Moondale

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  • MEDIDAS DESESPERADAS

    [align=center][b][font= Garamond][SIZE=5]Daniel Arkkan | Varios: Casa de las Echolls; Calles de Moondale. [/SIZE][/font][/b]

    danielarreglao

    Cuando me levanté pensé que aún se notaría una sonrisa en mi cara. La cita de ayer no podía haber ido mejor. Cuando me besó, sentí que el tiempo se detenía y que nada era más importante que estar junto a ella. Después fui yo el que la besó, y la sensación no cambió en absoluto, me sentía con fuerzas para superar cualquier cosa, y sabía que siempre las tendría mientras estuviese con ella.

    Después nos quedamos un rato abrazados con la preciosa vista del lago Nymeria, con las estrellas reflejadas en él. Siempre había sido una persona bastante protectora, y con Sarah aún más que con los demás, pero en ese momento sentí esa parte de mí más fuerte que nunca, ahora no sólo haría y daría lo que fuese por salvarla, sino que además volvería vivo para estar con ella.

    Mientras volvíamos en el coche, con Sarah de nuevo al volante, estuvimos hablando respecto a Diana. Sarah era una persona muy emotiva e increíblemente bondadosa, y se sentía muy mal por lo que debía haber pasado Diana. Tuvimos la idea de prepararle una fiesta sorpresa para celebrar su cumpleaños el día trece y después Sarah se quedó en silencio, pensativa, seguramente pensando todos y cada uno de los detalles de la fiesta.

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  • RECOGIENDO LA COSECHA

    [align=center][SIZE=4][font=Bookman Old Style]Diarios de Destino | Exterior de Silver
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    callemoondale113[/align]

    Un paso, dos, tres…la pálida imitación de ser humano caminaba lentamente, sintiendo como cada segundo su último cuerpo se quedaba seco, sin vida, pronto tendría que tomar posesión de otro, ese era su eterno destino, vivir siempre en un cuerpo que no sería el suyo, y morir una y otra vez, era una simple marioneta de la muerte, sin más sentimientos que la acera por la que caminaba.

    Las puertas del Silver se abrieron de par en par, dejando paso a un par de muchachos bastante borrachos que se tambaleaban buscando un lugar donde despejarse.

    – [b]Dios tío, creo que me he enamorado, ¿has visto a la pelirroja? [/b] – preguntó el más alto, de pelo castaño a su amigo de pelo rubio mientras se apoyaban en la pared de fuera. – [b]Es una…una…dios tío. [/b]

    – [b]Ya te digo… [/b] – confirmó el rubio. Después de unos segundos de silencio añadió. – [b]Como soy buen amigo… te dejo a la pelirroja. [/b] – se colocó frente a su amigo y le puso una mano en el hombro. – [b] Peeeeero…yo me quedo con la rubia y con la morena. [/b] – añadió con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos medio entrecerrados. Después el moreno le rodeó torpemente con los brazos, y se quedaron así, tambaleándose, durante varios minutos, como si solo hubiesen pasado segundos.

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  • JUNTOS

    [align=center][b]Sarah Echolls | Lago Gealach [color=purple]{Con Daniel Arkkan}[/b][/color]

    sarahinlove[/align]

    [spoiler]En este post suena una canción. Es Far Away de Nickelback y los minutos son del 0 al 1:07

    La idea es que cuando yo os avise le deis al play para visualizar la escena como si de una serie se tratase. Espero que os guste. No me digáis que mis posts no son interactivos, ¿eh?.[/spoiler]

    Me costaba pisar el acelerador del coche porque las piernas me temblaban mucho más que la primera vez que me enfrenté a un vampiro. Procuraba que los nervios no se me notasen pero con Daniel era prácticamente imposible. Me conocía mucho mejor de lo que nadie me llegaría a conocer nunca y eso que tampoco hacía mucho que había llegado a mi vida. Durante el trayecto hablamos poco, seguramente porque él estaba casi más nervioso que yo y no me apetecía forzar la conversación.

    – [b]Hemos llegado[/b].- Dije apagando el motor del coche.- [b]Deberías reconocer que soy una gran conductora[/b].- Hice el gesto del triunfo con los dedos.

    – [b][i]Lo reconozco, pensé que te resultaría más difícil desde esa altura[/b][/i]. – Me contestó con una sonrisa mientras abría la puerta para dirigirse a la parte de atrás para coger las cosas que estaban en el maletero. – [b][i]No mires[/b][/i]. – Me advirtió desde atrás.

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  • CONGA

    [align=center]
    [b]Suzanne Sommerville | Club Silver {Con Diana Echolls & Silver F. Wolfe}[/b][/align]

     

    annsommervilleEl mundo, para mí, se había reducido a luces que brillaban en todas partes, deslumbrándome por momentos y haciendo que mi campo de visión se viese mermado. Tras haberme puesto a bailar con [b]John Doe[/b] (menos de diez minutos, porque las reglas no escritas de las discotecas estipulan que bailar durante más tiempo implica ganas de sexo con el susodicho) me hundí en los cálidos, ásperos y confortables brazos de tres tequilas más, que sumados a los dos que llevaba encima (y teniendo el poco aguante que tengo yo a esa bebida en particular) lograron que la palabra licantropía fuese un trabalenguas demasiado complicado y que yo volviese a ser una adolescente de dieciséis años, con cuatro más, un poco ligerita de cascos. Pero por algún motivo que tenía que ver con mi trabalenguas particular, borracha me sentía bien.

    Después de que [b]Dominic[/b] que llevase del lado de [b]John Doe[/b] y nos recluyese en el baño (donde no hicimos cochinadas, y eso que éramos unos cuantos para hacer una fiesta salvaje con despelote incluído) me entraron las ganas de fiesta. Y he de reconocer que cuando voy bebida soy como una niña pequeña. Si [b]Dominic[/b] dice [i]“no salgáis”[/i] yo tengo ganas de salir. Pero algo me dice, algo que va ligado al instinto de mi trabalenguas, que por una vez tengo que hacer caso, así que no me queda otra que respirar hondo y pasar del sentimiento de culpa que me invade repentinamente, al mismo tiempo que el subidón de alcohol se baja rápidamente hasta mis pies, porque aunque nosotros estemos a salvo… hay docenas de personas en este garito que saldrán sin ser avisados. Respiro hondo, intentando no entrar en pánico y me dejo arrastrar a la pista, donde, bailando con [b]Diana[/b], una vez la morena nos hubo abandonado por problemas con los tacones, dejo que todas mis preocupaciones se evaporen al ritmo de la música.

