando la cabeza durante todo el camino. Mis padres, a los que ya me había resignado a no conocer excepto por las leyendas que rondaban sobre ellos y que alimentaban a todo aquél que se resistía al Soberano.

    Tan solo tenía unas pocas fotos de ellos, porque Mamá Eli había insistido en que el resto estaban a buen recaudo, porque si nos descubrían en posesión de fotos de los Campeones, no tardarían en atar cabos y hacer con nosotros lo mismo que habían hecho con ellos.

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  • UNA CENA DESPUES DE SALVAR EL MUNDO

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Henry L. Dunham | Moondale en ruinas

    [color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

    henry1

    [SIZE=2]
    Creo que no era consciente de donde me estaba metiendo, no sabía nada de estos chicos, ni de ese misterioso tipo que parecía ver todo lo que iba a ocurrir antes de que ocurriera, y para colmo había metido a Alex en una misión que podía acabar siendo demasiado peligrosa, si le acababa ocurriendo algo seria incapaz de perdonármelo durante el resto de mi vida. Solo podía contar con que las cosas fuesen como la seda y el tal Doe tuviese planeado.

    Antes de ponernos en marcha nos abastecimos de armamento, el chico que parecía liderar a los demás cogió dos katanas que se encontraban expuestas con sumo cuidado y se las coloco a la espalda. El chico que parecía estar enfado con el mundo parecía incapaz de decidirse y cogió de todo un poco, mientras que el otro chico y la chica llenaron sus mochilas de distintas frascos y distintas runas que había por la sala. Por mi parte, cogí una especie de lanza y un cuchillo pequeño que coloque junto al machete en el cinturón, mientras que a Alex le di una ballesta que se hecho a la espalda y un pequeño florete que no parecía pesar mucho pero que Alex llevaba arrastrando con desgana desde que salimos.

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  • MEREZCO UN FUTURO

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=5]Amy | Moondale en ruinas

    [color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

    amyfuturo

    [SIZE=3]
    Teníamos tanta prisa por creernos lo que nos había dicho aquel tipo, que ni siquiera nos paramos a pensar en que podía ser, en el mejor de los casos, mentira y en el peor, una trampa.

    Abandonamos la sala de los cristales oscuros armados hasta los dientes y con un montón de esperanzas que podían acabar convertidas en cenizas, pero no teníamos más remedio que creer en esa especie de iluminado que decía conocer el camino correcto.

    Mi enfermedad avanzaba a pasos agigantados y cada día,
    levantarse de la cama era un poco más difícil que en el anterior. Nadie sabía lo que me pasaba, porque todo el mundo estaba demasiado preocupado por salvar su propio pellejo como para preocuparse de una muerte. De todas formas, sólo era una cruz más que poner al otro lado del Parque Bellamy.

    Quizás por eso prefería los sueños. En ellos, no era una chica moribunda a los que todos sobreprotegían, sino una loba que corría junto a su manada. En los sueños no me faltaba nada, era como si estuviera completa.

    – [b][i][color=#0B3B2E]¿Sale algo…mío en el diario? No sé…mis padres o…[/SIZE][/i][/b] – Nicholas me sacó de mis pensamientos mientras atravesábamos el umbral de aquella nave abandonada.

    Negué con la cabeza recordando el día en el que encontré el diario en un montón de cajas viejas que no debería haber estado mirando.-[b][i][color=#5C1F42]Pero no te preocupes. Si Doe tiene razón, mi padre a lo mejor sabe algo[/color][/i][/b].- Hablar de mi padre en presente me daba fuerzas para seguir caminando, a pesar de los incesantes calambres que me dificultaban la movilidad de las piernas.

