Daniel Arkkan | Subterraneo tres
[i]Otro día más en el Infierno.[/i] – pensé al despertarme de nuevo en ese incómodo camastro. Me incorporé y al fondo de la celda estaba la misma papilla grisácea de siempre, le había prometido a Sarah y Nathan que comería, pero podía esperar un rato.
Fui hasta la cristalera y observé el pasillo, todo parecía en calma, pero cuando me estaba dando la vuelta pude ver como venía un grupo de gente. A medida que se acercaban, pude identificar a Preston, la doctora [i]Scar[/i], dos o tres “investigadores” y al menos media docena de guardias. Al mirar el rostro de Preston se me hizo un nudo en el estómago, su cara parecía brillar, estaba alegre, eso sólo podía significar que experimentarían con otro. Esa idea me golpeó más fuerte que cualquier demonio.
El grupo llegó hasta el centro y se detuvieron justo antes de entrar a la zona de experimentación. Los guardias tomaron sus posiciones, los “investigadores” se colocaron cerca de la entrada a la zona y la doctora y Preston comenzaron a hablar entre sí. Preston miraba la libreta que tenía la doctora en las manos y paseaba la mirada por las celdas, haciendo comentarios de vez en cuando.