[align=center][b][font= Bookman Old Style][SIZE=5]Diarios de Destino | Desconocido[/SIZE][/font][/b][/align]
[b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Benjamin McBeth[/b][/SIZE][/font]
Ben intentaba zafarse de los dos fortachones que le arrastraban, pero parecían estar mucho más fuertes que él, y fue incapaz de librarse de ellos. Al final llegaron a una pequeña población. En lo que parecía la plaza central se reunían algunos niños que ya no parecían serlo demasiado, en su mirada se dejaba ver que ya habían probado su primera sangre, pese a que algunos contaban con apenas nueve o diez años.
Allí en el centro lo ataron en un poste con las manos inmovilizadas y aún mojado. Los guardias se apostaron cerca por si tenían que entrar en acción. Durante los siguientes minutos sólo pudo ver el gentío moverse de un lado para otro. Algunas caras le resultaban familiares pero otras no las reconocía, hasta que vio una cara muy familiar acercándose, Aiko.
– [b]Te presento a tu torturadora.[/b] – dijo uno de los guardias.
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– Lista la máster, para Aiko y algunos otros que aparecerán, entre Stefy, tú y yo nos apañamos ^^
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[b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Cecil Anwalt[/b][/SIZE][/font]
Cecil despertó sobresaltado en el baño y sintió como algo se le caía de las manos. Al incorporarse se sintió extraño, con un gran cansancio, especialmente en el brazo derecho, que le caía pesadamente al lado del cuerpo. Trató de moverlo pero no respondía, lo tenía totalmente insensible, tanto que hasta que no lo vio, no se dio cuenta de que un hilillo de sangre manaba de una de sus ennegrecidas marcas. En el suelo, al lado del retrete, había una jeringuilla rodeada de unas gotas de sangre.
Después todo se volvió negro y volvió a despertar de un sobresalto. Ésta vez aferraba en su mano derecha una jeringuilla, que estaba llena, y el hilillo que manaba de su brazo estaba seco. De pronto fuera se escuchó un fuerte sonido y algunos gritos.
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– Eitan para lo de fuera ya sabes xD.
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[b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Christopher McLeod[/b][/SIZE][/font]
Tomó la taza de té entre sus manos y la acercó a los labios. Dio un sorbo, notó un sabor muy distinto de lo que esperaba y lo escupió. Olió la taza y ese aroma dulzón estaba ahí de nuevo, el color se lo confirmó, era whisky. Tiró el contenido de la taza y se apartó del fregadero.
No sabía si sus ojos le engañaban, pero veía como el tapón de las botellas saltaba y el contenido empezaba a derramarse de forma interminable. Pronto el suelo estaba encharcado, y el líquido subía y subía. Corrió hacia la puerta para salir, pero no se abría. Estaba allí dentro encerrado con el alcohol cubriéndole hasta el tobillo.
[b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Daniel Arkkan[/b][/SIZE][/font]
Con determinación se acercó a la derruida versión de la casa de las Echolls. Cuando se acercó lo suficiente pudo ver que la puerta estaba tirada a un lado, hecha añicos. Entró y recorrió la casa, vacía por completo. Recogió del suelo una fotografía medio quemada en la que se les veía a él y a Sarah.
Mientras observaba la foto en el salón cubierto de polvo, un sonido de unos pasos lo sobresaltaron.
Pensó que su imaginación le había jugado una mala pasada, pero ahí estaban de nuevo. Alguien corría. Se levantó y siguió el sonido de los pasos, hasta que en un recodo vio a una niña con melena rubia y la siguió fuera de la casa. La niña continuó corriendo hasta que llegaron a un lugar donde la niebla no dejaba ver.
[b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Diana Echolls[/b][/SIZE][/font]
Diana salió del tren y se encontró en una zona demasiado familiar para que fuese algo bueno. Parecía encontrarse en un mundo en technicolor, el verde era más verde, el azul del cielo más azul…
Empezó a sentirse extraña, como si algo le estuviese arrebatando la vida. Se miró las manos y vio como empezaban a transparentar levemente, estaba perdiendo su forma corpórea.
A lo lejos vio una figura acercándose, cada vez estaba más y más cerca, pero deseaba que nunca llegase. La recordaba perfectamente, con el vestido suelto y el aspecto de tener la mente en otro mundo, el Oráculo.
– [b]Volvemos a vernos Diana.[/b] – repuso la cantarina voz del Oráculo.
[b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Dominic Williams[/b][/SIZE][/font]
Corrió desesperado intentando aferrarse a la última familia que le quedaba en este mundo, hasta que sin darse cuenta, llegó a un lugar que debía estar muy alejado de donde estaban antes.