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  • UNA TARDE AJETREADA

    [align=center][b]Daniel Arkkan | Varios, Actual -> Exterior de la Casa de las Echolls. En el coche.[/b]

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    danielarreglao

    [spoiler]
    Creí oportuno aclarar que este post tiene una peculiaridad respecto al resto, y es que narra el día de Daniel desde que salió de casa de Sarah, por tanto va desde varias horas atrás (respecto a la hora actual de Moondale) hasta ahora (aproximadamente las 20:30)
    [/spoiler]

    Después de comer con Sarah y su madre, me fui para dejar a Sarah hablar de…”cosas de mujeres” con Jan. Al salir de la casa me di cuenta de que, dejando aparte los preparativos de la cita, no tenía nada que hacer.

    Lo primero que hice fue hacer unas compras para la cena en el lago y después ir hasta mi casa. Estaba más nervioso de lo que acostumbraba y tenía que hacer algo para entretenerme, porque el tiempo me estaba pasando muy, muy despacio.
    Después de un rato conduciendo, dejé el coche al pie del camino empedrado que conducía a la casa de madera. Podría haberlo llevado hasta la misma casa, pero tenía una distracción en mente. Desde que me instalé en esa casa hace ya algo más de un año, trabajé duro para eliminar todas las amenazas de la zona, hasta que al final, parecían eludir la zona que la rodeaba. Ahora ya no vivía allí y no quería arriesgarme a que se diesen cuenta de ello, así que tenía que investigar si alguien se había acercado demasiado, y si era así, eliminarlo para que siguiesen temiendo la zona.

    Seguí por el camino durante unos diez minutos, y entonces comencé a investigar los alrededores de la casa. Tardé un buen rato en recorrer toda la zona registrando concienzudamente. No había encontrado nada que indicase la presencia de demonios u otros seres, y tampoco había signos de que nadie más se hubiera acercado allí. Por el momento Abigail estaba a salvo, tanto de los demonios como de los miembros de la Iniciativa.

    Eché un vistazo al reloj y me di cuenta de que tendría que darme prisa si quería ir a ver a McLeod antes de recoger a Sarah, así que me dirigí hacia la casa. Cuando entré, Abigail estaba leyendo un libro con gesto distraído.

    – [b]Hola.[/b] – saludé. – [b]No te preocupes, seré invisible, tengo que coger unas cosas y darme una ducha. [/b] – decidí hacerlo lo más rápido posible, Abigail estaba pasando por una situación difícil y sería mejor dejarla descansar tranquila.

    – ¿Daniel? – dijo dejando el libro en una mesita al lado del sofá, después se levantó, vino hasta donde yo estaba y me dio un abrazo.- ¿Qué tal estás? No esperaba verte por aquí.- esbozó una sonrisa, una de las sonrisas más tristes que había visto.

    – [b]Bien, es que necesitaba algo de ropa más…arreglada de la que suelo utilizar.[/b] – aunque no tenía muy claro si sería suficientemente arreglada. Normalmente utilizaba una cazadora de cuero negra o marrón junto a unos vaqueros y una camiseta. Ésta vez llevaría vaqueros y una camiseta, pero la chaqueta no sería la misma de siempre, ésta la tenía guardada para una ocasión especial, y sentía que era el momento adecuado. Aparte de eso, lo único que podía hacer era esmerarme un poco con mi pelo…tampoco podía obrar milagros. – [b]Espero que estés bien. Si necesitas algo ya sabes nuestro número.[/b] – le sonreí.

    – Has quedado con Sarah, ¿verdad? – preguntó apoyándose en el marco de una de las puertas.- Cuídala porque es una chica muy especial, de las que ya no se encuentran. – soltó una leve carcajada y suspiró.

    – [b]Abigail…recuperaremos a Nathan, ¿vale?[/b] – dije con toda franqueza. Nunca olvidaría lo que hizo por nosotros, y sólo estaría en paz con él cuando consiguiese sacarlo de ese infierno, mientras tanto lo único que podía hacer era darle a Abigail un lugar donde estar a salvo. – [b]Es un auténtico héroe, y aún le quedan muchas historias por delante.[/b] – dije con una sonrisa.

    – Eso espero. – Se le humedecieron los ojos al decir eso.- Si..si le pasa algo no…no sé qué sería de mí. – Intentó calmarse, limpiándose las lágrimas que estaban a punto de caer de los ojos con los dedos.- Mejor hablamos otro día, no quiero estropearte tu cita, pero prométeme que vendréis a verme porque si no acabaré adoptando todos los gatitos que me encuentre y me volveré huraña.

    – [b]Claro que sí, hablaré con Sarah y pensaremos algún sitio para ir.[/b] – en cuanto a socializar, no era demasiado bueno en ello, y la “vida normal” era bastante extraña para mí, así que no sabía muy bien donde podríamos llevar a Abigail para que se distrajese un rato y no pensase en nada. – [b]Será mejor que empiece a preparar las cosas y buscar la ropa, entre una cosa y otra se me acabará haciendo tarde.[/b] – sonreí con nerviosismo. Después subí las escaleras hacia el pequeño cuarto contiguo a mi antigua habitación. Tenía el tamaño justo para que cupiese el armario en el que guardaba mi ropa y además una estantería donde tenía colocadas algunas otras cosas que a veces llevaba encima cuando salía.

    Abigail no había tocado nada desde que estaba allí, aunque tampoco me extrañaba demasiado, la poca ropa que le habíamos comprado entre Sarah, su madre y yo le cabría perfectamente en la habitación. Así que fue fácil encontrar la chaqueta, la tenía en la parte del armario que menos se veía al abrirlo, la saqué y le eché un vistazo, estaba perfecta.

    Mi padre la llamaba su “chaqueta de la suerte”, la había llevado la noche que conoció a mi madre, y desde entonces sólo se la había puesto un par de veces, decía que quería que durase eternamente porque le había traído toda la suerte de este mundo. También era de cuero, como las que solía usar, negra, era completamente lisa excepto un bolsillo situado a la altura del pecho, en el lado derecho, además, abrigaba mucho más de lo que aparentaba, y eso la hacía perfecta para una noche de diciembre en Moondale.

    Dejé la chaqueta en la percha enganchada en la estantería, y llevé al baño el resto de la ropa. Después bajé a la cocina y comencé a cocinar mi improvisado menú. Cuando terminé, lo guardé todo bien para que no se estropease y lo metí en una mochila de mano, junto con un mantel y algunos utensilios.

