Moondale

MAS ALLA DEL MAL. PROLOGO

[font=Bookman Old Style] [SIZE=3]3 Julio de 2010[/SIZE][/font] [/align]

[align=center][b][SIZE=3][color=black] Christopher McLeod. Casa de las Echolls.[/SIZE][/color][/b]

worriedmcleod

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Habían pasado ya varios meses desde aquella noche en la que vimos lo que podía suceder, todo lo que podríamos perder, si no luchábamos contra Mason y ganábamos.

Gracias a la advertencia de Sarah nos habíamos puesto manos a la obra, pero teniendo siempre presente que el tiempo era oro y debíamos vencer a Mason antes de conseguir el poder, fuese cuando fuese el momento.

Así que la misma noche que hablamos con Sarah decidimos plantear una estrategia para entrenarnos y hacernos más fuertes. Desde ese día el entrenamiento de Sarah se expandió a los demás, con algunos añadidos, como luchar juntos y coordinados para atacar y resistir como una sola fuerza. Por desgracia en este punto siempre fallaba alguien que no conseguía encajar bien en la dinámica del grupo. Mientras los demás se coordinaban perfectamente y conseguían sus objetivos, Cecil planeaba sus propias estrategias y se desvinculaba del plan del líder estratégico del grupo, además de crear tensiones con el resto por su relación con Dominic. Sabía que tenía que abordar el tema, pero no estaba seguro de cómo hacerlo sin herir sus sentimientos, la socialización desde luego no era un camino de rosas, si fuese para algo menos importante le dejaría a su aire, pero aquí nos jugábamos nuestras vidas y las de todo el mundo, no podía haber fisuras. Pese a todo, el entrenamiento daba frutos en el grupo en general, actuaban unidos, estaban en forma, sabían cómo atacar y defenderse y habían avanzado aún más con la magia.

Pero había una cosa que mejorar en la que yo no podía ayudarles del todo, sus poderes. Me había fijado en las dotes de cada uno y sabía muy bien cómo podían coordinarse entre sí en la batalla pero no sabía cómo guiarles para aumentar su potencial más allá de mis propias suposiciones. Necesitábamos a un experto y por suerte conocía a uno, uno de mis mentores junto a mi padre, Leonard Foster, al que solían llamar “El Guía”. Gracias a él consiguieron controlar sus poderes aún más de lo que ya lo hacían.

Así que ese era nuestro día a día, entrenamientos conmigo y sesiones con él para entender mejor su poder, especialmente desde que terminaron los exámenes de la Universidad y habían llegado las “vacaciones”. Cuando tienes que salvar el mundo de un apocalipsis inminente no hay vacaciones, aunque intentábamos relajarnos y divertirnos de vez en cuando, casi como parte del entrenamiento, porque para la batalla teníamos que ir descansados y sin tensiones, o al menos evitando todas las posibles.

Este día en concreto Diana, Ed y yo jugábamos al Monopoly mientras esperábamos al resto. Liad también rondaba por allí, jugando a la Nintendo DS con unos cascos gigantescos para su tamaño, y la señora Echolls estaba en plena limpieza de la casa.

– [b] [i] [color=#843181]Ed, ¿cuándo vas a decirle a Kaylee que en una realidad alternativa era tu novia?[/SIZE] [/i] [/b] – le pinchó Diana riendo.

– [b] [i] [color=#457238] Pobre hombre.[/color] [/i] [/b] – respondí, aunque sabía perfectamente que Diana lo hacía en broma y que Ed no se molestaba en absoluto.

-[b] [i] [color=#266EAC] No lo sé. ¿Cómo se le dice eso a alguien?[/color] [/i] [/b] – preguntó retóricamente. – [b] [i] [color=#266EAC] Hola, en un futuro lejano seremos novios. ¿Quieres salir conmigo?[/color] [/i] [/b] continuó moviendo su ficha.