Se encontraba en lo que parecía la ladera de una montaña y frente a él había un antiguo puente de madera colgante que llevaba al otro lado, debajo, al fondo, el río se perdía en la distancia. Sentía el frío calándole los huesos, pero pronto vio algo que le hizo olvidar el frío. Su hermana estaba al otro lado, pero parecía distinta a como acababa de verla, y junto a ella estaba Arthur.
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– Bueno Alph si necesitas guía avísame, en este post no llegará exactamente a donde están ellos, pero pueden hablarse por el camino.
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[b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Edward MacLay[/b][/SIZE][/font]
El cementerio, el cielo e incluso el mundo entero pareció oscurecerse rápidamente, cualquiera, aunque nunca hubiera escuchado nada acerca de la magia, habría sentido la corrupción cerca, la profunda oscuridad. Sostuvo el hacha con fuerza y se preparó, pero por mucho que lo hiciese, lo que se presentó frente a él venía con la forma de la mismísima muerte, porque eso era lo que había significado para él desde el momento en el que había sabido de su existencia, muerte.
– [b]Pronto te reunirás con ellos.[/b] – aseguró Mason con voz calmada. Un enorme halo oscuro se arremolinaba a su alrededor.
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– Bueno para Mason ya sabes xDD
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[b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]January Allard[/b][/SIZE][/font]
Las criaturas cada vez le ganaban más y más terreno. El sonido de sus duras patas contra el suelo resonaba en sus oídos como el sonido de un ejército de almas viniendo a reclamar la suya.
Una de las criaturas estaba ya a un par de pasos de ella y saltó, derribándola. Mientras intentaba zafarse de ella y de sus viscosas pinzas, las otras llegaron y empezaron a echársele encima. Una tras otra empezaron a cubrirla, hasta que al final desde fuera no se vio nada de January Allard, cuando en realidad estaba sumergida bajo esa marea de bichos. Sintió las pinzas hendirse en su carne varias veces y en varios puntos mientras luchaba con las que amenazaban su cara, especialmente sus ojos. Al chasqueo de las pinzas empezó a unirse otro sonido, que era más bien como una vibración bajo ella. La vibración fue a más hasta que sintió el suelo ceder bajo su peso y cayó.
Cayó durante lo que le pareció una eternidad, hasta que sintió de nuevo el suelo bajo su espalda. Trató de incorporarse y comprobó que le dolían los huesos y las heridas, pero la caída no había supuesto nada grave. Miró hacia arriba y vio que el agujero que se había formado estaba demasiado lejos para alcanzarlo, pero al menos le daba un poco de luz para ver donde se encontraba. Delante había un túnel de piedra con refuerzos de madera que se perdía en la distancia y a un lado una vieja vía que terminaría dónde lo hiciese el túnel. A su alrededor las criaturas estaban resquebrajadas, algunas partidas en dos o arrastrándose con las patas partidas. No serían una amenaza salvo que la mina escondiese más.
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– Creo que ya te imaginas lo que debe hacer pero si tienes alguna duda sobre las cosas que tiene cerca, por ejemplo tiene una vela avísame. Además tengo que darte un detalle que no se si recordarás y que encaja en este post.
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[b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Liad[/b][/SIZE][/font]
Liad corrió hacia el camino que significaría su salvación, pero cuando ya estaba cerca de la puerta de las escaleras, algo lo agarró por el pie y cayó.
– [b][i]Has sido muy muy malo.[/b][/i] – dijo la calmada y horripilante voz. – [b][i]Ahora te arrancaré la piel lentamente, con la misma piedra que me has lanzado[/b][/i] – añadió.
Sintió un corte en la rodilla, el lacerante dolor y después la sangre caliente cayendo por la pierna. Era incapaz de moverse porque el veneno del monstruo lo tenía paralizado. Pronto llegaría otro corte, y otro, y otro. Esperó al siguiente, pero en su lugar lo que escuchó fue un fuerte disparo y luego otro y otro. El monstruo gritó y con la tenue luz pudo ver como se retorcía en el suelo. Unos pasos a su espalda comenzaron a resonar más fuerte, hasta que vio una figura pasando a su lado y deteniéndose a la altura del monstruo. Se sacó algo del cinturón y se escuchó el sonido de un metal al cortar, suave, limpio, certero y silencioso. Y el monstruo fue silenciado para siempre.
La figura se levantó y pudo ver su cara de perfil, incluso con el shock no tardó en darse cuenta de quién era: Dominic, había venido a salvarle. Dominic se quedó quieto unos segundos, como si hubiese escuchado algo, después volvió a agacharse hacia el monstruo.