    La ducha fue completamente revitalizante, mientras el agua caía sobre mí, no pude evitar pensar en Sarah. Es curioso como de vez en cuando, de pronto me daba cuenta de cómo había cambiado mi vida, incluso yo mismo. Ahora mi fuerza y mis habilidades servían a unos fines mucho mejores que la venganza, ahora luchaba para proteger a los que amaba.

    No me engañaba, antes también luchaba para proteger a la gente, pero en el fondo la verdad era distinta, cada vez que acababa con un demonio, cada vez que su sangre corría por mis manos, me sentía bien, como si una pequeña parte de la venganza que tanto ansiaba se hubiese llevado a cabo, pero ese camino nunca llegaba a su fin, dudo mucho que incluso habiendo acabado con el Kurgan hubiese llegado a su fin. Ese camino era el fácil, era mucho mejor que lidiar con mis demonios internos, asumir que por mucho que hiciese, ellos ya no volverían, y que nunca habrían deseado una vida así para mí, que no dieron su vida para concederme una vida de odio. Es casi como si ellos me hubiesen enviado a Sarah.
    Al salir de la ducha me encontraba completamente despejado. Me vestí y me peiné como pude, mi pelo era un poco, indomable, se parecía a mí mismo hacía un par de años. Después fui hasta la habitación del armario y me puse la chaqueta. Nunca me la había puesto antes, y temía que me quedase grande, pero cuando me la puse encajó perfectamente, me sentía como en casa con ella puesta. Cuando ya estuve listo, bajé las escaleras y cogí la bolsa.

    – [b]Bueno Abigail, yo ya me voy. Cuídate, y si necesitas algo, ya sabes.[/b] – le dije con una sonrisa. Ella se despidió con la mano y yo salí de la casa.

    Aún era temprano, cerca de las siete, pero con el horario de invierno estaba casi oscureciendo. Bajé por el camino empedrado, hasta que a medio camino una voz me detuvo.

    – [i][font=Arial]¿Qué hace un chico tan guapo como tú caminando por aquí…tan solo?[/i] – preguntó una voz a mis espaldas. Me giré para verla, era una chica rubia con el pelo largo.

    – [b]Podría decir lo mismo de una chica como tú.[/b] – respondí. No tenía demasiado tiempo, pero sí me sobraban unos pocos minutos.

    – [i][font=Arial]¿Y por qué no me acompañas?[/i] – se puso delante de mí, haciendo que me detuviese y pasó los dedos por mi pecho.

    – [b]Tengo algo de prisa.[/b] – respondí. Apartándola a un lado y continuando lentamente por mi camino. El cebo estaba puesto, ahora faltaba ver si picaría.

    Escuché un ruido a mis espaldas y de pronto una columna de humo me rodeó y se condensó delante de mí tomando la forma de la chica.

    – [i][font=Arial]Creo que no me has entendido.[/i]- dijo arqueando una ceja.- [i][font=Arial]He dicho que me acompañes. [/i]

    – [b]Y yo creo que te has pasado con el tabaco. [/b] – respondí con seriedad. – [b]¿Cómo te llamas? [/b]

    – [i][font=Arial]Ebony Lekker.[/i]- respondió. El mundo es un pañuelo, una vampiresa cutre tiene el mismo nombre que una de mis espadas, aunque le pegaría más llamarse Bunny Lekker. – [i][font=Arial]¿Necesitas saber quién te va a matar? [/i]– en un segundo su cara se transformó, dejándome cristalino lo que ya era claro como el agua, era una vampiresa.

    – [b]Descansa en paz, Ebony Lekker.[/b] – respondí a la vez que le agarraba la cabeza con una mano. Focalicé mis poderes a través de mi mano derecha y comencé a emitir una luz tan potente que comenzó a sacudirse, hasta que se desintegró. Normalmente mis poderes dañaban a los vampiros, a muchos seriamente, ya que al fin y al cabo son muy vulnerables a la luz, pero a los de tercera los desintegraba con facilidad.

    Dejé el montón de polvo atrás y bajé el resto del camino hasta llegar al coche. Metí la bolsa en el maletero y me subí. Conduje en dirección a la Universidad, sabía que encontraría allí a McLeod viendo los problemas que había ahora mismo,y así fue. Allí estaba con cara de no haber dormido bien en varios días y enterrado en una pila de libros, la conversación con él no hizo sino confirmar mis sospechas de estos días de que no estaba bien.

    Después de dejar a McLeod en su casa me dirigí a casa de Sarah. Por el camino no pude evitar darle vueltas a todo lo que habíamos hablado. Cuando a McLeod le asignaron a Sarah y me llamó, pude notar algo de pesar en su voz, y ahora ya sabía de qué se trataba. También me preocupaba su relación con Diana, ambos merecían ser felices y juntos podrían serlo, pero para eso Mc tenía que superar sus miedos, y no tenía idea de cómo ayudarle, sus miedos estaban muy arraigados, quizá lo estuviesen tanto porque quería a Diana más aún de lo que se atrevía a admitir. La verdad es que no le culpaba, mi mayor miedo sería sin duda perder a Sarah, ya no sabría cómo vivir sin ella. Incluso a mí me seguía pareciendo curioso cómo podía acabar con un vampiro con total normalidad y sin embargo ahora estaba todavía nervioso por la cita.

    Unos minutos después detuve el coche frente a la casa de Sarah. Antes de salir, repasé mentalmente si lo llevaba todo, y cuando ya estuve casi convencido, salvo esa típica sensación de que se te olvida algo, salí del coche y llamé al timbre de la puerta.

    Cuando la puerta se abrió, pude ver a la madre de Sarah sonriente.

    – [b][i]Veo que mi yerno va más guapo que de costumbre.[/b][/i]- Se acercó hasta mí y me dio dos besos.

    – [b]Gracias.[/b] – respondí sin saber muy bien que decir. – [SIZE=4][b]¿Sarah ya está lista?[/b]

    – [b][i]Júzgalo tú mismo.[/b][/i]- Dijo con una sonrisa, mientras giraba la cabeza en dirección a la gran escalera de la casa de las Echolls.

    Miré hacia la escalera y ya no pude volver a apartar la vista. Sarah se asomaba desde la parte de arriba. Llevaba un vestido azul de tirantes que junto a los tacones le realzaba cada parte de su cuerpo, el pelo le caía sobre el hombro izquierdo dejando a la vista su cuello, y en ese momento llegué a entender a los vampiros.