    Vi cómo Alexandra y Henry se adelantaban, seguramente hablando del tiempo, evitando el tema del que deberían haber hablado hace mucho. Un poco más adelante, ballesta en mano, iba Dritzz. No era necesario que fuese el primero, todo el mundo sabía dónde se encontraba el palacio del Soberano, ya que la modestia no se encontraba entre sus escasas virtudes, si es que tenía alguna. El castillo era una enorme construcción de color blanco inmaculado, plagado de símbolos de El Recuerdo y a la que se podía acceder desde cualquier parte de la ciudad, pues sólo le faltaba un camino de baldosas amarillas que te guiase a aquel imponente y horrendo castillo.- [b][i][color=#0B3B2E]¿Crees que estarán bien? Después de tanto tiempo…[/color][/i][/b]

    – [b][i][color=#5C1F42]Eso espero[/color][/i][/b].-Dejé escapar un suspiro y miré a Ethan, que parecía tan perdido en sus pensamientos como de costumbre. No sabía qué era peor, si nuestra frágil esperanza o el resentimiento que debía sentir hacia Mamá Eli o quizás, debería empezar a llamarla Tía Kaylee.

    Nos quedamos en silencio y le miré por el rabillo del ojo, con el mandoble que había recogido de la sala en la mano, parecía diferente. Como si de pronto el mundo real hubiese venido para echarnos años encima.- [b][i][color=#0B3B2E]¿Estás segura de querer venir? Sería mejor que nos esperases en casa y después, volveríamos todos, o ninguno[/color][/i][/b].- Puso la mano libre en mi hombro. Para él, eso que estaba diciendo, era muy importante.
    Dejé escapar una carcajada.- [b][i][color=#5C1F42]Voy a hacer como que no he oído eso[/color][/i][/b].- Le aparté la mano con cuidado y seguí caminando.

    – [b][i][color=#0B3B2E]Eres imposible.[/color][/i][/b] – A veces, tenía esos arrebatos de niño pequeño, pero eran parte de su encanto. – [b][i][color=#0B3B2E]¿Y si te pasa algo? Es el palacio del Soberano Amy, no es una excursión, podrías…podrías morir, maldita sea, joder[/color][/i][/b].- Si Mamá Eli le hubiese escuchado decir eso, le habría castigado, por muy mayor que se creyese, aunque seguía teniendo las mismas pecas en la nariz que cuando era pequeño.

    – [b][i][color=#5C1F42]Sabes que voy a morir de todas formas[/color][/i][/b].- Aparté la mirada de su nariz y miré al suelo, a mis viejos pantalones vaqueros y mi camiseta gris. Justo delante vi a Alexandra, con sus zapatos de tacón, sus calcetas blancas, la camisa del mismo color y una falda de cuadros rojos y negros. Incluso en ese mundo había gente que podía permitirse vestir bien, aunque fuéramos a una misión suicida.

    Nicholas parecía derrotado. – [b][i][color=#0B3B2E]Eso no…eso no lo sabes.[/color][/i][/b] – Al decirlo, titubeó. Si hay algo peor que saber que te estás muriendo, es que los demás te traten como si fuese a pasar de un momento a otro.

    Al verle así, cambié rápidamente de tema. No quería que sintieran pena por mí, especialmente él.- [b][i][color=#5C1F42]Si lo llego a saber, me hubiese puesto una minifalda[/color][/i][/b].- Susurré.

    – [b][i][color=#0B3B2E]No me quejaría[/color][/i][/b].- Al decirlo, aprovechó para mirarme de arriba a abajo – [b][i]
    [color=#0B3B2E]No tienes nada que envidiarle[/color][/i][/b].- Por la cara que puso, deduje que no le caía bien y en parte, lo entendía, porque me había llamado moribunda porque Henry no estaba haciéndole caso, pero tampoco era como para pedir su cabeza.

    – [b][i][color=#5C1F42]No me refiero a su físico, sino a que no está enferma[/color][/i][/b].- Le aclaré. Estaba tan desesperada por dejar de sentirme así, que me habría cambiado por cualquiera. A la vez que hablaba, me fijé en que Nicholas me miraba demasiado.- [b][i][color=#5C1F42]Y deja de mirarme como si fuera comestible, me estás poniendo nerviosa[/color][/i][/b].- Una ráfaga de aire me movió un poco el pelo y me lo aparté como pude.