– [b] [i] [color=#843181]Esa es la versión light, luego está la versión para mayores de dieciocho años en la que le dices: ¿Sabes que tienes unas tetas preciosas? Ella te mira raro, luego te abofetea y en el mejor de los casos, acabáis en la cama. Eso si la cosa sale bien, si no, te ponen una orden de alejamiento y no la vuelves a ver jamás[/color] [/i] [/b] .- respondió Diana dándole tiempo a Ed de caer nuevamente en una de sus calles, lo que provocó que ella sonriese y abriese bien las manos para recoger el dinero.

– [b] [i] [color=#457238] ¿De dónde sacas esas ideas? ¿Tienes guionista?[/color] [/i] [/b] – le pregunté procesando todavía la frase que había soltado de improviso en menos de un minuto. Tiré los dados, volví a caer en una casilla que ella acababa de comprar y solté un [i]Aarg[/i]

– [b] [i] [color=#843181]Es posible[/color] [/i] [/b] .- respondió con una sonrisa. En ese momento Elizabeth salió de la cocina y tan hospitalaria como siempre trajo batidos para todos. Eché en falta un poco de cafeína en el mío pero la verdad es que para ser chocolate y estar frío estaba muy bueno, el toque Echolls.

– [b] [i] [color=#266EAC] Gracias Elizabeth.-[/color] [/i] [/b] agradeció Ed dando un sorbo. – [b] [i] [color=#266EAC] Diana piensa esas cosas sobre la marcha y se las va apuntando, cuando ve que encajan en la conversación las suelta.-[/color] [/i] [/b] añadió haciéndonos sonreír, mientras tiraba los dados y caía en la misma casilla en la que yo acababa de caer, haciendo que Diana cobrase otra vez.

– [b] [i] [color=#457238] Daniel, Sarah y Dom se están retrasando. ¿Puedes echar un vistazo?[/color] [/i] [/b] – le pregunté a Ed, que desde los entrenamientos con Leonard era capaz de visualizar dónde estaban los demás a voluntad y sin apenas dolor de cabeza. Tanto su poder como el de Diana, que ahora podía forzarse a tener una visión, eran nuestra mejor baza para saber cuándo enfrentarnos a Mason. – [b] [i] [color=#457238] Pero si ves algo raro…bueno, ya sabes.[/color] [/i] [/b] – expliqué sonriendo. Siempre resultaba difícil saber cuando estaba bien pedirle a Ed que mirase dónde estaban porque podía sorprenderles…pasándoselo bien.

– [b] [i] [color=#843181]Si ves a Dom y a Rebecca montándoselo, ahórrate los detalles[/color] [/i] [/b] . – explicó Diana sin andarse por las ramas.

– [b] [i] [color=#266EAC] Voy a descartar a Dom por razones obvias.-[/color] [/i] [/b] aclaró con una sonrisa mientras cerraba los ojos. -[b] [i] [color=#266EAC] Daniel y Sarah van en coche, así que deben estar a punto de llegar.-[/color] [/i] [/b] – dijo al poco.

– [b] [i] [color=#843181]¿Usas tu poder para espiar a Kaylee?[/color] [/i] [/b] – le preguntó bromeando para después darle un toque en el hombro clásico de las Echolls. Desde que habíamos visto el futuro a Diana le encanta bromear con Ed sobre el hecho de que estuviese con Kaylee, pero parte de eso era porque en el fondo le gustaba la idea de tenerle de cuñado.

-[b] [i] [color=#266EAC] Solo a veces, cuando allí es de día para ver cómo le va. ¿Sabías que van a ascenderla?-[/color] [/i] [/b] explicó, consiguiendo que a la señora Echolls se le dibujase una sonrisa de oreja a oreja.

– [b] [color=#D7992C]Os recuerdo que sigo queriendo tener nietos antes de que sea una anciana decrépita[/color] [/b].- dijo todavía sonriendo, consiguiendo que Ed se sonrojase. En ese momento se escuchó el timbre de la puerta. – [b] [color=#D7992C]Ya vaaaa[/color] [/b].- dijo con voz cantarina y abrió la puerta. – [b] [color=#D7992C]Buenos días[/color] [/b]. – saludó sin poder evitar que en su voz se reflejase la sorpresa al encontrarse a una mujer de unos treinta años, delgada, de pelo oscuro, trajeada y con cara de pocos amigos.

