Jane | Sanctuary
NOCHE
El sol se ponía en el horizonte o eso debían ver desde la calle, porque en el Sanctuary siempre parecía la misma hora. Llevé el plato combinado nº 2 (entrecot, patatas fritas, huevo frito y ensalada) a la mesa del ‘Guardia de Ziudadanía’ que me miraba con cara de pocos amigos. Contuve una arcada cuando el olor a «fritanga» llegó a mis fosas nasales, pero la aguanté con dignidad, hasta que me llegó el olor a sudor del tipo. – [b]A buenas horas…sintética…[/b] – espetó de malas formas. Debía rondar los cincuenta años y la barriga le llegaba hasta las rodillas, a juego con el bigote que cubría su labio superior y la enorme nariz aguileña que deformaba su cara.
– [Jane]Lo siento[/Jane].- coloqué el plato y contuve una nueva arcada.- [Jane]Que aproveche[/Jane].- dije con mi mejor cara de pena y me alejé despacio.
Caminé entre las mesas de aquel híbrido entre pub y bar de comidas de carretera de decoración hortera, lamentándome una vez más por tener que trabajar allí. Me dolían las manos de aquellos guantes de una aleación especial que me impedían tocar a la gente, aunque fuera accidentalmente y necesitaba dormir urgentemente, pero cuando eras el eslabón más bajo de la cadena, tus necesidades dejan de importar. Tan sumida estaba en mis pensamientos lastimeros, que ni siquiera me di cuenta de que Xander acababa de entrar en el local, a pesar de que los suspiros de Sophie no dejaban lugar a dudas.- [Xander]Jane, ¿qué tal el día?[/Xander] – preguntó acercándose a mí con una amplia sonrisa. Llevaba una cazadora de cuero y unos vaqueros, pero parecía recién sacado de algún catálogo de ropa.
– [Jane]Aburrido, como siempre. ¿Qué el tuyo?[/Jane]- esbocé una sonrisa cansada y le pidió a Idris una Coca Cola Zero para mí y un té frío para él para él, por lo que supuse que tendría que sentarme.
Le indiqué una de las mesas del fondo y, cuando Idris se fue, Xander empezó a hablar.- [Xander]He tenido que ir a ver a Henry. Si no hubiera sido por tu hermano, hoy podríamos haber causado bajas.[/Xander] – susurró con pesar. El Sanctuary era, como su nombre indicaba, un Santuario para la Resistencia, pero no podíamos fiarnos.
– [Jane]Cada vez me gusta menos esto[/Jane].- admitié dándole un sorbo al refresco
– [Xander]Ya queda menos. Solo tenemos que aguantar un poco.[/Xander] – nuestras miradas se cruzaron y noté un nudo en el estómago.
– [Jane]No puedo seguir mintiéndole al Omnilens[/Jane].- El Omnilens controlaba el estado de salud de todos los ciudadanos/as y eso, incluía los ciclos menstruales de las mujeres. Al decirlo, bajé un poco la voz al ver que Matías, el cocinero, salía de la cocina para despejarse un poco.
– [Xander]Para cuando lo sepan, no les importará otro artificial, otro hijo de Moondies.[/Xander] – me pasó una mano por la cara y una lágrima recorrió mi mejilla. Todavía no me había acostumbrado a que alguien pudiese tocarme.
– [Jane]No les va a gustar[/Jane].- recalqué volviendo a dar otro sorbo.
– [Xander]Algunos no vivirán para preocuparse.[/Xander] – vi que su vista se fijaba en mi tripa, que en ese momento estaba cubierta por una blusa amplia y por la mesa, pero sabía a lo que estaba mirando.
– [Jane]No me gusta que hables así. Suenas igual que Henry[/Jane].- le dediqué una mirada severa. Henry me ponía los pelos de punta y si podía evitar su presencia, lo hacía.
– [Xander]Tiene razón en algunas cosas, Jane.[/Xander] – me miró a los ojos y fruncí el ceño. – [Xander]Hay que intentar que no haya pérdidas, pero algunos como el Rey Negro…[/Xander]
– [Jane]El fin no justifica los medios[/Jane].- le detuve.
– [Xander]Lo sé, lo sé.[/Xander] – asintió con la cabeza y colocó su mano sobre mis guantes. – [Xander]Solo quiero que pueda venir a un mundo mejor.[/Xander]
– [Sophie]¿Quién queréis que venga a un mundo mejor?[/Sophie]- me zafé con rapidez de la mano de Xander al escuchar a una achispada Sophie que se sentó sin miramientos a su lado y le pasó el brazo por encima, mientras que con la otra mano sostenía un cóctel. Me fijé en sus piernas largas y en el vestido de aires sesenteros que combinaba cuadros grises (su bando) con rosas. Parecía una azafata de alguna serie antigua.
– [Xander]Planes de futuro.[/Xander] – sonrió sin dar detalles y se quitó de encima el brazo de Sophie.
– [Sophie]Tus planes de futuro tienen que ser conmigo[/Sophie].- aclaró dándole un sorbo al cóctel. Miré a Idris con severidad, pero él se encogió de hombros desde su posición habitual.
– [Xander]Lo siento, señorita…soy un hombre ocupado.[/Xander] – le enseñó un sencillo anillo de plata que adornaba su dedo anular. – [Xander]¿Necesita que la acompañe a casa?[/Xander] – sacó su placa del bolsillo interior de la cazadora.
– [Sophie]Quiero que me acompañes a casa, pero no así[/Sophie].- compuso un puchero y me llevé las manos a las sienes para masajearlas.- [Sophie]Jane, dile que estoy loquita por sus huesos[/Sophie].- dejó escapar una carcajada y parte del contenido de la copa cayó sobre la mesa, lo que significaba que tendría que limpiarla.
– [Jane]Está loquita por tus huesos[/Jane].- repetí entre dientes
Xander negó con la cabeza y me dijo. – [Xander]Te recojo cuando termines, cariño.[/Xander].
Observó como Xander se iba y empezó a reírse.- [Sophie]Claro, me voy a creer yo que estáis juntos[/Sophie].
– [Jane]Soph[/Jane].- empecé diciendo cuando Xander se hubo ido.
– [Sophie]¿Qué?[/Sophie]- preguntó ella dejando escapar un suspiro.
– [Jane]No necesitas un Omnilens nuevo, sino un cerebro[/Jane].- me levanté de la mesa, recogí los vasos y fui a la cocina a ver si podía cenar antes de que acabase desmayándome.
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