    Evidentemente la descripción se quedaba muy muy corta, no existe ninguna palabra en ningún idioma que me permitiese definir lo perfecta y preciosa que estaba, era como si una estrella hubiese tomado forma, y yo tenía la suerte de poder admirarla.

    – [b]Estás…vaya…[/b] – [i]Bien, estás y vaya, ya son dos palabras, sólo me harán falta unas pocas más esta noche…está…increíble.[/i] Me había dejado sin palabras, sin aliento y podría decirse que sin vista, porque no podía apartar la mirada de ella.

    – [b]Dejad de mirarme así porque sólo falta que suene “Kiss Me” de “Sixpence none the richer” y me sentiré como el personaje de Rachael Leigh Cook en “Alguien como tú”.[/b] – dijo Sarah apoyándose en la barandilla con una velocidad digna de Flash mientras nos miraba a su madre y a mí con el ceño ligeramente fruncido.- [b]Quiero una cita, no un cliché.[/b]- dijo bajando las escaleras a toda prisa. Al menos ya tenía claro que no era el único que estaba nervioso, porque a Sarah parecía que le habían dado siete red bull. Al bajar tan aprisa resbaló, por suerte ya estaba preparado y me lancé hacia ella y la cogí al vuelo. – [b]Te has propuesto convertir nuestra cita en una comedia romántica.[/b]- añadió sacándome la lengua.

    – [b]Soy tu caballero de la brillante armadura, sólo que la armadura la están soldando y he tenido que improvisar.[/b] – respondí sonriendo mientras bajábamos las últimas escaleras y la dejaba en el suelo con suavidad.

    – [b][i]Aún a riesgo de que Sarah me mate, me gustaría haceros una foto.[/b][/i]- la madre de Sarah enseñó una cámara de fotos que llevaba en la mano.- [b][i]¿Os importaría poneros ahí?[/b][/i] – dijo haciéndonos una seña para que nos pusiésemos justo delante de la escalera.- [b][i]Así, perfecto.[/b][/i]- asintió con la cabeza y se puso la cámara delante lista para la foto.- [b][i]Decid PA-TA-TA. [/b][/i]

    Esa fue la primera de una serie de intentos, en la primera foto salía con los ojos cerrados, la segunda salió desenfocada, en la tercera Sarah ya empezaba a aburrirse y levantó los dos brazos haciendo gesto de forzudo, en la siguiente nos pusimos espalda contra espalda y colocamos los brazos como si llevásemos una pistola al mejor estilo de agentes secretos y así unas cuantas más, hasta que la madre de Sarah dijo.

    – [b][i]Creo que tendré que resignarme a que mi hija pequeña nunca tendrá una foto normal.[/b][/i]- suspiró.- [b][i]Pasadlo bien.[/b][/i]- nos dio un abrazo a cada uno y fue hacia la puerta para abrirla.

    – [b]¿Un último intento?[/b] – pregunté a Sarah

    – [b]Está bien, pero las cámaras no hacen milagros…[/b]- suspiró y se puso delante de mí con los brazos cruzados para que yo la abrazase desde atrás.- [b]Perdona si te tapo la cara, es lo que tiene ser tan alta.[/b]- se giró para decirlo y justo en ese momento, cuando nos mirábamos con complicidad, con una sonrisa en la boca de cada uno, la madre de Sarah pulsó el botón y saltó el flash. Me alegraba saber que un momento así iba a perdurar para siempre, además de en mi memoria.

    Después salimos por la puerta en dirección a mi coche, pero mientras iba abrirle la puerta del copiloto a Sarah, ella ya se había sentado en el asiento del conductor.

    – [b]¿Me dejas conducir? Por favor, por favor, por favooor.[/b]- dijo haciendo los típicos pucheros que sabía que conseguirían que no le negase nada.- [b]Es que cuando soy el copiloto me aburro. Creo que es cosa de mi legado, porque cuando no mando no sé qué hacer…[/b]- finalizó mirándose los zapatos como si fuera una niña pequeña. No pude evitar sonreir.

    – [b]Vaaale. Pero tienes que escuchar bien mis indicaciones.[/b] – concedí. No estaba seguro de si sabría llegar al lago, y menos aún al lugar concreto que tenía en mente, así que tenía que guiarla. Ella asintió distraídamente y arrancó.

    – [b]Sabes que no lo haré.[/b]- me miró durante un segundo y me dedicó una enorme sonrisa.

    – [b]Lo imaginaba, entonces tendré que improvisar si nos perdemos.[/b] – respondí.

    Este sí que era un momento digno de foto, los dos en el coche, Sarah totalmente arreglada y con unos taconazos en el lado del conductor y yo como copiloto tratando de que siguiese mis indicaciones para llegar sin perdernos. Y eso sin olvidar mi cara, tenía la sonrisa permanentemente grabada, entre lo guapa que estaba Sarah esa noche y los buenos momentos que estábamos pasando pensé que acabaría teniendo agujetas.

    [spoiler]
    Sarah, Abigail y Elizabeth han sido controladas por Stefy, Ebony ha sido controlada a medias[/spoiler]

  • HABLANDO DE UN INGLES

    [align=center][b]~ Silver F. Wolfe | Club Silver | Con Jamie ~[/b][/align]

    silver1

    ¿Hasta las dos de la madrugada aquí encerrados? ¿Y que pienso hacer mientras tanto? ¿Jugar al parchís? La noticia de Dominic no me habia gustado del todo, al fin y al cabo el sueño siempre me vencía rápido, aunque al menos todavia quedaban chicos guapos y alcohol. A eso, sumar el hecho de que un dolor suicida me atacaba los dedos del pie. ¡Aquellos tacones me estaban matando! [i]Deberia haber venido descalza[/i], pensé barajando la posibilidad de cómo habria sido todo entonces.

    Me senté en un sofá que encontré por obra de Dios, y comencé a quitarme los tacones, sintiendo una libertad y alivio abrumador cuando el aire rozó los dedos rojos de los pies. Suspiré profundamente.

    [b]-¡Qué dolor! Ya es hora de que descanseis, queridos tacones[/b]- dije mientras colocaba los tacones a mi lado con cuidado y me recostaba en el sofá cual dueña de su casa.

    Sentí una presencia a mi lado, sabia exactamente quién era. Puede que una de las razones por las que me senté fue esa, y no por mero alzar.