– [b]Buenos días, soy Delilah Morgan del Departamento de Servicios Sociales. Hemos recibido un aviso [/b].- dijo con un marcado acento británico. Vi a Elizabeth ponerse pálida así que decidí tomar el testigo.

– [b] [i] [color=#457238] No te preocupes yo me hago cargo.[/color] [/i] [/b] – dije acercándome a ella y poniéndole una mano en el hombro para que se tranquilizase y fuese con los demás. – [b] [i] [color=#457238] ¿Ocurre algo?[/color] [/i] [/b] . temía la respuesta, pero la imaginaba, igual que todos, por eso la señora Echolls se había puesto pálida, esta visita podía ser por Liad, y si así era, las cosas se iban a complicar.

– [b]¿Puedo pasar? No creo que éste sea el lugar más apropiado para tratar el tema que nos concierne [/b]. – explicó la mujer.

– [b] [i] [color=#457238] Claro[/color] [/i] [/b] – respondí haciéndome a un lado y señalándole el sofá con el brazo. Con un rápido vistazo me di cuenta de que había venido en un coche negro dentro del que había todavía dos personas más, dos hombres.

– [b]Muchas gracias [/b]. – agradeció mientras se sentaba de una forma tan remilgada que estaba seguro que Diana estaba pensando que tenía un palo en el culo. Abrió su maletín con tranquilidad y sacó una carpeta.- [b]Se imaginará por qué estoy aquí, ¿verdad? [/b] – preguntó.

– [b] [i] [color=#457238] No, la verdad es que no.[/color] [/i] [/b] – respondí simulando sinceridad. Iba a costarme bastante explicar la situación si resultaba ser por Liad.

– [b]Me refiero a Liad Damian Carmichael [/b].- suspiró y abrió la carpeta para mostrarme un fichero con los datos. Allí estaba una fotografía de Liad de hacía por lo menos cuatro años, junto a todos sus datos. – [b]Sabemos que está aquí, no le recomiendo seguir encubriendo a un menor [/b].- continuó para después hacer una pausa.- [b]Hace unos meses cruzó la frontera rumbo a Escocia con un pasaporte falso [/b]. – añadió al final. Recordaba perfectamente haber discutido con Cecil respecto a eso, y no había sido el único. Era una insensatez conseguirle un pasaporte y unas identificaciones falsas y salir del país con él. La última vez que habían salido del país para ir a casa de Cecil no había habido problemas, en el momento, pero eso no significaba que no los fuese a haber, y cuanto más tentases a la suerte peor. Ahora habían llegado las consecuencias y el que más iba a pagarlas era Liad. Definitivamente iba a tener una conversación con Cecil cuando todo esto pasase.

– [b] [i] [color=#457238] ¿Podría enseñarme una identificación? Suya quiero decir.[/color] [/i] [/b] – le pedí con gesto serio. Por lo que a mi respectaba, podía ser perfectamente una agente de la Iniciativa haciendo el papel.

– [b]Por supuesto [/b].- respondió antes de sacarse de un bolsillo una tarjeta identificativa plastificada que en efecto la acreditaba.- [b]Puede llamar a mi supervisor si lo desea o buscar mi nombre en Google, sé que los escoceses son así de desconfiados [/b]. – añadió recurriendo a un prejuicio típico.

– [b] [i] [color=#457238] Y orgullosos de serlo, siempre se dejan esa parte en los panfletos.[/color] [/i] [/b] – le respondí. Liad asomó la cabeza desde detrás de Elizabeth y captó la rápida mirada de la señorita Morgan. – [b] [i] [color=#457238] Me gustaría saber cómo se solucionará esta situación antes de hacer nada.[/color] [/i] [/b] – le pedí.

– [b]Damian Carmichael irá a un centro de acogida propiedad del estado en Los Ángeles y se iniciarán los trámites para dar con su familia biológica. De no encontrarla, pasaría a formar parte del sistema de adopción estatal hasta que cumpla los veintiún años [/b].- recitó casi automáticamente para rematar con una sonrisa forzada.