– [b]Llevaba mucho tiempo esperando esto.[/b] – volvió a sacar algo del cinturón y el sonido de metal volvió a escucharse, más desgarrador. Hasta que al final se escuchó el sonido de la piel al caer contra el suelo. – [b]Estamos en paz.[/b] – añadió. Se guardó el cuchillo, se levantó y fue hacia Liad. Pudo ver la cara de Dominic, más severa que antes, pero cuando un destello le dejó verle por completo comprobó que su lado derecho estaba en carne viva, la piel había desaparecido por completo y ahora ese lado era una completa costra.
No se detuvo ni habló al pasar a su lado y entró en una habitación cercana.
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– Para mover a Mr. DomCaras necesitas a Alph y Alph a mí para unas indicaciones xD.
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[b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Sarah Echolls[/b][/SIZE][/font]
El aire comenzó a surtir efecto y Sarah se despertó como si hubiera dormido un largo sueño plagado de pesadillas. Sentía sus pulmones funcionando mejor que antes, pero aún así no era el alivio que esperaba, era un aire viciado. Abrió los ojos y por un momento pensó que no lo había hecho, porque la oscuridad era completa.
Comenzó a incorporarse, sacando sus piernas que todavía estaban semienterradas. Notó el suelo de piedra, frío. El lugar debía estar lleno de polvo, podía notarse al respirar.
Mientras movía las manos para impulsar sus piernas fuera de la tierra, dio con un pequeño objeto rectangular. Lo cogió y comprobó que era una caja de cerillas.
Encendió una y terminó de salir de la tierra. Se puso en pie y observó la zona, parecía un túnel de piedra, pero tenía vigas y refuerzos de madera, y en el suelo, a un metro de donde estaba, unas vías y una pequeña vagoneta tirada de lado. Estaba en una mina…
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– De momento no necesitas a nadie y el resto…grisú.
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[b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Silver Wolfe[/b][/SIZE][/font]
Las criaturas empezaron a multiplicarse cada vez más y más. Cada salida que intentaba tomar estaba taponada por decenas de esas criaturas. Parecía que toda la ciudad se había transformado.
Silver empezó a verse rodeada, los lamentos, acompañados del sonido de los pies al arrastrarse y a veces del sonido de un hueso al quebrarse, eran ensordecedores. Cerca sólo podía ver las caras de esos deformes seres. Unas manos empezaron a tirar de ella en todas direcciones hasta que unas más fuertes le dieron un gran tirón y cayó al suelo. El golpe fue demasiado fuerte y perdió la consciencia.
Despertó un rato más tarde y todo lo que pudo ver fue una completa oscuridad, salvo por la tenue luz que se filtraba a través de la puerta. Por la distancia, parecía que tenía que subir unas escaleras para salir. Trató de utilizar un conjuro para tener un poco de luz, pero no fue capaz. Lo repitió pero tampoco consiguió funcionar. Parecía que su magia se había ido junto con toda la vida en ese pueblo.
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– Bueno Dave puede que necesites ayuda y alguna idea suelta así que avísame cuando puedas y te doy alguna indicación extra.
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[b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Suzanne Sommerville[/b][/SIZE][/font]
[IMG]http://i960.photobucket.com/albums/ae82/Whedonverso/Moondale/lican.png[/IMG]
Sus huesos crujían, el pelo empezaba a manar y su cara se alargaba de forma grotesca, hasta que al final no era ella la que estaba allí, sino el lobo. Su consciencia volvería después, cuando despertase desnuda y probablemente cubierta de sangre.
Pero esta vez era distinto, esta vez no se sentía ir, estaba ahí, viéndolo todo, viendo los enloquecidos ojos de Francis que la miraban con adoración, que miraban al lobo con adoración. Era plenamente consciente de todo pero no podía controlarlo, sólo era una simple espectadora atrapada dentro de su propio cuerpo.
Vio sus manos, las que deberían ser sus manos y que ahora eran totalmente animales, acercarse rápidamente a Francis y cortarle la camiseta y parte del pantalón.
– [b]No me hagas esto, te quiero.[/b] – dijo mirándola fijamente. Pero sus manos no obedecían, y con un rápido movimiento le tiró al suelo con la marca de sus garras en la cara. Se impulsó hacia delante y lo siguiente que sintió fue el sabor de la sangre de Francis en su boca mientras veía como la vida se escapaba de sus ojos.
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– Si necesitas algo de guía ya sabes ^^
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