    [b][i]-No sé como duran tanto con los tacones.[/b][/i]- comenta.-[b][i] Yo creí que mis pies morían la noche de mi graduación…[/b][/i]- la voz de Jaime no sonó tan acusadora como pensé que podría sonar.

    [b]-La noche de mi graduación terminé sin tacones, se me rompieron[/b]- reí al recordarlo- [b]Pero el lado positivo es que acabé con el más guapo de la clase llevándome en brazos[/b]- dije al mirar hacia el suelo, con la mirada perdida y melancólica. Esa sí que habia sido una buena noche.

    [b][i]-No me recuerdes la noche de graduación.[/b][/i]- murmuró Jamie en tono nostálgico.-[b][i]Terminé con mi novio en el coche de él, haciendo cochinadas en la orilla de un lago cualquiera.[/b][/i]

    [b]-Oh[/b]- suspiré- [b]los lagos. La de cosas que han visto y no pueden contar[/b]- reí yo sola-[b] Al menos tú acabaste en un lugar «cómodo» dentro de lo que cabe.[/b]

    [b][i]-Y tanto…[/b][/i]- recostó la cabeza en el sofá.- [b][i]Los años de noviazgo con mi ex, fueron increíbles.[/b][/i]- admitirió.- [b][i]Bueno, no tengo con qué compararlo, así que queda claro que fueron los mejores.[/b][/i]- se encogió de hombros.

    [b]-Afortunada tú que has tenido novio[/b]- suspiré mirando hacia el techo-[b] Más quisiera yo poder decir eso..[/b]

    [b][i]-Ya…[/b][/i]- sonrió en modo nostálgico.-[b][i] Sólo que luego todo se echó a perder…así que no te quejes mucho.[/b][/i]- me miró a los ojos.- [b][i]Sino, ya estaría actualmente con él y no me habría besado con él…[/b][/i]- y con un movimiento de cabeza señaló a Dom.

    [b]-Ah, sobre eso[/b]- subí las piernas al sofá y los cruzé para estar más cómoda- [b]Queria decirte que no era mi intención meterme dónde no me llamaban, es que…[/b]- miré hacia dónde se encontraba Dom- [b]bueno, él fue una gran ayuda cuando salí de mi celda, si no llega a ser por él ahora mismo no estaria aqui hablando, por eso le tengo un cierto…¿cariño?[/b]- no, tampoco lo llamaría asi. El cariño interhumano en mi es escaso, pero no encontraba otra palabra- [b]Pero de eso a tirármelo va mucho.[/b]

    [b][i]-No pasa nada.[/b][/i]- me tranquilizó posando una mano en mi brazo.-[b][i] Yo me comporté de lo peor, básicamente porque él y yo no somos absolutamente nada.[/b][/i]- aclaró.-[b][i]Fui una perra y lo siento, no quise maltratarte.[/b][/i]- me sonrió de medio lado.-[b][i]Además, creo que estabas en todo tu derecho de ligártelo, él es libre hasta donde sé.[/b][/i]- añadió.

    [b]-Gracias[/b]- agarré su mano- [b]Debo admitir que en un principio, cuando estuvimos alli abajo, hubiese matado por estar con él. Pero una vez que salí al mundo real me di cuenta de que no es el único hombre que existe, fijate[/b] -miré por encima del pub-[b] esto está lleno de gente guapa. Asi que por mi parte, puedes hacer con él lo que te plazca, aunque…[/b]-me reí al recordad lo que habia pasado momentos antes-[b]…veo que ya has dado el primer paso[/b]- reí aún más.

    [b][i]-Calla, ¡que he querido morirme de la vergüenza![/b][/i]- admitió entre risas.-[b][i] Me he quedado pasmada cuando me besó de nuevo…[/b][/i]- se sonrojó un poco, por lo que pude ver vagamente.-[b][i] Está que se parte, yo estoy lidiando problemas personales y mis propias hormonas, pero le haría algún que otro favor, lo admito.[/b][/i]- volvió a reirse y ahí se marcó un punto.

    [b]-Querida, no eres la única que le haria un favor. Si me dejas, ahora mismo le haria uno[/b]- reí-[b] Ya sabes para pasar el rato. Aunque espera…[/b]-tuve una idea para hacer la espera más amena, me levanté del sofá aún descalza, esquivé a unas cuantas personas y cuando volví al sofá llevaba en mis manos dos copas- [b]no le digas a Dom que te las he dado yo.[/b]

    [b][i]-¡Eres mi ídola![/b][/i]- agarró el vaso.-[b][i] Por una amistad mágica.[/b][/i]- brindó junto a mi.- [b][i]Pues, si quieres hacerle un favor sexual, hazlo…no soy su novia y menos su chica…[/b][/i]- bebió un poco del trago.- [b][i]Y no te preocupes, no le diré nada de esto.[/b][/i]

    [b]-¡Que va, no es el mejor momento! Además no quiero romper algo bonito que se puede estar formando[/b]- bebí con euforia- [b]Este será nuestro secreto de chicas-con-ganas-de-hacer-favores.[/b]

    [b][i]-¿Qué es lo bonito que se está formando?[/b][/i]- dijo derrepente disimulando, mientras bebía.

    [b]-No cuestiones la magia del amor[/b]- dije volviendo a beber y derramando bebida sobre el vestido-[b] Te lo dice una bruja A apoyada por otra bruja B, en otras palabras Diana. Dos brujas valen más que una, en este caso tú, la bruja C…[/b]-y después de decir aquello mi cara era un poema-[b] ¿Por qué me ha parecido esto un problema de lógica de filosofía de bachiller?[/b] – bebí mucho más que antes.

    [b][i]-No he pillado nada de lógica. Segundo, ¿qué magia del amor? Si no está pasando nada.[/b][/i]- murmuró con una sonrisa escondida detrás del vaso.

    [b]-En otras palabras, deja que la cosa fluya, no te distraigas pensando en si le gustas o no, en si ahora tienes que hablar con él o pasar de su ano. Deja que la [i]magia[/i] fluya[/b]- dije recalcando bien la palabra «magia»- [b]Y si tienes problemas, aqui tienes a Diana y a mi para empujaros[/b][/i]– levanté las cejas simultáneamente.

    Recuerdo cuando estabamos bailando Diana y yo, un tanto sensuales las dos, con muchos tios a nuestros alrededor y riendonos al ver la escena del beso. ¡Qué tiernos!