– [b] [i] [color=#457238] ¿Existe alguna opción de optar a su custodia?[/color] [/i] [/b] – pregunté. Sabía la respuesta, y mucho más siendo ella la agente de la custodia, pero había que enterarse de todo bien para recuperarlo y que todo volviese a la normalidad.

– [b]No se lo recomiendo. Ningún juez le concedería la custodia a la familia que lo tuvo secuestrado durante meses [/b].- explicó sin mostrar ninguna empatía.

– [b] [i] [color=#457238] Tenemos un concepto diferente de la palabra secuestro. El chico estaba en peligro y nosotros le proporcionamos un lugar seguro.[/color] [/i] [/b] – aclaré. Para ella la versión sería que encontramos a un Liad amnésico perseguido por una banda callejera.

– [b]Explíqueselo a un tribunal. Tienen suerte de que estos agentes no arresten a la señora Elizabeth Echolls [/b].- recalcó cuando los dos hombres que estaban en el coche entraban a la casa.- [b]Si alguien es tan amable, necesitaría que le indicase el camino hasta la habitación de Damian a Richardson y Curtis, gracias [/b].

Elizabeth seguía llorando así que Diana trató de consolarla lo mejor que podía, porque por muy fuerte que fuese también era empática y podría terminar llorando también. Ed le puso la mano en el hombro a Liad, que no había dicho nada hasta el momento.

– [b] [i] [color=#457238] Me temo que yo no soy tan amable. Ed, si no te importa.[/color] [/i] [/b] – le pedí mientras la observaba fijamente. Él les enseñó el camino y los dos empezaron a bajar cosas de su cuarto.

– [b] [color=#8A3C3C]Eh, no toques mis cosas, deja eso. No me quiero ir.-[/color] [/b] protestó Liad. Me sentía impotente por no poder hacer nada en este momento, pero lo mejor sería dejar paso a la vía legal mientras poníamos todo de nuestra parte para traerle de vuelta.

– [b]Lo siento Damian, es lo mejor para ti [/b].- intervino fingiendo pena.

– [b] [color=#8A3C3C]¡Mi nombre es LIAD![/color] [/b]- gritó fuera de sí.

– [b] [i] [color=#457238] Esto no se quedará así, volverás con nosotros, no te preocupes.[/color] [/i] [/b] – le aseguré. Los cuatro nos despedimos de él y los agentes se acercaron para llevárselo. Liad se revolvió y ellos se lo llevaron a rastras mientras Elizabeth lloraba desconsolada y las lágrimas empezaban a brotar en los ojos de Diana, acompañado de los lastimeros aullidos de Freya.

– [b]Deberían dar las gracias porque esto quede así [/b].- aseguró la mujer levantándose y sacudiéndose la falda. Yo era un caballero y no podía hacerlo, pero habría pagado por ver a Diana sacudirle a ella.

– [b] [i] [color=#457238] Todo se arreglará. [/color] [/i] [/b] – dije acercándome a Diana para abrazarla y poner una mano en el hombro de su madre, ignorando a la señora Morgan para mantener el control, si no por mí, por los demás, lo que menos necesitaban ahora es que me detuviesen a mí también.

– [b]Señoras, caballeros: Tengan un buen día [/b].- se despidió dejando la puerta abierta para ver como se subía en el coche que pronto arrancó y se perdió en la distancia con Liad pegado a la ventanilla.

Ese día supe pocas cosas, no sabía cómo consolarlas por lo que había pasado, ni supe consolar a Sarah cuando llegó, y tampoco sabía que esa mujer no era en realidad de los servicios sociales, para cuando me di cuenta ya era tarde y toda pista de Liad había desaparecido como si nunca hubiese existido.
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[spoiler]Espero que os guste, que alegría poder dejar a los personajes hablar con franqueza. Si os fijáis McLeod nunca habló con Cecil en post que se viesen y Daniel lo evitaba.
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