    – [b][i][color=#0B3B2E]Si ese tal John Doe de verdad lo sabe todo, lo que vamos a hacer conseguirá curarte[/color][/i][/b].- Meditó tras ignorar mi comentario.

    – [b][i][color=#5C1F42]Y entonces podré ponerme minifaldas y ser una inconsciente[/color][/i][/b].- A lo mejor había alguna Amy por ahí cuya máxima preocupación era pensar qué ropa iba a ponerse al día siguiente.

    – [b][i][color=#0B3B2E]No puedo esperar para verlo[/color][/i][/b].- Lo dijo tan en serio, que estuve a punto de creérmelo, pero estaba segura de que como nos conocíamos desde hacía demasiado tiempo como para estropearlo, serían imaginaciones mías.

    Noté que me llegaba un poco de rubor a las mejillas.- [b][i][color=#5C1F42]Yo tampoco[/color][/i][/b].- Giré la vista en dirección a Edward y a Ethan que iban hablando en voz baja, para que Cole no se diera cuenta de que me había puesto colorada por su comentario.- [b][i][color=#5C1F42]¿Por qué crees que Mamá Eli no le habrá dicho la verdad a Ethan?[/color][/i][/b]

    – [b][i][color=#0B3B2E]El miedo nos hace equivocarnos[/color][/i][/b] .- Intenté pensar en alguna vez que hubiese parecido que tenía miedo, pero no era capaz de encontrar ninguna.

    – [b][i][color=#5C1F42]¿Estás haciendo eso de hablar de otro pero en realidad estás hablando de ti mismo? Confiesa[/color][/i][/b].- Bromeé acercándome a él.

    Cole compuso una sonrisa amarga. – [b][i][color=#0B3B2E]Vamos a parar un momento para que Amy descanse.[/color][/i][/b] – Anunció en voz alta, dejándome a cuadros. Estaba cansada y me dolía todo el cuerpo, pero no era necesario decírselo a todo el mundo.

    – [b][i][color=#898579]Voy a adelantarme para que asegurarme de que no nos emboscan[/color][/i][/b].- Edward se puso a la altura de Dritzz, dejando a Ethan solo atrás, que acabó pasándonos después de que Cole me empujase suavemente contra la pared.

    – [b][i][color=#0B3B2E]No te asustes[/color][/i][/b].- Murmuró Cole con una mano apoyada en mi hombro y la otra en la pared. Volví a contarle las pecas de la nariz: Una, dos, tres, cuatro…intentaba calmarme de alguna forma para que no notase que tenía ganas de fastidiar nuestra relación de amistad a lo grande.

    Él, haciendo caso omiso a mi nerviosismo, pareció concentrarse y su piel empezó a cambiar de color, tornándose verde y sus ojos, se pusieron amarillos con la pupila en vertical. La transformación paró ahí, como si la hubiese detenido a propósito y al poco, volvía a ser él.- [b][i][color=#5C1F42]Estás…distinto[/color][/i][/b].- Noté que me flojeaban las piernas. Normalmente, cuando estaba en peligro o…en fin, el instinto de supervivencia activaba mi olfato, ya de por sí bastante sensible y en ese momento lo único que podía oler era a Cole (que olía de maravilla), así que poco me importaba que fuera verde o amarillo.- [b][i][color=#5C1F42]¿Por qué me lo has contado a mí?[/color][/i][/b]

    – [b][i][color=#0B3B2E]No lo sé…simplemente quería que lo supieras.[/color][/i][/b] – Se encogió de hombros.-[b][i][color=#0B3B2E]Lo descubrí hace un par de años. Soy medio demonio.[/color][/i][/b]

    – [b][i][color=#5C1F42]Sigues estando guapo[/color][/i][/b].- Estaba abrumada por mis sentidos.- [b][i][color=#5C1F42]No es que diga que eres guapo, es sobre todo para que no te deprimas[/color][/i][/b].