    [b][i]-No voy a hechizarlo, si es lo que me estás sugiriendo.[/b][/i]- alzó una ceja, mientras miraba el vaso vacío e hizo pucheros, sacándome de mi recuerdo lésbico-festivo.-[b][i] Si pasa algo, genial. Si no pasa nada, no importa, siempre tendré un buen amigo que me rescate si me meto en apuros sobrenaturales.[/b][/i]

    [b]-Yo no he dicho nada de hechizar a nadie, aunque ahora que lo dices no me parece mala idea[/b]- miré el vaso y sobrevaloré las posibilidades-[b] De todas formas con el tema del amor los hechizos están prohibidos, ley natural.[/b]

    [b][i]-Tranquila, que mi abuela ya me ha traumado en ese tema, que he querido no enamorarme de nadie, a decir verdad.[/b][/i]- se rió.- [b][i]De hecho, no sé lo que es estar enamorada.[/b][/i]

    [b]-¡Oh yo sí! Estoy enamorada de los tacones y de…[/b]- justo en ese momento comenzó a sonar la canción [URL=http://www.youtube.com/watch?v=I-FkW16U3jc]»Alors on danse»[/URL]-[b]..¡esta canción! Vamos, bailemos[/b]- le ofrecí la mano para bailar al tiempo que me subía al sofá.

    [b][i]-Jaja, entonces yo estaría enamorada de mi Mustang rojo cereza, para variar.[/b][/i]- me miró en primer lugar, se encogió de hombros, y finalmente se quitó las ballerinas y se unió.

    [b]-¡Y yo de la ropa de encaje![/b]- grité.

    [b][i]-Oh…totalmente de acuerdo.[/b][/i]- cogió un nuevo vaso de un camarero que pasó por nuestro lado y bebió-[b][i] Amo las espaldas masculinas…[/b][/i]- rió más fuerte.- [b][i]Dios, estoy hormonada y borracha, hasta te amaría a ti si no estuvieras enganchada con Diana…[/b][/i]

    [b]-¡Y yo de los brazos musculados![/b]- cogí otra bebida para mi-[b] ¡Y de los uniformados! Sí sí, y de Diana[/b]- me paré en seco, [i]what the fuck![/i]-[b] ¿de Diana?- me lo bebí todo del tirón.[/b]

    [b][i]-¡Los tíos en uniforme son alegría para los ojos! You know, los bomberos…miau.[/b][/i]- más borracha que nunca, ella estaba mucho más pedo que yo pero a mi no me faltaba mucho para alcanzarla.

    [b]-Oh sí, tú si que sabes. Bomberos del local[/b]- grité-[b] ¡apagad este fuego que tengo entre las piernas![/b]- me volví a Jamie y me serené un poco-[b] y los militares…[/b]

    En ese momento Jamie estuvo a punto de caerse del sofá con mi comentario. Yo la agarré, seguro que la pobre estaba viendo doble.

    [b][i]-¡Y BATMAN! Gosh, tengo un maldito crush con ese.[/b][/i]- volvió al ataque Jamie, gritando aún más

    [b]-¡Y CÍCLOPE! Pero el guapo de X-Men, no el monstruo de tres ojos[/b]- aclaré con un dedo levantado.

    [b][i]-¡WOLVERINE![/b][/i]- más descojonada que nunca añadió.

    [b]-¡CATWOMAN![/b]- dije junto a una pantomima del látigo. No lo pensé, me salió solo. Y hay que admitir que ese cuero le queda fenomenal.

    [b][i]-Una vez me disfracé de Catwoman…[/b][/i]- se sentó en el sofá rendida, de forma rara.-[b][i] Me duele todo de la risa, Plateada[/b][/i]- concluyó haciendo un juego con mi nombre.

    [b]-Yo también, en mis años de juventud[/b]- me senté junto a ella- [b]ya una no está para estos trotes. Por cierto, ¿Plateada? Vale, he de decir que eres la única persona que ha hecho un chiste de mi nombre y sigue viva.[/b]- aquello era pura realidad.

    [b][i]-No lo sé, me ha salido…échale la culpa a tu madre y al alcohol.[/b][/i]- se bebió otro vaso.-[b][i] A estas alturas, no seré persona para las dos de la mañana…[/b][/i]- admitió entre risitas.-[b][i] Tendré que pedirle a algún chico guapo que me lleve hasta la residencia, pero sin que se me meta en mi cama…caso contrario si fuera Dominic, siendo sinceras.[/b][/i]

    Mi madre. Jamie no tenia la culpa de haber nombrado a mi madre, porque ni siquiera sabe que murió mucho tiempo atrás, pero tampoco iba a desvelar este tema en este momento tan amistoso. Sería como romper el jarrón de oro que tu abuela se autocompró por su cumpleaños. Todavia recuerdo sus ojos, esa sonrisa…¡No, no! Recuerdos fuera…

    [b]-Yo no aguantaré mucho más, llevo dias sin dormir y hoy he estado toda la tarde leyendo [i]»La bella durmiente»[/i], asi que más señales no puedo tener[/b]- apoyé mi cabeza en el hombro de Jamie- [b]Me alegraria mucho de que fuese Dom, sinceramente. Y de paso le preguntas si tiene un hermano más alto que él.[/b]

    [b][i]-¿La Bella Durmiente? ¿En serio?[/b][/i]- rió.- [b][i]Tiene una hermana, así que si te van las tías, tienes una Williams esperándote en Inglaterra.[/b][/i]- respondió, vaciándose el trago.- [b][i]Sep, Dom es inglés, ya puedo darme por muerta y feliz.[/b][/i]

    [b]-Vale, ya me puedo dar por muerta yo también[/b]- me recompuse- [b]¿Inglés? ¿En serio? Pero por favor qué morbo[/b]- miré hacia donde estaba Dom-[b] Puede que la hermana me interese, al menos para que me hable en ese acento[/b]- reí e intenté imitar mi nombre con ese acento.

    [b][i]-Dímelo a mí, que desde que tengo memoria, el acento inglés me pone en plan…[/b][/i]- como si fuese un secreto.- [b][i]mucho.[/b][/i]- rio.-[b][i] Mi abuela no me lo perdona nunca, no entiende porqué prefiero a los ingleses, antes que los italianos, dado que ellos son apasionados y tal…[/b][/i]

    [b]-Da igual que sean italianos, ingleses, alemanes o franceses. ¡Venid a mi chicos, mamá Sylver os dará lo que querais![/b] – abrí las manos como si fuera a recibir un abrazo invisible.

    Jamie después de mirarme sorpendida añadió: [b][i]¡Así se habla![/b][/i]. Volvimos a brindar y nos acabamos aquellas copas. Al final no habia sido tan duro decir [i]“lo siento”[/i], nunca en mi vida lo habia hecho, pero algun dia tenia que tocar, ¿no? Jamie no era mala, sino que estaba sintiendo algo por alguien, y eso es humano. Jamie no era Maléfica, Jamie era la Bella Durmiente…

    [spoiler]Jamie controlada por su dueña, Eugeart.
    Siento si la conversación se os ha hecho larga, pero ni nosotros nos dimos cuenta de cuánto avanzaba una charla que era básicamente un: Perdon – Perdonada[/spoiler]

  • UN AVISO

    [align=center][b]Dominic Williams | Club Silver [/b][/align]

    dom2

    No sabia si había sido por el beso, las bebidas o el estar rodeados por un montón de gente, pero notaba como mi corazón latía más acelerado de lo normal. Jamie se giro para marcharse y entonces recordé lo que me dijo John Doe. La agarre del brazo para impedir que se marchara, di un par de pasos y me acerque hasta donde estaban Silver y Diana apartando o dos tíos que tenían encima, los cuales no pusieron ninguna pega al verme completamente serio.

    [b]- Siento interrumpir vuestro bailecito, pero tengo algo que contaros, por favor vigilad que Jamie no se vaya vuelvo en dos minutos.[/b] – Diana miro a Silver con una ceja alzada y la boca medio abierta sin saber a que venia tanto misterio.

    Me acerque hasta la barra en busca de John Doe esquivando a la gente que bailaba arrimada y los vasos de volaban en las manos de la gente de un lado para otro.

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  • CRISIS DE CELOS

    [align=center][b][Jamie Smith || En el Silver ][/b][/align]

    jamiesmith

    Si el día había sido un desastre emocional en proporciones épicas, la noche había decidido seguirle el juego al día. No recuerdo casi nada, dado que mi completa borrachera no me permitía hilar nada más que algunos rostros conocidos y pocas conversaciones. Con lo cual, no entendía en absoluto mi pequeña crisis de celos al ver a Sylver y Dominic muy juntos, en la puerta del baño de mujeres del bar. Tenía ansias homicidas, por lo que tuve que ir derecho con Diana y Ann. Ambas me abrazaron y eso me reconfortó bastante. Luego se acercaron Dom y Sylver, consiguiendo que me enfadase más de lo que estaba y quisiera irme, cuando llegó alguien.

    – [i]Mes amie[/i], una reunión de excompañeros de celda. ¿Se os olvidó llamarme verdad?

    – [b]¿Y a ti quien te llamó?[/b]- pregunté, con la mala leche de antes.

    – Un viejo amigo llamado Jack…Daniels. Somos un grupo muy unido, él, Eristoff y yo somos uña y carne.

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  • COMIENDO PERDICES

    [b]~ Sylver F. Wolfe | Club Silver | Con Dominic, Diana, Jamie & Ann ~[/b]

    silver1

    [QUOTE][i]…y fueron felices y comieron perdices.[/i][/QUOTE]

    Perdices, what the fuck? Cerré el libro que habia sacado de la biblioteca. Sí, la [i]Bella Durmiente[/i]: edición para niños de tres a cinco años. Habia ido por la mañana temprano para buscar el libro perfecto que leer, no sé, algo de romance victoriano o thriller futurista, pero al leer las sinopsis me di cuenta que tendría que estar dando muchas vueltas a la cabeza sobre las cosas que sucedian en el libro, asi que opté por coger lo más tonto y rápido de leer. Como es obvio, lo he releído cincuenta veces en el día: mientras hacia la comida, me peinaba, me cambiaba la compresa, escuchaba música, etc. No es que fuese un libro muy dificil de entender, por eso lo habia cogido.

    ¿Que por qué [i]La Bella Durmiente[/i]? ¿Por qué elegir a la gandula que prefiere quedarse acostada mientras llega su principe azul? Pues porque era una petarda, como yo, y porque en algo nos pareciamos: seguimos esperando que el principe -al que le gusta llegar tarde a todos los acontecimientos- llegue de una jodida vez y nos despierte. Vale que no haya sido su culpa el quedarse dormida, fue un capricho de Maléfica. Y he llegado a una conclusión, si Maléfica la montó asi de gorda porque no fue invitada a un bautizo, ¿cómo se tomará no ser invitada a la boda? Creo que aquel dia le vino la regla.

    ¡Oh cielos! Esto no puede seguir asi. ¿Cómo es posible que haya llegado a este punto de mi vida? Questionar las acciones de los personajes Disney, cuando deberia estar por ahi, en el mundo real, ligandome al primer chico guapo que se me cruce o mantener una conversación interesante con cualquier persona medianamente interesante. Y sí, valgame la rebundancia. Esto de leer libro para niños no-lectores hace que tu vocabulario se disminuya a un 2%.

    Asi que con la misma gana que lanzé el libro por los aires, me dirigí al baño. Me duché corriendo, me peiné (o al menos eso intenté), me maquillé y escogí la ropa más ajustada que encontré a mano. No sin antes ponerme mi ropa interior de encaje, nunca se sabe cómo vas a acabar la noche. Lanzé lo necesario a un minibolso y salí de la habitación. Fue todo muy bonito hasta que me di cuenta de que iba descalza.

    [i]¡Pero qué chica más atrevida tú! ¿no Sylver? Saliendo a la calle descalza, fuerte loca. ¿Qué será lo siguiente, ¿salir sin bragas?[/i], me dije a mi misma mientras rebuscaba en el bolso, cogía la llave y abría la puerta. Decidí, por estúpida, coger los tacones más altos -y por ende, los más dolorosos; asi la próxima vez no se me olvidaban. ¡Eso sí que es tener lógica avanzada Sylver!

    Cuando estuve finalmente en la calle, me encontré con varios transeúntes que caminaban de alli a allá. Sería Miércoles, y todo lo que quieras, pero por aquí el movimiento sigue su curso. Habia decidido que no cogería el coche, por si acaso acababa borracha (que era mi intención), asi que caminé para buscar un taxi libre, cuando una voz grave y masculina captó mi atención:

    -[i]¿A dónde vas belleza?[/i]

    Cuando giré la cabeza me encontré con un chico alto, mono, montado en una Harley Davidson; de unos 27 años, o eso supuse, con una chupa de cuero y unas gafas de sol aviadoras. Lo primero que dije no lo pensé:

    -[b]¿A dónde vas tú con esas gafas cariño? ¿No ves que no hay sol?[/b]

    Él se rió, y yo le seguí el juego.