    – [b][i][color=#0B3B2E]Ya. Sé que no te gustan mucho las serpientes.[/color][/i][/b] – Aseguró con demasiada rotundidad y apartó la mano de la pared.-[b][i][color=#0B3B2E]¿Sabes lo que significó esto para mí no? Descubrirlo digo[/color][/i][/b].- Comenzó a caminar.

    – [b][i][color=#5C1F42]Estás más cerca de conocer a tus padres…que el resto, excepto Ethan, claro[/color][/i][/b].- No fue una respuesta muy inteligente, pero tenía delante a Cole, con una camiseta azul que dejaba poco a la imaginación, después de haberme apoyado contra la pared y vale que estaba enferma, pero no era de piedra.

    – [b][i][color=#0B3B2E]No, me refiero a lo que soy, medio demonio.[/color][/i][/b] – Aclaró. – [b][i][color=#0B3B2E] Solo había dos Campeones que eran demonios, al menos en parte. Uno azul y el otro con pinta de dragón.[/color][/i][/b] – Se refería a William y a Daakka, mi padre los mencionaba en su diario. – [b][i][color=#0B3B2E]Nada de serpientes.[/color][/i][/b]

    – [b][i][color=#5C1F42]Eso no significa nada, sólo que uno de tus padres no era Campeón[/color][/i][/b].- Le miré, esta vez a la cara.- [b][i][color=#5C1F42]A lo mejor somos hermanos[/color][/i][/b].- Puse cara de asco y me reí con tanta fuerza que una sacudida de dolor hizo que tuviera ganas de retorcerme en el suelo.

    – [b][i][color=#0B3B2E]Eh…creo que prefiero ser un don nadie.[/color][/i][/b] – Acompañó mi cara de asco. – [b][i]
    [color=#0B3B2E]No te lo tomes como algo personal pero al menos yo puedo recrearme la vista. Edward y Ethan…lo tienen un poco complicado[/color][/i][/b].

    – [b][i][color=#5C1F42]¿Te recreas la vista conmigo?[/color][/i][/b]- Volví a reírme nuevamente, esta vez con más ganas y en lugar de dolor, me sentí liberada.

    – [b][i][color=#0B3B2E]No lo voy a hacer con Ethan…cocina bien y tiene un trabajo estable en el huerto pero no estoy tan desesperado[/color][/i][/b].- Los dos miramos a Ethan, que no se estaba enterando de nada.

    – [b][i][color=#5C1F42]Ethan es un buen partido, te dejo que lo medites[/color][/i][/b].- Puse las manos en alto.

    – [b][i][color=#0B3B2E]Eh, no gracias, me gustan más femeninas, de piel clara…Ethan está un poco tostado de tanto estar en el huerto[/color][/i][/b].- Sujetó una de mis manos y la bajó continuando la broma, pero también aprovechando para tocar.

    – [b][i][color=#5C1F42]Si me curo, a lo mejor te invito a dar una vuelta[/color][/i][/b].- Tenía las manos frías, como si fuese realmente un reptil y lejos de desagradarme, me gustaba, pero nos soltamos antes de tener que dar explicaciones al resto.

    – [b][i][color=#0B3B2E]¿Entonces a qué estamos esperando?[/color][/i][/b] – Parecía que realmente le apetecía.

    – [b][i][color=#5C1F42]Tú te encargas de explicárselo a Ethan y a Edward[/color][/i][/b].- Intenté contener la sonrisa para que no se notase que llevaba detrás de él desde que se había vuelto el guaperas que tenía delante. Si algo bueno tenía este mundo, era que quedaba tan poca gente que alguien como él podía fijarse en una chica como yo.

    – [b][i][color=#0B3B2E] Ese será el menor de nuestros problemas[/color][/i][/b].- Miró a Edward, que estaba distraído hablando con Dritzz y a Ethan, que permanecía detrás.

    – [b][i][color=#5C1F42]Eso dices ahora[/color][/i][/b].

    Tenía que confiar en lo que había dicho John Doe.

    Yo también merecía un futuro, aunque fuera en esta mierda de mundo.

    ¿Era mucho pedir?

    [spoiler]Espero no haber fastidiado a Alph y también que os guste, claro[/spoiler]