    -[i]Es para hacerme el interesante[/i]- contestó.
    -[b]Pues funciona[/b]- le dije guiñandole un ojo- [b]Ahora [/b]– me acerqué cuidadosamente al extraño- [b]podrias hacerle un favorcito a esta belleza, ¿te apetece?[/b]

    Él pareció quedarse sin palabras, no se esperaba que fuese asi de lanzada. Seamos sinceros, nadie se tira al vacío sin paracaídas si no tiene un as en la manga. Cuando estuve lo suficiente cerca de su rostro, y pude mantener el contacto visual, murmuré: [i]Amoris-non-defensare[/i], y el objetivo era totalmente mio. Tiene sus puntos buenos ser bruja, y más todavia si dominas los hechizos de admiración. Ahora el motorista-chico-sexy no se podia oponer a hacer lo que yo quisiera.

    -[b]¡Vayamos al Silver![/b]- le dije al oído, después me monté detrás, pasé mis brazos por su costado para notar los perfectos y marcados abdominales que habían debajo de aquella chaqueta, y me agarré fuerte.

    Cuando llegamos, solo me hizo falta enviarle una orden más al motorista para que se perdiese de vista y se olvidase de todo aquello. Al menos me he ahorrado el dinero del taxi.

    Entré al Silver, directa a la barra, y me pedí tres tequilas. El camarero me miró extrañado, pero obedeció. Después de aquello, lo siguiente fueron bebidas cuyos nombres no sabia pronunciar, y para cuando me quise dar cuenta ya no sentía el dolor de los tacones y me encontraba en el centro de la pista de baile rodeada de chicos. Asi estuve un buen tiempo, hasta que decidí ir al baño y mirar mi maquillaje. Además, tanta multitud en tan pocas horas era malo para mi salud.

    Justo cuando salí estaba entrando una chica ([b]Jamie[/b]) cuyo rostro me sonaba mucho; pero mis pensamientos se desvanecieron cuando me tropecé con él. Alto, fuerte y moreno. Cuando lo miré, multitud de imágenes se me pasaron por la cabeza a la velocidad de la luz. Aquel chico que me ayudó cuando salimos de nuestras celdas, y que tan bien se habia comportado conmigo. Sí, aquel cuyo nombre era…¿Dim?…¿Demetric?…¿Dominic? ¡Oh sí, [b]Dominic[/b]!

    -[b]Wow, no me esperaba a ningún chico guapo esperándome en la puerta[/b]- le guiñé un ojo a la vez que sonreía.
    -[i][b]Y yo no me esperaba que apareciese otra chica guapa esta noche[/i][/b]- contestó él. Habia olvidado aquella voz tan sexy y masculina, aunque ante todo, protectora.
    -[b]Por cómo lo has dicho supongo que no soy la única chica guapa que has visto[/b]- sonrié picaramente.
    -[i][b]Pues no, esta noche están por todas partes [/i][/b]– contestó con una sonrisa.
    -[b]Sí, pero ninguna es cómo yo[/b]- y tras esto me acerqué y le planté dos besos en las mejillas.

    Justo en aquel momento salía aquella chica que entró en el baño. Cuando me fijé en su pelo pude recordar algo más de ella. ¿Era Jamie? ¿Qué le pasaba conmigo?

    -[i][b]Perdona pero estaba esperando que saliese alguien[/i][/b] – dijo Dom sacándome de mis pensamientos. Y cuando me di cuenta se fue persiguiendo a Jamie. Y claro, en aquellas condiciones no podia perderme el primer plano que tuve de su culo. ¡Que no me entere yo que ese culo pasa hambre!

    Puedo llegar a ser una acosadora, perseguidora de culos, enterada y lo que deseen llamarme, pero prefería pasar el resto de la noche con personas que conocía -aunque evitaba tocar el tema de [i]cómo[/i] nos conocimos- que sola y rodeada de tíos sobadores. Entre más me acercaba, más caras conocidas recordaba: una de pelo castaño rojizo, una rubia y Jamie. Tenia miedo al principio, pero no podia echarme atrás.

    Quizás no era la mejor forma de saludar, o el momento oportuno, pero no podían esperar nada más de una chica que se habia pasado el dia entero leyendo un cuento para niños que casi ni han nacido.

    -[b]Hello everybody![/b]- dije, saludando con la mano muy efusivamente- [b]No sé si os conozco de algo, porque no veo ni mis tacones…[/b]- y era verdad, en aquel estado no sabia si tenia la ropa bien colocada o el pelo bien peinado.

    Me hubiese gustado un: [i]“¡Hola guapa, cuánto tiempo! ¡Cómo has crecido! ¿Has perdido peso?”[/i], pero lo que recibí a cambio fueron miradas asesinas y cejas levantadas. Bueno, mejor eso que el vacío, ¿no?

    -[i][b]Debería irme… [/i][/b]- dijo Jamie, en un intento de huir de aquella situación tan incómoda.
    -[i][b]No, no, no, no, tú no vas a ninguna parte[/i][/b]- le reprochó la rubia, mientras la agarraba y le pasaba una mano sobre los hombros. No sin antes lanzarme otra mirada ninja-asesina.
    -[i][b]No te vas, Jamie. Tú no te vas[/i][/b]- corroboró la castaño-pelirroja, que aunque su intención pudiera sonar seca, su voz fue más dulce que las otras contestaciones.

    ¡Vaya, veo que por aquí sobro! Iba a ejercer mi salida triunfal del Silver con la cabeza bien alta y los tacones rotos, justo cuando una voz nos interrumpió:

    -[i][b]Mes amies, una reunión de excompañeros de celda. ¿Se os olvidó llamarme, verdad? [/i][/b]

    Vaya, lo que faltaba, uno más que conocía nuestro pasado. Venga, vamos, llenemos el local de secuestrados. Hagamos sentir a Sylver como si estuviese en su casa. [i]¿Pues sabes lo que te digo? Ni aunque hubiese tenido tu número, te hubiera llamado[/i], o al menos eso me dije, porque justo un segundo antes se me pasó por la cabeza que decir aquello sí que habría sido meter la pata más al fondo.
    [spoiler]Cada personaje controlado por su dueño *-*
    Btw, John Doe is back guys:

    [IMG]http://i39.photobucket.com/albums/e158/dave91_album/scream.gif[/IMG]

    Vale, buscaba una excusa para poner esto xD[/spoiler]